viernes, 28 de mayo de 2021

"HO TORNAREM A FER"

"HO TORNAREM A FER"


 

         Madrid, 28-05-2021

                                    (Lectura fácil 😊)


    


Los políticos debieran dar ejemplo en lugar de evadir la Ley.

 

Hemos sufrido mucho terrorismo. De diferente tipo, incluso amparado por cloacas del Estado. Nada ha justificado las muertes, heridas y destrozos causados a las víctimas, a sus familias, a la sociedad.

 

España tiene una Justicia garantista y la administración penal apuesta por el condenado. Nuestra cultura no es revanchista: busca la redención del sentenciado y su reinserción en la sociedad.

 

Un ejemplo son los etarras arrepentidos. Su contrición tiene beneficios penales, sin duda. Pero, también, costes. Los que se arrepienten son traidores para los suyos. Sin embargo, lo más importante debiera ser aliviar su conciencia, algo que no siempre consiguen.

 

En una magnífica serie-documental de televisión, “El final del silencio”, del periodista Jon Sistiaga, se muestran encuentros entre etarras arrepentidos y sus víctimas, familiares de asesinados. No deja indiferente ver charlas en las que los arrepentidos no son, generalmente, capaces de explicar, ni de entender ellos mismos, cómo llegaron tan lejos.

 

Las familias son admirables al aceptar un diálogo en buena medida liberador, desde diferentes perspectivas, para unos y otros. No implica siempre el perdón, ni su solicitud, pero estos encuentros son tan duros que cuesta dudar de la sinceridad de quienes evidencian un arrepentimiento y su desazón ante lo ya irremediable.

 

Frente a ellos, aquellos que, cumplidas sus penas, se reintegran en la sociedad sin más, incluso en localidades donde se cruzan con sus víctimas. Son los que Bildu arropa, apoyando, asimismo, sus festejos al salir de la cárcel.

 

En Cataluña violaron la Constitución desde cargos públicos y el propio gobierno autonómico, forzando la mano como cualquier golpista. Esos, que fueron juzgados y condenados por sedición, no solamente no se arrepienten, sino que repetidamente proclaman su disposición a repetir sus delitos contra la sociedad.

 

Son a estos a quienes el Gobierno de la Nación desea indultar, aunque no evidencien la voluntad de colmar las brechas abiertas por ellos en la sociedad española, incluida la catalana. Prevalece la cultura de la adoración al becerro de oro, la del cálculo maquiavélico en el que el fin lo justifica todo.

 

En “Sigfrido”, grandiosa opera de Wagner, la diosa Erda pregunta con perplejidad: “¿Suprime el derecho y gobierna a través del perjurio aquel que custodia el derecho y protege los juramentos?”.

 

Cuando la “Mesa de diálogo” produzca un resultado satisfactorio, entonces podría tener sentido la contrapartida de indultar a quienes demuestren buena voluntad política. A cambio de nada, no se entiende. Estos indultos son, ahora, improcedentes y prematuros. En la II República, Sanjurjo y Companys, indultados, volvieron a traicionarla.

 

El Tribunal sentenciador se opone por unanimidad, al igual que la Fiscalía, a estos indultos promovidos por Sánchez e Iceta que solo complacen a la extrema izquierda y a los nacionalistas, incluido Rufián, último clavo ardiente de Sánchez. Aragonés matraca con la amnistía, aunque embolsará la gracia a sus amigos.

 

Todos los que se oponen serían revanchistas y vengadores según parecen señalar desde Moncloa donde el Presidente del Gobierno estaría, asimismo, dispuesto a abonar una tarjeta de prepago sin contrapartidas. El PP recurrirá los indultos. El Gobierno de Sánchez (PSOE) y Díaz (PCE con otros en UP), ante las resistencias intenta condicionar los indultos al respeto de la Ley. ¡Solo faltaba!

 

Algo de esta importancia debiera consensuarse con Casado. Ciertamente, éste no facilita los entendimientos, pero Sánchez debiera saber crear el clima para ello. Si no hay acuerdo con la oposición en este asunto, lo prudente sería abstenerse. “En estas circunstancias”, señala Felipe González, él no los concedería e importantes barones socialistas coinciden con él. El PSOE está dividido. Zapatero o Ximo Puig apoyan a Sánchez. Sus valedores reclaman su prerrogativa al respecto y un apoyo ciego. Argumento insuficiente.

