lunes, 29 de enero de 2024

GENOCIDIO

GENOCIDIO

 

                                        Madrid, 29-01-2024

                                        (Lectura rápida 😊)

 

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Sudáfrica presentó hace poco ante el TIJ una demanda contra Israel por genocidio. Ningún país de la UE apoyó esta demanda y esta vez Sánchez resistió el embate de Yolanda que lo pedía. Israel lanza sobre Gaza fuego y destrucción, un horror que muchos quisieran que acabase ya. Esperaba el país demandante que el TIJ exigiría un alto el fuego inmediato mientras estudia la cuestión. El Tribunal no lo ha hecho argumentando que como Hamás no es un Estado, no puede requerir un alto el fuego a una sola de las dos partes involucradas en el conflicto. 

Dado que la demanda tardará unos años en resolverse, el Tribunal lo único que sí ha hecho, además de aceptarla, es instar a Israel para que se asegure que ningún componente de sus Fuerzas Armadas está cometiendo algún acto que pudiera ser calificado de genocidio. Una advertencia, sin duda, pero no un veredicto de culpabilidad.

El Tribunal también exige que Israel permita la ayuda a la población palestina necesitada de asistencia humanitaria. Otra advertencia dirigida a remediar el drama que tanto daño produce en la población de Gaza ahora amontonada en el extremo sur de la franja y que soporta tantos muertos (ahora ya unos 27.000) y heridos además de hambre y falta de atención médica entre otros motivos porque Hamás se esconde entre esa población que también está hacinada en el sur de Gaza porque Egipto no la quiere acoger.

Luego han venido los postureos. Netanyahu haciéndose el enfadado para impresionar a los jueces y que no se les ocurra condenar en el futuro a Israel por genocidio. En realidad, se ha mostrado satisfecho ya que ha afirmado que este dictamen no impide que Israel se siga defendiendo al no exigirle el Tribunal un alto el fuego.

En Sudáfrica se pusieron a bailar. Debe irles la marcha porque el dictamen del Tribunal no ha respondido a su esperanza en el corto plazo: obligar Israel a un alto el fuego. El gobierno español también ha sacado sus castañuelas a repicar a través de su Vicepresidenta Yolanda Díaz que cada vez más suplanta a Albares en política exterior.

Dios los cría y ellos se juntan, como cuando el gobierno español, ya felicitado por Hamás (!) y los Hútis (!) agradecidos, autorizó la manifestación pro-Palestina del sábado pasado en Madrid encabezada por el FPLP (Frente de Liberación de Palestina), una organización declarada terrorista por la UE. Un lema de esta demostración fue “Palestina libre del rio [Jordán] hasta el mar”, lo que significa la extinción de Israel. Acompañantes: PCE, IU, Podemos con el nihil obstat nada menos que del Delegado del Gobierno nombrado por Sánchez.

El TIJ tardará unos años en emitir su sentencia. Israel debe asegurarse de que las actuaciones de sus tropas no puedan ser calificadas de genocidio. El Tribunal le ha exigido un informe sobre las medidas adoptadas al respecto en el plazo de un mes. Veremos entonces que dirán los israelíes y la acogida del Tribunal. Políticos y miembros del gobierno israelí han hecho estos meses declaraciones que pueden ser consideradas como genocidas, pero no significa ello que Israel lo sea o su gobierno. En todo caso, en el empeño de un alto el fuego están varios países y para ello parece que reuniéndose de nuevo los jefes de los servicios de EEUU, Israel, Egipto con enviados de Hamás en algún lugar del Golfo.

