viernes, 30 de diciembre de 2022

SCOTEXIT Y ULSTEREXIT

SCOTEXIT Y ULSTEREXIT

 

          Madrid, 30-12-2022

                    (Lectura rápida 😊) 

  

  

Son dos espadas de Damocles sobre la cabeza de Albión. Muchos prefieren distraerse con el Brexit: ¿Fue un error? ¿El RU quiere volver a la UE? ¿Se arruinará ese gran país irremediablemente? Sin embargo, los que solo desean abuchear su bestia negra, el mundo anglosajón, y los hay numerosos, debieran cambiar de conversación.

El verdadero trasfondo del Brexit es nacionalista: no depender de una Unión Europea que Londres quiso penetrar para controlarla. Sin embargo, estimó finalmente que salía perdiendo al plegarse a voluntades ajenas. Además, para impedir el viaje de la UE hacia un Estado Federal (jamás Londres ha aceptado un poder fuerte en el Continente) no es necesario el freno británico. Bastan las numerosas divisiones internas de la UE y la bisoñez de quienes confunden algunas políticas comunes exitosas con un imparable destino común. 

La pertinencia del Brexit se sabrá con el tiempo y si el RU pide volver a la UE, será con otra generación de británicos y no podría Bruselas aceptar de nuevo una membresía a la carta que ya dejó insatisfechos tanto a los continentales como a los isleños. Un hipotético retorno podría incluso ser humillante para Londres y, por ello, imposible

A la UE tampoco le interesará un vecino hundido y sin futuro económico, un RU que es un importante miembro de la OTAN, la verdadera defensa de la Unión Europea, sin perjuicio de que ésta de pasos o pasitos hacia una autonomía estratégica muy lejana aún. Lo sensato serían unos acuerdos bilaterales entre Bruselas y Londres que no sean tan beneficiosos para el RU que tienten a otros socios de la UE para salirse y seguir el modelo británico.

Lo verdaderamente preocupante para Londres, consumado el Brexit, será una eventual independencia de Escocia y la posible unificación de la isla irlandesa bajo la batuta de Dublín. En ambos casos, volver a la UE es un acicate para abandonar el RU. En Irlanda del Norte los católicos van superando demográfica y políticamente a los protestantes cuya juventud preparada prefiere buscarse la vida en Inglaterra o Escocia. Los acuerdos de Viernes Santo posibilitan un referéndum que a una posible mayoría católica del Ulster daría la oportunidad de unificar la isla y de volver a la UE del mismo modo que la Alemania Oriental ingresó sin más en la Unión (y en la OTAN) en 1990 con la unificación alemana.

El caso escocés es más complejo. La marcha del Ulster sería una bofetada, pero una secesión escocesa será dramática. Podrá Westminster aplazar formal y generacionalmente un referéndum de independencia escoces, pero la verdadera forma de impedirlo sería un desarrollo económico de Escocia tan satisfactorio en el seno británico que logre acallar un nacionalismo oportunamente europeísta. Si Londres acepta la independencia, Bruselas hará todo para acoger de nuevo en su seno a los escoceses.

Una independencia de Escocia y su “reingreso” en la UE será otro pistoletazo de salida para los separatistas en España. Ya medran todo lo que pueden y condicionan gobiernos centrales débiles o insensatos de derecha e izquierda. Con una Escocía independiente y en la UE redoblarán sus embestidas para un Catalanexit y un Euskalexit. Sería el final de nuestra Constitución y de la Monarquía Parlamentaria dando satisfacción tanto a los independentistas como a una “verdadera izquierda” que ya deslegitima impunemente a Felipe VI desde el propio Gobierno de la Nación para cubanizar o venezuelizar los restos de un hipotético naufragio.          

Nada de todo ello será fácil y, esperemos, se podrá revertir, pero constituye una preocupación legítima para quienes apostaron por la Transición y una Constitución para todos en la que los nacionalistas periféricos aceptaron una unidad española atemperada por un autonomismo federal. Violar este entendimiento sólo puede tener consecuencias nefastas.

Sánchez asegura que no habrá un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Menciona el de 2017, unilateral, ilegal y con Rajoy dormido, pero Aragonés de lo que habla es de uno pactado. “Antes se pilla a un mentiroso que a un cojo”, reza un dicho. ¿Quién cojeará más?

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 16 de diciembre de 2022

FRAGANCIAS Y FLAGRANCIAS

FRAGANCIAS Y FLAGRANCIAS

 

Madrid, 16-12-2022

(Lectura rápida 😊)

 

   

Parece que Yolanda Diaz viajará a Argentina en solidaridad con Cristina Kirchner condenada a seis años de cárcel por corrupción. Sorprende, aunque el peronismo sea tan populista como Podemos y eso que los morados quieren vomitar a Yolanda a pesar de que fue entronizada por Pablo Iglesias cuando éste dejó el escenario público para dirigir Podemos desde el asiento de atrás. En Perú, Pedro Castillo fue pillado in fraganti realizando un Golpe de Estado contra la Asamblea peruana como hizo antes con mejor fortuna en Túnez el Presidente Kais Saied.

