jueves, 26 de enero de 2023

"STRATEGOS"

STRATEGOS

 

     Madrid 27-01-2023

                           (Lectura:  3´50´´ 😊)


   


El pasado mes de noviembre, una respetada autoridad militar española aceptaba en un foro especializado que es improbable una invasión militar marroquí o nuestra al Reino alauí. ¿Para qué nos hacen falta, pues, carros de combate? Para contribuir a la seguridad de nuestros aliados, fue la respuesta. Por eso hay seis carros Leopard 2E nuestros desplegados en Letonia. ¿Hemos de dotarnos de activos que no nos son imprescindibles sólo porque sean útiles a otros? 

Tenemos un presupuesto escaso a pesar de su notable incremento. ¿No sería mejor dotarse de lo que verdaderamente necesitamos y con ello contribuir a la defensa colectiva? No hay respuesta fácil, y menos cuando ya se tienen casi unos 350 Leopard, de concepción alemana, lo que inclina a mantenerlos. 

Si los tenemos esencialmente para ayudar a otros, parece lógico ceder algunos a Ucrania. ¿Una docena? Alemania, tras conseguir Scholz que EEUU se moje entregando también sus más sofisticados carros Abrams a Kyiv, acepta que se transfieran tanques Leopard 2 a Ucrania, suyos y de otros países. ¿Qué hará España y cuantos necesita el ejercito ucraniano para defenderse de ofensivas rusas o recuperar territorios suyos?

España ofrecerá unos pocos a Ucrania de conformidad con nuestra política de seguidismo ajeno ya que hemos arrastrado los pies como Alemania. El Vicepresidente “in pectore” del Gobierno, Bolaños, reconoció su entrega este miércoles, remitiendo a Robles para los tecnicismos. Comprobaremos, pues, la generosidad o la cicatería gubernamental en función de los que se traspase a Kyiv. Conviene recordar que Ucrania se ha vuelto defensa adelantada de la UE, de la OTAN y de España. Quienes se quejan de escalada occidental, respaldando así a Putin, mejor debieran remontarse a su leva veraniega de 300.000 reclutas o a su invasión de Ucrania.

¿Necesitamos un portaaeronaves? Si no vamos a desembarcar en costas magrebíes y Canarias es un portaaviones natural, no parece imprescindible. Con pocos recursos hay que distinguir entre lo imprescindible y lo conveniente. Sería útil, señalaba dicha autoridad, como apoyo a fuerzas nuestras en ciertas misiones en el extranjero como la de la ONU en el Líbano. Un argumento serio. ¿Decisivo? ¿Es el Juan Carlos I imprescindible?

Es cuestión de costes además de disuasión. En menos de una década vamos a duplicar el presupuesto de defensa. Ahora es un momento clave para organizar, o reorganizar, nuestras FAS. ¿Esa ampliación presupuestaria debiera traducirse en duplicar carros y encargar un segundo portaaeronaves? No parece, aunque los carros seguirán y el Juan Carlos I recibirá, posiblemente, unos F-35 costosos, pero hay otras necesidades imperiosas.

El mundo ciber y el espacio exterior están militarizados y debemos invertir mucho en ambos, con material y con personal. El JEMAD ya lo señala desde hace tiempo. Hemos de renovar también, entre otras cosas, nuestros aviones de patrulla marítima y sacar lecciones de Ucrania.

Los carros, como el portaaviones, desvían fondos para otros equipos quizás más necesarios y aún más cuando nos dijeron que unos Leopard antiguos almacenados no han sido correctamente mantenidos. Dinero de nuestros impuestos tirado por la ventana. ¿Por dedicarlos a otros sueños? Menos, bien pertrechado, puede ser mejor. Sigue siendo un debate complicado, pero que no se percibe, bien sea porque no lo hay o no se transparenta. ¿Saben verdaderamente de asuntos estratégicos nuestros políticos?

Da la impresión de que más razonables son las inversiones en el Ejército del Aire, pero la necesaria sustitución de los F-18 abre dos debates: ¿Americano o europeo?, y si americano, ¿F-35 para que lo tenga también la Armada por su despegue vertical? Son costes añadidos tanto por el material como por su logística.

En noviembre de 2022, Macron ofreció en Tolón la disuasión nuclear gala para amparar también a otros países europeos. Lógico en el proyecto de una defensa europea y como complemento de la garantía nuclear americana y británica en la OTAN, de la que Francia es parte.