Por otra parte, la agencia de las NNUU para los refugiados de Palestina en el Oriente Medio, UNRWA en sus siglas anglosajonas, ha echado a varios miembros palestinos de du organización en Gaza tras descubrir que habrían participado en el ataque de Hamas del 7 de octubre pasado. Estos empleados serían, pues, terroristas a tiempo parcial. Guterres, Secretario General de la ONU, se ha declarado “horrorizado” y se entiende: se trata de unos empleados de Naciones Unidas, suyos, en definitiva, y ello cuando él sostiene que Israel tiene sus culpas en el ataque hamasí por su política previa hacia los palestinos. La ONU no sale ganando con esta noticia.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 26 de enero de 2024

SIEMPRE PALESTINA

SIEMPRE PALESTINA

 

                              Madrid, 25-01-2024 

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La liberación de los rehenes cruelmente capturados por Hamás y el futuro de Gaza son dos problemas fundamentales consecuencia de los acontecimientos provocados por la actuación terrorista contra Israel del 7 de octubre pasado ejecutada por cientos, o más, de milicianos desde Gaza, más bien una operación militar hamasí que asesinó a unas 1.300 personas (adultos, jóvenes, viejos, mujeres, niños, bebés), israelíes todos salvo unos 85 extranjeros (2 españoles) y que se hizo con unos 250 rehenes de los que más de un centenar siguen en poder de los milicianos terroristas. Nada de todo ello en consonancia, naturalmente, con ningún derecho humanitario.

Los rehenes liberados lo fueron esencialmente al amparo de un alto el fuego habido en la terrorífica y subsiguiente operación militar de retorsión israelí en Gaza, guarida de Hamas que la controla hasta gubernativamente porque les votaron para ello los palestinos de Gaza. Se contabilizan ya más de 25.000 gazatíes muertos de los que Israel dice que 9.000 son milicianos de Hamás. Todo por comprobar, pero ¿Puede compararse solo numéricamente la actuación de Hamás y la respuesta israelí?

Netanyahu y sus “duros” aseguran que la operación en Gaza no debe pararse antes de liberar a esos rehenes, pero no lo consiguen y en su país son cada vez más potentes las voces que, al contrario, consideran que sólo con otro cese de hostilidades, incluso definitivo, se podrá liberar a los que aún estén vivos y esta opinión se expresa no sólo en la calle sino también por ciertas voces que forman parte incluso del gabinete ministerial de guerra israelí.

Biden habló con Netanyahu la semana pasada en favor de un alto el fuego, así como de dos Estados en Palestina, pero el primer ministro israelí parece no hacerle caso porque sabe que Biden necesitará el voto judío estadounidense de cara a la elección presidencial de este otoño en la que Netanyahu apuesta por Trump, más amigo suyo. El Secretario de Estado, Blinken, tampoco ha tenido mucho éxito en sus numerosos viajes al Oriente Medio, pero también tantea soluciones para el futuro.

Netanyahu sabe que, terminada la ofensiva en Gaza, le tocará marcharse e intenta retrasarlo ya que le espera la justicia por viejas corrupciones y rendir cuentas por la desprotección a las poblaciones del sur de Israel que sufrieron el ataque de Hamás. Fuerza, pues, la máquina en el sur de Gaza ya que más pronto que tarde la ofensiva israelí cesará de un modo u otro. Es más, amenazado con una posible decisión del Tribunal Internacional de Justicia de que cese su ofensiva mientras estudia la demanda de Sudáfrica por un eventual genocidio en Gaza, que ningún país de la UE apoya a pesar de Yolanda, igual aprovechará a tope el tiempo presente hasta que se pronuncie el TIJ sobre ese cese de hostilidades cautelar aprovechando que Hamás rechazó una tregua de dos meses, quizás por apostar por una del TIJ no condicionada a la liberación de los rehenes, aunque puede echarse atrás.

Más enjundia tiene tratar el futuro de Gaza, Palestina e Israel. Que la solución implica dos Estados, que la ONU ya dictaminó en 1947, no lo duda casi nadie. Que sea impuesta desde fuera como pide Borrell es ya más discutible, improbable y hasta inaceptable. ¿Piensa ya en enviar una fuerza militar de la UE, fuertemente nutrida de militares españoles, para imponer la paz entre israelíes y palestinos? La solución debe, para perdurar, ser aceptada por todas las partes implicadas. 