 En Bélgica la policía pilló, también in fraganti, a una diputada socialista griega, Vicepresidenta del Parlamento Europeo. Ya la han echado todos. Pillada con billetes de banco conservados en maletas a cambio de hablar bien de Catar, un emirato que ella considera socialmente ejemplar y respetuoso en materia de Derechos Humanos. Allí se está acabando un mundial de fútbol durante el cual la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) ha llamado hipócritas a particulares y Estados que aceptaron organizar el mundial en un Catar al que ahora critican por inhumano. Todo eso porque este país es rico por su inagotable gas y da propinas a diestro y siniestro.

No sólo en contante y sonante, también con transferencias bancarias para invertir en países como el nuestro porque a los ricos siempre es mejor sonreírles ya que te puede caer un euro o cientos de millones según lo acertadamente que se maneje la Razón de Estado, algo a veces necesario y, otras, una excusa para atropellos. El mundo internacional es aún una jungla.

Las monedas tienen dos caras. Una de fragancia y otra de flagrancia cuando lo que huele bien pasa a ser un hedor que no impide seguir adelante tapándose la nariz. La corrupción, que también puede realizarse transmutando monedas de plata por puñados de votos, es un mal generalizado que, junto a la malversación y sin olvidar la absolución de la sedición, será menos pecaminoso si se confina a la política. Puede que meter la mano en nuestra hucha para actos ilegales, delictivos o para las arcas de organizaciones políticas sea pecado venial mientras que será más reprobable sí es para el bolsillo del pillado.

Eso sí, todo procedente de la misma caja, la común, esa que regamos todos con nuestros impuestos de patrimonio, renta, sucesiones, donaciones o IVA, que paga, este último, todo quisqui, hucha por ello incolora, inodora e insípida, defraude quien defraude, porque es de todos.

Independentistas, nacionalistas y la verdadera izquierda sonríen con beatitud. Las derechas rechinan y los socialistas están divididos en tres. Los que aplauden a su Jefe; los que critican, pero no alzan la voz porque temen represalias, dicen no querer favorecer a la derecha o no les parecen tan peligrosos los separatistas; y los calificados como “viejo PSOE”, que dicen claramente que son contrarios a esta benevolencia personal condicionada por el independentismo catalán, entre ellos Felipe González, Alfonso Guerra, Emiliano García Page y Javier Lambán o, el recientemente expulsado del PSOE, Joaquín Leguina.

Ahora nos inquietan, además, con un referéndum en Cataluña. De autodeterminación según ERC. Solo una consulta de los acuerdos del Gobierno central con la Generalitat según PSOE y PSC. Inquietante no tanto por lo que pretende ERC sino porque a Sánchez le viene creciendo la nariz desde hace tiempo. Claro que todos los políticos mienten. Lo sabemos, desgraciadamente, pero hay mentiras y mentiras y algunas son gloriosas. Además, ¿Por qué han de validar solo los catalanes un acuerdo entre Madrid y Barcelona?

Illa intenta calmar afirmando que será un referéndum sobre un nuevo “Estatut” o reforma del actual. No garantiza ello que no permita una subsiguiente autodeterminación. En Cataluña, algunos de sus exaltados considerarán que el referéndum de 2017 ya arrojó una independencia que fue proclamada, estimando que sólo hay que rescatarla de su suspensión, decretada unos segundos después por Puigdemont. De paso, todos desprestigian la Justicia a marchas forzadas. En cuanto al Parlamento, los políticos ya se encargan ellos solitos de hacerlo también.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 9 de diciembre de 2022

NO MENEALLO

NO MENEALLO

 

      Madrid, 09-12-2022

            (Lectura rápida 😊)

 

 
 

Parte del abanico político español, especialmente el más exaltado, mueve fichas para fomentar que se instale en nuestro país un sentimiento de escepticismo hacia la Monarquía para provocar un retorno republicano en la Jefatura del Estado.

Algo coherente con su voluntad de ignorar los pactos constitutivos de nuestra Monarquía Parlamentaria con el argumento de que las nuevas generaciones no participaron en esos entendimientos de la Transición que establecieron la Constitución de 1978, la primera, según afirma una mayoría de especialistas, que es para todos y no partidista. En los países más democráticos que nos pueden servir de ejemplo se reforman las constituciones para adecuarlas a la realidad, pero no por motivos generacionales.

La Constitución española puede ser mejorada y adecuada a la transformación de la sociedad española que desde 1975, cuando murió el dictador en su cama de hospital, ha ido evolucionando hacia posturas democráticas y de mayor progreso que se reflejan en nuestra legislación, y así, esperemos, seguirá siendo.

Dos ejemplos de la voluntad de algunos de hacer tabla rasa de los delicados acuerdos que tras la dictadura han facilitado hasta ahora nuestra convivencia y progresión en paz de tal modo que España pueda situarse entre los países más democráticos y desarrollados del planeta, son el intento de romper el país por parte de independistas regionales a los que solo justifican ambiciones personales y aquella propaganda que presenta a nuestra Monarquía como un atraso político para ambicionar una República, pretensiones, ambas, que pueden combinarse ya que un cambio tan profundo en la Jefatura del Estado sería convulso y facilitaría los separatismos.

 En realidad, nuestra Monarquía funciona bien y en beneficio de todos como lo demostraron Juan Carlos I contribuyendo a la restauración de la democracia en nuestro país y a desactivar un golpe de Estado en 1981 y Felipe VI al advertir en el otoño de 2017 que el orden constitucional se estaba subvirtiendo ilegalmente en Cataluña.

