viernes, 25 de junio de 2021

 

CUESTA ARRIBA Y GOL

 


          La Toja, 25-06-2021

            Lectura rápida 😁


      

Una comparativa de nuestros gobiernos muestra que han ido de más a menos. Llegaron con sus esperanzas, pero se fueron con el depósito del combustible vacío.

 

1976. Adolfo Suárez, puesto a dedo, se confirmó dos veces electoralmente. Hizo bien la Transición, pero acabó dimitiendo, repudiado en su propio partido. Calvo Sotelo tomó brevemente el relevo, contribuyó a sanear la milicia tras el 23-F y nos adhirió a la OTAN, pero la UCD había hecho su parte de gobernanza, incluso de existencia.

 

1982. Felipe González llegó con una enorme mayoría absoluta del PSOE, 202 escaños. Consolidó la democracia. Cuatro elecciones ganadas y una derrota dulce. Catorce años de gobernanza abruman, pero otra curva hacia abajo.

 

1996. Aznar tuvo, primero, que pactar con Pujol, cediendo bastante. La educación, pe. Siguió con una mayoría absoluta fruto de una economía boyante y de un socialismo que deshojaba la margarita entre Almunia y Borrell. Su sucesor designado perdió por cierto desgaste y una respuesta partidista ante el terrorismo del 11-M.

 

2004. Zapatero empezó significándose contra el Imperio, aunque al final se rindiese. En España prosiguió la apertura social del felipismo. Superó la reelección, pero minusvaloró una crisis económica terrible con lo que se fue contemplando en el retrovisor la derrota de su sucesor, Rubalcaba, uno de los políticos mejor valorados.

 

2011. Rajoy, pasividad hecha persona, llegó con una mayoría absoluta que desperdició. Después, remó para poder gobernar y se inhibió ante el secesionismo catalán, pasando los trastos al Rey. Desprestigiado y acosado por la corrupción de su partido, cayó por una moción de censura variopinta.

 

2018. Con su manual de resistencia, Sánchez gobierna sólo o mal acompañado desde entonces, sin recordar afirmaciones previas, circunstánciales. “Eso es la política”, señalan muchos de sus partidarios. La pandemia y su crisis económica no le han ayudado, sin que sus medidas merezcan aplausos, pero, tras superar dos elecciones seguidas en 2019, al escampar el virus, aparentemente, y con la llegada del maná de Bruselas, que deslumbra al empresariado y Sánchez controlará, espera llegar a 2023.

 

Buen cálculo. El autobús, también, puede llegar al destino y sus pasajeros pedir otro conductor. Incógnita de futuro, pero, con el desgaste siempre es cuesta arriba y marcar gol puede ser difícil, aunque el portero del otro equipo puede ayudar. ¿El del PP?, hasta tirarse al lado contrario del balón.

 

2021. Los independentistas. También en la ecuación. Indultados. ¿Precio? A cuenta y probablemente alto. ¿Una España Federal, además? Aceptable si delimitase claramente las competencias del Estado y de las Autonomías y que habría que revisar. ¿Sabrán imponerlo ERC y PSOE? ¿Tendrán mano izquierda para convencer? Porque hay más actores en el reparto de la comedia.

 

Los separatistas se pelean entre ellos como verduleras, pero piden lo mismo: referéndum de independencia y amnistía. Los 9 indultos no bastan, por principio (no han hecho nada malo, insisten) y porque no redimen a tres mil de los suyos que la Justicia importuna, dicen.

