viernes, 25 de octubre de 2019

SOCIETAT CIVIL CATALANA
                                                                            (25-10-2019)

Los restos mortales de Franco fueron exhumados este jueves del Valle de los Caídos, cumpliendo así el Gobierno un mandato parlamentario (ignorado por Mariano Rajoy) avalado por la Justicia. Una fecha más para señalar el fin de la Transición. Es un pasado cuya repetición apenas desean unos pocos. Miremos, pues, al futuro.

Resultado de imagen de societat civil catalanaPor eso, la manifestación constitucionalista de este próximo domingo organizada por Societat Civil Catalana en Barcelona es importante al permitir dar voz a los catalanes que se sienten españoles frente a las presiones avasalladoras de los separatistas en las calles, lugares de trabajo y en el seno de las familias.

En la calle catalanes de viejo cuño ven cuestionada su catalanidad por no ser independentistas. Se demoniza a comercios que no muestran su adhesión secesionista. Miembros de familias se evitan para no llegar a palabras mayores o las manos por sus diferencias respecto a los vínculos, históricos, de Cataluña con España.

En esta confrontación civil que padecen los que se sienten hispanocatalanes frente a quienes rechazan militante y agresivamente su españolidad es necesario que quienes se oponen al independentismo tengan marcos (y apoyo institucional) donde expresar su posicionamiento de un modo transversal y sin nostalgia franquista. El españolismo catalán es el de una mayoría amordazada que un activismo secesionista supera en sus demostraciones públicas porque entre estos últimos predomina la exaltación, algo que nubla la vista y la razón.

Desde hace décadas el separatismo manipula desde la lengua, la cultura y la historia para distorsionar el presente y el pasado. La sentencia del “procés” lo deja claro y su rechazo por los independentistas sería meramente infantil si no fuese porque en su fuga hacia adelante pueden llegar al terreno de una violencia aún más organizada y peligrosa que la recientemente vivida en Barcelona y Cataluña.

Resultado de imagen de disturbiosEsta violencia callejera, inaceptable, fue condenada por quienes tienen sentido común. Las críticas de Quim Torra y de su vicepresidente Pere Aragonès a sus propios Mossos por su actuación en favor del orden público, en defensa de personas así como de propiedad pública y privada, son una auténtica irresponsabilidad.

Torra está en el disparadero de una inhabilitación indigna en un próximo juicio por desobediencia a la Junta Electoral Central (por no retirar lazos amarillos) y, asimismo, porque ya le da por amortizado su mentor Carles Puigdemont y pirómanos independentistas, como Artur Mas, que le buscan sustitutos igualmente fanatizados.

Los sensatos en Madrid y Barcelona buscan interlocución para resolver una crisis provocada por la deslealtad de ciertos catalanistas y la falta de reflejos al Sur del Ebro. El independentismo debe desandar un largo camino ilegal para resolver los problemas del Principado dentro de la legalidad buscando la concordia en una España que les engloba. Para ello sería deseable la moderación en lugar de seguir encendiendo los ánimos en su electorado con mentiras e irrealidades. Alguien debe, entre ellos, tomar esa antorcha para facilitar una necesaria reconciliación entre catalanes y con el resto de los españoles.

Resultado de imagen de avasallarEn una reciente entrevista, Carmen Forcadell admitía que ella y sus correligionarios no habían tenido en cuenta a los catalanes que no desean la independencia. Si era sincera, señalaba la dirección apropiada mucho mejor que Oriol Junqueras rechazando ordinariamente la posibilidad de un indulto (“que se metan el indulto por donde les quepa”).

La voz de los que no quieren separarse es también importante para la búsqueda de la moderación y la marcha atrás de muchos separatistas que se han apuntado con frivolidad al independentismo sin calibrar sus verdaderas razones, la ambición desmedida de unos políticos irresponsables, ni sus consecuencias en el marco europeo, para el resto de los españoles y para ellos mismos. 

Societat Civil Catalana, y los que acudan a la convocatoria, serán este domingo expresión de una mayoría silenciosa que cuenta, por mal que les pese a los iluminados del independentismo al que ayudan aquellos que en Cataluña apuestan a la vez por unos y otros, que los hay.

