viernes, 29 de septiembre de 2023

CARLOS III ¿REY DE FRANCIA?

CARLOS III, ¿REY DE FRANCIA?

 

      Madrid, 28-09-2023

                              (Lectura rápida 😊)

   

Con esta pregunta iniciaba una televisión francesa su información sobre la visita del soberano británico a Francia la semana pasada. “La Republica aplaude al Rey”, añadía al mostrar la ovación que recibió de los parlamentarios al término del discurso pronunciado parcialmente en un francés con cierto acento inglés que le hizo más “lovable”. Brigitte Macron intercambió unas jugadas afortunadas de ping-pong con Camilla, aunque no se atrevieron a decir que Madame Macron quedó como “Reina del ping-pong”.

Francia es una república que se muere por los reyes ajenos. Especialmente por los británicos que de las monarquías parlamentarias sobrevivientes en Europa es la que más boato se atreve a desplegar. Su poder político es prácticamente nulo y tanto Felipe de Bélgica como Felipe VI tienen más margen para participar en el proceso de investidura de los jefes de gobierno de sus países.

El español recibe a los políticos designados por los grupos parlamentarios (salvo los maleducados separatistas que incumplen una obligación constitucional al negarse a acudir a la Zarzuela) antes de proponer un candidato a la Investidura que ratificará o no el Congreso. En Bélgica nombra a un intermediario que realiza las gestiones oportunas para el Rey de los belgas (no de Bélgica) con el mismo objeto de llegar al nombramiento de un Primer Ministro. En Suecia se encarga de ese trámite el Presidente del Parlamento. En el Reino Unido Westminster envía directamente a Buckingham Palace al que será su “Premier”. 

La realeza es parte fundamental de la esencia del Reino Unido. Hay unos pocos republicanos, pero los británicos se reflejan e identifican con sus reyes a pesar de escándalos que afectan a veces a algunos miembros de la familia real. Lo importante es que el Rey es el símbolo que representa y une al país y los partidos le respetan tanto que son ellos mismos los que proponen al Rey la concesión de títulos nobiliarios vitalicios que son aceptados con normalidad hasta por los laboristas porque constituyen el reconocimiento a su dedicación por el país, títulos que se otorgan también a otros miembros de la sociedad.

La admiración francesa por los reyes británicos constituye un elemento importante en la relación bilateral entre Paris y Londres. Los franceses serán republicanos, pero les encanta el boato y la teatralidad de la representación del Estado que reyes como Luis XIV supieron dar a sus actos y residencias, Versalles una de ellas. Quitaron la monarquía, pero no sus pompas.

Francia y el RU se han alejado tras el Brexit, pero hacen mucho por evitar que el distanciamiento sea excesivo. Los británicos saben que el Brexit ha sido un fracaso y que no pueden pretender obtener tratos que sólo serían posibles siendo de la UE, pero son inasequibles al desaliento y tan buenos negociadores que hasta consiguen a veces lo imposible.

El “Premier” Sunak intenta tener una relación privilegiada con Francia “per se”, pero también como cuña en la Unión Europea y Macron se deja querer. Carlos III, en su discurso ante el Parlamento republicano, ha utilizado con éxito la predisposición francesa hacia la realeza británica para promover un mayor acercamiento entre los dos países con un discurso previamente aprobado por el “Foreign Office”.

Un retorno británico a la UE es inimaginable, si acaso, hasta dentro de alguna generación. Además, ahora la UE se organizará en círculos concéntricos y Londres estará solo en el tercero, algo doloroso para su amor propio. Starmer, el líder laborista que muchos piensan que ganará las próximas elecciones dentro de un año, lo sabe y dice que “mejorará” el acuerdo que tanto costó firmar con la UE tras el Brexit. “Good luck”

La Monarquía británica aporta, asimismo, como la española, una neutralidad frente a las fuerzas políticas salvo que alguna viole la Constitución. Una neutralidad y distanciamiento no sometidos a plazos muy útil para la imagen del Estado en sus propios países y de su Nación el extranjero, algo más difícil de lograr con presidentes votados por plazos entre los propios políticos del país.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