 

Javier Cercas, gran escritor, reflejaba, en El País, positivando, una esperanza desnuda semejante a la del sanchismo espoleado por las extremas izquierdas. Fernando Savater, gran filósofo, con sus credenciales antietarras y antinacionalistas, reprobaba a renglón seguido en ese diario una rendición sin condiciones. Artur Mas, condenado por el Tribunal de Cuentas, heredero de Pujol, también daba su opinión: amnistía e independencia. Pujol, considera, ahora, que el “procés” fue precipitado. Claro que está sentado en el banquillo por esconder dinero en Andorra. Si le condenan, habrá gran revuelo en Cataluña. Igual alguien considere oportuno un indulto. En las Vascongadas, a la mira. Ya piden indultos y más bilateralidad. ¿Los obispos?, con los indultos. ¿Qué puede hacer la derecha si la Iglesia apoya a la izquierda?

 

Los soberanistas catalanes, divididos, pero con un mismo mensaje. Los constitucionalistas, unidos en el propósito, pero desunidos en la acción. Receta para un desastre. ¡Qué a gusto están los socialistas y los peperos solos en sus respectivas esquinas! El interés nacional no tiene por qué estar en casa de todos, o, de alguno.

 

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

viernes, 18 de junio de 2021

BIENVENIDO MR. BIDEN

 

BIENVENIDO MR. BIDEN

 

 Madrid, 18-06-2031

(Tiempo de lectura, breve 😁)

 

       

El Presidente Biden ha borrado a Trump. En su país y en el mundo. Botones de muestra: las vacunaciones, que avanzan en EEUU a toda velocidad, y las ayudas para recuperar la economía. Asimismo, el retorno al multilateralismo y la recuperación de las relaciones transatlánticas. El viaje de Biden a Europa fue medido al milímetro: G-7, Unión Europea y Alianza Atlántica. Algunos encuentros bilaterales importantes completaron la agenda.

 

Del G-7, con presencia de la UE, reunido en Cornualles, salió un proyecto de ayudas para infraestructuras en países en desarrollo para contrarrestar la Ruta de la Seda china. El comunicado hace unos llamamientos a Beijing para respetar los derechos humanos y la autonomía de Hong Kong, mantener una relación pacífica con Taiwán y facilitar una investigación seria del origen del virus. También trata otras cuestiones planetarias, como miles de millones de vacunas a países pobres, estar preparados en 100 días para cualquier pandemia, unificar un impuesto mínimo común de sociedades (15%) y rebajar la contaminación.

 

Era hora de plantarse ante los chinos y su expansionismo económico con dependencia. Beijing advierte que un “pequeño grupo de países” no puede tomar decisiones globales, pero EEUU ha reagrupado alrededor suyo a las grandes potencias occidentales. Tampoco se olvidaron de Rusia, pidiendo a Putin que deje de desestabilizar y normalice la relación con los occidentales.

 

También hubo, en los márgenes, críticas a Boris Johnson por incumplir sus compromisos con la UE respecto de Irlanda del Norte. La isla irlandesa no ha de tener frontera interna y hay que materializar una aduana entre Gran Bretaña y el Ulster. Fue lo acordado por Bruselas y Londres, pero Johnson se desmemoria y envalentona.

 

Tras reunirse en Bruselas con Michel y Von der Leyen, Biden reconoce a la Unión Europea como importante socio transatlántico. El diferendo sobre los subsidios a Airbus y Boeing (viejo de 17 años) merece una tregua quinquenal que anula los consiguientes aranceles cruzados y se crea un Consejo de Comercio y Tecnología UE-EEUU. No volvemos a la posibilidad de un Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio entre Bruselas y Washington, quedando muchos diferendos, pero el ambiente para resolverlos y lograr una mayor cooperación transatlántica es, ahora, más positivo.

 

La Alianza Atlántica celebró, asimismo en Bruselas, una Cumbre que reforzó los lazos transatlánticos. Los aliados mantendrán otra Cumbre en Madrid en 2022 con ocasión del 40 aniversario de nuestro ingreso en la OTAN con Calvo Sotelo. También era hora, porque la última tuvo lugar en España hace 25 años, una eternidad si España es un país occidental importante. En Madrid se adoptará un nuevo Concepto Estratégico para sustituir el de Lisboa de 2010. Muchas cosas han cambiado desde entonces.