No fue una novedad. Francia ya lo explicitó hace unos años, ofreciendo a otros países europeos discutirlo y hasta participar en sus ejercicios nucleares, un gesto que puede haber dejado de piedra a las autoridades políticas, diplomáticas y militares de la Nación, algo difícil de entender, incluso de creer, pero la referida autoridad militar indicó que no había contactos al respecto entre España y Francia.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 


jueves, 19 de enero de 2023

SEMILLAS PODRIDAS

SEMILLAS PODRIDAS

 

      Madrid, 19-01-2023

                    (3,5 minutos de lectura 😊)


    


Con el don del oportunismo que le caracteriza, a no confundir con el de la oportunidad, Sanchez ha sacado tarjeta roja a la extrema derecha a la que ha acusado en el prestigioso foro internacional de Davos, en Suiza, de servilismo con relación a Putin al afirmar que muchos ahora ocultan que antes pasaban consulta en el Kremlin. Son semillas podridas sembradas por el ruso, ha señalado.

Tiene razón. Los partidos de extrema derecha en Europa a los que su dedo apunta son peligrosos para la democracia por su populismo, su demagogia y muchas propuestas regresivas para las conquistas sociales en beneficio del conjunto de la sociedad y de minorías injustamente tratadas.

Su dedo acusador en Europa, que incluye a los partidos conservadores que les abren las puertas gubernamentales, es también un dedo contorsionista que gira 180 grados, apuntando a Vox y encañonando al PP, señalado por haberse coaligado con Vox en Castilla y León, un posible precedente para que los conservadores vuelvan más adelante al Gobierno de la Nación.

Otra vez tiene razón, si bien no convendría limitarse a considerar solo su discurso, a veces inspirado por el ser alargado que enroscado alrededor de una rama susurraba al oído de Eva. Davos es, asimismo un trampolín para llegar a cargos internacionales cuando se le acabe la gasolina o la electricidad en España.

¿Por qué no? Ahí está Borrell vituperando e los americanos en agosto de 2021 cuando la salida caótica de Kabul y pidiendo su ayuda seis meses después al verle las orejas a los lobos rusos invadiendo Ucrania sin que sepamos bien en qué punto está su legión de intervención rápida de 5.000 efectivos que nos ahorraría, nos decía, depender de EEUU militarmente.

No obstante, conviene no creer a pies juntillas todo lo que nos dicen. ¿Es regresivo gobernar con Vox? Lo estamos viendo en Castilla y León con la cuestión del aborto que, sorprendentemente para algunos, ha provocado que Feijoo aclare la postura de su partido al respecto: no tiene contencioso con que las mujeres puedan abortar con la Ley a plazos. Lo que no le gusta es que las menores de edad mayores de 16 años lo puedan hacer sin un preceptivo consentimiento parental. Esto es más razonable, aunque no forzosamente aceptable, que pretender, como quiere Vox, que los médicos disuadan a las que quieran abortar.

Con esta disputa centrada en Castilla y León, pero que apunta a toda España y al PP en particular, Feijoo se ha situado en una postura de aceptación del aborto (que no claramente favorable al mismo) con solo una discrepancia específica. Así, lo que diga, puede que pronto, el Tribunal Constitucional sobre la Ley del aborto recurrida hace 12 años por el PP, perderá relevancia negativa para Feijoo que intuye que el TC mantendrá esa Ley.

Feijoo muestra así una cara más centrista y los electores duros del PP tendrán en esta cuestión que decidir si es más importante el huevo y votar al PP para echar a Sánchez, como desean, o el fuero y votar a Vox por antiabortista.

Tiene ello su importancia porque sin perjuicio de que actualmente los trasvases de votos parecen ser esencialmente dentro de cada bloque de derecha o de izquierda, hay votos que por discrepar seriamente de Sanchez parecen haber cruzado la divisoria para apoyar al PP, aunque aún están a tiempo de abstenerse o de volver al redil porque una cosa es discrepar de un Sanchez vendido, dirían, a la extrema izquierda y a los independentistas para mantenerse en la Moncloa y otra cambiar de zorro populista en el gallinero.

En efecto, si bien Sanchez dice que hay que elegir entre él y Podemos frente al PP y Vox, siempre dos por el precio de una papeleta de votar, a nadie se le escapa que tan populistas, extremistas y amigos de Putin son también aquellos con los que gobierna o se entiende para mantenerse en la Moncloa, pero no hay nada como ver la paja en ojo ajeno y obviar la viga en el propio.

