jueves, 23 de noviembre de 2023

BIDEN Y XI

BIDEN Y XI

                   

                              Madrid, 23-11-2023

                              (Lectura rápida 😊)

 

También en La Hora Digital

https://www.lahoradigital.com/carlos-miranda/autor/1931

 

     

Aún caliente el cadáver en el Congreso de los Diputados y con fuerza la resistencia por su ejecución, los dirigentes con verdadera entidad personal hacen esfuerzos de entendimiento por el bien general, no sólo el particular y personal. 

Joe Biden y Jinping Xi, Presidentes de los EEUU y de China, se vieron la semana pasada en San Francisco. Las consecuencias no fueron extraordinarias, pero lo importante es que se reunieron. Hubo, incluso, algunos resultados concretos como reiniciar los contactos en materia de seguridad. Un “teléfono rojo” para permitir deshacer entre dos países entuertos o confusiones en el ámbito militar que podrían convertirse en situaciones peligrosas e incontrolables.

En otras materias constataron mayormente diferencias, pero de su enumeración podrían surgir en su momento acercamientos y acuerdos. En materias tecnológicas es donde las diferencias son más profundas porque afectan a su seguridad. Ambos quieren conquistar el espacio exterior, planetas, lunas y asteroides y ambos necesitan para ello y su preeminencia político-militar dominar la Inteligencia Artificial que ya va cohabitando con nosotros. Se necesitan mutuamente, pero han de ir con pies de plomo: pueden evitar ser enemigos, pero no adversarios.

EEUU y China han de tener mano de hierro en guante de terciopelo con la cuestión de Taiwán, la única que verdaderamente podría provocarles un enfrentamiento militar. Por otra parte, EEUU no quiere renunciar a su dominio de mares y océanos, pero China quiere sacudírselo en el Mar de China Meridional donde, sin embargo, evidencia sus ambiciones imperialistas frente a sus vecinos.

EEUU es una democracia y China una dictadura comunista, como recuerda Biden. Los necesarios acercamientos a China han de tener en cuenta esta realidad. Entre estos dos países, entre los dos sistemas que representan, sólo cabe la confrontación o la coexistencia. Mejor esto último, pero deben respetarse unas reglas y la mejor inspiración es el Acta Final de Helsinki de 1975, la que Rusia viola con su invasión de Ucrania.

Recuerda este nuevo encuentro de Biden y Xi los de la Guerra Fría entre Presidentes de EEUU y de la Unión Soviética. Fueron oportunos y evitaron enfrentamientos militares. No impide ello que algunos de sus aliados se vean involucrados en confrontaciones directas. En Europa, con la referida invasión de Ucrania. Los occidentales la ayudan a mantener su independencia, pero Kyiv sobrevive más por la ayuda americana que la europea. ¡Europa no ha sido capaz de cumplir su promesa de proveer un millón de obuses a Ucrania! Apenas ha entregado unos trescientos mil.

Se comprende que pueda entrarles pánico a los líderes europeos pensando que Trump pueda estar de nuevo en la Casa Blanca dentro de poco más de un año porque la UE sigue siendo un tigre de papel en defensa. Conviene que Xi use su influencia sobre Putin para moderarle a pesar de que Beijing vea como los occidentales se desgastan en ese conflicto, pero tampoco eso le conviene a China que necesita sus inversiones.

En el Oriente Medio, China penetra económica, comercial, política y hasta militarmente (aún, modestamente). La tentación fácil para Beijing es la de respaldar sin distinción a los palestinos. Sin embargo, tampoco podrá ignorar que Hamás provocó la guerra de ahora; que muchos árabes quieren echar a los judíos al mar; y que Gaza está trufada de túneles terroristas, incluso debajo de hospitales y escuelas. Hamás se protege con la población. Además, tiene rehenes.

Israel debe acabar cuanto antes su “limpia” de terroristas y aceptar pausas humanitarias sobre las que el Consejo de Seguridad de la ONU se ha puesto de acuerdo, además de exigir la liberación inmediata de los rehenes. Parece positivo un acuerdo de liberación de cincuenta de ellos a cambio de un centenar y medio de terroristas encarcelados en Israel y unas pausas militares israelíes que permitirán aprovisionamientos humanitarios. Puede ser un principio del fin, pero quedan rehenes, terroristas y túneles.