 

La sociedad española se opone, aunque en la catalana favorecen más el perdón. Si se conceden los indultos contra vientos y mareas, su gratuidad o eficacia, eventualmente su irresponsabilidad, quedarán sometidas a la prueba del nueve. Ojalá sirviesen, pero los agraciados no adelantan señales esperanzadoras.

 


Carlos Miranda, Embajador de España



 

  

viernes, 21 de mayo de 2021

"MÁS PODEMOS"

MÁS PODEMOS

 

 

  Madrid, 21-05-2021

 

                (Lectura rápida 😁)

 

      


Las elecciones del 4-M lo revolucionaron todo. ¿Sospechaban en el PSOE un “sorpasso” por su izquierda? ¿Pensaron que solamente Más Madrid sacaría más votos? ¿Qué pasaría si Unidas Podemos y Más Madrid se fusionasen formando “Más Podemos” (o “Podemos Más”) …?

 

Errejón pretende, por ahora, que su proyecto crezca solo. Puede que prefiera absorber Podemos o a su electorado. Controlar todo a la izquierda de los socialistas. Primer paso. Un partido verdirrojo que se comería, luego, un PSOE que, escorado por Sánchez a la izquierda ha abandonado a un electorado centrista, de preferencia socialdemócrata, que, huérfano, tanteó la abstención y Ciudadanos. Luego, ante las irresponsabilidades de Rivera y Arrimadas, buena parte cruzó hacia el PP cuando Gabilondo abrazó a Iglesias.

 

Errejón apostará nacionalmente por Más País, partido que no bautizó “Más España” como podía esperarse partiendo de “Más Madrid”. A cierta izquierda puede repatearle la palabra “España” y ondear su bandera. Luego se quejan de que otros lo hagan. Quizás, Más País debiera llamarse “Más Republica”. Su inspiración ideológica viene del espíritu neomarxista que desciende sobre Podemos, Izquierda Unida y el Partido Comunista, que también gobierna con Sánchez.

 

Éste piensa haber retomado la iniciativa con una interesante prospectiva hasta 2050. Como China hasta 2049, centenario de la revolución maoísta. Pero, para esas fechas, tiene más probabilidades Xi Jinping de seguir en el poder que Sánchez y ello tampoco oculta el desconcierto en Moncloa y Ferraz tras la estruendosa victoria de Ayuso. Mejor salvación serán las elecciones socialistas en Andalucía. Si gana Espadas, Sánchez se vendrá arriba. Como es lo previsto, será un dividendo fantasma, ya descontado. Si ganase la Sultana, ahora “outsider”, otro gallo podría cantar.

 

Mientras tanto, ¿Qué mejor distracción que la crisis de Ceuta en la que Sánchez pretendió subordinar la oposición sin críticas a pesar de admitir implícitamente su pobre gestión diplomática? Con Marruecos, cuya buena relación es imprescindible, hay que ser cuidadosos al no reconocer, como EEUU, su soberanía en el Sahara Occidental y porque nos reclama Ceuta, Melilla y los peñones, además de poder ahogarnos con emigrantes ilegales. Tratar con Rabat, que tiene sus bemoles, no es como hacerlo con un país europeo o un vecino entrañable que tiene otra reclamación territorial frente a nosotros.

 

“Algunes” han olvidado Perejil o cuando nos molestaba que Francia acogiese a terroristas etarras como si fuesen refugiados políticos. Para Rabat, el jefe polisario, Ghali, en un hospital discreto de Logroño, es eso. Sorprende, asimismo, que Madrid se lleve igual de mal con Biden que con Trump. ¿Política exterior acertada? En Washington inquietará que Madrid y Rabat se lleven tan mal como Atenas y Ankara en la otra punta mediterránea. ¿Nunca crecerán?, se preguntarán.