En Europa Occidental, viejas Monarquías como la nuestra realizan también con satisfacción las tareas que democráticamente tienen encomendadas en países donde prevalecen tanto la estabilidad constitucional como un desarrollo económico enmarcado en reglas socialmente tendentes hacia una mayor igualdad. 

Un ariete contra la Monarquía española lo constituye la vida privada de Juan Carlos I que casi nadie respalda y que a pesar de su enorme contribución a nuestro sistema democrático le cuesta censura y extrañamiento, consideración y situación que, dadas sus excelentes contribuciones públicas a la Nación, posiblemente se vayan atemperando con el tiempo, muy especialmente si sabe en estas difíciles circunstancias actuales mantenerse en la discreción. El mejor servicio que puede rendir ahora a su país, uno más.

La Historia juzgará bien al actual Rey Emérito al tiempo que el comportamiento “profesional” y personal de Felipe VI ofrece la evidencia de que nuestra Monarquía funciona satisfactoriamente. Cuando miramos a nuestros parientes latinoamericanos constatamos que las fórmulas republicanas de Jefatura de Estado, de las que se dotaron al emanciparse de la Corona española, no son en muchos casos una panacea.

Por otra parte, como demuestra la realidad, la neutralidad política de las monarquías europeas ofrece un mayor marco temporal de estabilidad, incluso con las sucesiones generacionales, que los relevos republicanos, más politizados y frecuentes, facilitando la inserción de medidas de adecuación a la realidad y de progreso introducidas por sus diversos gobiernos democráticamente elegidos.

En cuanto a una reforma del Código Penal para disculpar a reos condenados por intentar romper la unidad nacional, pactada por todos en 1978 y promulgada por nuestra Constitución, constituye otra forma más de abordar equivocadamente nuestro futuro. Las necesarias conciliaciones en favor del entendimiento nacional no deben ser abordadas para suavizar situaciones personales de quienes no respetaron la ley que a otros se les exige que cumplan. Mejorar los instrumentos de defensa del orden constitucional requiere firmeza, con más motivo en ausencia de arrepentimiento.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 2 de diciembre de 2022

BREXIT A LA CARTA

BREXIT A LA CARTA

  

     Madrid, 02-12-2022

             (Lectura rápida😀)

 

  

El pasado 23 de noviembre la Asociación Hispano-Británica celebró en Madrid un debate sobre el Brexit y el futuro del Reino Unido, con el sugerente subtítulo de “Quo vadis?”. ¿A dónde va el Reino Unido?

 

El cartel estaba constituido por una parte por tres correspóndales británicos de importantes medios de comunicación del RU en España. Uno de ellos señaló que había canjeado su nacionalidad británica por la española, algo que muchos británicos han hecho tras el Brexit al residir en países de la UE y resultarles ventajoso. Ellos sabrán.

 

También figuraba en el elenco, moderado por la notable periodista Ana Romero, una magnífica reportera española, Anna Bosch, de Radio Nacional y TVE, antigua y, ahora, ocasional corresponsal en el RU. Buena conocedora del mismo, metió un dedo en el ojo de la asistencia anglosajona recordando que en esas islas, por cierto adyacentes al continente europeo, se adolece de un complejo de superioridad injustificado. Señaló, asimismo, que no debiera Londres sorprenderse de que en los diferendos entre Irlanda y el RU, la UE tome partido por Dublín ya que Eire es miembro de la UE. Subyacía, sin necesidad de decirlo, que la misma lógica se impone en materias referentes a Gibraltar.

 

Fue sorprendente constatar que ninguno de los corresponsales británicos demostró estar al corriente de las vicisitudes del último acuerdo entre Madrid y Londres sobre el Peñón que permitiría un libre paso de la verja al situar los controles de aduanas y policía en el puerto y en el aeropuerto. Ni quisieron comentarlo. En el público alguien pensó que era una pregunta sobre la soberanía y no era así. Este acuerdo, que haría a Gibraltar más europeo y, consecuentemente, más español, sin afectar a la soberanía británica, negociado por el antiguo Secretario de Estado González-Barba, tiene ya casi dos años y deben ratificarlo Bruselas y Londres. Importa a los gibraltareños, que en el referéndum del Brexit votaron mayoritariamente “remain”, ya que les facilitaría conectarse con la UE, pero algunos arrastran los pies en el Canal de la Mancha. No obstante, Picardo y Londres igual acaban prefiriendo la verja.

 

El representante del partido conservador británico en Madrid afirmó que el Brexit solo fue una cuestión de autonomía y soberanía. Tiene razón, sin perjuicio de sus consecuencias económicas. Los británicos, y antes los ingleses, nunca han soportado un poder fuerte continental, fuese Carlos V, Felipe II, los pactos de familia entre Borbones franceses y españoles, Napoleón, Hitler o la Rusia siempre imperialista.

 

Como Londres no iba a guerrear contra la Unión Europea, actual poder fuerte continental, optó por montar un Caballo de Troya para intentar controlarla desde dentro. Pero, eso tenía el precio de las homologaciones comunitarias y la mayoría de los británicos optaron por recuperar su señorío. Eso también tiene un precio que estoicamente han de pagar, aunque algunos ya echen de menos lo que rechazaron.

 

Uno de los corresponsales señaló que la UE debe hacer examen de conciencia al haber provocado también la salida del RU. Fascinante. Los británicos insistieron en ser parte de la UE y lo fueron a la carta. Su partida deja un vacío y es una pérdida, pero echarle a Europa la culpa del Brexit es presuntuoso. “Nada aprendieron y nada olvidaron” dicen que afirmó Talleyrand comentando la vuelta del exilio de los aristócratas franceses una vez caído Napoleón.

