viernes, 19 de mayo de 2023

LI HUI Y EL LEGATUS

LI HUI Y EL LEGATUS


      Madrid, 18-mayo-2023

                    (Lectura rápida 😊)

 

  


El conflicto entre Rusia y Ucrania ha evolucionado de tal manera que el oso ruso está empantanado en una ciénaga donde su objetivo, las carpas, aparentemente indefensas, se han convertido en pirañas que devoran al plantígrado. 

No resultó tan fiero ese oso y, además, su primo, el panda chino, le prohíbe cualquier empleo nuclear. Dos actores internacionales que dieron por muertas las inocentes carpas, atacadas injustificadamente, se ven forzados, ahora, a replantearse su apoyo tácito a Rusia.

Se han acercado, pues, a Ucrania dos importantes entidades que mantienen una neutralidad culpable entre Kyiv y Moscú porque su actitud favorece a Rusia. Borrell, a la vez diplomático y guerrero máximo de la Unión Europea, lleva tiempo señalando que el plan de paz chino favorece al Kremlin. Por otra parte, Francisco preserva con complacencia su diálogo ecuménico con el Patriarca ortodoxo de Moscú, Cirilo, enfeudado al exagente del KGB.

¿Por qué ese cambio tras más de un año de combates? Xi ha visitado recientemente a su amigo Putin en Moscú y ha hablado, luego, por videoconferencia, con Zelensky en Kyiv. Ahora manda a un enviado suyo, Li Hui, antiguo Embajador en Moscú durante diez años (!), que viajará a Ucrania, Rusia y algunos países europeos como Alemania, Francia, Polonia o el RU. ¿Y, EEUU?

Francisco intenta una mediación, al parecer secreta, y ha recibido a Zelensky, bien acogido antes por el Presidente italiano, Matarella, y su Primera Ministra, Meloni. Después, Zelensky se fue a Alemania y al RU, dos grandes apoyos suyos. Pisa más fuerte que antes.

En Beijing y en la Santa Sede favorecen a Moscú con ese discurso hipócrita que ha decaído ante la agresividad criminal rusa, pero que manejan los prorrusos, los antiamericanos y aquellos europeístas que disimulan con la bandera azul estrellada su hostilidad a Washington, reconociendo que, si bien Rusia es culpable de agresión militar (¡sólo faltaba!), la culpa sería de los occidentales, en particular de la OTAN (ladradora a las puertas de Rusia según Francisco), a pesar de que ésta nunca ha agredido ni amenazado a Rusia que, históricamente, machaca con su imperialismo zarista, comunista y putininista a sus vecinos que, en cuanto pueden, huyen de ella.

La respuesta es sencilla: Ucrania dejó de ser el corderito que debía sacrificase en aras a tener los demás la fiesta en paz. Ahora que Kyiv muerde al depredador, le contiene, le hace daño, es cuando Xi y Francisco salen de su reserva prorrusa para aparentar una disponibilidad a mediar, sin perjuicio de que ambos siguen favoreciendo la idea de consagrar la invasión rusa favoreciendo una paz a cambio de territorios.

¿Puede ser tanta hipocresía necesaria y hasta conveniente para Ucrania? Por ejemplo, Finlandia fue invadida por la Unión Soviética hace casi 85 años para reincorporarla al Imperio ruso, pero el coraje finlandés le paró los pies. Tras dos conflictos, en plena Segunda Guerra Mundial, llegó esa paz cediendo territorios. Con el tiempo Finlandia progresó política y económicamente más que la Rusia comunista, paraíso cacareado de los trabajadores, y hasta se ha incorporado a la Unión Europea y a la OTAN.

Queda por ver hasta dónde estarán dispuestos a llegar Xi y Francisco en detrimento de sus relaciones con el Kremlin y la Iglesia Ortodoxa rusa (de la que la ucraniana se ha apartado), para lograr que una paz que no sea a cualquier precio. Zelensky le dijo al Papa que debe distinguir entre el agresor y el agredido. Matarella dijo que debe prevalecer una verdadera paz y no una rendición ucraniana. ¡Evidente! Veremos, ahora, si la reciente y nueva iniciativa africana de paz encabezada por Sudáfrica es equilibrada, algo imprescindible para su éxito.

En España, sin intervención china, vaticana, africana ni, parece, del Pacto Antiterrorista, Bildu retiró los asesinos de ETA de sus listas. Quiénes rechazaron más la indecencia de estas candidaturas no fueron sus socios gubernamentales, sino la oposición. Quienes callaron, aceptaron, contemporizaron y justificaron se rasgan ahora las vestiduras quedando en evidencia.

 

Carlos Miranda, Embajador de España