viernes, 16 de diciembre de 2022

FRAGANCIAS Y FLAGRANCIAS

FRAGANCIAS Y FLAGRANCIAS

 

Madrid, 16-12-2022

(Lectura rápida 😊)

 

   

Parece que Yolanda Diaz viajará a Argentina en solidaridad con Cristina Kirchner condenada a seis años de cárcel por corrupción. Sorprende, aunque el peronismo sea tan populista como Podemos y eso que los morados quieren vomitar a Yolanda a pesar de que fue entronizada por Pablo Iglesias cuando éste dejó el escenario público para dirigir Podemos desde el asiento de atrás. En Perú, Pedro Castillo fue pillado in fraganti realizando un Golpe de Estado contra la Asamblea peruana como hizo antes con mejor fortuna en Túnez el Presidente Kais Saied.

 En Bélgica la policía pilló, también in fraganti, a una diputada socialista griega, Vicepresidenta del Parlamento Europeo. Ya la han echado todos. Pillada con billetes de banco conservados en maletas a cambio de hablar bien de Catar, un emirato que ella considera socialmente ejemplar y respetuoso en materia de Derechos Humanos. Allí se está acabando un mundial de fútbol durante el cual la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) ha llamado hipócritas a particulares y Estados que aceptaron organizar el mundial en un Catar al que ahora critican por inhumano. Todo eso porque este país es rico por su inagotable gas y da propinas a diestro y siniestro.

No sólo en contante y sonante, también con transferencias bancarias para invertir en países como el nuestro porque a los ricos siempre es mejor sonreírles ya que te puede caer un euro o cientos de millones según lo acertadamente que se maneje la Razón de Estado, algo a veces necesario y, otras, una excusa para atropellos. El mundo internacional es aún una jungla.

Las monedas tienen dos caras. Una de fragancia y otra de flagrancia cuando lo que huele bien pasa a ser un hedor que no impide seguir adelante tapándose la nariz. La corrupción, que también puede realizarse transmutando monedas de plata por puñados de votos, es un mal generalizado que, junto a la malversación y sin olvidar la absolución de la sedición, será menos pecaminoso si se confina a la política. Puede que meter la mano en nuestra hucha para actos ilegales, delictivos o para las arcas de organizaciones políticas sea pecado venial mientras que será más reprobable sí es para el bolsillo del pillado.

Eso sí, todo procedente de la misma caja, la común, esa que regamos todos con nuestros impuestos de patrimonio, renta, sucesiones, donaciones o IVA, que paga, este último, todo quisqui, hucha por ello incolora, inodora e insípida, defraude quien defraude, porque es de todos.

Independentistas, nacionalistas y la verdadera izquierda sonríen con beatitud. Las derechas rechinan y los socialistas están divididos en tres. Los que aplauden a su Jefe; los que critican, pero no alzan la voz porque temen represalias, dicen no querer favorecer a la derecha o no les parecen tan peligrosos los separatistas; y los calificados como “viejo PSOE”, que dicen claramente que son contrarios a esta benevolencia personal condicionada por el independentismo catalán, entre ellos Felipe González, Alfonso Guerra, Emiliano García Page y Javier Lambán o, el recientemente expulsado del PSOE, Joaquín Leguina.

Ahora nos inquietan, además, con un referéndum en Cataluña. De autodeterminación según ERC. Solo una consulta de los acuerdos del Gobierno central con la Generalitat según PSOE y PSC. Inquietante no tanto por lo que pretende ERC sino porque a Sánchez le viene creciendo la nariz desde hace tiempo. Claro que todos los políticos mienten. Lo sabemos, desgraciadamente, pero hay mentiras y mentiras y algunas son gloriosas. Además, ¿Por qué han de validar solo los catalanes un acuerdo entre Madrid y Barcelona?

Illa intenta calmar afirmando que será un referéndum sobre un nuevo “Estatut” o reforma del actual. No garantiza ello que no permita una subsiguiente autodeterminación. En Cataluña, algunos de sus exaltados considerarán que el referéndum de 2017 ya arrojó una independencia que fue proclamada, estimando que sólo hay que rescatarla de su suspensión, decretada unos segundos después por Puigdemont. De paso, todos desprestigian la Justicia a marchas forzadas. En cuanto al Parlamento, los políticos ya se encargan ellos solitos de hacerlo también.

 

Carlos Miranda, Embajador de España