 

Algunos sueñan con el retorno de la descendencia pródiga de Albión. Muy mal les deberá de ir para que ello ocurra y, además, generacionalmente deberán de ºser otros los que rectifiquen. En tal caso, no sería probable un retorno sin más ya que la UE exigirá más integración, que es su vocación y que ahora queda por demostrar al haberse ido el obstáculo británico.

 

Mientras tanto, con nuestros inteligentes, valientes y capaces vecinos, que ya no ofician de intermediarios naturales de la UE con los EEUU, con quienes los europeos deben mantener la vinculación transatlántica en materia de seguridad dada la indefensión europea frente a otras potencias como Rusia, la UE debiera encontrar acomodos que beneficien una buena relación bilateral. Es posible respetando los compromisos adquiridos o por adquirir, ya que a ambos lados del “Channel” interesa que al otro le vaya bien.

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 



 

viernes, 25 de noviembre de 2022

SÁNCHEZ VA BIEN

SÁNCHEZ VA BIEN

     

      Madrid, 25-11-2022

            (Lectura rápida 😀)


   


¿Quién podría pretender lo contrario? Acaba su gobierno “socio-comunista”, como el propio Echenique reconoce jocosa y acertadamente, de aprobar los presupuestos para 2023. En 2019 muchos pensaban que Sánchez no aguantaría una legislatura entera y aún menos sin tener que prorrogar las cuentas públicas.

Por otra parte, el CIS de Tezanos le augura a Sánchez en las elecciones generales de noviembre de 2023 una victoria confortable. Los demás sondeos afirman lo contrario, pero puede ello quizás descartarse porque igual están inspirados por una derecha que hasta puede ser revanchista. Eso piensan, y hasta dicen, muchos sanchistas, si bien bastantes comentaristas experimentados afirman que lo “fake” es lo de Tezanos.

Por otro lado, hasta parte de la derecha parece desilusionarse con Feijoo. No le ven una línea de continuidad en su oposición e, incluso, no tienen claro cuál es su programa salvo decirle que no al Gobierno de la Nación y proponerle cosas que ese Gobierno rechaza generalmente con fruición porque tanto en Génova como en Moncloa-Ferraz buscan incrementar el foso entre derecha e izquierda, implícitamente liderados cada uno por sus propios exaltados de Vox y Podemos. 

A falta de un año para las generales, Sanchez va a velocidad de crucero, imperturbable ante los avatares de sus Ministres de Podemos mientras él cabalga a lomos de pactos importantes sin consenso, algunos divisivos, y de sus aciertos internacionales porque, habiendo visto las orejas a dos lobos, el vergonzoso Putin y un Biden que inicialmente no le hacía caso, se ha vuelto decididamente atlantista. 

Tiene razón, porque al norte de los Pirineos son todos ambas cosas, europeístas y atlantistas, siempre con una sana visión crítica en ambos casos, algo imposible, lo de ser crítico, en países como Rusia o China que algunos admiran o disculpan porque no viven allí ni son fronterizos. No solamente son atlantistas, pues, los bálticos, polacos o rumanos, incluso lo es Francia si bien por tener disuasión nuclear propia juega a distanciarse de los EEUU, un pasatiempo que se acaba cuando de las sesiones de entrenamiento se pasa a la confrontación de verdad. Putin sólo quiere tratar con Biden y cuando lo hace con los europeos es para separarlos de Washington. Macron y Scholz lo saben muy bien, ellos que no pudieron evitar la injustificada y barbárica invasión rusa de Ucrania.

Feijoo comprueba que Madrid es menos apacible que Santiago de Compostela. No obstante, cuando un ciclista llega con ventaja al puerto de montaña en cuyo alto está la meta, lo que suele hacer es administrar su ventaja, esa que todos los sondeos le dan a Feijoo, salvo Tezanos, naturalmente. ¿Para qué quemarse y gastar energías si ello no es necesario?

Antes del puerto pasaremos por la etapa de las municipales y autonómicas. Serán indicativas de las tendencias para noviembre de 2023. Mientras, todos contentos, al parecer, salvo en Podemos donde se muerden entre ellos y todos arremeten contra la popular Yolanda. Vox, por su parte, mientras indigna por su falta de comportamiento cívico y por su machismo, rentabiliza mejor que el PP las polémicas sobre el “solo sí es sí” y el abaratamiento de violar la Constitución.

Sin embargo, hay nubes en el horizonte, aunque siempre hay alguna. Las más novedosas son las que runrunean que habrá referéndum de independencia en Cataluña, sobre todo si gana Sánchez dentro de un año. Eso afirman observadores de Cataluña en Cataluña. Antes decían en ámbitos como el de los socialistas catalanes que el derecho a decidir solo podía ser un referéndum para aprobar o rechazar un Estatuto de Autonomía porque autonomía, y no independencia, fue lo pactado en la Transición sin perjuicio de que puede que ciertos nacionalistas no fuesen entonces sinceros. Ahora, algunos quieren subir de escalón.