Sánchez visita la región. A pesar de su presidencia europea, aún no había ido. Pedirá que Israel acepte la solución de los dos Estados, pero no romperá relaciones como le piden en su gobierno.

            

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

sábado, 18 de noviembre de 2023

¿FRANKENSTEIN II O PUIGDEMONT I?

 

                    Madrid, 16-11-2023

                    (Lectura rápida 😊)


También en La Hora Digital

https://www.lahoradigital.com/carlos-miranda/autor/1931

 

   

¡Ya tenemos Gobierno de la Nación! De la Nación, pero con los enemigos dentro y en el conglomerado gobernante. Unos lo son del sistema político-económico, otros de que España siga entera y otros más, de todo. ¿A qué otras cosas aspiran los coaligados con el PSOE de Sánchez?: PCE, IU y otros inmersos en Sumar; ERC; Bildu; JxCat. Incluso el PNV quiere la independencia del País Vasco. Como es con la boca aparentemente chica, aunque anhelosa, hasta pasa desapercibido. Pactar con el PNV se antoja menos pecaminoso. Eso piensan muchos, hasta en el PP.

A los “supporters” de Sánchez no les gusta que a la primera coalición del “régimen democrático del 78” (así, sí vale, Pablo) se le llame Frankenstein. A Sánchez probablemente le da igual. Es un político práctico cuyo solo objetivo es el poder. Los precios, un detalle.

Fue al gran socialista, Pérez Rubalcaba, a quien se le ocurrió lo del Frankenstein, ese cuerpo creado con el tórax de un cadáver, el pie de otro, la mano de un tercero, la pierna de un cuarto y el cerebro de un descerebrado. Por eso hizo fortuna el símil y no debieran los “Sánchez lovers” molestarse: Frankenstein cabalga, y los ladridos solo son ruido de fondo.

Al suceder esta coalición multiforme al primer Frankenstein, parece lógico llamarla “Frankenstein II”. Si no gusta, y teniendo en cuenta que su formación depende esencialmente de Puigdemont, fugado de la Justicia española, se podría bautizarla también “Puigdemont I”. ¡Qué más da! ¡Cómo la amnistía! Total …  Quizás lo de Frankenstein resulte menos personal, más aceptable. Mary Shelley, la creadora del primer Frankenstein, estaría orgullosa de los progresos de su hijo literario.

Siempre duele ver a los seres queridos con malas compañías. Sobre todo, cuando se percibe nítidamente que la polarización en España es lluvia, a veces tormentosa, que cae de arriba. No sube desde los ciudadanos. Un 60% de los españoles quieren que PSOE y PP se entiendan para no tener que depender de extremistas e independentistas. Desean soluciones centradas en  nuestros problemas, que fortalezcan nuestra unión y cohesión nacional, que nos sitúen junto a nuestros socios de la UE y nuestros aliados occidentales.

La polarización, en cambio, provoca la división de la sociedad y la protagonizan quienes prefieren entenderse con extremos que rechazan la Constitución y la Transición que con los que desean también una España fuerte internacionalmente y coherente internamente. ¿Precio? Los dos grandes habrían de ceder en cosas, sin duda, pero ¿Ofrecen mejor ganga la comunista Yolanda, el bildutarra Otegui o los separatistas Ortuzar, Junqueras, Aragonés y Puigdemont? ¡Todos juntos!

Estos nacionalistas contrarios a España, ¿Muerden además de ladrar? Rufián dice que no, pero ¡Menuda referencia! En realidad, eso intentan, pero si Cataluña parecía más tranquila sería por constatar que la UE no acogería bien su independencia más que por los indultos, la eliminación sin sustitución de la sedición, el mejunje sobre la malversación adaptada a los amiguetes políticos y, ahora, una amnistía injusta, divisiva y a cambio de un beneficio personal presentado como nacional porque los que alientan la rebelión ni lamentan sus ataques a la Constitución ni muestran propósito de enmienda. Incluso exigen referéndum de independencia además de la amnistía. La Constitución, por un arco. ¿Cataluña pacificada?

