SANTOS SANITARIOS
Madrid,
03-06-2020
(Lectura
rápida 😊)

La
distribución de los caudales nacionales mediante el presupuesto es una cuestión
compleja. Cada cual, suele verlo en función de sus propias necesidades.
Si vive en un pueblo, deseará tener buenos servicios públicos y asfaltada la
carretera que lleva a su casa. Si tiene hijos, querrá una educación de calidad.
Contemplando un mundo peligroso, convendrá que son necesarias unas Fuerzas
Armadas para defendernos y un Servicio Exterior en condiciones, con su
diplomacia, de ahuyentar previamente los peligros y de proteger a nuestros
nacionales en el extranjero. Será necesario ayudar a países menos agraciados reduciendo,
asimismo, la presión migratoria exportada desde donde solo conocen la pobreza.
La
dificultad está en como atender a todo ecuánimemente sin perjuicio de urgencias
e imprevistos. La mejor solución suele ser que los principales partidos sean
capaces, cuando gobiernan, de elaborar unos presupuestos que mantengan en
cuestiones esenciales una continuidad, sin perjuicio de que sus programas los
lleven a enfatizar ciertos sesgos. De ahí la
importancia de que en tiempos de crisis se pueda aprobarlos con un importante
respaldo parlamentario.

Hay
que avanzar en planteamientos sociales, pero no es hora de iniciativas que pongan
en peligro las ponedoras de huevos de oro. Es hora de prudencia y de no dejarse
llevar por lo más inmediato porque no todo lo que reluce es lo únicamente
urgente. La sanidad española requiere medidas para no verse de nuevo
desbordada, pero no por ello deben ignorarse otras necesidades vitales, algunas
incluso impopulares como pueda serlo, por poner un ejemplo, compras de armamentos
necesarios para nuestra defensa.
La
sanidad requiere estar arriba en la lista de prioridades. Un cuerpo de
sanitarios de reserva es prueba de que se pueden incorporar formulas novedosas.
Pero, lo más grave de la sanidad actualmente es que ha salido tan mermada de
este ataque que tenemos unos sanitarios agotados cuando en el otoño pueden
presentarse nuevos ataques no disponiéndose aún ni de un remedio especifico ni
de una vacuna.

Carlos Miranda, Embajador de España