VALOR
ESTRATÉGICO
Madrid, 23-10-2020
(Lectura rápida 😊)
Dicen que, durante
el confinamiento viral italiano de principios de este año, una pareja de
negacionistas vénetos intentó llegar a Lampedusa convencidos de que allí acababa
el mundo que, según ellos, sería plano. Hay
muchos lunáticos. En los manicomios pueden ser muy persuasivos y la
marcha de nuestro planeta parece darles la razón, especialmente en España. El virus
maldito lo prueba. ¡Bastantes piensan que solo es una invención para retenernos
en nuestras casas, empobrecer la hostelería y promocionar las ventas por
internet!
A pesar de
los negacionistas, constatamos como nuestro clima evoluciona y va alterando
nuestras condiciones geo-climáticas, reforzando sequias, incendios, riadas e
incrementando el nivel del mar con el deshielo de glaciares y de los polos del
planeta. No pueden ignorarse ya las profundas
transformaciones que nos acechan. Poblaciones que viven en el litoral
tendrán que protegerse o trasladarse tierra adentro. En el futuro están más hambrunas,
éxodos, disputas por recursos naturales como el agua y guerras, al menos
locales. El cambio climático exige modificar nuestra actitud respecto del planeta
para tratarlo con respeto y cariño, no como a un
esclavo.
Entre las
consecuencias se sitúa la posibilidad de que
Groenlandia acabe exportando tomates. La isla es un territorio danés
desde 1814 cuya población autóctona son los Inuit, un pueblo amerindio. En
Copenhague solo conservan, actualmente, competencias en asuntos exteriores,
seguridad y política financiera. Lo demás ha sido transferido al gobierno local
radicado en su capital, Nuuk. En 1953 paso de colonia a territorio danés,
obteniendo en 1979 su autonomía, aunque tuvo que esperar a 2009 para adquirir
sus actuales competencias, que son muchas. La población de Groenlandia no
supera los 60.000 habitantes. Esta isla es la más grande del mundo, tras el
continente australiano, con más de dos millones de kilómetros cuadrados. Recibe
substanciales subsidios de Dinamarca. Desde 1985 ya no forma parte de la Unión
Europea
Dispone de la
posibilidad legal de independizarse mediante un referéndum. Éste fue un tema complejo que ha producido grandes
tensiones. Tras la segunda guerra mundial se inició una trayectoria en
búsqueda de la independencia. Desde entonces se sucedieron tiras y aflojas que
desembocaron, tras el referéndum de 1979, en la actual autonomía, aunque permanece
un sentimiento independentista.
Tierra ignorada de muchos, pero vital para algunos, entre ellos
los EEUU
que dispone de
instalaciones militares importantes desde la Guerra Fría. En Thule tiene una
base aérea con una larguísima pista de aterrizaje capaz de acoger los aviones y
bombarderos más pesados de la actualidad. Asimismo, hay en Groenlandia un importante
radar de alerta temprana. Al otro lado del Océano Ártico está Rusia, antes URRS.
La ruta más corta entre las dos potencias pasa por sobrevolar dicho océano,
tanto para bombarderos como misiles.
El destino de Groenlandia es, pues, de gran importancia para
Washington dado su valor estratégico. Trump quiso comprarla. Su oferta, zafia (pero no la primera
americana en este sentido), fue rechazada por Copenhague, pero subrayó el
interés estadounidense por mantenerse militarmente en esta isla, con más motivo
teniendo en cuenta que China ya ha hecho una aproximación que no fue exitosa. Por
eso, Trump, mejorando las formas, optó, finalmente, por un acuerdo entre Washington,
Copenhague y Nuuk por el cual EEUU invertirá unos 11.000 millones de euros en
Groenlandia en diversos proyectos que le beneficiarán económicamente. No solo hay
interés por el valor estratégico de la isla y por impedir su acceso a Moscú y
Beijing, sino, asimismo, se trata de la cercanía de las aguas del Ártico donde
el deshielo favorece el tráfico marítimo, acortando distancias, y la obtención
de minerales en el subsuelo marino.
Si Groenlandia llegara a independizarse, tratarán de convencerla
para que se siente en el Consejo Atlántico. En Europa hay quienes consideran, asimismo, necesario
reforzar los vínculos entre la Unión Europea y Nuuk. ¿Qué pensarán al respecto
nuestros gobernantes y su oposición? ¿Y del deseo estadounidense de incrementar
de cuatro a seis la presencia permanente en Rota de unas fragatas adscritas, en
principio, al escudo antimisiles de la OTAN? Un,
dos, tres, responda alguna vez …
Carlos
Miranda, Embajador de España