Más firmeza. En la UE es imposible que se acepte como miembro una entidad territorial escindida de una madre patria comunitaria. No sólo España debiera tenerlo claro, también otros países que no conciben que parte de los mismos se escindan como Italia con la Padania, Bélgica con una secesión flamenca o Francia con una bretona, y hay más ejemplos. Nadie aspira a una UE sólo de regiones, super Torre de Babel, sin olvidar que fuera de la UE y lejos de sus amorosas subvenciones, solo hay un frío polar.

La excepción que confirmaría la regla sería Escocía, pero porque el RU abandonó la UE y en Escocía ganó el “remain”. Ingresar en la UE sería para Edimburgo y la UE la vuelta de quien no quiso marcharse. No es el caso de los egoístas separatismos españoles.

¿Frankenstein II o Puigdemont I?

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

miércoles, 15 de noviembre de 2023

En Espagne, une volte-face socialiste comme une trahison     


   


                                              (por Carlos Miranda)

Publicado en el diario suizo francófono

LE TEMPS, el 15-11-2023

 

Après la mort de Franco en 1975

et la fin de la dictature, le bon

sens a gouverné l’Espagne. Les

premières années de la démocratie

furent celles de nombreux

compromis entre la droite, la

gauche et certaines formations

nationalistes basques et catalanes.

La Constitution de 1978

a établi une monarchie parlementaire

où les régions, appelées

Autonomies (équivalentes

aux Länder allemands et aux

cantons suisses), ont une large

capacité d’autogestion, dans le

cadre unitaire de l’Espagne.

Après la période dite «de la

transition», période allant

de la dictature à la démocratie

constitutionnelle (1975-

1978), les modérés des deux

grandes familles politiques se

sont succédé à la tête du pays.

Adolfo Suarez, un conservateur

modéré, et Felipe Gonzalez,

un social-démocrate également

modéré, ont symbolisé

et incarné cette période. Les

conservateurs de l’UCD d’abord

puis du Parti populaire (PP), et

les socialistes du Parti socialiste

ouvrier espagnol (PSOE) se sont

succédé au gouvernement. Ils

ont modernisé l’Espagne et fait

de ce pays un membre de poids

de l’Union européenne. Cependant,

les nationalistes basques

et catalans n’ont pas respecté les

accords et l’esprit de la «transition

». Ils ont joué la carte de l’affirmation

culturelle et du nationalisme,

nourrissant ainsi les

sentiments séparatistes.

Paroxysme de cette stratégie

destructrice: le «référendum

d’indépendance catalan» de

2017. Un vote inconstitutionnel,

unilatéral et illégal. Du coup,

le statut d’autonomie catalane

a dû être supprimé pendant

quelques mois par une décision

parlementaire qui a uni PP et

PSOE, au nom du respect de la

Constitution. C’est la dernière

fois que ces deux partis ont voté

ensemble sur un sujet d’intérêt

supérieur pour l’Etat. Traduits

en justice, les principaux

dirigeants indépendantistes ont

été condamnés. Certains se sont

aussi enfuis, à l’image de Carles

Puigdemont. Alors président de

la Generalitat de Catalunya, le

gouvernement régional, le plus

grand responsable du référendum

illégal a fui en Belgique du

côté de Waterloo.

Depuis qu’il a pris les rênes du

Parti socialiste en 2014, Pedro

Sanchez a toujours refusé de

conclure des accords avec la

droite traditionnelle conservatrice,

le Parti populaire (PP). Il

a privilégié des alliances avec

les communistes, l’extrême

gauche, les héritiers politiques

des terroristes de l’ETA basque

(Euskadi ta Askatasuna) ou

encore des partis indépendantistes

(même ceux à idéologie

conservatrice) pour former des

coalitions face au Parti populaire.

Ce même PP qui a gagné

les élections anticipées de juillet,

mais sans majorité absolue.

Sanchez est cette fois prêt à

faire des concessions à des partis

prônant dans leurs programmes

électoraux l’abolition

de la Constitution espagnole. Ils

nient ainsi les principes issus

de la transition post-franquiste.

C’est pourtant bien cette «transition

», et l’union nationale qui

la portait, qui ont fait de l’Espagne

un pays stable et pacifié.

Ces concessions sont même

contraires au programme électoral

du PSOE. Pour beaucoup

de votants socialistes, cela équivaut

à une trahison.

Le point le plus controversé

concerne l’amnistie au bénéfice

de Carles Puigdemont et de

ses amis, pourtant condamnés

par la justice. Une amnistie en

échange d’aucune concession

sur le fond. Un simple marchandage

en contrepartie de sept

voix au Congreso de los Diputados.