 

miércoles, 20 de septiembre de 2023

 

REDONDO TIENE RAZÓN

 

      Hendaya, 21-09-2023

                              (Lectura rápida 😊)

 

   

Herodes mató a unos recién nacidos porque habría uno que amenazaría su reinado. Sánchez expulsa a los disidentes. Ahora a Redondo. Antes a Leguina. No son gente de poca valía. En tiempos de Franco tampoco se podía disentir del “Caudillo”. En Venezuela ocurre lo mismo. No digamos en Cuba o Nicaragua. 

¿Seguiremos unos pasos bolivarianos aderezados de una fusión del PCE de Yolanda con el socialismo de izquierdas de Sánchez? Recuerden aquel debate electoral en el que Sánchez se identificaba con la lideresa: “¿Verdad, Yolanda?, Sí, Pedro”, titularon al día siguiente. La izquierda verdadera, verdaderamente unificada. O presentarse juntos en unas elecciones. ¿Por qué no? 

El pecado de Redondo es el de disentir. Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra en funciones de Hacienda, carga contra él por menospreciar las siglas del partido socialista. Fascinante acusación y torticera alegación.

Redondo, y muchos más, argumentan que una amnistía a los que dieron un golpe a la Constitución en 2017 no procede políticamente. Además, asegura que tampoco procede constitucionalmente, aunque La Moncloa ha conseguido, con la ayuda de Sumar, crear dudas acerca de esto último para desviar la atención sobre el fondo del debate.

En efecto, la cuestión no es si la amnistía es constitucional, que también, sino si es políticamente conveniente y no lo es, como tampoco es factible constitucionalmente como explica el socialista Virgilio Zapatero, un jurista prestigioso.

Cuando los indultos gratuitos a Junqueras y otros que atentaron a nuestra convivencia saltándose la Constitución, la eliminación de la sedición, o la reconversión de la malversación en una reducida para políticos decían que el separatismo moriría de agradecimiento. Ahora, argumentan que Cataluña está pacificada.

Cuentos chinos. Menos ruido en la calle no es pacificación. Los independentistas no hicieron ni contrición ni propósito de enmienda. Tampoco se les exigió. Siguen clamando por la unilateralidad, consideran la Constitución un trapo sucio y afirman que nunca se rendirán. “Ho tornarem a fer”. Puigdemont reclama un mediador internacional y un referéndum de independencia. Así, no procede ningún perdón.

La Constitución prohíbe los indultos generales. Si lo menos está prohibido, con más razón lo más. Desde Ferraz tantean, dicen, una amnistía condicionada. Puigdemont, más chulo, contesta que las condiciones las pone él.

Los europeos contemplan anonadados como el prófugo reclamado por la Justicia española es besuqueado por la Vicepresidenta española, visitado por el jefe del PNV y solicitado por Sánchez. ¡Fascinante! ¡Igual le devuelven la inmunidad del Parlamento Europeo! González Laya, antigua Ministra de Exteriores de Sánchez, señala que España es rehén de los independentistas. Estamos en el camarote de los hermanos Marx.

Es un debate llovido del infierno sobre la sociedad española y espoleado por el Gobierno de la Nación para polarizar más la sociedad en lugar de calmar las aguas. De esto se queja Redondo. Amnistiar a Puigdemont es indigno del PSOE, añade. Eso no es menospreciar esas siglas. Todo lo contrario.

Medidas tan trascendentes como amnistiar a Puigdemont, concederle un referéndum de independencia, admitir un mediador, con esos u otros nombres, o introducir otros idiomas que el español en el Congreso, no debieran adoptarse y menos por una España frente a otra, por media España contra otra media. Son materias que, con otras importantes, tendrían que acordar PP y PSOE. Alfonso Guerra subraya que los nacionalismos separatistas apenas suman un 6% del Congreso y que no debieran condicionar a los grandes partidos. Reorganizar España no es labor de un solo caudillo sino de todos los ciudadanos.