 

Carlos Miranda, Embajador de España




domingo, 15 de enero de 2023

CUENTO ORTODOXO

 

CUENTO ORTODOXO

 

  

      Madrid, 15-01-2023

             (Ensoñación corta para el año nuevo ortodoxo)


    


Todo el mundo emplea el calendario gregoriano del Papa Gregorio XIII, en el siglo XVI. Sin embargo, el mundo ortodoxo sigue con el calendario juliano de Julio César. El pasado 14 de enero los ortodoxos celebraron, pues, su nuevo año. Año nuevo, vida nueva, lo que permite alguna ensoñación partiendo de la realidad, relatándola en esta ficción político-militar.

Recientemente el General Gerásimov ha sido nombrado Jefe de las Fuerzas rusas en Ucrania. Gerásimov es desde noviembre de 2012 Jefe del Estado Mayor de los ejércitos rusos. Fue nombrado por Vladimir Putin. Además, es el Primer Viceministro del Ministerio de Defensa, cuyo titular es el General Shoigú. Ambos son unos halcones próximos a Putin, miembros de su círculo íntimo. Sin embargo, Gerásimov, al frente de las Fuerzas Armadas rusas y con un pie en el Gobierno es el que más fuerza tenía. Sin embargo, ya no dirigirá desde un despacho en Moscú la Operación Especial contra Ucrania y su población. Ahora le han confiado la guerra propiamente dicha en suelo ucraniano

Una jugada maestra de Putin. Si Gerásimov, desde el propio campo de batalla, endereza la situación, Putin podría recoger los beneficios de la decisión de enviarle al frente militar. Si, por el contrario, Gerásimov sigue cosechando derrotas rusas en Ucrania, Putin le podría echar toda la culpa del desaguisado, desde los planes inicialmente elaborados en el Cuartel General de Gerásimov hasta los fracasos militares en Ucrania pasando por los fallos inconcebibles en materia logística y de aprovisionamientos. Gerásimov culpable de A a Z.

Un Gerásimov poderoso aún, pero debilitado por los malos resultados en Ucrania no podía rechazar esta nueva responsabilidad sin perjuicio de ser consciente de estar ahora en la primera fila para responder de más fracasos militares. Como estos se siguieron produciendo, llegó un momento en el que Putin consideró oportuno hacer de Gerásimov la cabeza de turco de su propio fiasco como un Presidente que decidió el inicio de una guerra en la que el tiro salió por la culata.

Sin embargo, Gerásimov estaba preparado y tomó otra iniciativa necesaria porque, llegados a este punto, solo podría haber un perdedor: Putin o Gerásimov. Con el apoyo de la mayoría de sus compañeros generales tomó el Kremlin y desposeyó a Putin de su presidencia. Los “servicios” fueron madrugados y tampoco opusieron mucha resistencia. Lo de Ucrania iba mal y algo había que hacer. El antiguo camarada de la KGB, Putin, ahora un facha que recuerda a Hitler, ya no suscitaba el mismo entusiasmo que antes.

Gerásimov tenía tres objetivos iniciales fundamentales: hacerse con Putin; formar un nuevo gobierno provisional de militares con algunos civiles (por ejemplo, en Exteriores) hasta unas hipotéticas elecciones libres que ya se vería cuando; y establecer en Ucrania unos parámetros aceptables para Rusia para obtener el apoyo genérico de la población rusa para lo cual era necesario entenderse con los americanos.

Conseguidos rápidamente los dos primeros objetivos, Gerásimov, ya al frente del gobierno y de los militares rusos, controlados aún más férreamente los medios de comunicación, decidió llamar a su hasta entonces homólogo norteamericano en las Fuerzas Armadas, el General Milley con el que ya había tenido contactos en el pasado. La toma del Kremlin había tenido lugar la víspera por la tarde-noche en un día lluvioso. A las siete de la mañana del día siguiente en el que el sol había vuelto, todo ya bajo control, Gerásimov llamó a Milley.

En Washington era todavía la una de la madrugada. Sin embargo, los estadounidenses estaban al corriente de que algo grave ocurría en Moscú. Para eso tienen sus satélites espías, sus escuchas telefónicas y sus confidentes rusos si bien no sabían aún el alcance preciso de los acontecimientos. En el “Situation Room” de la Casa Blanca seguían los acontecimientos no solo Milley, sino también, entre otros, el Consejero Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, el Director de la CIA y los Secretarios de Estado y de Defensa. Fue cuando llamó Gerásimov a Milley.