Sept voix pour que Sanchez

survive politiquement.

Sans cet appui de Puigdemont,

de nouvelles élections devraient

avoir lieu, car Sanchez refuse

toute idée de grande coalition.

Le leader des conservateurs

Alberto Nuñez Feijoo a pourtant

fait une offre. Mais Sanchez ne

serait plus à la tête du gouvernement.

Il l’a donc refusée.

Pour de nombreux membres

du PSOE, si pour rester au pouvoir

le Parti socialiste actuel

doit abandonner ses principes

éthiques et l’esprit de la Constitution

de 1978, le prix est trop

élevé. Des figures du socialisme

espagnol comme Felipe

Gonzalez, Alfonso Guerra et

bien d’autres critiquent à voix

haute cet exercice de survie

politique de Sanchez. Ce dernier

assurait encore avant les

élections de juillet qu’il refuserait

d’accorder l’amnistie aux

Catalans indépendantistes, au

nom de la Constitution. Il y est

aujourd’hui favorable, pour

quelques suffrages de plus.

Quelle volte-face indigne!

Les décisions de Pedro Sanchez

pourraient aussi finir par

affaiblir le socialisme comme

en Grèce, en Italie ou en France.

Ce serait aussi un désastre pour

l’Espagne. Depuis la mort de

Franco, le PSOE est l’un des

deux piliers, avec les conservateurs

du PP, soutenant la

monarchie parlementaire espagnole.

Sans les socialistes, l’actuel

régime constitutionnel

s’écroulerait. Dans un monde

toujours plus incertain, qui peut

sérieusement souhaiter une

déstabilisation institutionnelle

de cette ampleur?

Les conservateurs ont aussi

de sérieux problèmes en perspective.

S’ils n’arrivent plus,

à terme, à obtenir une majorité

par leur propre force, la

seule option qui restera sera

celle d’accepter les votes d’une

extrême droite qui donne des

frissons à ceux qui n’ont pas

oublié Franco. La droite conservatrice

du PP risque de ne plus

jamais pouvoir gouverner dans

un pays très divisé.

L’Espagne n’aura de futur que

si elle revient au consensus

entre la droite et la gauche sur

les grands défis du pays. Dans

une séquence historique aussi

compliquée que l’actuelle, elle

ferait bien de s’inspirer de la

méthode suisse ou allemande en

intégrant les principales forces

politiques au sein du gouvernement.

Les deux partis principaux

sont condamnés à s’entendre

sur des questions touchant à

l’unité du pays: un référendum

d’indépendance d’une partie

de son territoire que l’actuelle

Constitution ne permet pas, une

réforme redéfinissant les compétences

des Autonomies et la

solidarité entre elles, la transformation

du Sénat en Chambre

territoriale comme en Suisse.

Sur certaines de ces questions,

une formule de deux majorités,

régionale et nationale, devrait

s’imposer.

L’amnistie exigée par Puigdemont

le blanchira, sans aucune

contrepartie à l’exception de ses

sept votes. L’illégalité constitutionnelle

sera légitimée. Dans

les années qui viendront, c’est

une épée de Damoclès qui planera

sur les institutions espagnoles.

Les indépendantistes

amnistiés recommenceront.

Ils défieront la Constitution.

Ils doubleront même la mise

en soulignant que l’amnistie

prouve qu’ils avaient raison, et

que ceux qui ont fait respecter

la Constitution avaient tort. Ce

n’est ni sérieux ni bon pour le

futur de l’Espagne. C’est même

un réel danger pour la stabilité

du pays et de l’Union européenne.

* Membre du Parti socialiste avant la

mort de Franco et jusqu’en 2019, Carlos

Miranda a servi comme ancien

ambassadeur d’Espagne (notamment à

la Conférence du désarmement à

Genève, à Londres et à l’OTAN).

lunes, 13 de noviembre de 2023

HISTORIADOR PACOTILLA

HISTORIADOR PACOTILLA

 

                          Madrid, 13-11-2013 

                          (Lectura rápida 😊)

 

También en La Hora Digital

https://www.lahoradigital.com/carlos-miranda/autor/1931

 

    

Hasta los diplomáticos españoles, ellos siempre tan profesionalmente modosos y callados, se han declarado contra cesiones de Sánchez a Puigdemont mediante su asociación mayoritaria, la ADE, y contra la amnistía mediante un par de manifiestos de diplomáticos jubilados, libres de represalias administrativas, o eso creen. Este blog se les suma. Lo han hecho al igual que innumerables asociaciones profesionales, incluida una prestigiosa y considerada de izquierdas como Juezas y Jueces para la Democracia. 