Argumentan los contrarios al diálogo que “el otro” es el que no quiere o que sus proposiciones son inaceptables. Mala voluntad, falta de paciencia. Feijóo presentó a Sánchez seis puntos que el socialista despreció. Recientemente, Rodríguez Ibarra, antiguo Presidente socialista de Extremadura, sugirió unas posibilidades de encuentro. Hay, pues, materia para entenderse.

Flaco servicio le hacen a España esos radicales afectos a cualquier partido y que facilitan el hundimiento del barco de todos. Redondo tiene clara la necesidad de diálogo entre izquierda y derecha y las líneas rojas políticas y constitucionales respecto de los separatistas. Por eso le ha echado Sánchez.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

jueves, 14 de septiembre de 2023

INVASIÓN DE UCRANIA

INVASIÓN DE UCRANIA

 

      Madrid, 15-08-2023

                             (Lectura rápida 😊)


 


El G-20 reunido en la India (Bharat) condenó en su Declaración final el uso de la fuerza para adquisiciones territoriales, de conformidad con la Carta de las NNUU (y el Acta Final de Helsinki de 1975). Aunque no la menciona, Rusia sigue siendo culpable de violar la frontera ucraniana. Dicho esto, entre líneas se puede vislumbrar que el G-20 aceptaría, aliviado, un entendimiento entre Rusia y Ucrania.

Aunque lo mejor sería el abandono por parte de Moscú de todos los territorios ucranianos, otra fórmula más realista sería la de un reparto de los territorios actualmente controlados por cada parte. Ello consagraría el fracaso ruso de su “operación militar” de invasión de Ucrania para controlarla enteramente, si bien conservaría ciertos territorios en su poder.

EL 24 de febrero de 2022 empezó la invasión rusa de Ucrania. Putin esperaba que en pocos días controlaría toda Ucrania (600.000 Km2). ¿Sólo con 200.000 hombres? Así dicho, no. Sin embargo, sus generales le aseguraron que dominarían rápidamente puntos estratégicos del país y, sobre todo, que tomarían la capital, lo que provocaría, pensaron, que el Presidente ucraniano, Zelensky, y su gobierno se exiliarían. La operación especial rusa era tan política como militar: apostaba por instalar, tras la huida de las legítimas autoridades ucranianas, un gobierno títere prorruso.

La operación fracasó. Zelensky permaneció y los avances militares rusos obtuvieron menos éxito del esperado. La toma de Kyiv fue un fracaso. Posteriormente, en el otoño de 2022, los militares ucranianos recuperaron bastantes territorios. Unos pocos más en 2023.

Después, la situación se ha congelado. Los ucranianos apenas consiguen desalojar a los rusos atrincherados en sus conquistas. Rusia evidencia su cambio de objetivos. Comprobado su fracaso inicial de enfeudar toda Ucrania, Moscú parece contentarse ahora con conservar territorios que en gran medida ya controlaba.

Estos territorios son dos, esencialmente: Crimea y el Donbas. Habitada por tártaros, Crimea estaba bajo dominio turco cuando Catalina la Grande, una alemana con carácter que arrinconó a su marido el Zar, se hizo con la península y regiones adyacentes en 1774. Después muchos súbditos de la Zarina se instalaron en Crimea, rusificándola. Cuando la URSS, el Zar comunista del momento, el ucraniano Jrushchov, “regaló” la península a Ucrania en 1954. No imaginaba que, más tarde, la URSS se hundiría económica y políticamente por ser un régimen injusto e ineficaz y que ese sencillo cambio de administración intracomunista traería importantes complicaciones.