 

En el socialismo madrileño la rabia perdedora se tornó mezquina y vengadora. ¿Culpables? Gabilondo, que, sin embargo, obedecía a Iván Redondo, así como Leguina y Redondo Terreros, expedientados por disentir. Las purgas son un error político.

 

El partido socialista en Madrid ha solicitado a sus militantes ideas para recuperarse. Más interesante será cuando haya candidatos con programas. Mientras, suena como si Airbus pidiese a sus empleados ideas para vender más aviones. ¿Populismo? Aguardemos los resultados, pero, si votaron dos veces a Sánchez para la Secretaría General, sería sorprendente la autocrítica o la innovación.

 

Debieran, mejor, leer un reciente artículo de Tony Blair en la revista británica “The New Statesman” y descubrir la entrevista a la conocida economista Mariana Mazzucato que “El País” ofrecía el domingo pasado. Ambos apuestan por la revolución tecnológica para incrementar el bienestar de nuestras sociedades y por gobiernos con iniciativa que sepan aunar lo público y lo privado en la gestión, olvidando viejos eslóganes del pasado. Piensan en la izquierda, pero la derecha puede hacerlo a su modo.

 

A Casado le convendrían, también, estas lecturas. España necesita una derecha renovada, alejada de VOX, como los socialistas debieran estarlo de la extrema izquierda, porque el resultado del 4-M fue más una derrota socialista que una victoria pepera.

 

Carlos Miranda, Embajador de España





 

  

lunes, 17 de mayo de 2021

 

(Texto publicado en la revista TIEMPO DE PAZ)

TIEMPO DE PAZ

Nº 140 Primavera 2021

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BREXIT IRREVERSIBLE


        


Resumen


El Brexit es irreversible y todos perdemos en Europa. Solo tres países podían pensar que se las arreglarían fuera de la UE. Francia prefiere la sinergia que ofrece la Unión a sus propios objetivos. Alemania sabe que su futuro está en la UE y la OTAN. El pasado siempre tiene sus costos. Por otro lado, el Reino Unido, que ofreció mucho a la Unión, realmente quería controlarla como un caballo de Troya porque los británicos siempre temen una potencia fuerte en el continente. Pero esta política, que tuvo cierto éxito, fue demasiado erosiva para el Reino Unido, que prefirió recuperar su plena libertad. Sin embargo, esto tiene su precio. Mercados amplios, en Irlanda, Gibraltar y, talvez, en Escocia, como ejemplos. El Reino Unido mantendrá su relación especial con Estados Unidos, pero Washington preferirá tratar muchos asuntos esencialmente con Berlín y París. Sin embargo, la proximidad del Reino Unido a la UE obliga a ambos a colaborar en numerosos asuntos como buenos vecinos.

 

Palabras clave: Brexit irreversible, Irlanda, Gibraltar, relación con EE.UU.

 

Brexit irreversible

CARLOS MIRANDA

Embajador de España

I. Perspectivas del Brexit

T I E M P O D E

Alea jacta est, dijo Julio Cesar al cruzar el pequeño río Rubicón que, al Norte de la actual Rimini, delimitaba sus jurisdicciones en la Galias Comata (melenuda) y Cisalpina (Norte de la Italia actual), con la propiamente romana en la que no debía penetrar con sus legiones. La suerte estaba echada. Un acto, irreversible, como el Brexit.

 

La unión hace la fuerza, reza el lema del Reino de los belgas, a pesar de los intentos separatistas flamencos. Hay que admitir, por lo tanto, que perdemos todos con la marcha del Reino Unido, aunque, posiblemente, más los británicos, que se quedan solos, a su única bola, por muy contentos que digan estar.

 

De los países de la Unión Europea, sólo tres de ellos, por su entidad política, económica y militar, podían pensar que les podría ir bien yendo por su cuenta en el frío que hay fuera de la Unión: Alemania, Francia y Reino Unido. Sin embargo, Francia sabe que es más fuerte modelando la UE con el respaldo alemán. Alemania, por su parte, sabe, aún, que por su propio bien y el ajeno, le conviene estar constreñida por dos camisas de fuerza, la UE y la OTAN. El recuerdo difuminado del nazismo lo hace subrepticiamente perentorio sin perjuicio de un resurgimiento, hoy en día, de la extrema derecha. Además, con una se enriquece y con la otra obtiene seguridad estratégica. En ambas Instituciones arrastra a veces los pies, pero en la Alianza Atlántica se acaba quedando apartada cuando lo hace, mientras que, en la Unión, su opinión y voto son determinantes porque nada se hará sin el acuerdo franco alemán, clave de la bóveda europea.

