viernes, 12 de mayo de 2023

UNA CORONA AUSTERA

UNA CORONA AUSTERA


     Madrid, 11-mayo-2023

           (Lectura rápida 😀)


 

Muchos han visto la coronación del Carlos III. Boato, protocolo, esplendor, espectáculo, tradición. Reminiscencias de un Imperio pasado. Expresión de un país que quiere ser y no ser de Europa.

El Reino Unido se fue de la Unión Europea, pero quiere participar activamente en la CPE, la Comunidad Política Europea inventada por Macron para agrupar con los socios de la UE a los que no quieren ser de la Unión, como Noruega, Suiza o el RU, o no se quiere que lo sean, como Turquía, o estén en lista de espera como Ucrania o Georgia.

¿Podría incluir una Rusia que deseamos civilizada, alejada de su histórico imperialismo territorial, liberada de Putin y de sus secuaces, retirada totalmente de Ucrania? Para eso ya está la OSCE, Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, donde están los EEUU y Canadá, vitales para la seguridad europea, como lo es la OTAN, a la que pertenecen todos los miembros de la Unión salvo Austria, Chipre, Eire y Malta. La Alianza Atlántica es la verdadera defensa de la UE frente, entre otras cosas, a una Rusia previsible en su absurdo revanchismo ya que en 1991 se hundió ella misma desde dentro por culpa de su comunismo. ¿La ve alguien en la UE por muy europea que sea?

La coronación de Carlos III ha proclamado el gran triunfo de la Reina Camila, coronada reina propiamente dicha y no consorte, amor de siempre de su Príncipe Azul a costa de todo. Ha radiografiado asimismo la salida del paraíso real del príncipe fraterno, Andrew, y del otro príncipe, Harry, hermano del heredero de la Corona, el Príncipe de Gales, William, que no esperará tanto la corona como su padre. 

Andrew y Harry castigados sin balcón palaciego desde donde saludar al gentío, como castigados sin postre, por engullir manzanas incomibles. Cuestiones familiares que importan porque el estamento real está en escaparates morales, así como de amor, lujo y revistas de chismorreo.

El anacronismo de esta coronación ha sorprendido porque hacía 70 años que no ocurría. Mucho ha cambiado el mundo desde 1953. Ceremonia de vivos más vulnerable a la crítica que las esplendidas ceremonias funerarias por Isabel II a la que todos reconocen su extraordinaria contribución a su país sin perjuicio de que sus funciones reales estaban regladas como en toda monarquía parlamentaria y constitucional como lo es, también, la española.

En nuestro país no hay coronación. El Rey jura la Constitución en el Parlamento del mismo modo que su heredera, la Princesa de Asturias, Leonor, lo hará al cumplir su mayoría de edad el próximo 31 de octubre. Sencillez.

Siempre hemos sido en España más austeros por muchos motivos. En las circunstancias actuales es un acierto porque la democracia española puede ser servida por un Rey, pero ha de ser discreto y respetuoso de la ciudadanía y de la legislación, dando estabilidad a una Jefatura de Estado cuya gran ventaja es la de representar y unir simbólicamente a todos sin entrar en las disputas políticas, y en este sentido Felipe VI cumple.

A pesar de su no elección, el Rey en España debe ser valorado positivamente al conferir al país una estabilidad constitucional que faculta olvidar el día a día político y sus fracturas. Lo importante es la democracia y esta funciona en España, y la Monarquía también. En efecto, nadie podrá argumentar seriamente en contra de que, con Felipe VI, España dispone de un activo muy útil e importante en la cúspide representativa del Estado que nos sirve a todos aquí y en todo el mundo.

Volviendo a Londres, además de declararse un monarca británico por primera vez “Protector” de todas las religiones, no sólo de la anglicana, lo más importante de la coronación en Londres fue cuando entró Carlos III en la Abadía de Westminster y un niño angelical le preguntó a que había venido. El Rey por coronar contestó: “To serve”.  En efecto, para servir están las monarquías constitucionales como la nuestra, y, también, los políticos. Esos tampoco debieran olvidarlo.


Carlos Miranda, Embajador de España