Carlos Miranda es Embajador de España

viernes, 18 de octubre de 2019


BARRA LIBRE

                                                                     (18-10-2019)

Turquía aprovecha un vacío de poder norteamericano en el Oriente Medio para intentar ocupar una franja, llamada de seguridad, de unos 30 kilómetros de profundidad en el norte de Siria donde recolocar, dice, a millones de refugiados, mayoritariamente sirios, que acoge y no prosiguen hacia la Unión Europea.

Otro objetivo es el de separar a los kurdos a ambos lados de la frontera turco-siria. Para Ankara los kurdos constituyen un centrifuguismo inaceptable, especialmente su brazo armado, etiquetado como terrorista asimismo por EEUU y la UE. El Presidente turco, Recep Erdogán, desea aislar a los kurdos turcos de los sirios, armados y bastante autónomos aprovechando el desorden en Siria fruto de una “Primavera Árabe” fracasada como en los demás países árabes, salvo Túnez.

Resultado de imagen de kurdistanLos kurdos desean un Kurdistán independiente, lo que no respaldan ninguno de los cuatro países con sus mayores asentamientos: Turquía, Siria, Irak e Irán. La invasión de Erdogán resolverá, quizás, problemáticas turcas, pero incrementa la miseria y el descontrol en el área con muertes y más refugiados, pero, eso, a Erdogán le da igual.

El Presidente turco es un autócrata populista cuyo nacionalismo es regional e islámico. Con esto último rechaza internamente, con éxito, el occidentalismo heredado del fundador de la Turquía moderna tras el hundimiento del Imperio otomano en 1918, Mustafá Kemal Atatürk. Externamente Erdogán quiere asentar un poderío turco en una región desmadrada. Donald Trump se lo facilita.

Solo es el último eslabón de una tendencia iniciada en anteriores presidencias norteamericanas. El giro hacia el Pacifico, la interminable guerra de Afganistán, la incapacidad de convencer o forzar a Israel y árabes a una paz necesaria, alimentan una retirada de la que escapa el apoyo a Israel: el lobby judío es demasiado importante en EEUU.

Trump prefiere centrarse en reconducir la relación comercial con China y con Europa, competidores considerados desleales. No desea actuaciones americanas de gendarmería mundial ni los correspondientes “body bags”. Pero, estratégicamente, nunca hay vacíos. Si se abandona Afganistán y a sus élites occidentalizadas, el vacío lo rellenan los propios talibanes y Pakistán, que los tiene en sus propias FATAS. Eso solo puede motivar, consecuentemente, a la India. Tensiones regionales….

Resultado de imagen de erdogan y trumpEn el Oriente Medio, el retroceso político y estratégico estadounidense ya facultó el retorno de Rusia vía Siria, donde tenía bases militares y apoya al Presidente Bashar al-Ássad. Trump parece abandonar a los kurdos, fieles aliados contra el Estado Islámico, favoreciendo los sueños de Erdogán con el que la relación tampoco es idílica por otros motivos. Compensaciones…. Los kurdos se ven, así, obligados a entenderse con Ássad y el Kremlin.

La iniciativa de Erdogán ha merecido críticas en el seno de la UE, que condena, aunque sin un embargo de armas ni sanciones. Algunos países (incluidos europeos) han decretado embargos. Es interesante constatar que, en EEUU, el Senado (de mayoría Republicana) ha censurado a Trump y han votado unas sanciones que el Presidente ha firmado. Fruto de este “toque”, Trump envió a Ankara a su Vicepresidente y a su Secretario de Estado que han obtenido un alto el fuego de cinco días que se consolidaría si los kurdos abandonan esa área de seguridad. Veremos. En el seno de la OTAN hay, obviamente, incomodidad.

Resultado de imagen de blindados turcasAlgunos europeos lo aprovechan para decir que ya no se puede contar con Washington para defender a Europa. Si es para motivar la “Defensa Europea” está bien, pero ni Israel ni Europa son para EEUU como los kurdos. Con todo, Turquía, que no es árabe, sigue siendo una fortaleza adelantada entre rusos, árabes e iraníes que, geoestratégicamente, interesa a los occidentales. Lo que pasa es que, estando los EEUU de retirada estratégica y dedicándose China y Rusia esencialmente a sus vecindarios, hay, lógicamente, barra libre para los chuletas de los barrios regionales.