Tras la independencia de 1991, rusos y ucranianos se enzarzaron acerca de un acuerdo para el uso ruso de la base naval de Sebastopol, en Crimea, fundamental para Moscú por darle acceso a “aguas calientes”. Unos querían condicionar la utilización rusa, los otros deseaban unos plazos muy largos. Como Ucrania, paulatinamente, se fue acercando a los occidentales y a la UE para disgusto ruso, en 2014 Putin invadió Crimea militarmente. Ucrania no la recuperará.

El Donbas era más bien rusófono y rusófilo. Desde la independencia se enfrentaron allí el nacionalismo ucraniano y el ruso apoyado por el Kremlin. Los acuerdos de Minsk, fomentados esencialmente por Francia y Alemania, pretendieron una autonomía exigua para unos y excesiva para los otros. Tampoco es legal la ocupación rusa del Donbas, pero, de nuevo, Ucrania no podrá, probablemente, reconquistarlo incluso si parte de su población ha dejado de mirar con cariño a Rusia por la guerra que provocó y sus horrores. Súmese algunos territorios que permiten unir Crimea con Rusia por vía terrestre.

Es muy difícil para Ucrania renunciar a todos estos territorios. La guerra acabaría si Putin se retirase de los territorios ucranianos ocupados en 2014 y en 2022. Obviamente, y ese es el objetivo proclamado de Kyiv. Esencialmente un deseo, porque Rusia es un Estado pirata que ambiciona territorios vecinos porque añora el Imperio comunista, previamente zarista.

Sin embargo, aguantará mejor que Ucrania una guerra prolongada que incomodará a los occidentales y, además, los ucranianos luchan con una mano atada detrás, sin aviación y con restricciones occidentales para atacar verdaderamente territorio ruso con misiles y drones, algo de lo que no se priva Moscú que ataca con ellos y aviones todo el territorio ucraniano.

En realidad, la guerra ya la ha perdido Rusia. No ha conseguido controlar toda Ucrania y ésta se le escapa indefectiblemente hacia occidente y en su día será miembro de la UE y de su defensa, la OTAN. Peor no podía haberlo hecho Putin. Por ello y por los motivos antes expuestos, Kyiv, haciendo gala de realismo futurista podría ceder Crimea y el Donbas a cambio de una paz que, con la ayuda de la UE, hará de ella un país mucho más desarrollado que Rusia en un par de décadas, incluso si solo quedan las espadas en alto en forma de un “conflicto congelado”, una especialidad rusa para resolver militarmente el destino de algunas zonas en su vecindario que intentan sacudirse su dominio imperialista.

No implicaría ello bajar la guardia. Que nadie se engañe, con Putin, Rusia no cumple sus compromisos internacionales (por el Acta Final de Helsinki en 1975 y los acuerdos con Rusia de 1991, Ucrania es un país independiente que puede formar parte de cualquier organización política, económica o defensiva) y, si se atreviese, Moscú invadiría, por ejemplo, los países bálticos. Solo su pertenencia a la OTAN la disuade de ello por ahora. Sin embargo, en un esquema de paz a cambio de territorios que, además, controlaría mal, Ucrania, vencedora políticamente, lo acabaría siendo también estratégicamente.

Un ejemplo por considerar es Finlandia. La Rusia Soviética intentó ocupar Finlandia cuando la Segunda Guerra Mundial so pretexto de que antes de 1917 había sido durante un siglo rusa como Gran Ducado de Finlandia. Hubo dos guerras, los finlandeses se defendieron valientemente y mantuvieron su independencia si bien tuvieron que ceder a Moscú un 20% de su territorio, pero, a cambio, progresaron en libertad política, económica y socialmente mucho más que Rusia siendo ahora miembros de la UE y de su defensa, la OTAN.

A partir de este otoño, cuando las condiciones climáticas dificultarán la guerra en el terreno, se abrirá una ventana que podría dar paso a negociar un final del conflicto, prevaleciendo la diplomacia. Naturalmente, Zelensky puede optar por proseguir la guerra, pero será costoso militarmente si es que tiene capacidad para ello y éxito; ruinoso económicamente; provocará más bajas militares y civiles; cansará a los occidentales y Putin podría apostar por un retorno a la Casa Blanca, en enero de 2025, de su buen amigo el antieuropeo Trump, tan facha como él.