Por otra parte, da la impresión de que hay que dar un premio limón de “Historiador Pacotilla” a Pedro Sánchez, Santos Cerdán (al que Jordi Évole dedicaría una calle), Félix Bolaños y Patxi López, así como a muchos incondicionales de Sánchez.

 El accésit se podría otorgar a Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra y otros que, con su apoyo al progresismo de Sánchez, que incluye a Junts, dan también la impresión de no conocer la Historia de España (que incluye la de Cataluña).

Carles Puigdemont y los suyos no requieren premio alguno porque han conseguido colarles a los socialistas sanchistas los goles históricos que han querido porque los sanchistas han comprado la versión histórica del catalanismo separatista en el documento de entendimiento con Junts del 9 de noviembre. Además, Sánchez se amarra, así, a su trono monclovita con tornillos carísimos de diseño catalán fabricados en Waterloo con metales secesionistas flamencos. 

La asociación “Historiadores de Catalunya” ha emitido recientemente un comunicado, que a continuación se transcribe y que conviene divulgar, para salir al paso de la patraña histórica separatista comprada por Sánchez. En ese documento, que muchos consideran una rendición de Sánchez ante Puigdemont, exponen su versión separatista como un “relato sintético de hechos”. Pues bien, esta asociación ofrece asimismo su relato sintético que se antoja más fidedigno:

 

“Desde la asociación Historiadors de Catalunya queremos denunciar el uso presentista, manipulado y falso de la historia, en el acuerdo firmado por Junts per Catalunya y el PSOE que busca en la historia en general y en 1714 en particular el origen de un supuesto conflicto entre España y Cataluña y la pérdida de unas ficticias libertades por la fuerza de las armas. 

Ante tales afirmaciones que sostiene el acuerdo firmado, apuntamos:

- Que la guerra de Sucesión española fue un conflicto civil y dinástico.

- Que el rey Felipe V juró y respetó las instituciones y leyes catalanas en 1702.

- Que el pacto firmado por el rey Felipe V y las Cortes Catalanas fue roto unilateralmente por las últimas y con las armas en 1706.

- Que tras ser derrotada la rebelión en 1714 y según la ley, el monarca tenía el derecho a gobernar la provincia rebelde como dispusiese.

- Que los Decretos de la Nueva Planta no abolieron el catalán.

- Que las leyes sustituidas por el Decreto de la Nueva Planta de 1716 eran feudales, oligárquicas e incluso racistas como se recoge en el Capítulo XVI de las Constituciones de 1706 donde se ordena la expulsión de los gitanos de Cataluña con penas de diez años de galeras para los varones adultos y de cien latigazos para mujeres y niños.

- Que la administración borbónica y su nueva legislación establecieron las bases para el crecimiento económico y demográfico en Cataluña tras dos siglos de decadencia.

- La nueva dinastía borbónica mejoró la economía en general y el comercio con América en particular, beneficiando las manufacturas textiles y el puerto de Barcelona

- Que en los acuerdos firmados con ERC y PNV también se hace uso de una historia tergiversada para justificar el pacto de investidura.

- Que la manipulación, tergiversación, falseamiento y ocultación de la historia son los cimientos donde se ha construido y se construye el relato independentista catalán. Por tanto, el documento firmado por PSOE y Junts por Catalunya busca justificar en el pasado un supuesto conflicto de España contra Cataluña perpetuado en el tiempo.

Barcelona, 11/11/2023

Associació d’historiadors de Catalunya Antoni de Capmany”.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

jueves, 9 de noviembre de 2023

PALESTINA Y UCRANIA

PALESTINA Y UCRANIA

 

                                Madrid, 09-11-2023

                                 (Lectura rápida 😊)

 

También en La Hora Digital

https://www.lahoradigital.com/carlos-miranda/autor/1931

 

   

Mientras Puigdemont descorcha botellas de cava (champán francés en el referéndum) para celebrar las continuadas concesiones de Sánchez, siguen cayendo las bombas en Palestina y en Ucrania, sin desmerecer otras bombas como que el Abad de Monserrat visitó a Puigdemont y Aragonés al Papa. ¿Sera la Iglesia la verificadora de los acuerdos entre Sánchez y los separatistas? ¿Cómo en Latinoamérica, entre guerrilleros y el Estado?

