viernes, 8 de abril de 2022

UN PRESIDENTE CON BOTÓN NUCLEAR

UN PRESIDENTE CON BOTÓN NUCLEAR

 

    Madrid, 08-04-2022

                          (Lectura rápida 😊)



Este mes de abril tiene lugar la elección presidencial francesa, a dos vueltas, el 10 y el 24. Emmanuel Macron es el favorito solo por una corta cabeza. Los sondeos del IFOP, un buen referente, le da un 26% para la primera vuelta (24% en 2017). El Presidente francés tiene el botón nuclear de la “Force de Frappe”, algo relevante con Putin y sus amenazas de emplear armas de destrucción masiva. ¿Y si lo tuviera Marine Le Pen?


El Partido Socialista (PSF) se evaporó. ¡Anne Hidalgo, su candidata, obtendría un 2%! Al PSF lo implosionaron tres políticos desde 2008. Jean-Luc Mélenchon lo abandonó ese año y mantiene posiciones de extrema izquierda populista similares a las de Podemos, arrastrando voto socialista y comunista. Le dan un 17%. Otro dinamitero fue Benoît Hamon. Ganó las primarias socialistas en 2017 con una postura excesivamente progresista que rechazó el electorado otorgándole solo un 6%.


El tercero fue Emmanuel Macron, más socialdemócrata. Entendió que una militancia radicalizada le cerraría el paso y fundó su propio partido, La République en Marche. Su posicionamiento moderado atrajo a políticos y votos socialistas, conservadores y de centro.


Macron obtuvo en la segunda vuelta en 2017 el 66%. Le Pen, extrema derecha, el 34%. Para la primera vuelta de 2022, es la más cercana a Macron con 24% (21% en 2017). Tras Mélenchon: Éric Zemmour (9%), calco aproximado de Le Pen, y Valérie Pécresse (9%), una republicana moderada de derechas cuyo partido, Les Républicains, heredero de De Gaulle, tampoco es lo que fue.


El electorado de Zemmour apoyará a Le Pen en la segunda vuelta. Macron añadiría a su voto inicial el moderado que se le haya escapado en la primera vuelta y parte del voto conservador de Pécresse que no quiera votar a Le Pen. Quizás, algunos de Mélenchon. El IFOP da a Macron en la segunda vuelta un 52% frente a Le Pen que, con 48%, queda demasiado cerca y está subiendo.


El imponderable más importante es la guerra en Ucrania. Macron aprovecha para actuar más como Presidente y mediador que como candidato. ¿Acertado? Cómo el conflicto puede desembocar en uno contra la OTAN y ser nuclear, tiene relevancia la disuasión nuclear de Francia, único país de la Unión Europea que dispone de ella. La autonomía estratégica de la Unión Europea solo será real cuando haya una Casa Blanca europea en Bruselas que disponga de disuasión nuclear y esta solo podrá basarse en la francesa.


La “Force de Frappe” dispone de cuatro submarinos con cada uno 16 misiles nucleares de seis ojivas y un alcance de 10.000 kilómetros. En patrulla siempre hay uno. Dos en momentos críticos como los actuales. Protegen esencialmente la Francia continental.


De ampliase la protección, podrían ser necesarios más submarinos y, quizás, despliegues fuera de Francia de aviones armados, actualmente, con un misil nuclear aire-suelo de 500 Km de alcance que constituye un aviso previo al empleo de los misiles intercontinentales embarcados. ¿Podría España mantener su condición no nuclear? De las tres para la permanencia en la OTAN ya han caído dos.

 

Un solo misil intercontinental cuesta unos 120 millones de euros. Un submarino nuclear con misiles balísticos, muchísimo más. ¿3.000 millones de euros? Francia no querrá sufragar todos los costes.


Si los europeos remolonean económicamente y en el ámbito político-militar, la UE solo podrá contar, como hasta ahora, con el paraguas nuclear americano. La verdadera independencia de la UE costará dinero e implicación nuclear sin que ello deba significar cancelar la alianza transatlántica.


Una Defensa Europea debe cubrir todos los miembros de la UE, incluidos los que no son de la OTAN: Suecia, Finlandia, Austria, Irlanda, Chipre, Malta, así como Ucrania si ingresase en la Unión. ¿Alguna neutralidad sería posible? Esa Defensa Europea cubre las Canarias, como la OTAN, y, además, Ceuta y Melilla.

 

Cobra, así, relevancia la acertada intervención de Sánchez el miércoles 30 de marzo en el Congreso sobre cuestiones de seguridad y defensa con perspectivas nacional, europea y transatlántica. Hay que gastar más y, debe añadirse, mejor. Queda profundizar el debate español sobre la disuasión nuclear europea y que se informe sobre las conversaciones ya mantenidas al respecto con Francia. El obscurantismo no debiera mantenerse.

 


Carlos Miranda, Embajador de España