Mas que el ingreso de Ucrania en la OTAN, es el acceso a la UE lo que realmente incomoda al ruso que intenta ahora reclutar soldados fuera de sus fronteras lo que indicaría una impopularidad del conflicto entre los propios rusos. Asimismo, Putin recurre a Kim Jung-un para obtener municiones. ¿Así está Rusia? A cambio, ofrece ayuda para submarinos estratégicos nucleares norcoreanos. No gustará esto último a EEUU, y tampoco a China.  Prolongar el conflicto no parece aconsejable. No solo para Ucrania: en Rusia será una carcoma invisible que debilitará el edificio

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 8 de septiembre de 2023

REPÚBLICA DE CASTILLA Y ARAGÓN

REPÚBLICA DE CASTILLA y ARAGÓN

 

Madrid, 07-09-2023

                         (Lectura rápida 😊)

 

   

“Vamos por mal camino” advirtió Felipe González en septiembre de 2023, al igual que otros más con sentido del Estado. “Se está jugando con fuego”, añadió. A pesar de ello, si bien con enormes dudas sobre su legalidad, incluso con el convencimiento en muchos de que no la tenía a pesar de que el Tribunal Constitucional la avalara, y más aún sobre su pertinencia política, fue aprobada por Sánchez una amnistía para Puigdemont.

La respetabilidad del fugado de la Justicia española había sido previamente respaldada por la lideresa comunista Yolanda Díaz, Vicepresidenta del Gobierno de la Nación, en una inaudita entrevista de los dos en Bélgica, mandatada por Sánchez, pensaron muchos, un convencimiento razonable, aunque negado por la autoridad competente.

A cambio el gran líder catalán permitió que Sánchez siguiera gobernando una España ya moribunda. Sánchez volvió a rechazar una oferta de Feijóo de una gran coalición encaminada a resolver incluso importantes problemas constitucionales. Los españoles se enteraron de este modo que las leyes de desconexión de septiembre de 2017 del parlamento catalán eran legítimas, así como el referéndum de independencia del 1 de octubre de aquel año que dejó de ser ilegal. Cara de idiotas se les puso a muchos, incluso a parte de los que el 23 de julio de 2023 votaron a Sánchez y al partido reconstruido desde 2017 a su imagen y semejanza.

Puigdemont volvió en olor de multitud a Barcelona. La gente quiere estar con los ganadores y Puigdemont lo fue claramente. Se organizó un desfile en la “Avinguda Diagonal” y el antiguo represaliado y exiliado político la recorrió puesto en pie en un coche descubierto, saludando triunfalmente.

Los confetis llovieron desde las alturas al son de sardanas de unos músicos subidos a un camión engalanado como una carroza de Reyes mientras en otra plataforma móvil se organizaban unos “Castells” que se erguían orgullosos. Solo faltó que, a la usanza de la antigua Roma, alguien susurrara al oído del héroe catalán: “No olvides que eres humano”.

Un papel que gustosamente hubiese desempeñado Junqueras, un mártir de la causa que sufrió cárcel castellana, que, sin embargo, seguía al “President” en la carroza de ERC tras la de JxCat, aunque precedía las del PSC, de los “En Comú” y de la CUP. Los del PP no desfilaron, pero afectaron aceptar la nueva situación que, en todo caso, a la alta burguesía local le pareció muy bien, tanto como formar o no parte de España por darles todo ello absolutamente igual. Lo importante son los negocios.

En la “Plaça de Sant Jaume” unos simpatizantes valencianos erigieron unas efigies de Feijoo, de Sánchez y de Felipe VI que quemaron cuando Puigdemont, reelegido “President”, llegó para instalarse nuevamente en la Generalitat, una presidencia conservada impoluta en Waterloo donde estaba refugiado. Quemaron la de Feijoo, por oponerse a la amnistía. La del Rey, por irse “Catalunya” de España. La de Sánchez, porque, concedida la amnistía, ya no les iba a ser útil.