 

Siguiendo, pues, la ley de Murphy, de los tres, únicamente el RU se dejó tentar por la soledad soberanista porque, en definitiva, el RU entró en la Unión para controlarla porque, al igual que Moscú, Londres no quiere un poder continental fuerte. Siempre lo ha combatido. Sin embargo, estando dentro de la UE, el RU debía pagar el precio de amoldarse a los demás que, por si lo anterior no fuese poco, consideran a veces criterios emocionales y utópicos para llevar adelante una Europa fuerte que Londres detestaría, en detrimento de consideraciones esencialmente racionales y económicas que son las que suelen guiar a los británicos. Bien es verdad que la Unión se ha beneficiado, y mucho, de este pragmatismo, y deberá cuidar el mantenimiento de la seriedad y coherencia en su próximo desarrollo.

 

Europa pierde un miembro importante, un país fuerte e inteligente, un país dinámico, ciertamente, pero conserva, al menos eso debiera, más cohesión y se ahorrará los palos en las ruedas del caballo anglo-troyano. Ahora ya no podrá pretextarse al británico para no profundizar en la Unión, si bien es posible que salgan de su guarida los que se escondían detrás del manto de Albión. Va llegando otra hora más de la verdad que sólo podrá resolverse con un firme liderazgo de Paris y Berlín y, naturalmente, la complicidad de la Presidencia de la Comisión Europea.

 

Los británicos ganan en autonomía, que, a veces, les vendrá bien por obtener más flexibilidad, pero, pueden, también, tener que pagar diversos precios más adelante. Financieramente conservan la City, pero con menos libertad de acción, y, económicamente, tendrán más dificultades porque serán menos atractivos para muchas empresas. Comercialmente, esperan compensar cierta pérdida de competitividad en la UE con los mercados del Commonwealth. No obstante, su vecindad geográfica (y mental) con la UE les convertirá en socios e “influencers” importantes para bastantes empresas europeas.

 

No hay que olvidar, asimismo, que la mayoría de los países de la UE son miembros de la OTAN en la que el RU permanece y que Francia tiene acuerdos bilaterales importantes con el RU en materia de defensa. Poseen, además, ambos, armas nucleares, unas armas que, en el caso francés, serían el único punto de partida para una disuasión nuclear de una Defensa Europea que aspirase a una verdadera autonomía estratégica, no una de boquilla.

 

Por otra parte, los británicos confían en su privilegiada relación transatlántica que es política, estratégica, económica, cultural y comercial, entre otras cosas. Sin embargo, “los primos” resolverán directamente con Bruselas, Paris y Berlín problemas que antes pasaban por Londres, ahora que esta capital ya no es comunitaria. La relación especial se mantendrá entre Londres y Washington, pero, salvo retorno improbable del trumpismo, para los EEUU será más importante el continente que las islas. Son estas las que, ahora, se quedarán aisladas si hay un temporal en el Canal de La Mancha y no al revés como siempre decían en los partes político-meteorológicos británicos. De todos modos, para todos nosotros el Atlántico Norte seguirá siendo el “Mare Nostrum” de hoy en día teniendo en cuenta que a ambos lados está asentadas culturas, en sentido amplio, semejantes.

 

El RU recupera soberanía, pero puede pagar ciertos precios complicados, entre ellos en tres temas que afectan a España: Escocia, Irlanda y Gibraltar. En Escocia resurgen ya los impulsos de otro empuje independentista en búsqueda de un segundo referéndum acordado con Londres. No será inmediatamente, pues los soberanistas escoceses no están bien unidos por peleas internas personales, pero esto será pasajero teniendo en cuenta que la gran mayoría de los escoceses quisieron permanecer en la UE fuera de la cual ven poco futuro. Aunque Escocia fue independiente y Cataluña nunca lo ha sido, los separatistas catalanes pondrán sus miras en Edimburgo. Antes era al revés.