Algo después un mayordomo avisó a Biden que antes se había retirado a descansar con la instrucción de avisarle inmediatamente si surgía un acontecimiento determinante. Biden bajó enseguida con un vaquero encima de su pijama y una sudadera gris en la que se leía en grandes letras POTUS (President Of The United States). Se pusieron todos de pie, como era debido, cuando entró el Presidente. El Secretario de Defensa le dijo mientras se sentaban que Milley había hablado con Gerásimov apenas una media hora antes.

-     Cuénteme, General, le dijo Biden a Milley.

-    Gerásimov me dijo que se ponía en contacto conmigo porque ya nos conocíamos. Pienso que aún no se ha hecho plenamente a la idea de que ahora, como Jefe de Estado de Rusia es homologo suyo, Señor Presidente.

-    Probablemente, asintió Biden. Siga contándome.

-     Me aseguro que controla plenamente Rusia. Unos comandos suyos y unos paracaidistas ocuparon el Kremlin ayer por la tarde y tras una leve resistencia se hicieron con su control. Hacia las diez de la noche en Moscú juraron sus cargos los componentes del nuevo Gobierno. Milley se interrumpió como si dudara proseguir.

-     Siga, le animó Biden.

-    Me dijo que Putin había sido confinado en una estancia junto a su ministro de Exteriores, Lavrov, y el propietario y jefe de la compañía Wagner, Prigozhin. Conformado el gobierno, añadió, se encargó a un Tribunal militar juzgar a estos tres hombres por traición, crímenes de guerra y atacar injustamente un país hermano

-    ¡Quien lo habría aventurado hace un año!, exclamó Biden. Siga por favor.

-    Gerásimov añadió que los tres habían sido considerados culpables en ese juicio sumarísimo y condenados a muerte. Me dijo que los tres fueron fusilados hacia las tres de la madrugada de Moscú en un patio del Kremlin. Gerásimov me aseguró que fueron asistidos por un Pope y que el Patriarca de Moscú, Cirilo I le ha dado su apoyo para no incitar alguna oposición. Milley se interrumpió mientras en todos se dibujaba unas caras de horror, aunque nadie añoraría a los fusilados.

-     Siga, siga, dijo Biden, impaciente.

-     Gerásimov me dijo que en las próximas semanas evacuaría esencialmente los territorios ocupados tras el 24 de febrero del año pasado.

-    ¿Todos?

-    Pienso, más bien, que casi todos. Alguno conservará mientras se negocie.

-    ¿Qué quiere negociar?

-    Esencialmente conservar del modo que sea Crimea y que los acuerdos de Minsk se cumplan en el Donbas. Lo primero es fundamental, lo segundo necesario en un acuerdo. Luego … Con esas dos cosas y el final de la guerra piensa que puede lograr un apoyo general de la población rusa. Desea que lo que se acuerde sobre el Donbas sea supervisado por la ONU y está dispuesto a un Tratado de Paz u otro documento que acabe con la guerra.

-    Yo creo que hay bases para maniobrar diplomáticamente, Señor Presidente, dijo con optimismo el Secretario de Estado.

-    Habrá que moderar a Zelensky, afirmó con realismo el Secretario de Defensa. Será difícil pero factible con una fuerte presión internacional y, sobre todo, un gran plan de recuperación económica por parte de la Unión Europea.

-    Gerásimov añadió dos cosas más, señaló Milley.

-    ¿Cuáles?, preguntó Biden.

-    En primer lugar, que conservar Crimea, rusa desde Catalina la Grande, bajo cualquier fórmula que sea aceptable para Moscú, es algo innegociable. Lo considera, asimismo, una línea roja existencial por la que estaría dispuesto, me aseguró, a recurrir a un empleo gradual del arma nuclear.

-    ¿Otra vez la amenaza nuclear?

-    Esta vez me parece una amenaza seria.

-    Anotado. ¿Y la segunda cosa?

-      Que consideraba que, ahora, la pelota estaba en nuestro tejado.