En efecto, sin delito de sedición, la malversación olvidada y la amnistía en el bolsillo, Puigdemont volvió a declarar desde un balcón de la “Generalitat” la independencia catalana sacada del congelador en la que él mismo la había situado en 2017, suspendiéndola tras ocho largos segundos de vigencia en los que hubo una Cataluña independiente y republicana. No fue, pues, necesario volver a convocar un referéndum de “autodeterminación”, en realidad de independencia, aunque ya estuviese aceptado el principio por Sánchez si bien quedaba por acordar su eventual fecha. ”Sí”, fue en 2017 y después, “Sí”.

Avisados estaban los “castellanos” por el propio Puigdemont que desde Bruselas había señalado que su partido mantenía la legitimidad del referéndum del 1 de octubre y que no renunciaría a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer los derechos del pueblo catalán. Más claro, agua.

En el País Vasco no pudieron quedarse de brazos cruzados. Juntaron fuerzas Otegui, Ortuzar y hasta el moderado Urkullu. Volverían a pelearse luego, pero, en ese momento se unieron Bildu y el PNV para separarse de España. El Reino de Navarra también se volvió independiente y republicano por impulso del Bildu de “Nafarroa” como primer paso para incorporarse más adelante a la Republica vascongada. Todo, poco a poco.

Estos territorios salieron de España y también de la Unión Europea, si bien están convencidos que para ingresar como nuevos miembros de la UE conseguirán superar las objeciones de la Republica de Castilla y Aragón ya que las comunicaciones terrestres castellano-aragonesas con Europa quedaron prácticamente cortadas. Otro “Do ut des” a la vista.

En Madrid, el PSOE ya no vio motivo de seguir aceptando la Monarquía que sin unidad española no pareció necesaria. Los socialistas, verdadero soporte del pasado régimen constitucional del 78, de su Monarquía y de las fracasadas autonomías periféricas, le retiraron su apoyo y volvieron a su republicanismo tradicional mientras el PCE de Yolanda renegó de Carrillo que avaló en la Transición del siglo anterior la unidad española, la Monarquía y la bandera rojigualda. Es cuando se empezó a hablar de unificar PSOE y PCE dada las pocas diferencias entre el socialista de izquierdas Sánchez y la comunista Yolanda.

Impulsado por el rechazo popular al desmembramiento español, Abascal consiguió la presidencia castellano-aragonesa, instalándose en el Palacio Real madrileño. Feijóo, político vacilante, renunció al liderazgo de un PP muy menguado y apabullado por Vox. El desastre del “98” no había sido nada en comparación con lo que estaba ocurriendo ahora en España.

Así, sin “Catalunya”, “Euzkadi” y “Nafarroa”, expulsado Felipe VI, nació la República de Castilla y Aragón, heredera venida a menos de la España de la UE y de la OTAN, su defensora, así como de Isabel y Fernando. Ascenso y caída de una entidad pasajera que dejó sus improntas durante solo cinco siglos. Caín volvió a ganar.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

LA ESPAÑA POLÍTICA DE RUBIALES Y Co.

LA ESPAÑA POLÍTICA DE RUBIALES Y Co.

 

          Madrid, 31-08-2023

                    (Lectura rápida 😊)

                                               [Publicado en la Hora Digital  01/09/23]



Con Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol se destapó el machismo en sus estructuras deportivas. Machismo, vulgaridad, compadreo y no saber estar en su sitio, sin olvidar el racismo que vimos antes del verano contra Vinicius. Un ambiente malsano que incide en las jugadoras que se defienden hasta con humor.