 

Biden y Sanchez solo hablaron medio minuto en un breve garbeo a pesar de las expectativas suscitadas por Moncloa de un verdadero encuentro. Asombra. España es la cuarta economía de la UE y facilita a los americanos dos bases importantes, Rota y Morón. EEUU es nuestro principal aliado, como admite Sánchez. Poco jugo le saca Madrid, desde siempre. Ciertamente, nuestro país no es muy proamericano y de vez en cuando sale por peteneras como cuando abandonó instantáneamente Irak o Kosovo. Italia maneja mejor al Tío Sam, con más “finezza”. Sánchez vio también a Johnson y Erdogán. Con Grecia, parece ser, perdimos antes un contrato para Navantia de 5.000 millones de euros por, en opinión griega, excesiva cercanía al otomano. Ser equilibrista es difícil …

 

Encuentros de Biden con Merkel y Macron para consolidar amistades personales y nacionales. Con el RU fuera de la UE, a Washington le importan más Berlín y Paris. Con Erdogán y Putin, para poner puntos sobre las íes. Erdogán va de verso suelto y su autocracia persigue opositores fuera de sus fronteras. Sin embargo, es un aliado necesario. Putin es un asesino, eso cree Biden, pero no hay otro remedio que hablar con él. Algunos entendimientos son posibles en materia de desarme (renovación del Nuevo START) y la “ventanilla diplomática” se ha vuelto a abrir. Parece poco, pero, actualmente, es mucho.

 

Quedó restaurada la confianza transatlántica. Sin perjuicio de bastantes diferendos, se puede tratarlos, ahora, entre amigos. Washington sigue siendo el líder occidental más importante. Biden se ha asentado en este rol tradicional cuando la dinámica internacional distingue acusadamente las democracias de las autocracias. Momento para que España reivindique el G-20, más mezclado y al que puede asistir.

 

Madrid, señalan, desearía que Washington razone a los marroquíes engreídos tras el reconocimiento por Trump, en diciembre, de su soberanía en el Sáhara Occidental e irritados por la reciente acogida en un hospital español del jefe del Polisario, enemigo número uno suyo. Ambos somos aliados de Washington que le interesa que nos llevemos bien. Sorprende, sin embargo, que España haya podido tardar en intentar movilizar a los americanos. Claro que, ya lo sabemos: más vale tarde que nunca …

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

viernes, 11 de junio de 2021

DE LA GROSERÍA AL ENCANTO

 

DE LA GROSERÍA AL “ENCANTO”

 

    

               Hendaya, 11-06-2021

          (Lectura rápida 😄)


        

 

El lunes pasado Junqueras hizo el esfuerzo de aparcar, por ahora, una independencia unilateral y algo de autocrítica. Ha abandonado, asimismo, la ordinariez de que los indultos podían introducirse por donde cupiesen. Ahora, le gustan. Ámbitos gubernamentales lo vinculan con unos indultos ya asegurados.

 

Este cambio es prometedor, pero veremos si es suficiente para restablecer la concordia en Cataluña, un objetivo que el Gobierno y ERC se marcan pero que no pueden apropiarse ya que es un deseo de todos los españoles, catalanes incluidos.

 

Averiguar si primero fue la promesa de los indultos y luego algo de contrición o si ésta fue asegurada con anterioridad, es como preguntarse qué fue antes: la gallina o el huevo. En público, primero fue la promesa de los indultos, luego el cambio de actitud de Junqueras y, finalmente, serán los indultos verdaderos. El pienso, la gallina y el huevo. Todo en la misma olla …

 

¿Modifica ello el escepticismo de aquellos a los que, desde el Gobierno y medios oficialistas, llaman antiespañoles, vengativos y revanchistas? Probablemente no, porque “obras son amores” y falta mucho para esa conciliación, y aún más para la reconciliación entre las partes de la disputa soberanista, tanto en Cataluña como en el conjunto de España.