Deberá incluir serias garantías de seguridad para Israel y los palestinos. Si ha de garantizarlo una fuerza internacional no podría ser una broma como la de UNIFIL en el Líbano que no sirve para eso ni para casi nada y sobre cuyas cabezas se pasean misiles de Hezbolá hacia Israel. Hace años los palestinos querían a la OTAN porque era el único modo de tener a militares americanos (que infundirían, pensaban, más respeto) porque Washington no quiere participar en operaciones de la ONU. ¿Debieran de estar involucrados países árabes como Arabia saudí? Complicado, pero habrá que innovar.

Sin embargo, no solo hay que garantizar la seguridad a israelíes y palestinos, hay que reconstruir Gaza y ello plantea dos cuestiones: quién paga y quién administrará ese territorio. En la Casa Blanca parecen favorecer una solución que implicaría un acuerdo entre Israel y Arabia saudí, lo que Hamás quiso impedir con su ataque, por el que Riad cargaría con la factura y tendría que ver transitoriamente con la administración de Gaza. El diablo está siempre en los detalles por pulir con precisión, pero es una fórmula novedosa que Jordania apoyaría. La Unión Europea no debiera dejar que la apartasen de la solución del conflicto y para ello debería pagar parte de la factura y contribuir en las modalidades de seguridad. Otra fórmula aparentemente improbable es la del israelí Slomo Ben Ami que aboga por que la solución sea entre Jordania, Israel y Palestina.

Una UE que, por ahora, está haciendo el ridículo en el Mar Rojo. Primero, un miembro suyo (España) impidió la ampliación del mandato de la flota de “Atalanta” que opera en la zona contigua del golfo de Aden, lo que hubiera sido una solución inmediata. Poner en marcha otra operación específica en el Mar Rojo, a la que España no enviará buque alguno, tiene sus procedimientos y para cuando llegue al teatro de operaciones dentro de semanas una nueva flota protectora de la libertad de tráfico marítimo internacional, un principio para la UE y todos sus miembros, igual es tarde y si no lo es pondrá en evidencia que la rapidez de reacción militar de la UE es actualmente digna de los caracoles.

La UE debe tomarse más en serio estas cosas si quiere ser alguien de mayor en el ámbito internacional. Con más motivo estando de nuevo en el horizonte Trump, aunque otros presidentes americanos llevan tiempo pidiendo a los europeos que se impliquen mucho más en su propia defensa y seguridad. Mientras tanto, en el Mar Rojo España parece no solo escaquearse sino también pinchar las ruedas de la UE. Javier Solana ya decía hace tiempo que no se puede viajar de gorra en el tren de la seguridad colectiva, y para los europeos no solo está siempre Palestina, hay que añadir Ucrania. En efecto, el mundo occidental está acosado esencialmente por una Rusia rencorosa y un mundo islámico de difícil convivencia, más el chií (Irán) que el suní, siendo una tercera problemática occidental de envergadura el de la inmigración ilegal y su necesaria integración.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

jueves, 18 de enero de 2024

MACRON ATACA

MACRON ATACA


                                        Madrid, 17-01-2024

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El nuevo Primer Ministro francés, Gabriel Attal, y el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, admitieron su ruptura sentimental desde hace dos años al tiempo que iniciaban sus respectivas responsabilidades gubernamentales. Hicieron bien. Las cosas claras cualquiera que sea o haya sido el tipo de relación estrecha entre dos miembros de un gobierno. Attal se ha movido, apoyado por el Presidente Macron, en los círculos gubernamentales como asesor, alto cargo, ministro y, finalmente, Primer Ministro a la temprana edad de 34 años. Séjourné, otro joven de 37 años, lo ha hecho en el ámbito del Parlamento Europeo donde encabezaba el grupo de las huestes de Macron.

La reestructuración del gobierno no ha afectado a dos pesos pesados, Bruno Le Maire y Gérald Darmamin, únicos ministros sobrevivientes del primer gobierno de Macron en 2017. Tienen grandes ambiciones, incluso presidenciales. Le Maire, Ministro de Economía, gobierna satisfactoriamente esa parcela y Darmamin, Ministro del Interior, tiene “dossiers” difíciles de orden público afectados por la inmigración y su integración, así como la seguridad en los venideros Juegos Olímpicos en Paris. Ambas carteras desgastan al tiempo que pueden ser trampolines para volar más alto.