También podría ocurrir que Sánchez tenga en la pared, encima de su famoso colchón, un retrato de Cameron posando sonriente junto a dos referéndums suicidarios, Brexit y Escocia. Peligrosa andadura y hasta inconstitucional para quienes argumentan que la Constitución dice que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española (art 2). Sigan abrochándose los cinturones.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 18 de noviembre de 2022

"CAMERONADAS"

CAMERONADAS


       Madrid 18-11-2022

                             (Lectura rápida 😀)


  

 

Conocemos la historia del Aprendiz Brujo que convoca temerariamente las aguas sin saber cómo controlarlas ni reducirlas. Acaba ahogándose y ahogando a los demás. David Camerón puso en marcha dos procesos políticos peligrosos para el bienestar de sus conciudadanos: el referéndum sobre la independencia de Escocia (2014) y el del Brexit (2016). Ambos divisivos incluso tras su consumación porque los resultados provocaron el virus de la reincidencia en el primer caso y el resquemor de los perdedores en el segundo. Cameron, fracasado, se marchó al perder la consulta del Brexit.

Ésta tenía un objetivo: acallar en el Partido Conservador a los que querían marcharse de la Unión Europea con la voz mayoritaria de todos los británicos que querían quedarse, pero acabó reforzando a los que se querían marchar por no poder dominar la Unión Europea a su gusto. Ayudados de falsedades ganaron los del “leave” y provocaron dos incógnitas.

La primera es si la UE puede sobrevivir sin el RU y la respuesta es que es posible. ¿Mejor? Eso dependerá de lo que estemos hablando. Económica, financiera y comercialmente, puede. En materia de defensa europea, la respuesta es negativa, pero, afortunadamente, está la OTAN. Por lo que se refiere al objetivo político de una UE federal, aprovechando la desaparición de quien la frenaba, dependerá de la voluntad de los Estados que hay en la UE y está por ver de lo que serán capaces. 

Por ahora, de poco. ¿Se puede avanzar en la federalización con los Orban, Meloni y hasta Macron, renunciando a soberanías nacionales? Puede que las opiniones públicas estén en esto por delante de sus políticos que, además, no son gran cosa. Por ahora, “qui va piano va lontano” y hay que concentrarse en integrarse más que ya es mucho.

La segunda incógnita es si puede el RU prosperar fuera de la UE. La respuesta nos la dará el tiempo y no tiene por qué ser negativa. Por otro lado, ¿le interesa a la UE un RU en barrena? No debiera.

El referéndum de independencia de Escocia dio un resultado negativo gracias a Tony Blair y Gordon Brown, ambos antiguos Primeros Ministros laboristas y escoceses que movilizaron a la izquierda escocesa para mantenerse en el RU. Un resultado, sin embargo, no definitivo porque si los independentistas pierden, en todas partes vuelven a pedir otro referéndum y, luego, otro más hasta que puedan lograr su propósito y si lo obtienen, cierran la ventanilla.

Dirección única mientras no se cumpla el objetivo secesionista. Ahora, los escoceses separatistas aspiran a otro referéndum. El Brexit se lo pone en bandeja puesto que los escoceses votaron mayoritariamente “remain” en el Brexit. Quieren, pues, independizarse para luego incorporarse a la UE, pero cualquier pretexto les serviría.

Trasladada esa cuestión a España, cabe preguntarse si puede ser legal un referéndum que atente a la unidad de España proclamada por nuestra Constitución. Políticamente, no puede haber algo más divisivo. Además, el espíritu de la Transición era que, por el bien de todos, independencia se cambiaba por autonomía y eso aceptaron los nacionalistas centrífugos.

Si se celebra y lo pierden los separatistas, lo pedirán de nuevo per saecula saeculorum. Si lo ganasen se plantearían cuestiones muy importantes como la distribución de la deuda y el reparto de activos, desde inmuebles hasta carros de combate pasando por fondos en cuentas corrientes.

Añádase el dilema de si favorecer el ingreso de una Cataluña independiente, o de un País Vasco, en la UE, porque abandonar España es marcharse de la Unión. ¿Se opondría España a un ingreso en la UE de una parte seccionada? Sobre todo, si no controla los pasos fronterizos con Francia.

Se habla ahora de alterar el delito de sedición para adecuarlo a los códigos penales europeos. ¿Pero a cuáles? ¿A los que consideran la secesión como una traición? Esta revisión del Código Penal podría estar vinculada, dicen, a la aceptación de algún referéndum de independencia, pero sabemos que su dinámica es perversa. Abróchense los cinturones.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 


viernes, 11 de noviembre de 2022

 

LAS VIDAS GATUNAS DE BIDEN

 

        Londres 11-11-2022

                           (Lectura rápida 😊)

 

  

No siempre casan los números con las impresiones y en los EEUU, los primeros favorecen a los republicanos y las segundas a los demócratas tras las elecciones de medio mandato de este martes pasado. Los republicanos van a ser probablemente mayoría en la Cámara de Representantes. Lo más importante al respecto es que en materia presupuestaria y de atribución de fondos la Casa Blanca tendrá que depender de los republicanos y pactar con ellos.