 

Además, discrepar es democrático y constitucional, un derecho que tienen todos, unos, otros y los demás. Como la buena educación. Que desde las alturas se menosprecie a los ciudadanos discrepantes por no comportarse como vasallos es triste.

 

Por otra parte, hay quienes piensan que Junqueras se ha movido no sólo por la zanahoria de los indultos, sino también por los palos con los que, también, se azuza a los recalcitrantes. En este caso, pasar por la cárcel por cometer unos delitos y, asimismo, la postura crítica de quienes hubieran concedido los indultos con más chicha en la mano. Si no amenaza lluvia, nadie recoge lo aireado fuera.

 

No ceja, sin embargo, Junqueras en su pretensión de amnistía, para borrar colectivamente, sin confesión parroquial, todos los pecados. ¡Es que ocurrieron cosas contra la Constitución! Tampoco renuncia a la independencia. La Constitución española no se lo requiere. Por ello es más exigible que quienes aspiren a separarse se dediquen al juego limpio y no al sucio como hicieron los condenados y muchos más independentistas en el Principado. Además, juego limpio no es sólo querer negociar un referéndum “a la escocesa”. Un clima ciudadano respetuoso y sin violencia ni presiones infames es también exigible, especialmente en Cataluña.

 

Deben los independentistas seguir las reglas sin olvidar que son tan catalanes como ellos los que no quieren separarse de España y que hasta que tenga lugar esa independencia por ellos anhelada, si es que tiene lugar, los independentistas siguen siendo españoles. Asimismo, toda la ciudadanía española tiene vela en esta cuestión.

 

Hay que desear que este sea un buen primer paso, pero, por favor, señor Iceta, no intente sacarnos lagrimas porque los condenados del “procés” acabaran en la cárcel y lleven en ella tres años. Un día de prisión debe de ser ya un horror, pero si la Ley marca más, habrá de cumplirlo quien delinquió, y pensar de este modo no es ser vengativo, ni revanchista, ni antiespañol. Oponerse a los indultos, tampoco, pero, una vez encarrilados, por la Gracia del Gobierno, habremos de considerar lo que ocurra en Cataluña y los resultados de la Mesa de Diálogo. Unas grandes incógnitas.

 

Otros, y otras, en ERC no se apean, sin embargo, del unilateralismo. Tampoco la CUP y JxC. Lo mantienen, aunque Junqueras la esconda, como un cuchillo de cocina, detrás de su espalda, para ser, ahora, “encantador”. La amenaza perdura.

 

¿Podrá celebrarse en dos años un referéndum sobre eventuales y aceptables mejoras para el “Estatut”? Quizás, porque el que ellos llaman de “autodeterminación”, no es posible. Parece interesante que Jordi Pujol, en vísperas de ser juzgado por ocultar dinero en Andorra, considere un error el “procés”. Pujol y Junqueras. Otros les seguirán porque la independencia de Cataluña es, en efecto, un error.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 4 de junio de 2021

ROBLES Y MARLASKA APUNTALAN

 

ROBLES Y MARLASKA APUNTALAN

 

 

             Madrid, 04-06-2021

                                     (Lectura rápida 😊)

 

          

Dos ministros han sobresalido en la crisis con Marruecos: Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles. El Ministro del Interior no quería cobijar al líder del Polisario, Ibrahim Ghali, con coronavirus. Los argelinos nos lo endilgaron porque parecería que su sistema sanitario no puede ocuparse ni de sus privilegiados. En Argelia, como en otros países algo autoritarios, los hay de dos clases: con mucho dinero, como en todos lados, y la nomenclatura política oficial.

 

A veces acuden a hospitales extranjeros, pero, lo esencial por retener es que nos traspasaron a Ghali, perteneciente a la nomenclatura del Polisario subvencionada por Argel. El “Estado” saharaui está acogido en Argelia, en Tinduf, a cargo del país huésped. Su sanidad, también: Ghali estaba en un hospital militar de Argel.

