DOS MAS DOS IGUAL
CUATRO Y MENOS TRES, DA UNO
Madrid, 07-02-2025
(Lectura rápida 😊)
En "La Discrepancia"
Da, más bien, 1,29 % del PIB, lo que España invierte en
su defensa y en la de sus socios y aliados. Una
miseria insolidaria. Como Luxemburgo, en el furgón de cola. En 2014 Rajoy
se comprometió a invertir un 2 % en la Cumbre aliada de Gales. Luego se durmió
y al despertarse pidió el “Marca” y un whisky cuando Sánchez le echaba con una
moción de censura en 2018.
Sánchez tampoco es atlantista. Pensará
que es una subordinación a EEUU en lugar de conceptuar el Atlántico Norte como
el Mare Nostrum de hoy en día, un vínculo esencial del mundo occidental al que
pertenecemos. A Trump igual le pasa ahora lo mismo. ¿Trump y Sánchez pensando
igual? ¡No queramos ni imaginarlo! Igual cree el nuestro que lo que haga Rusia
apenas nos afecta, que los Pirineos son infranqueables y que Marruecos se
rearma considerablemente solo pensando en Argelia.
Hemos pasado estos años de gastar menos de un 1 % del PIB
al mencionado 1,29 %, pero llegar al 2 % no está
previsto hasta 2029. “Ad calendas graecas” dirían en Roma. “Largo me
lo fiais” en boca de Tirso de Molina. Igual nunca.
Calviño en el Banco Europeo de Inversiones prefiere las
de la agenda verde. Sin embargo, la Unión Europea ahora quiere invertir más en
defensa y que el BEI se dedique a ello ampliando su mandato y por el mismo
motivo Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, estaría también dispuesta a flexibilizar ciertas reglas de
déficit y de deuda pública de los miembros de la Unión Europea. “Hay
que buscar el dinero debajo de las piedras”, podría decir alguien que suele buscar
allí votos cuando son las de Monserrat o están en Waterloo.
Conviene recordar que la UE aspira a una autonomía
estratégica. Ello requiere estructurar y dotar una defensa europea lo que cuesta dinero. Habrá que ser coherentes si
queremos una defensa europea. Compatible con la OTAN, claro. ¡No vamos a gastar
dos veces lo mismo!
Mientras llegue esta tierra prometida (con disuasión nuclear incluida) habrá que contribuir en un marco en el que el
aliado principal, los EEUU, se quejan desde hace varias décadas, con razón, que
el peso principal recae en demasía sobre Washington e insuficientemente en las
espaldas europeas.
Es una materia en la que los europeos siempre han sido
unos escapistas desde que se hundió la Unión Soviética, y España el primero de
la clase. Es “viajar de gorra” como decía hace tiempo Javier Solana en un
artículo. Sobre todo, ahora que Rusia se vuelve amenazante otra vez más.
Parece que los europeos solo se enteran cuando Trump está en La Casa Blanca y pega gritos,
profiriendo asimismo amenazas. Los otros Presidentes americanos eran educados y
por eso apenas se les oía. Salvo países como Reino Unido, Francia o Polonia, en
la remolona Europa pocos reaccionan. Luego, llegan las malas sorpresas.
Este pasado lunes 3 de febrero se reunieron informalmente
en Bruselas los países de la UE, representados por sus Jefes de Estado y de
Gobierno, con el RU y el nuevo Secretario General de la OTAN, Mark Rutte. Británicos
y franceses son los únicos europeos occidentales
en disponer de modestos arsenales nucleares.
Tanto Rutte como el “Premier” Starmer pidieron que se
invierta más en defensa inmediatamente, antes de finales de año. Una urgencia y determinación que emana también
del socialista portugués Costa, Presidente del Consejo Europeo. Rutte anunció
que en la Alianza se establecerá pronto un objetivo superior al 2 % del PIB
como referencia. Trump pide el 5 % y Rutte amaga un 3 %. ¿Bastará o mercadearan
un 4 %?
El Comisario europeo para Defensa y el Espacio, Kubilius,
señala que Rusia ya libra una guerra hibrida en toda Europa que un día podría
convertirse en una agresión militar como en Ucrania. Subraya que Europa tiene
grandes lagunas para disuadir al Kremlin. Quiere que en la UE gastemos en
defensa más, mejor, juntos, más barato (que en EEUU), rápidamente y entregando
a tiempo, añadiendo que nuestras finanzas deben
coincidir con nuestras necesidades de defensa y no al revés.
España debe invertir más en defensa mal que les pese a
Sánchez, Calviño y Yolanda. Claro que, como en tiempos de Franco, que tanto
recordaremos este año, España puede seguir
siendo diferente que es lo guay. En cambio, como vemos, el
socialista Costa y el laborista Starmer apremian gastar más en defensa. El británico
quiere llegar al 2.5 % del PIB. También favorece su gobierno la energía nuclear
siendo partidario de las centrales modulares, el último grito. Nuestro gobierno Frankenstein está en babia hasta en esto
último.
Carlos Miranda, Embajador de España