En el Senado, que lleva las riendas en materia de política exterior, no sabemos aún. Había empate antes de las elecciones. 50 Senadores favorables a cada partido, pero el fiel de balanza favorecía a los demócratas porque cuando hay empate en las votaciones del Senado americano decide el voto del Vicepresidente de los EEUU, en este caso Kamala Harris, que preside esta Cámara Alta porque es donde están representados los Estados de la Unión. Dos Senadores por Estado. Todos son igual de soberanos. Los EEUU son un Estado Federal que ya quisiera la Unión Europea poder reproducir para mejorar lo presente, y eso que Macron, según dijo hace poco en Tolón, nos extiende su protección nuclear. Así tenemos la americana y la francesa. Falta lo demás …


Lo que pasa es que ciertos resultados electorales para el Senado americano no son aún concluyentes y requieren recuentos o, como en Georgia, una segunda vuelta cuyo resultado definitivo sólo será para Navidades. Incertidumbre, pues, acerca de quien dominará el Senado y en su política exterior y otros programas de política interior a partir del 20 de noviembre de 2023. ¿Biden tendrá suficiente respaldo, tendrá que pactar con los republicanos o meter en el cajón más promesas?


Sin embargo, como se preveía una marea republicana elevando de nuevo a Trump a la gloria, la sensación política es que los republicanos no han logrado su objetivo principal, ganar apabulladamente, y que Trump no dispone del respaldo que deseaba para volver a presentarse confiado para la Casa Blanca y devolverle a Biden la estocada que este último le dio en 2020.


Además, a Trump le ha salido un grano en su propio partido, el Gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, tan conservador como Trump, aunque con más capacidad de pactar con los demócratas. Arrasa en Florida y tiene comportamientos más predecibles que Trump. Un posible adversario más peligroso para Biden en 2024.


Biden sobrevive políticamente como su voluntad de volver a presentarse para la reelección en 2024 con 81 años, ya que, en EEUU, a diferencia de España, la experiencia se valora. Biden es un gato con muchas vidas. Nadie sabe en cuál de ellas está, pero más de una vez le han dado por muerto políticamente en el pasado y ahí sigue. Mientras tanto, de cara a Europa tendremos claras dos cuestiones. Respecto a Ucrania, los EEUU seguirán apoyando a Zelensky con armamento y consejos militares. En cambio, en materia de ayudas monetarias, en Washington esperarán un mayor esfuerzo europeo.


Por lo que se refiere a las relaciones trasatlánticas, se mantendrá la unidad y el vínculo en materia de seguridad, pero económica y comercialmente se avecina un enfrentamiento ya que las medidas adoptadas por Biden para la recuperación económica de los EEUU y luchar contra la inflación golpean la UE.


En conclusión, los pro-rusos que esperaban un palo a Biden favorable a Putin se han quedado compuestos y además parece que Jersón volverá a la soberanía legítima ucraniana con los rusos parapetándose tras el Dniéper. En los meses venideros hasta se podría pensar en un entendimiento, incluso tácito, que de fin a las hostilidades. Los rusos ganarían territorialmente, pero Rusia sería perdedora en todo lo demás y más cuando el resto de Ucrania será cada vez más occidental. Lo mismo pasó con Finlandia en los años cuarenta del siglo pasado frente a la URSS, que era Rusia: perdió un 20% de su territorio a cambio de su libertad. Pero lleva mucho tiempo siendo más próspera que Rusia y con libertades democráticas, miembro de la UE y a punto de ingresar en la OTAN.




Carlos Miranda, Embajador de España






 


 

viernes, 4 de noviembre de 2022

RISHI SUNAK


    Madrid, 04-11-2022

                            ( Lectura rápida 😀)

   


El título de una serie de televisión, “Los ricos también lloran”, es aplicable a Rishi Sunak (más de 1.000 millones de libras). Este verano le rechazaron los militantes del Partido Conservador británico, casi podríamos decir inglés por su implantación mayoritaria, al preferir a Lizz Truss para el liderazgo conservador y del país, que es lo constitucionalmente establecido por ser actualmente el partido mayoritario.

Contra Sunak, preferido, sin embargo, por los parlamentarios conservadores en votación previa, habría pesado su dimisión antes del verano como Chancellor of the Exchequer (Ministro de Economía y Hacienda) al provocar la caída de Boris Johnson, una puñalada trapera para sus numerosos partidarios de a pie. Nadie suscita que en la militancia conservadora hubiera incidido negativamente su origen hindú, su color de piel, su fortuna o sus 42 años: Truss, blanca, rubia y 47 años, aseguran, ofrecía sueños más atractivos, aunque irrealizables. 

Sunak es un brexitero realista. Dirige ahora el Reino Unido un hijo de emigrantes de ascendencia India, una novedad. En España, lo más parecido sería, quizás, un joven inmigrante de segunda generación de una familia oriunda de antiguas tierras incas, sin mezcla criolla, y que, habiendo hecho fortuna en España, llegase a la Moncloa como líder del Partido Popular siendo evangélico.

Fracasada Truss, sus correligionarios parlamentarios no tuvieron que acudir otra vez a la militancia ya que Boris Johnson y Penny Mordaunt se retiraron, quedando como único candidato Sunak. Ahora veremos, dejando de lado lo anecdótico, si lidera eficazmente el Reino Unido.

Lo importante es poner orden. Orden económico, político e internacional. Económicamente, ha anunciado que vienen tiempos duros, de esos de apretarse el cinturón. Jeremy Hunt seguirá de gurú ortodoxo de economía y hacienda como Chancellor of the Exchequer. En Exteriores, Defensa y otros Ministerios seguirán bastantes de los que estaban. Los mismos que llevan tiempo fracasando.