El primer objetivo de este nuevo gobierno es cortarle el paso a la extrema derecha lepenista, cada vez más fuerte mientras la extrema izquierda de Mélenchon con sus “Insumisos” anda algo desinflada. Más peligroso para Macron por su izquierda es Raphaël Gluksmann, miembro del grupo socialista en el Parlamento Europeo, que, con una pequeña formación, “Place Publique”, le puede quitar suficientes votos en beneficio, finalmente, de la extrema derecha.

La lucha contra los extremos la conduce Macron desde su partido de centro, ”Renaissance”, que incluye una izquierda moderada socialdemócrata que como él abandonó un partido socialista radicalizado que se ha quedado anémico (1,75% en la última elección presidencial con Anne Hidalgo) y elementos de una derecha mesurada oriunda de la derecha tradicional de “Les Républicains”. Con el nombramiento de Rachida Dati en Cultura, antigua ministra de Sarkozy, intenta Macron atraer también a un electorado más conservador.

El macronismo necesita unirse ahora tras haber aprobado una ley de inmigración con tintes restrictivos que han satisfecho bastante a los partidarios de Le Pen e incomodado al ala más progresista de “Renaissance”. En este cerrar filas pensando en las elecciones generales de 2027, y la Presidencial que le precederá a la que Macron ya no podrá presentarse, no puede estar ausente la imagen exterior francesa.

Séjourné debe dinamizar, pues, una política exterior sin grandes atractivos llevada a cabo por su predecesora la diplomática Catherine Colonna. Francia necesita más visibilidad internacional y más protagonismo europeo que el que ofrecía la discreta funcionaria y con más motivo con un Putin que esnobea a Macron. Una Unión Europa presente en el mundo y fuertemente ensamblada es una ambición de todos los europeístas, aunque desde Paris es una sinfonía que se interpreta frecuentemente como una extensión de la política exterior francesa. Más dinamismo europeo, sí, pero con salsas con estrellas “Michelin”. Es la misión principal de Séjourné que también tendrá que agitarse para las elecciones europeas del mes de junio. Por de pronto, su primer viaje ha sido a Ucrania y Polonia.

Con un Trump, siempre crítico con Europa, asomando su nariz para la elección presidencial americana de este otoño; la perenne reestructuración de las ambiciones internacionales y de seguridad de la Unión Europea; los incendios en Ucrania, Palestina y Mar Rojo; además de China ascendiendo, India siguiéndole los talones, África desordenada, Oriente Medio explosivo y Rusia rencorosa, Francia , donde siempre hay cerebros imaginativos, querrá volver a ser una locomotora internacional para la UE donde Alemania lleva una voz más cercana a los EEUU apoyando, ahora, a Washington en el Mar Rojo.

Veremos cómo se sitúa Sánchez, pero en Paris sabrán que es gestual, de opinión cambiante y amedrentado por los separatistas y la extrema izquierda, haciendo de España un país débil con un gobierno poco fiable internacionalmente. Una receta ideal para cobijarse bajo “Marianne” siempre nominalmente distante de Washington. Nominalmente. Al final, al cactus se le suelen mojar los pinchos sin avisar y los seguidores se quedan vendidos, compuestos y sin inspiración …

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 12 de enero de 2024

EL FUTURO DE SION

EL FUTURO DE SION

 

                                        Madrid, 11-01-2024

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Se vislumbra el final de la campaña israelí en Gaza a pesar de que Netanyahu augura un año más. Apenas quedan edificios por demoler ni palestinos por morir tras los que se parapetan valientemente los “hamasies”. El norte de Gaza lo dan por controlado las autoridades judías. Queda el centro y el sur. Pretenden continuar hasta la liberación de todos los rehenes a pesar del riesgo de extensión del conflicto por el Oriente Medio.

