viernes, 22 de julio de 2022

VIDAS GATUNAS

VIDAS GATUNAS

  


 Madrid, 22-07-2022 

[revisado 23-07-2022]

                               (Lectura rápida 😊)


     

Además de felino y políglota, Pedro Sánchez es su propio y único estratega. Lo que él no sepa al efecto, no lo sabe nadie. Tras las horas bajas fruto del desgaste de cuatro años gobernando; la gestión de la relación con Marruecos, acertada en el fondo y vergonzosa en la forma; y las bofetadas electorales en Castilla y León así como en Andalucía; llegó el momento de respirar hondo, abrazarse con los suyos y gritar desaforadamente para, entrelazados en un círculo, darse ánimos.

  

Con tres movimientos: internacional, nacional e interno del PSOE. La Cumbre aliada en Madrid fue un éxito que, además, reafirmó el emplazamiento atlantista de España, a veces ingenuamente ultraeuropeista en materia de defensa.

 

El debate del estado de la Nación reafirmó el populismo natural de Sánchez ayudado por la ausencia de réplica del nuevo líder del PP y el bozal de Yolanda, fiel servidora en el banco azul a pesar de remar, por ahora en el vacío, escuchando nada menos que a España, mientras en Podemos se desata una batalla entre afiliados al PCE y exmiembros indisciplinados de ese partido.

 

Como guinda, el fortalecimiento de un núcleo de apoyo en el PSOE y fuera del partido al cesarismo sanchista con veteranos con peso como Patxi López, María Jesús Montero (la verdadera) o Miquel Iceta (PSC).

 

En este reagrupamiento se mantiene Santos Cerdán, vencedor de Lastra, y se juntan Bolaños, Ministro para todo y el recuperado Oscar López, al frente del gabinete de Sánchez, así como Pilar Alegría, Ministra de Educación, gran comunicadora aún desconocida del público. Falta Antonio Hernando, el tercer mosquetero sanchista, ahora casi perdonado, que, en 2016, como portavoz parlamentario socialista, no respaldó, sensatamente, el “no es no” de d’Artagnan.

 

El Gato con Botas sabía que además de tener varias vidas, aunque no sabía cuántas le quedaban, las leguas hay que recorrerlas. La siguiente etapa será, aparentemente, las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 que señalarán si el PSOE o el PP estará en mejores condiciones para las elecciones generales, aún lejanas porque los “poltroneros” de Podemos se humillan a cualquier precio por seguir disfrutando de secretarías, asesores y choferes a cuenta del bolsillo público donde, como algunos creen, el dinero no es de nadie.

 

La nueva función debería de iniciarse con la “rentrée” política post veraniega y algunos piensan que para que suenen mejor las trompetas pudiera ser incluso conveniente una reestructuración gubernamental, es decir de la parte socialista de este gobierno bicéfalo en el sentido de que contiene asimismo una oposición de extrema izquierda, una carambola digna del mejor circo del mundo donde se dan en varias pistas espectáculos que no tienen nada que ver entre sí.

 

¿Ante tantas iniciativas, que harán los demás? “Por de pronto al hijo de su Señoría le hemos hecho Subsecretario”, le espetó hace decenios un Diputado gracioso a otro que se inquietaba por el futuro de los hijos de los divorciados. A Feijoo le hicieron Senador y como tal poca replica puede darle a Sánchez, aunque accede de todos modos a la calle y a los medios de comunicación.

 

Amparado en un aurea de grandes victorias electorales y de eficaz gestión en Galicia, la más leal de las autonomías históricas, Feijoo acumula por ahora sondeos a cuál mejor para llegar a ser Presidente del Gobierno. Pero, la Liga es larga y los campeones de invierno no siempre son los definitivos.

 

Feijoo lo sabe. Tendrá que cuidar su oposición no siempre acertada. Si lo quisieran, pero no lo quiere ninguno de los dos por ahora, los grandes pactos que los españoles desean entre PSOE y PP darían una imagen de sensatez política que redundaría en beneficio mutuo y de la Nación, sin perjuicio de que los votantes prefieran más a uno que otro. ¿Si es posible en Defensa, por qué no en Memoria Democrática o en Justicia? Las mordeduras desde cada extremo radicalizan complacientemente a esos dos partidos.



Carlos Miranda, Embajador de España