 

Con el RU en la UE, Irlanda era una sola isla a muchos efectos prácticos a pesar de que el Ulster es británico. Para respetar la paz fruto de los acuerdos del Viernes Santo, Londres aceptó que la parte británica de la isla se mantenga en el mercado común. Es una concesión de soberanía que disgusta a bastantes en el Ulster, y en Inglaterra, ya que la aduana y frontera entre la UE y el RU en esta parte del mundo ha quedado, según lo pactado, en el Mar de Irlanda. Una situación que puede apelar a actuaciones violentas de los nacionalistas protestantes del Ulster como ya ha ocurrido con pintadas amenazando la vida de los aduaneros. Johnson ya da muestras de querer modificar este arreglo, una raya roja, sin embargo, para Dublín. Von der Leyen no ayudó cuando torpemente quiso restablecer una frontera en medio de esta isla con ocasión del diferendo con Astra-Zeneca. Dio marcha atrás y se excusó, pero ayudó a que el lobo enderezara las orejas.

 

En cuanto a Gibraltar, los llanitos también prefieren estar vinculados a la UE que quedarse al pairo con el RU. España hace bien en permitírselo porque ello les aleja de Londres y aunque su acercamiento sea a la UE, el hecho incontrovertido es que, allá abajo, al Sur de la Península, España es la Unión. Madrid tiene, ahora, la última palabra en la UE en lo relativo al Peñón y los demás socios no tienen por qué desentenderse pretextando, como antes, que no querían elegir entre dos miembros.

 

No por ello se volverán los gibraltareños espontáneamente “españolistas” (“palomos” se autodenominaban algunos pocos antiguamente), pero otorga a España muchas cartas favorables para que en el Peñón acepten la realidad de una mayor dependencia española. Naipes, sin embargo, a jugar con habilidad y prudencia por los españoles, colectivamente, no sólo por parte de las autoridades oficiales, porque España debe borrar con muchas sonrisas el agresivo cierre franquista de la Verja (aunque erigida por los británicos en 1908), lo que nunca más deberá producirse.

 

Tanto en el caso irlandés como en el gibraltareño acontece que el RU ha tenido que aceptar mover su aduana y policía a puertos y aeropuertos para permitir una unificadora libre circulación en toda la isla irlandesa y entre el Peñón y el Campo de Gibraltar, es decir con el resto de España y de la UE.

 

Hubiera sido mejor para todos que el RU se hubiese quedado en la Unión, pero siendo las cosas como son, hay que sacarle provecho a una nueva situación que debe aceptarse, considerarse definitiva y gestionarse sin acritud alguna. Cada parte defenderá, como siempre, sus intereses, pero, ahora, como buenos vecinos en lugar de socios. Es de desear que así sea porque no será tan fácil y en los principios siempre cuesta encontrar el verdadero sitio de cada cual.

 

 

 

 

viernes, 14 de mayo de 2021

TRILEROS

 

TRILEROS

 

  Madrid, 14-05-2021 

                   (Lectura rápida 😁)

 

       

Según la RAE el “juego de los triles”, que dirige un “trilero”, es un “juego callejero de apuestas fraudulentas ...”. Consultada Wikipedia, la palabra trilero designa a un estafador callejero o tahúr y, metafóricamente, se emplea para quien tiende a burlar a los otros con burdas engañifas”.


Además de los trileros callejeros, los hay en la política. Siempre según Wikipedia (tampoco hace falta ir mucho más lejos …), “En la mayoría de los países, el ordenamiento jurídico considera a los políticos elegidos o nombrados como representantes del pueblo en el mantenimiento, la gestión, y la administración de los recursos públicos”. Y añade: “Dicho ordenamiento considera que un político debe velar por el interés general de los ciudadanos y mantenerse dentro de una ética profesional de servicio al pueblo y no hacia sí mismo. La corrupción, la demagogia, el sectarismo y la incompetencia son males que afectan en mayor o menor medida a la clase política de la mayoría de los países”.