Israel, agredida el 7 de octubre por el terrorismo masivo de Hamás, está perdiendo, sin embargo, la batalla del relato. A pesar de forzar el éxodo de civiles palestinos hacia el Sur de Gaza para tener un terreno “limpio” donde operar militarmente dado que Hamas se funde con esos civiles para protegerse, acaba bombardeando a los que han permanecido y a los que huyen hacia la frontera con Egipto donde, en ningún caso, quieren acogerles.

Los muertos palestinos en esta guerra contra Hamas se multiplican así exponencialmente frente a los causados por los terroristas en octubre cuando fueron asesinados más de 1.200 israelíes (y también extranjeros) con 3.500 heridos. Lo uno no justifica lo otro, pero nada puede olvidarse ni compararse. Por otra parte, los ciudadanos israelíes siguen sufriendo ataques de cohetería incluso desde el Sur del Líbano por parte de Hezbolá, otros terroristas apadrinados por Irán, aunque, por ahora, aseguran que no harán más si bien están mejor armados que Hamás y tienen más efectivos.

El gobierno israelí se resiste a un alto el fuego, incluso humanitario, que, entiende, beneficiaría a Hamás, imbricado en la propia población palestina que le sirve de escudo y cuya suerte no le importa. Los medios de comunicación se alimentan en buena medida de los relatos y cifras que da Hamás con imágenes sobrecogedoras mientras que desde Israel desgranan vídeos también horrorosos de los asesinatos de Hamás en octubre, recordando asimismo que los terroristas tienen a más de 200 rehenes cuya suerte se ignora.

Es una verdadera guerra contra el terrorismo que Hamás ha provocado sabiendo lo que hacía para rentabilizar políticamente las represalias israelíes. El Secretario de Estado americano, Blinken, se ha paseado otra vez por la región repartiendo zanahorias, bastonazos y advertencias, tanteando asimismo lo que podría pasar cuando acabe esta guerra que Netanyahu dice será larga mientras antiguos jefes de gobierno como Olmert (Kadima) o Barak (Laborista) piden acabar pronto.

Lo único realista, y ya es bastante utópico, sería que la Autoridad Palestina se haga cargo de Gaza de donde Hamás la había expulsado con el apoyo de la población local. Si Hamás desaparece o queda muy disminuida tras la operación militar israelí, podría ser ello factible siempre que ayuden los países árabes, sobre todo los ricos, y que Israel le dé relevancia al Presidente palestino, Abu Abbas, de cara a encauzar un Estado palestino.

Israel no querrá saber mucho de la ONU cuyo Secretario General no supo, piensa, guardar distancias con todos por igual. Hace años los de Abbas no descartaban emplear la OTAN como fuerza de separación para implicar a los EEUU que no lo harían con la ONU, pero, con Rusia en el gaznate ucraniano, está “loca” idea suena ya a estrafalaria. Toca que sean los árabes los que se ocupen de ello que, por ahora, con su hipocresía, no han querido saber nada de los palestinos ni razonarles suficientemente hacia una senda de paz y que, con su realismo, no les quieren en sus países, salvo a ingenieros y médicos porque no son potenciales terroristas y con estudios cualquiera se integra mejor. No hay nada como la familia.

En Ucrania, los frentes parecen congelados. El invierno se acerca. Convendría terminar este conflicto en el que Putin fracasó estrepitosamente al no conseguir dominar todo el país, pero en el que las victorias ucranianas tienen un límite. Será injusto, pero compensaría una cesión de ciertos territorios ocupados por Rusia (aproximadamente un 15%) a cambio de paz, como hizo en su día Finlandia, porque encuadraría claramente a Ucrania en el mundo occidental, en la UE y, quién sabe, en la OTAN, lo que sería una gran victoria estratégica y política para Zelensky que, previsor, acaba de invitar a Trump a Ucrania.

 

Carlos Miranda, Embajador de España