¿Esperamos de nuestros conciudadanos tocarse los genitales en público, incluso desde una tribuna oficial, para expresar satisfacción y besar en la boca a los deportistas? ¿Todos los aficionados españoles tocándoselos en un estadio internacional tras ganar su equipo un torneo? ¿Besando, luego, en la boca a cualquier atleta?

Afortunadamente, el comportamiento de Rubiales tras la final del mundial femenino fue percibido por la FIFA, la Federación internacional del fútbol, y el español apartado cautelarmente de su poltrona. ¡Qué vergüenza!, pero, gracias, FIFA porque Rubiales no quiso dimitir, sus enfeudados le aplaudieron y el Gobierno de la Nación fue una tortuga. Yolanda lo reconoce y discrepa de Iceta …

Todos los que aplaudieron a Rubiales en una lamentable asamblea de la RFEF se le revolvieron luego, abandonándole, incluidos los seleccionadores del equipo nacional masculino y el del femenino. ¿Tú también, Brutus? Los de las puñaladas traperas nunca son de fiar y debieran esfumarse. 

El penoso politiqueo deportista se inspira de los políticos. Feijoo señala que, si cediese a los independentistas lo que Sánchez está dispuesto, ya sería Presidente del Gobierno al tener más diputados que el PSOE. No le falta razón sin que ello le santifique porque en política todos cuecen habas y Aznar ya hablaba catalán en la intimidad.

La mayoría piensa que Sánchez no cederá a Puigdemont un referéndum de independencia (lo de “autodeterminación” no es aplicable a Cataluña que nunca fue independiente ni colonia), pero vaya usted a saber qué gato inapropiado pueden llegar a servirnos en lugar de la liebre separatista. ¡Tantas garantías rotas!

Sin embargo, lo de la amnistía, o impunidad, podría prosperar a pesar de que la Constitución no la prevé y si no permite el indulto general, tampoco la amnistía. Sin embargo, para Jaume Asens, podemita catalán, la Ley de Enjuiciamiento Criminal está por encima de la Constitución y la permitiría. Otro gato lebrero que nos convertiría en régimen represor contra un 1-O legal. ¡Enhorabuena Moncloa!

De lo que se trata verdaderamente es de retornar a la casilla de partida para volver a empezar porque los separatistas ya han avisado de que no se arrepienten de su golpe en 2017 contra la Constitución y que volverán a hacerlo. Sánchez, Feijóo y “todo quisqui” lo saben. ¿Una manita a pesar de todo? El catalán como idioma de la UE es un engaño y en el Congreso una ruptura como desean los separatistas. Mejor la diversidad en el Senado y la unidad en el Congreso con el español.

Lo de la amnistía es un compadreo entre políticos. Los ciudadanos normales cumplen sus penas y pagan sus multas. Los políticos, no. La sedición se borró sin sustitución, se indultó a los separatistas condenados por atentar contra la Constitución, se redujo la malversación aplicable a políticos y se borrarán las multas que debieran pagar de sus bolsillos.

Amiguísimo político del que se beneficia quien cede a las pretensiones separatistas en aras a una pacificación que puede no ser fruto del chantaje señalado sino del cansancio de los catalanes, hartos de follones y que igual consideran más detalladamente el frío que padecerían fuera de España y de la Unión Europea.

Compadreo deportista y político sin considerar el daño a las Instituciones con cesiones a cualquier precio. “Mientras lo permita la Ley”, señalan. ¡Sólo faltaría! Sin embargo, no solo la Ley es una referencia porque no impide tocarse los cataplines en público si bien ello es censurable por decoro y porque, asimismo, implica que todo vale y eso es rechazable. Cualquier pacto, dicen, salvo uno entre PSOE y PP. Feijóo hizo sin éxito un interesante esfuerzo de entendimiento con Sánchez. Una ocasión perdida. Todos los independentistas al acecho. ¡Aúpa Puigdemont! Así estamos …


Carlos Miranda, Embajador de España


En La Hora Digital:

 https://www.lahoradigital.com/noticia/36794/opinion/la-espana-politica-de-rubiales-y-co.aspx