 

No nos engañemos, un trilero engaña y cuando un político engaña, es un “trilero” o, dicho de otro modo, un “mentiroso”. En este marco, podríamos fijarnos en dos tipos de supercherías.

 

Una consiste en establecer una verdad que no es tal, una falsedad, y en base a la misma ofrecer una solución obviamente viciada de origen pues pretende resolver algo que no es cierto. Este tipo de embuste lo hemos observado recientemente en el mundo anglosajón. Donald Trump y Boris Johnson podrían ser dos ejemplos de quienes se encaraman al poder para resolver premisas falsas. El electorado, al votar, suele ejercer un acto de confianza, de fe, en un político, aunque pueda, asimismo, al votar por uno, rechazar, en realidad, a otro político, como muchos acaban de hacer en Madrid.

 

La otra forma de superchería es menos sofisticada. Consiste en hacer lo contrario de lo prometido o adelantado. Se puede observar, al respecto, dos momentos para este comportamiento. El más impactante es cuando tiene lugar después de la votación. En España el cambio de rumbo reciente más espectacular fue el de Pedro Sanchez al maridarse con Pablo Iglesias a pesar de que ello, según decía antes el primero, le quitaría el sueño. Ahora, se ha ido Iglesias, pero le deja en el colchón compartido a una afiliada al PCE. Muchos estiman que al PSOE pocas veces le ha ido bien emparejado con el PCE.

 

También se puede cambiar de promesa durante la campaña electoral. Donde ayer dije digo, hoy digo Diego. Viejo refrán, pero siempre de actualidad. Ayer aseguro que con fulano no pactaré para luego colgarme de su brazo a ver si cuela y gano. Pues, ni siquiera el segundo en la meta. La gente no es tonta.

 

¿Todos los políticos son iguales? ¿Todos unos trileros? Todos, no, evidentemente, pero abundan, tanto a la derecha como a la izquierda. Cuando al electorado se le pierde el respeto, acaba reaccionando y puede no ser en favor de lo más constructivo. La experiencia reciente, a diestro y siniestro, dentro y fuera de España, indica que es haciendo caso a los más populistas. La falta de calidad democrática torpedea las democracias. ¿Cómo atraer a los mejores a la política en lugar de los mediocres?  

 

“¡Ja, ja, que viene el lobo!”. No se ría, avisados estamos y en rededor nuestro abundan las fieras, aunque, en Madrid, se apeen del tren, como Iglesias, pierdan elecciones, como Gabilondo/Sánchez o, incluso, las ganen, como Ayuso o, en su ámbito, Mónica Garcia. Hay que vigilarles, como pretendía el dominico Girolamo Savonarola en Florencia donde, según Wikipedia, “predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos …”.

 

Eso sí, hay que hacerlo con prudencia, porque los ataques de Savonarola contra el Papa le valieron, siempre según Wikipedia, “la excomunión, la prisión y la condena a la hoguera ...”. Eso, en 1498, poco después de tomar Granada y que Colón arribase al Caribe con tres naves castellanas. El vaso, mejor medio lleno que medio vacío, sin duda, pero: ¿Con vino o con vinagre?

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España.

 

 

 

 

viernes, 7 de mayo de 2021

CADA UNO SU MERECIDO

 

CADA UNO SU MERECIDO 

                                                                                         

   Madrid, 07-05-2021


                          (Lectura rápida 😉)

      

Mal que le pese a los dirigentes, militantes y votantes socialistas, Ayuso leyó mejor la cartografía política de Madrid. Estaba digitalizada mientras Sánchez y Redondo intentaban situarse en un mapa de papel.

 

El primer pecado socialista fue dejarse madrugar. Pensaron, erróneamente, que sus tejemanejes en Murcia, fracasados, no tendrían consecuencias. El contraataque, legítimo, de Ayuso fue fulgurante, cogiéndoles por sorpresa. Sin candidato, repescaron a Gabilondo sin méritos de oposición, sólo aspirante a Defensor del Pueblo.

 

Otro, fue despreciar a Ayuso. Sánchez, Redondo y Gabilondo fueron prepotentes. En plena jornada de reflexión, un insultante artículo del politólogo sanchista, Tezanos, trataba a Ayuso casi de retrasada mental. ¿Quién es Tezanos para juzgar a nadie? 

