SIN COLA, PERO LIBRE
Madrid, 24-02-2025
(Lectura rápida 😊)
En la Discrepancia:
https://ladiscrepancia.com/sin-cola-pero-libre/
¡Pobre lagartija! Un malvado le declaró la guerra. Iba como
una centella de piedra en piedra, esperando protección. Una mano veloz la agarró
por la cola, pero la lagartija continuó su camino. Sin
cola, pero libre.
Putin se quedará con Crimea y el Donbas. Crimea y Sebastopol,
la única base naval en territorio ruso de “aguas calientes” o libres todo el
año con acceso al Mediterráneo a través del Mar Negro y del Bósforo que
controla celosamente Turquía de conformidad con la Convención de Montreux de
1936. A Rusia le cuesta llegar a los mares
libres. A pesar del deshielo, los puertos árticos no son de fácil
acceso todo el año. El Báltico es ahora un mar esencialmente aliado con el
ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN. En el Pacífico tiene Vladivostok en territorio
cedido por China mediante los llamados “Tratados Desiguales” del XIX, cuando el
Imperio del Dragón era pura debilidad.
Vladimir el Terrible pone velas rogando a Dios que
Beijing solo piense en recuperar Taiwán. El espía comunista es ahora un ortodoxo
convencido que se persigna de derecha a izquierda, al revés que los católicos romanos.
Agradece también que Trump intente hacer con él
la pinza a Xi en Beijing, núcleo esencial de la estrategia
internacional del americano. Pondrá precio.
Quiso Rusia toda la tarta ucraniana y se quedará con dos porciones, un 20 %, que ya eran como
suyas. Crimea es rusa de “toda la vida”. Anexionada en el siglo
XVIII, Kruschov, predecesor de Putin, se la entregó a Ucrania en 1954. En Kiev
se hicieron ilusiones. El Donbas es una perdida más dura, pero la mayoría de
sus habitantes querían quedarse en la órbita rusa. Nada justifica, sin embargo,
las agresiones territoriales rusas.
Ucrania será occidental. Es
el fondo de la cuestión. ¿Dónde se ubica Ucrania, en el mundo
occidental o como satélite de Rusia? En 2014 Putin presionó para que Ucrania no
firmara un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Luego vino, ese mismo
año, el Maidán con sus diferentes interpretaciones rusas u occidentales, la ocupación
de Crimea y, en 2022, la invasión rusa de Ucrania para controlarla enteramente
y situar un gobierno títere. El fracaso militar ruso provocó que Moscú se
consolara con una guerra de conquista territorial centrada en el Donbas rusófilo
con réditos, sin duda, pero en la que tampoco ha podido ir más lejos y hacerse
con la mítica Odesa y la costa ucraniana del Mar Negro.
Tan claramente queda Ucrania en el mundo occidental que ahora
Moscú no objetaría un ingreso ucraniano en la Unión Europea. Ciertamente, conserva
la cola de la lagartija (Crimea y Donbas), pero ésta corretea fuera de su
alcance. ¿Y hay quienes dicen que Rusia ha
ganado? ¡Será Trump, ignorante
geográfico y de Historia! También un “pelota” elemental cuando le conviene. Tan
prepotente, él, que ahora queman efigies suyas en Ucrania para reprocharle sus
injustos ataques a Zelensky al que quiere echar y despojar de la mitad de los
recursos ucranianos como pago por la ayuda esencial de Biden, un órdago con el
que el americano obtendrá algo. Más fácil lo segundo que lo primero si bien el
ucraniano está dispuesto a no ser un obstáculo para una verdadera paz y pide, a
cambio, entrar en la OTAN.
“Tienes que pagar por la ayuda americana”, le dice Trump a
Zelensky mientras engaña acusándole de dictador, de culpable del conflicto.
Algunos tragarán estas mentiras del mal amigo que
hasta empujaría a Kiev de nuevo hacia Moscú, pero, por ahora, la lagartija azul
y amarilla está a salvo. Los europeos la ayudarán, incluyendo España con su valeroso
Presidente del Gobierno dispuesto a enfrentarse a Trump.
¿Ucrania fuera de la OTAN? No se puede ganar en todo. Muchos aliados lo preferirán porque Ucrania es un riego seguro. Cuando sea más
prospera que Rusia por estar incrustada en la Europa libre, Moscú no lo soportará.
Mejor ayudar a Ucrania a rearmarse y a no ser cogida de nuevo por sorpresa por
Rusia como Europa por Trump. Tampoco le será fácil al magnate imponer siempre
su voluntad que suele volar alto antes de descender a la realidad.
En cuanto a la UE, debe desarrollar su propia defensa, una estructura de mandos como en la OTAN,
insertable en la Alianza o capaz de ser eficaz por si sola por lo que necesitará
su propia disuasión nuclear. La relación transatlántica se tensa, pero veremos
si se lleva por delante a la OTAN como algunos desean en la misma Europa y en
el Kremlin que sueña con que Washington deje Europa. Los europeos debieran
también estructurarse en una Unión Federal, al menos España y otros como los
fundadores originarios de lo que ha devenido la UE.
Carlos Miranda, Embajador de España