En cuanto a la UE, sigue siendo un tigre de papel sin garras serias y veremos, cuando las tenga, si las llega a tener, si tendrá arrestos para intervenir en esos atolladeros .... Sin garras, la presión política es floja en esos escenarios. Al menos en África algunos europeos hacemos algo además de estar en el Báltico.

Carlos Miranda es Embajador de España

 

viernes, 11 de octubre de 2019


DEFENSA Y ESPACIO EXTERIOR
                                                          (12-09-2019)

 Tanto EEUU como Francia han creado mandos militares para el espacio exterior. China y Rusia también están en condiciones de actuar en ese espacio. La India e Israel fracasaron hace poco en su intento de alunizar en nuestro romántico satélite unos vehículos no tripulados con sendos robots preparados para explorar el terreno circundante. Insistirán.
 
Resultado de imagen de nave espacialEllo pone de relieve la importancia que va cobrando el espacio exterior en materias que no son sólo las de su exploración. Aunque la Luna y otros cuerpos interestelares es estén protegidos de apropiaciones nacionales por el Tratado del Espacio Exterior de 1967, que asimismo prohíbe la instalación de armas nucleares o de destrucción masiva, la realidad es que los diversos Estados que tienen intereses en ese espacio ultraterrestre no pueden dejar de responder, al menos, a dos imperativos.
 
En primer lugar, a la necesidad de proteger los satélites y otros vehículos interestelares que les pertenecen o que puedan ser propiedad de individuos o compañías de sus países. En segundo lugar, también necesitan poder prevenirse frente a ataques a sus territorios, ciudadanos y bienes que pudieran tener su origen en el espacio. Aunque conviene seguir elaborando un entramado jurídico ilegalizando acciones agresivas en el espacio, nada garantiza el respeto de esas normas y, consecuentemente, no debe sorprender que, con el paso del tiempo y las mejoras tecnológicas, el espacio exterior tenga más interés militar.
 
Sabemos que un misil intercontinental balístico sale de la atmósfera terrestre antes de soltar las cabezas nucleares que debieran impactar en un país enemigo. Asimismo, muchos satélites que orbitan la tierra tienen funciones específicamente militares, como observación y comunicaciones, y otros son polivalentes o de doble uso.
 
Hay quienes predicen un planeta Marte no solo colonizado sino también vivible como la tierra tras un proceso de “terraforming” en el que mediante una oportuna planificación y actuación se podría dotar al planeta rojo de una atmósfera apta para los seres humanos.
 
Ver las imágenes de origenUn escritor imaginaba hace unos años que los verdaderos administradores de ese planeta serían compañías multinacionales más poderosas que los Estados y capaces de generar mejor los caudales necesarios para invertir en la explotación de planetas, lunas o asteroides, así como de producir importantes beneficios.


Esta es otra faceta de la cuestión, pues capitales privados se dejarán tentar en estas aventuras del mismo modo que en las pasadas empresas coloniales en la Tierra emprendedores privados tomaron, incluso, el relevo de iniciativas estatales. Ya estamos asistiendo a la actuación de compañías privadas que quieren acceder a ese espacio exterior del que esperan poder generar beneficios económicos. Como en otras épocas y circunstancias, desearan que sus propios países protejan sus empresas e inversiones allá donde se encuentre.
 
Resultado de imagen de misiles nucleaRESSi a partir de la segunda parte del siglo XX era necesario disponer de armas nucleares para ser considerado una gran potencia o, al menos, un “intocable”, a partir de ahora la capacidad espacial es una referencia esencial para ser una potencia, sin perjuicio de su posible yuxtaposición con capacidades nucleares militares. En este sentido, la Unión Europea tiene capacidad tecnológica y organizativa para asentarse amplia y eficazmente en el espacio exterior, pero, probablemente, debe dar un renovado y mayor empujón para no quedar a la zaga.
 