 

Otro más, fue dejar que creciera Más Madrid desde 2019 al no hacer Gabilondo una oposición sensata. Luego, al ponerse éste en manos de Iglesias, alejó votantes hacia MM e, incluso, el PP. Gabilondo quedó como embustero al pasar de rechazar a Iglesias a abrazarle estrechamente. ¿Puede defender al pueblo quien actuó como un trilero?

 

Ayuso capitalizó una política de apertura de Madrid que ha salvado la restauración, beneficiado la economía regional y el equilibrio mental de muchos madrileños. Con contagios. Es verdad. ¿Muchos más que en otras Comunidades cerradas a cal y canto como el País Vasco? Ayuso tiene también sus aciertos, salvo que la izquierda siga minusvalorándola. Ha capitalizado, asimismo, el gran rechazo de muchos madrileños a la pareja Sanchez-Iglesias, aunque la lectura principal era: “¡Iglesias: en Madrid no desembarcarás!”.

 

Los madrileños están, asimismo, hartos del maltrato catalán a Madrid: “España nos roba”; “Los de Madrid son fachas”; “Hacen dumping fiscal”. ¿Quién es Rufián para exigir más impuestos en Madrid cuando pretende que nadie entre en su cotarro catalán, mal gestionado y propiedad privada independentista? Para muchos, Sánchez es cómplice de este antimadridismo catalán. Ayuso supo darse cuenta. No es nacionalismo, como el del Secretario General del PSOE en Madrid, Franco, apartado por perder, que llegó a calificar a Madrid de “Nacionalidad” en su día, es orgullo de ser madrileño.

 

“Gobernará con el beneplácito de Vox”. Inquietante, sin duda. ¿Pueden tirar esa piedra quienes gobiernan con la extrema izquierda? Igual de inquietante para muchos. Una izquierda que pacta con independentistas empecinados en no arrepentirse de sus fechorías inconstitucionales, así como con Bildu, partido constitucional que, sin embargo, festeja a los asesinos de ETA que tampoco se han arrepentido. Cuando se llega a un cruce, conviene mirar a la derecha y a la izquierda, no solo a un lado.

 

Deberían los socialistas hacer examen de conciencia. Evaluar cuantos beneficios les ha reportado, y al país, su enfeudamiento a Podemos y sus aliados del PCE. Averiguar cómo se han desguarnecido frente a MM que es como Podemos. ¿Qué diferencias ideológicas hay entre Iglesias y Errejón?

                         

La victoria de Ayuso lo es de Casado y una gran derrota de Sánchez, como derrota suya es que MM le haya dado el sorpasso al PSOE. ¿Quién llevó la campaña?

 

La batalla de Madrid deja tres grandes vencidos: Sánchez, Iglesias y Gabilondo. Las dos ganadoras han sido Monica Garcia e, incuestionablemente, Isabel Ayuso. Si en Ferraz y Moncloa cierran los ojos, como hizo Ábalos en la noche electoral, al PSOE puede irle mal no solo aquí. Ha sacado más votos MM que el PSOE, tercer partido, ahora, en Madrid y al que no debiera corresponderle la jefatura de la oposición. Es más, si sumamos MM con Podemos, el sorpasso al PSOE es monumental. Dura realidad. Ayuso ha arrasado y Sánchez, derribado del guindo dorado.

 

¿Bal? Solo queda desear a Ciudadanos, traidores a sus propósitos iniciales, que Arrimadas se vaya con Rivera. Igual, Bal, válido, podrá rescatar al partido naranja. Difícil. Iglesias se va. ¿Verdaderamente? Fue útil: mostró todo lo que no debiera hacerse. El PSOE, partido “milenario”, se repondrá. Mejor sin Sánchez. Con otro que cure heridas y vuelva a la socialdemocracia. España necesita entendimientos hacia el centro.

 

A Gabilondo le han tirado, tras las elecciones, como a un kleenex. Sánchez quiere resarcirse del varapalo con Susana Díaz. Pez frustrado se quiere comer al más chico.

 

  

Carlos Miranda, Embajador de España