Ese peligro concierne al sur del Líbano donde puede desarrollarse también una operación contra Hezbollah, otra milicia militar y terrorista, si Israel opta por acallar sus ataques desde el sur del Líbano. UNIFIL, una fuerza de la ONU encargada de velar por la paz y la seguridad fronteriza entre el Líbano e Israel, de la que España es un importante componente militar, no puede imponer su objetivo. Solo comprueba que Hezbollah lanza cohetes contra Israel, ametralla desde territorio libanés o introduce milicianos terroristas en tierras judías, así como las eventuales respuestas israelíes. Si los israelíes pierden paciencia volverán a ocupar un territorio que va hasta el rio Litani, unos 30 kilómetros al norte, que abandonaron en 2006, cumpliendo una Resolución del Consejo de Seguridad. Ante la impotencia de la ONU, querrán “limpiar” ellos mismos la zona de milicias terroristas de Hezbollah que no debieran de acampar allí.

La guerra contra Hamás ya se ha extendido con los “hutíes”, otro grupo militarizado que ataca el tráfico marítimo en el Mar Rojo. Sólo el relacionado con Israel, dicen. Ese sello lo atribuiría algún servicio iraní. Han intentado apresar algún portacontenedores que igual llevaba algunos a Haifa, pero también a otros puertos europeos, incluidos españoles. EEUU ha decidido defender la libertad comercial marítima repeliendo esos ataques y abordajes apoyado por países como el Reino Unido, Australia, Canadá o Bahréin y de la UE como Bélgica, Dinamarca o Alemania. España ha impedido ampliar al Mar Rojo una operación contra la piratería de la UE, “Atalanta”, que cubre el Golfo de Aden, una zona contigua. Difícil de entender. ¿Seguirá Sánchez sin acudir al Mar Rojo? ¿Asistirá a Sudáfrica en la acusación de genocidio contra Israel como pide Yolanda?

Irán podría hacer arder aún más el Oriente Medio. Acaba de sufrir un gran atentado contra una muchedumbre reclamado por los terroristas de Daesh, el Estado Islámico, ahora ya sin territorio, de obediencia suní y enemigo del chiismo imperante en Irán. Montescos y Capuletos con sabor local que se odian como en su día en Europa católicos y protestantes. Irán, un país que se acerca a la posesión del arma nuclear.

Lo más urgente es el futuro de Gaza y la liberación de los rehenes. Israel asegura haber matado a centenares de “hamasies”, capturado a muchos más, destruidos innumerables túneles, pero ello no le ha permitido liberar más rehenes que los intercambiados negociadamente con un alto el fuego. La presión internacional, de las familias de los secuestrados, de medios de comunicación, de políticos y funcionarios de prestigio en Israel es creciente en favor de un cese de hostilidades que permita negociar su liberación. Por ahora, el gobierno israelí solo aceptaría un alto el fuego de cuatro horas mientras otros familiares de los rehenes intentan bloquear la ayuda humanitaria.

El problema esencial es el de qué hacer con Gaza ocupada, pero arrasada, y con una población diezmada que ningún país árabe quiere acoger. Los partidos israelíes religiosos de extrema derecha quisieran exterminarla o deportarla a cualquier lugar. Un imposible que devuelve a una realidad con muchos interrogantes: ¿Quién pagará la reconstrucción de Gaza? ¿La UE? ¿Los países árabes millonarios? ¿A quién entregar su administración? ¿A la Autoridad Palestina en su día expulsada de Gaza por Hamás? ¿A otros? ¿Quiénes? Algunos exigen del Presidente palestino, Abas, alejar su gobernación de la corrupción.

Antes, Israel querrá seguir destruyendo túneles, eliminar a más “hamasies” y capturar a otros. Después, la Comunidad Internacional querrá que se forje un entendimiento duradero entre palestinos e israelíes. Otro intento más, pero no habrá otra solución pacífica que una con dos Estados, pero ¿Con que garantías de convivencia? ¿Qué mecanismos de mantenimiento de la paz? ¿Cómo atenuar odios recíprocos?