Debiera Londres estabilizar su relación con la Unión Europea y con Francia, su importante vecino. Con la UE a cuenta del Protocolo para Irlanda del Norte y del acuerdo sobre Gibraltar y la UE (y España). Hay paralelismos entre Sunak y Macron: jóvenes, ambiciosos, antiguos banqueros, modernos, responsables. ¿Puede ello facilitar su entendimiento cuando Francia y Alemania se llevan ahora como perro y gato, aunque estén de acuerdo en enfrentarse a EEUU en materia de competencia desleal?

En el ámbito interno, Sunak debe aunar su partido y cercenar el independentismo escocés, algo que no conviene tampoco a la UE dotada de algunos países con problemáticas centrífugas. En Irlanda del Norte, los católicos aspiran a unificar la isla bajo la égida de Dublín. Los “Acuerdos de Semana Santa” hacen posible un referéndum. ¿Es separatismo o unificación como ocurrió con las dos Alemanias? Volverían automáticamente a la UE y abandonarían la OTAN. Por otra parte, ¿Una Escocía independiente podría ser premiada con un (re)ingreso en la UE? ¡Ojo al mensaje! Tiene miga.

Dispone Sunak hasta las Navidades para recolocar su partido en la autopista con velocidad de crucero y soñar con ganar las elecciones que tocan en un par de años. De lo contrario, puede que deba adelantarlas antes del verano con unos laboristas que hoy encabezan confortablemente los sondeos. Lo que está fuera de cuestión es un retorno a la UE. El caballo de Troya seguirá en la cuadra.

En Ucrania siguen pintando bastos. Sunak seguirá apoyando a Kyiv. ¿Son las recientes llamadas telefónicas del ministro ruso de defensa a ciertos colegas occidentales preocupantes o tranquilizadoras? ¿Anunció represalias por las derrotas o revela que los militares rusos se distancian de Putin? Puede que sean más sensatos que sus políticos. Además, los militares, cuando pierden, les culpan. 

Putin guiña el ojo a los republicanos en víspera de las elecciones de medio mandato en EEUU y les miente diciendo que no amenaza con armas nucleares. Cierta izquierda demócrata en EEUU, dónde milita la disparatada Ocasio-Cortez, se rinden a Putin con una carta a Biden como si fuesen una quinta columna rusa. La retiraron, pero quedó constancia. Como estos firmantes, los hay también en la UE. ¿Vuelve el fantasma de Chamberlain?

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 


viernes, 28 de octubre de 2022

SEGUNDA TRANSICIÓN

 

Madrid, 28-10-2022

                (Lectura rápida 😁)

 

   

Este 28 de octubre se cumplen 40 años de la aplastante victoria socialista en 1982. El PSOE liderado por Felipe González obtuvo 202 diputados. En aquel entonces, Alfonso Guerra era parte de un binomio, como Guillermo Galeote y Luis Yáñez eran parte aparente de una tetrarquía andaluza. Sin embargo, las que siempre se recuerdan son las medallas de oro.

Javier Cercas señala en El País este viernes como se distorsiona ahora la Transición y se desmerecen los méritos de Adolfo Suárez y de Felipe González. Añade como algunos prefieren fijarse en la II República y en la Guerra Civil más que en la Transición. Lo mismo hubieran podido hacer, se puede aventurar, nuestros tatarabuelos si se hubieran eternizado en las guerras carlistas, unas guerras civiles, más que en la Restauración. La lección es que, sin eliminar los retrovisores, hay que mirar la carretera que va delante al futuro para no acabar de nuevo en la cuneta.

Felipe, como señala Cercas que le llaman los que le apoyan y reconocen sus méritos, más que González, designación preferida por sus opositores y detractores, ha sido, y sigue siendo, el referente político español más importante después del franquismo y los hay que no dudarán en extender este periodo desde principios del siglo XX si se considera que a diferencia de algunos que, esperanzadores, no perduraron y de otros que sí se perpetuaron dictatorialmente, Felipe representó establemente las expectativas anheladas y logró transformar profundamente el país de un modo pacifico.

No le quita ello méritos a Suárez que hizo el trabajo previo y necesario de pasar sin traumas exagerados de la dictadura a la democracia a pesar de los muertos apilados por ETA, cuya siniestra labor no condena Bildu, y de ciertos militares nostálgicos que conspiraron y fracasaron en su golpismo.

Tras 40 años de la victoria electoral que le llevó a La Moncloa, Felipe sigue siendo el referente esencial de un progresismo sensato y socialdemócrata, ese que ya no parece tan popular en el PSOE de Sánchez y menos aún en ese conglomerado denominado bondadosamente como la izquierda a la izquierda del PSOE o, más acertadamente, la izquierda radical, conformada por IU, dominada por el Partido Comunista, Podemos y demás confluencias así como los independentismos con piel de oveja, como el PNV, y los con dientes de lobo como Bildu, ERC o Junts, partidos entre los cuales se sitúan, como señalan los medios, los actuales socios preferentes de los socialistas.

Tampoco la extrema derecha representada por Vox es un referente que podamos considerar con agrado para sustentar gobiernos municipales, autonómicos o el nacional, sin perjuicio de que este radicalismo conservador sube como la espuma en el mundo occidental y sin olvidar que actualmente impera en Rusia como la extrema izquierda prevalece en China por muy capitalista que sea.