La presencia material y humana en ese espacio y en la Luna de EEUU, Rusia o China, y de otros como India e Israel o Japón, subraya la necesidad de que la UE debe avanzar en esa dirección para tener presencia espacial y poder competir tecnológicamente en ese y otros ámbitos. En lo nuclear, Francia es el único miembro de la UE con esa capacidad militar y una defensa europea digna de ese propósito deberá arbitrar con Francia la manera de incorporar su disuasión nuclear en beneficio de todos los socios de la UE, algo, sin duda, complicado.
 
Carlos Miranda es Embajador de Empaña

 

 

viernes, 4 de octubre de 2019

¿DE QUÉ PAÍS HABLAMOS?  
                                                                         (05-10-2019)
Somos la izquierda que no se avergüenza de la palabra España”, dijo Pedro Sánchez hace poco al presentar la campaña electoral del PSOE para las elecciones del 10 de noviembre. Está muy bien que lo diga el Secretario General de los socialistas españoles, pero ello revela, al mismo tiempo, una gran vulnerabilidad de la izquierda española.

Resultado de imagen para bandera españolaEn efecto, le cuesta a la izquierda no socialista (y, a veces, también a algunos socialistas) acatar la bandera, el himno y otros símbolos que nos hemos dado tras la desaparición de la dictadura y su sustitución por una democracia representativa bajo la fórmula de una monarquía parlamentaria.

El propio Secretario General del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, zanjó el debate tras la muerte de Franco aceptando la enseña rojigualda y la monarquía. Igual que los socialistas. Fue, además, el PSOE el que negoció con la UCD, el partido de Adolfo Suárez, el escudo que está en nuestra bandera.

Sin embargo, una nostalgia equivocada lleva a muchos en la izquierda a seguir profesando por los símbolos de la Segunda República una reverencia que desborda el respeto histórico que se merecen esos símbolos legítimos que fueron del pasado, pero que no son del presente. El resultado de esta actitud apocada con los símbolos de nuestra actual democracia ha sido el de haber dejado en manos de la derecha y, lo que es peor, de la ultraderecha, su uso, y por ello, su abuso.

Resultado de imagen de españa banderaCon ello se ha llegado al absurdo de considerar “facha” a todo aquel que exhibe una bandera española en la muñeca, en la solapa, en su balcón o en la correa del perro cuando este tipo de actitudes abundan en otros países de nuestro entorno democrático. Muchos españoles se sienten a veces cohibidos y prefieren abstenerse de mostrar los colores nacionales no sea que les tomen por simpatizantes de la ultraderecha.

Probablemente un ejemplo de este tipo de “no españolismo” lo acaba de dar Iñigo Errejón. Se presentó este año a las elecciones madrileñas con un partido denominado “Más Madrid”. Ahora que se presenta a nivel nacional ha optado por llamar su nuevo partido “Más País”. ¿A qué país se refiere? ¿A éste? ¿Al nuestro? ¿A España? ¡Pues, dígalo! ¿No se llama su partido madrileño “Más Madrid” en lugar de “Más Capital” o “Más Ciudad”.

¿Le parecería facha llamarlo "Más España"? Será legítimo bautizarlo “Más País”, pero llama la atención el rechazo a una fórmula que parecería más lógica después del precedente de “Más Madrid”. De nuevo asoma la sospecha de que dan vergüenza y renuencia España y sus símbolos en cierta izquierda que no por ello deja de ser española. Quizás hubiera sido más sincero llamar a su nuevo partido "Más Errejón".

Esta frialdad nacional facilita que derecha y ultraderecha atesoren gratuitamente fórmulas como "España Suma" o "España Siempre". Por ello se agradece que Secretario General socialista reivindique el españolismo, algo legítimo y que, además, cuando no se abandona en otras manos, constituye un elemento de unión de todos los españoles cualesquiera que sean sus credos y convicciones, un españolismo que, asimismo, se puede reconocer en un necesario europeísmo.  

No obstante, convendría que Sánchez, su partido y sus simpatizantes sigan haciendo gala con continuidad, insistencia y perseverancia de este sano españolismo. No basta con hacerlo episódicamente en la presentación de un programa o como cuando, hace años ya (2015), Sánchez apareció con una enorme bandera española detrás suyo. Hace falta una constante machaconería al respecto para no entregar nuestro símbolos democráticos a unos pocos que, además. añoran la dictadura franquista.

Carlos Miranda es Embajador de España