Ahora que iniciamos 2024, no olviden a Ucrania y otros focos peligrosos como Taiwán, o vaya usted a saber qué y donde, ni al judaísmo Internacional haciendo sus cuentas en ladino o en español ni al Tío Sam, apoyado por unos y abandonado por otros.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 5 de enero de 2024

CAÍN Y ABEL REVIVIDOS

 

                                                                [corregido 05-01-2024]


                                        Madrid, 04-01-2024

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Muchos condenan a Israel por la actuación de sus ejércitos en Gaza y las muertes de la población palestina que ya superan los 22.000 según cifras palestinas o de Hamás que gobierna en ese territorio desde 2006 tras unas elecciones que nunca volvieron a repetirse. Sus milicias terroristas hacen todo lo posible para confundirse con esa población tras la que se parapetan sin intentar protegerla. Sus túneles tampoco reparan en si pasan por debajo de escuelas o si se accede a ellos desde un hospital.

Asistimos a una guerra en toda regla. No se trata de pillar a unos pocos terroristas que cometieron un atentado. Es una represalia por el ataque de unas milicias militarizadas a civiles en territorio israelí. Se les exige a los israelíes actuar dentro de unas reglas que sus enemigos no respetan. Hay que pedirlo a Israel, un Estado democrático, pero es argumentable que Hamás también debiera actuar respetando normas internacionales y su operación especial del 7 de octubre no las cumplía ni su continuado secuestro de inocentes civiles capturados entonces. Para muchos será fácil determinar quién es Caín y quién Abel. Sin embargo, no siempre en las peleas fratricidas la culpa es solo de uno. 

Mejor sería que palestinos e israelíes volviesen a una mesa negociadora para acordar una paz definitiva. Hay que presionar a los radicales de cada parte para que no sigan prevaleciendo. Las grandes potencias y NNUU siguen teniendo para ello una responsabilidad. También la Unión Europea. Para ello el horror actual ha de terminar e Israel puede hacerlo, pero también Hamás que podría cesar una resistencia ya sin sentido.

Las críticas a Israel estarán justificadas, pero las culpas de lo que está sucediendo deben repartirse más ecuánimemente. Por ejemplo, se acusa a Netanyahu de no estar interesado en la liberación de los rehenes. Es una forma de ver las cosas, pero se podría decir también que no cede al chantaje en función de otros intereses valorados no solo por él, sino por el gobierno de unidad nacional que incluye a la oposición.

Hay que criticar a Hamás por no haber liberado aún a los rehenes secuestrados o pedirle acabar con un horror que ha provocado. Podrían las milicias de Hamás dejar de combatir o huir a Egipto, aunque se puede dudar que los egipcios les acogieran. Jordania y el Líbano fueron víctimas en el pasado de terroristas palestinos acogidos como refugiados.

Los de Hamás ya han conseguido sus principales objetivos: parar el acercamiento saudí a Israel y poner de nuevo sobre el tapete internacional su problemática. ¿Necesitan que Israel mate a más civiles palestinos aún? Podrían asegurar, asimismo, que están dispuestos a no echar a los israelíes al Mediterráneo. Podría describirse también en los medios el odio árabe a Israel desde su constitución y no sólo el de los israelíes a los árabes. Israel tiene muchas culpas, pero árabes y palestinos también en una problemática muy compleja.

El director del museo del holocausto en Israel ha señalado recientemente que en su opinión miembros del gobierno de Sánchez “… han cruzado la línea entre la crítica a Israel y el antisemitismo”. Añade que hay ministros que dan declaraciones definidas como antisemitas por un organismo del que España forma parte: la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto. Su presidencia se turna anualmente entre sus 34 miembros y España podría llegar a ostentarla.

En cualquier caso, parece hacerse desde el Gobierno español lo necesario para trasladar esa percepción al mundo judío. No solo por criticar a Israel, sino también por una actitud militante en su contra que llega, como vemos con los ataques hutíes al tráfico marítimo por el Mar Rojo, a impedir que la Unión Europea defienda intereses internacionales, occidentales, europeos y españoles porque con ello se ayudaría a Israel como argumentan los que no quieren un operativo naval contra esos ataques. El lobby judío internacional es mal enemigo y las afirmaciones del director de ese museo una mala carta de visita para muchos países amigos, socios y aliados.


Carlos Miranda, Embajador de España