CADA UNO SU
MERECIDO
Madrid,
07-05-2021
(Lectura rápida 😉)
Mal
que le pese a los dirigentes, militantes y votantes socialistas, Ayuso leyó mejor la cartografía política de Madrid.
Estaba digitalizada mientras Sánchez y Redondo intentaban situarse en un mapa de
papel.
El
primer pecado socialista fue dejarse madrugar. Pensaron, erróneamente, que sus
tejemanejes en Murcia, fracasados, no tendrían consecuencias. El contraataque, legítimo, de Ayuso fue fulgurante,
cogiéndoles por sorpresa. Sin candidato, repescaron a Gabilondo sin méritos de oposición,
sólo aspirante a Defensor del Pueblo.
Otro,
fue despreciar a Ayuso. Sánchez, Redondo y Gabilondo fueron prepotentes. En
plena jornada de reflexión, un insultante artículo del politólogo sanchista, Tezanos,
trataba a Ayuso casi de retrasada mental. ¿Quién
es Tezanos para juzgar a nadie?
Otro
más, fue dejar que creciera Más Madrid desde 2019 al no hacer Gabilondo una
oposición sensata. Luego, al ponerse éste en manos de Iglesias, alejó votantes hacia MM e, incluso, el PP.
Gabilondo quedó como embustero al pasar de rechazar a Iglesias a abrazarle
estrechamente. ¿Puede defender al pueblo quien actuó como un trilero?
Ayuso
capitalizó una política de apertura de Madrid que ha salvado la restauración,
beneficiado la economía regional y el equilibrio mental de muchos madrileños.
Con contagios. Es verdad. ¿Muchos más que en otras Comunidades cerradas a cal y
canto como el País Vasco? Ayuso tiene también sus aciertos, salvo que la izquierda siga minusvalorándola.
Ha capitalizado, asimismo, el gran rechazo de muchos madrileños a la pareja
Sanchez-Iglesias, aunque la lectura principal era: “¡Iglesias: en Madrid no desembarcarás!”.
Los madrileños están, asimismo, hartos del
maltrato catalán a Madrid: “España nos roba”; “Los de Madrid son fachas”; “Hacen
dumping fiscal”. ¿Quién es Rufián para exigir más impuestos en Madrid cuando
pretende que nadie entre en su cotarro catalán, mal gestionado y propiedad
privada independentista? Para muchos, Sánchez es cómplice de este antimadridismo
catalán. Ayuso supo darse cuenta. No es nacionalismo, como el del Secretario
General del PSOE en Madrid, Franco, apartado por perder, que llegó a calificar a
Madrid de “Nacionalidad” en su día, es orgullo
de ser madrileño.
“Gobernará
con el beneplácito de Vox”. Inquietante, sin duda. ¿Pueden
tirar esa piedra quienes gobiernan con la extrema izquierda? Igual
de inquietante para muchos. Una izquierda que pacta con independentistas empecinados
en no arrepentirse de sus fechorías inconstitucionales, así como con Bildu,
partido constitucional que, sin embargo, festeja a los asesinos de ETA que tampoco
se han arrepentido. Cuando se llega a un cruce,
conviene mirar a la derecha y a la izquierda, no solo a un lado.
Deberían
los socialistas hacer examen de conciencia.
Evaluar cuantos beneficios les ha reportado, y al país, su enfeudamiento a
Podemos y sus aliados del PCE. Averiguar cómo se han desguarnecido frente a MM
que es como Podemos. ¿Qué diferencias
ideológicas hay entre Iglesias y Errejón?
La
victoria de Ayuso lo es de Casado y una gran
derrota de Sánchez, como derrota suya es que MM le haya dado el
sorpasso al PSOE. ¿Quién llevó la campaña?
La
batalla de Madrid deja tres grandes vencidos: Sánchez, Iglesias y Gabilondo.
Las dos ganadoras han sido Monica Garcia e, incuestionablemente, Isabel Ayuso.
Si en Ferraz y Moncloa cierran los ojos, como hizo Ábalos en la noche
electoral, al PSOE puede irle mal no solo aquí. Ha sacado más votos MM que el
PSOE, tercer partido, ahora, en Madrid y al que no debiera corresponderle la jefatura de la
oposición. Es más, si sumamos MM con Podemos, el
sorpasso al PSOE es monumental. Dura realidad. Ayuso ha arrasado y
Sánchez, derribado del guindo dorado.
¿Bal? Solo queda
desear a Ciudadanos, traidores a sus propósitos iniciales, que Arrimadas se
vaya con Rivera. Igual, Bal, válido, podrá rescatar al partido naranja. Difícil.
Iglesias se va. ¿Verdaderamente? Fue
útil: mostró todo lo que no debiera hacerse. El PSOE,
partido “milenario”, se repondrá. Mejor sin Sánchez. Con otro que cure heridas
y vuelva a la socialdemocracia. España necesita entendimientos hacia el centro.
A
Gabilondo le han tirado, tras las elecciones, como a un kleenex. Sánchez quiere
resarcirse del varapalo con Susana Díaz. Pez
frustrado se quiere comer al más chico.
Carlos Miranda, Embajador de España