Biden pareció, entonces, esbozar una ligera sonrisa e impartió sus instrucciones. Si la guerra terminaba la economía mejoraría y las bolsas subirían. Se recuperaría una prosperidad que también podría beneficiar a Rusia si esta, finalmente, se comportaba correctamente en el marco internacional económico y político. En materia de seguridad habría que encontrar una fórmula aceptable para Rusia si esta se encaminaba verdaderamente hacia una auténtica democracia liberal, pero la continuación de la OTAN era algo tan irrenunciable para los occidentales como Crimea para Rusia.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 10 de enero de 2023

GANA EL TERCERO

GANA EL TERCERO

 

       Madrid, 10-01-2023 

                    (3´40´´de lectura 😊)

 

     

Durante la época prehistórica de la Nueva Democracia española, hará dos o tres decenios cuando imperaba un bipartidismo jurásico, lo importante para gobernar era ganar las elecciones, ser el partido más votado. Para ello los dinosaurios políticos de entonces intentaban pastar en los prados centristas relegando la importancia de sus propios extremos alpinos polarizados. 

Tras el cataclismo sufrido a partir del final del bipartidismo y su sustitución por el bibloquismo radicalizado, los paquidermos del presente no se interesan ya por los prados centrales regados por la vitalidad de un río tranquilo que paulatinamente impone su curso benéfico para ambas riberas, sino que buscan conquistar cumbres agrestes que cercan el valle de la convivencia.

Así las cosas, el verdadero vencedor de unas elecciones deja de serlo el que más votos obtenga. Ni el partido más votado ni el que le seguirá en votos podrá gobernar. El que determinará la futura gobernación será el tercer partido, el que aportará el complemento imprescindible de votos para que gobierne un bloque u otro.

Con el bipartidismo se cuidaba el electorado centrista, más dispuesto a los entendimientos en los temas de Estado entre los dos partidos principales. Sin embargo, con el bibloquismo radical hay que satisfacer esencialmente a los eventuales compañeros de viaje más radicales y, asimismo, más populistas por lo que quien gobierna se contagia de su radicalismo.

Los realistas se adaptan a ello. Sánchez ya ha dicho que los españoles sólo podemos elegir entre él y lo que está a su izquierda, la verdadera para muchos o extrema para otros, y Feijoo junto a Vox, la extrema derecha. Dada la importancia de la polarización debido a la liberación de los radicales de derecha e izquierda de la tutela de los partidos mayoritarios a cada lado de la divisoria ideológica, así como por la fomentada por los dos partidos mayoritarios interesados en cavar un profundo foso entre los dos de modo que se actúe con el espejismo de que todo lo malo es culpa del otro, lo importante puede ya no ser votar al PP o al PSOE, sino a Vox o al conglomerado de Podemos y de la otra izquierda verdadera.

Democráticamente ello no es oponible. Otra cosa es que sea aconsejable. No lo es, pero el remedio no corresponde al electorado. Corresponde a los líderes políticos y tal como van las cosas, su tendencia es la de favorecer a los extremos de su propio bloque, lo cual tiene su lógica, aunque perversa.

Cuando los líderes más extremistas y su electorado operaban en el marco de sus correspondientes ámbitos políticos dominantes, una mayoría más moderada solía prevalecer y con ello tendencias pactistas en búsqueda de consensos con aquellos al otro lado de las divisiones ideológicas. Sin embargo, liberados los radicales de tutela alguna al independizarse, están consiguiendo ser mucho más decisivos que antes.

Si los dos grandes partidos se dan la espalda con determinación, como ocurre en la actualidad, sólo pueden prevalecer derivas polarizadas y radicalizadas. Lo que acabamos de ver en Brasilia, emulación del fallido intento de anular la elección de Biden hace dos años en Washington, constituye otro aviso contra el radicalismo populista y el que estos dos casos lo hayan protagonizado la extrema derecha no invalida que haya que cuidarse también del populismo de izquierda como vemos en Perú y de su gobernanza en Venezuela, Cuba y Nicaragua, o en su día en Cataluña donde se juntaron toda clase de populistas contra la Constitución y los pactos constitutivos de nuestra democracia de cuando la Transición.

Un actor de esa época, Felipe González, acaba de señalar que lo sucedido en Brasil no debe servir para alimentar la crispación del debate nacional. Es pues necesario que los dos partidos principales recuperen una interlocución positiva sacrificando ambos posturas hasta ahora enrocadas. Eso sería en beneficio del país, de la moderación y de la sensatez con el objeto de alejar no sólo un populismo radical, sino también sus consecuencias indeseadas y antidemocráticas.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

miércoles, 4 de enero de 2023

UN 2023 PELIGROSO

UN 2023 PELIGROSO


      Madrid 04-01-2023

                             (Lectura rápida 😊)

 

 

Lo que escudriñan 2023 tiran de Nostradamus y aseguran que ha previsto la explosión de una bomba nuclear. Puro amarillismo, porque, aunque Putin es imprevisible y está de espaldas a la pared, ¿Qué más destrucciones lograría que las que ya realiza con sus terribles medios convencionales?