Ciudadanos tuvo una oportunidad de oro en 2016 para situarse en el fiel de la balanza entre los dos partidos mayoritarios de derecha y de izquierda. Albert Rivera la tiro displicentemente a la basura ante la impasibilidad de un Sánchez asesorado por Iván Redondo. Prefirieron la aventura con Podemos.

La vida es gris y no blanca y negra. No se trata de cuestionar logros del actual gobierno ni aciertos de la oposición, que todos tienen sus activos por presentar, pero lo que es aún más evidente es que tanto el PSOE como el PP se complacen actualmente en cavar cada vez más profundamente el foso entre todas las dos Españas que se puedan definir o inventar 

Es pues una segunda transición lo que el país necesita que no sería más que la prolongación de la primera donde sobre las diferencias, muchas veces legítimas, prevalecieron el entendimiento, el consenso, el futuro, la convivencia en paz y un debate educado más que virulento. Eso es lo que sigue representando Felipe que, con sus 80 años, es mucho más joven e ilusionante que la mediocridad política que actualmente nos abruma.

  

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

viernes, 21 de octubre de 2022

DE TRUSS A XI

DE TRUSS A XI


     Madrid, 21-10-2022

                      (Lectura rápida 😊)

 

  

En el Reino Unido, la Premier, Truss, ha durado menos que una lechuga como apostó algún medio británico: mes y medio. Campeona de la brevedad en ese cargo. Nadie daba un chavo por ella después de su marcha atrás económica y fiscal. Dimitida este jueves pasado, el Partido Conservador la remplazará en una semana. Elección con prisas y nervios frente al anterior relevo que la encumbró, realizado con excesiva parsimonia veraniega. 

Rushi Sunak sería el candidato más serio, pero fue postergado en las primarias por los militantes que prefirieron a Truss. Un fracaso de los militantes ya que el Grupo Parlamentario prefirió a Sunak. ¿Se animará de nuevo? Boris Johnson agita su cabellera dorada, pero en el Grupo Parlamentario perdió prestigio por sus escándalos, aunque sigue siendo popular en la calle. Otros nombres vuelven a sonar, pero no parece haber un buen líder que una al partido.

Cuando faltan dos años para las elecciones, el laborista Starmer va por delante en los sondeos. Adelantar las elecciones sería un suicidio que, sin embargo, bien podría ocurrir pasadas las Navidades según vayan las cosas. El Reino Unido es, actualmente, símbolo de instabilidad, algo inusual.

En cambio, China parece un estanque sin apenas ondas. Xi consigue esta semana un tercer mandato y más poder, por lo que será más autócrata aún, una manera fina de evitar el término dictador como cuando a Franco le llamaban Caudillo y a su dictadura un Régimen. Mao era un timonel (único) y Xi es un dictador más. Deng Xiaoping criaba gatos capitalistas para desarrollar su país ante el fracaso del comunismo económico. Antiguamente, los regímenes comunistas tenían algún “politburó” que controlaba al jefe. En China ya sólo cuenta el Caudillo Xi Jinping.

En Moscú, también hay otro caudillo, varonil, culturista, guerrero y de estilo fascista. Allí no hay ni democracia ni comunismo, sustituido este último por el fervor religioso ortodoxo del Patriarca de Moscú, Cirilo, fiel cómplice de Putin, colega pontificio del Papa, que avala que pueda haber varias Rusias si solo manda la de Moscú. China y Rusia, dos paraísos con apisonadoras de derechos humanos y de libertades individuales.

Truss al cubo de la basura, Xi en un pedestal aún más alto y Putin envuelto en llamas, pero enfundado, por ahora, en un traje ignífugo, constituyen el presente a la espera de las mid term elections en los EEUU que determinarán el futuro de Biden y hasta el de los EEUU. En Italia Berlusconi acusa a Ucrania de la guerra de Putin. ¡Fascinante! Piensan del mismo modo la extrema izquierda, la extrema derecha, los antiamericanos y los prorrusos. Veremos si el invierno resfría los ardores guerreros y algún tipo de acuerdo es posible, aunque sea tácito y quede lo de Ucrania en otro conflicto congelado más provocado por Moscú.

China desea alterar el actual orden mundial liberal para afianzarse como la única referencia planetaria: capitalista, económicamente, y con mano férrea comunista, políticamente. Tampoco olvida Taiwán. Los EEUU se resisten a ello mientras el Consejo de Seguridad de la ONU queda inutilizado por la irresponsable e injustificada agresión de Rusia, miembro Permanente del mismo.

Veremos que hace la Unión Europea. ¿Soñar con su plena independencia llamada Autonomía Estratégica; cerrar filas con los EEUU y otras democracias de por el mundo; o rendirse a Rusia y China? Lo fácil es esto último: paz con preeminencia rusa en Europa y china en el mundo. La plena independencia exige un esfuerzo tal de unidad que se antoja imposible y puede que no lo vean ni nuestros tataranietos mientras la UE no sea un Estado Federal con un Presidente fuerte y con un botón nuclear que rece “Disuasión nuclear europea”. Cerrar filas en el marco occidental es, actualmente, lo único sensato, intentando profundizar la UE para dar más relevancia a su voz en la relación transatlántica.

Mientras, el “Midcat” se deshizo de su gato pirenaico para poder nadar subacuáticamente de Barcelona a Marsella. ¡Sanchez, Costa y Macron acordaron el “BarMar”! Bullabesa en lugar de Cassoulet.

 

Carlos Miranda, Embajador de España