 

España tendrá sus responsabilidades por la descolonización del Sahara, pendiente según NNUU, y completada para Marruecos y EEUU (aunque, oficialmente, Biden aún no se ha aclarado), pero el Polisario siempre nos fue hostil y un Sahara Occidental independiente estaría, probablemente, controlado por Argel, introduciendo una mayor inestabilidad en el Magreb. No sería aceptable para Rabat estar totalmente rodeado, del Mediterráneo al Atlántico, por Argelia. Interesa llevarnos bien con todos, pero mucho debiera de importarnos, Marruecos.

 

Marlaska debió de tener claro, asimismo, que Ghali era un paquete envenenado de Argel, donde enemistar a Rabat y Madrid se celebra con champán francés.

 

Margarita Robles, Ministra de Defensa, también sobresalió, más cercana a la prudencia de Marlaska, encargado, asimismo, de las declaraciones apaciguadoras hacia Rabat.

 

Nuestros militares fueron desplegados en Ceuta para mostrar la determinación de no dejarnos intimidar por la avalancha de miles de emigrantes ilegales soltados por Marruecos por lo de Ghali, acogido, además, sin despejarlo antes con Rabat (¿No podíamos haberle derivado a otro país?) y como presión respecto del Sáhara Occidental, cuestión esencial para Marruecos.

 

Al mostrar Robles que España defenderá su integridad territorial, incluso con las armas, aunque lo que apreciamos fue la extraordinaria labor humanitaria de nuestros soldados con estos ilegales, la Ministra, para algunos, pareció enviar, asimismo, un mensaje interno cuando Aragonés sigue hablando de autodeterminación y de amnistía a pesar de los indultos al caer y se prepara para una entrevista con Sánchez, entre España y Cataluña, a su entender.

 

Marlaska se hinchó a devoluciones en caliente esos días y Vox pedía la “militarización” de nuestras fronteras. Queda claro lo que tuvo que hacer el Gobierno por acoger a Ghali. En Europa, los que se equivocan no suelen seguir. Somos europeos, pero, a veces, no parece tan cierto. Un botón de muestra: la renuencia a aceptar a FRONTEX en nuestras fronteras africanas a pesar de recordar que son europeas. Eso sí, España quiere una Defensa Europea (que igual EEUU apoya con Biden). ¿De verdad? Y sin armas nucleares, a ser posible ...  Coherencia “made in Spain”.

 

Los resortes del Estado no deben politizarse. Nuestros militares pueden emplearse para apoyar nuestras Fuerzas de Seguridad en toda España; las devoluciones en caliente pueden ser inevitables; y acoger a cualquiera, incluso por razones humanitarias, puede atentar a la Razón de Estado.

 

Enemistarse con Marruecos no es gratuito ni pasajero. España pierde mucho sin perjuicio de que la UE nos apoye. Incluso de cara a EEUU, nuestro principal aliado que sueña con que nos llevemos bien (“Where in the Hell is Perejil?”, dicen que preguntó irritado Colin Powell cuando era Secretario de Estado).

 

No haremos, ahora, unas tradicionales maniobras militares con americanos y marroquíes porque se desarrollarán parcialmente en el Sahara Occidental. Estas maniobras son una oportunidad de comprobar el estado de las FAS marroquíes con las que, quizás, pudiéramos tener algún día una confrontación al tiempo que el acercamiento entre militares españoles y marroquíes constituye una medida de confianza. La tensión con Rabat no remite. Sánchez, en primera línea.


La actitud de Marruecos, inaceptable, a pesar de todo, y con una Embajadora que no debiera de volver, da la medida de su inquietud y capacidad de embrollar. Es hora de una política exterior española realista, eficaz y bien dirigida.

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España