Si pierde más la cabeza, queda confiar en la sensatez de sus generales. Aunque sean malos estrategas saben lo que implica un empleo nuclear, aunque sea táctico. Además, sus protectores como China o India, más distante esta última, ya le han advertido de no seguir esa senda. También los EEUU con los que los puentes siguen abiertos. 

Putin quiere negociar y aún puede satisfacerse de un modo u otro con parte de lo arrebatado y parecen difíciles muchas más reconquistas ucranianas. A enemigo que huye, puente de plata, pero costará convencer a Zelensky y a los suyos en pleno subidón de adrenalina.

La Unión Europea debiera seguir incrementando en 2023 sus políticas comunes en su lento caminar hacia una imposible plena integración a corto y medio plazo, algo que algunos tampoco ven algún día, así como seguir diversificando sus proveedores de materias primas importantes. Estar a la merced de Rusia fue una ingenuidad. O de China. Veremos si el Reino Unido se estabiliza económicamente como interesa a la UE y se resuelve el contencioso fronterizo/aduanero de Irlanda del Norte y, asimismo, la relación con Gibraltar en función de lo ya acordado entre Madrid y Londres. Una frontera dura no sería culpa de España y muchos sin visión de futuro la desean.

Europa ya ha aprendido de nuevo que su verdadera defensa es la OTAN. Fortalecerá su contribución defensiva individual, europea y aliada. La unión hace la fuerza y el vínculo transatlántico seguirá siendo imprescindible en torno al Mare Nostrum contemporáneo.

En el Pacifico seguirán las tensiones controladas de China con los EEUU y sus aliados democráticos. El Beijing, el nuevo emperador reelegido casi vitaliciamente tembló ante las revueltas callejeras por el confinamiento y tras su giro alocado de 180 grados se enfrenta a un virus desbocado que hace tambalear un país ahora caótico en su sanidad y con una economía en dificultades. Aunque capitalista, el comunismo es un fracaso político como lo fue ya económica y políticamente en la URSS.

¿Resistirá en China? Sus especialistas lo afirman, pero el derrumbe de la URSS casi nadie lo vio venir y uno chino sería tan dramático y peligroso como el soviético. Fascina seguir viendo a adeptos comunistas y neo-marxistas por el mundo, especialmente en el occidental.

En EEUU veremos si los demócratas sientan las bases necesarias para volver a ganar la Presidencia en 2024. En un país muy dividido como muchas democracias occidentales, constataremos si los republicanos logran controlar a sus extremistas. Algo necesario si quieren prosperar más electoralmente, y la difícil elección del nuevo Presidente del Congreso estadounidense, ahora mayoritariamente republicano, lo pone en evidencia.

Mientras tanto, la guerra de Ucrania seguirá favoreciendo a Turquía e Israel con las manos más libres en el Oriente Medio y Marruecos apurará su respaldo occidental en la cuestión del Sáhara Occidental. El Reino saudí y los Jeques del Golfo seguirán invirtiendo políticamente sus riquezas, incluso en la carrera espacial, y al igual que Israel advertirán del peligro de un Irán nuclear donde se pisotean gravemente los Derechos Humanos.

La toma de posesión de Lula en Brasil anima a una izquierda sensata en América Latina si bien sus valedores Petro y Boric cosechan algunos reveses internos. En Cuba, Nicaragua y Venezuela permanecerá el statu quo que tanto gusta a algunos y en Caracas aprovecharán las nuevas necesidades occidentales de petróleo. México crece económicamente si bien se hunde en toda clase de tropelías criminales y AMLO, su Presidente, pretende exorcizar a España.

¿Avanzará en 2023 la Humanidad en materia de conservación del Clima y defensa de los Derechos Humanos? No tanto como se quisiera, pero lo importante es persistir y, asimismo, conseguir que la economía se recupere más. De esto último depende no sólo la estabilidad mundial, también las luchas por la igualdad y contra el hambre.

  

Carlos Miranda, Embajador de España