AMENAZA DEL SUR
Segovia, 24-07-2020
(Lectura
rápida 😃)
Diversos medios de comunicación nos alertan de unas malas
intenciones marroquíes. Señalan que el Reino Alauita está rearmándose hasta los
dientes y que pronto dispondrá de unas Fuerzas Armadas mejor dotadas que las
españolas. Afirman, asimismo, que Marruecos y el Reino Unido se están
compinchando para hacernos una pinza extracomunitaria. No cuesta mucho adivinar
una campaña que busca otro rearme, el de
nuestras propias Fuerzas Armadas.
El auténtico adversario de Rabat es, en realidad, Argel. Ya han
guerreado en el pasado. Naturalmente, su poderío militar podría revolverse
contra España. Por eso, se argumenta, hay que hacer acopio por parte española
de más capacidades militares, mejores y más modernas. Hablan, esencialmente, de
tanques, de buques de alta mar y de aviones de combate. No debieran olvidarse de
otros tres dominios importantes, el ciberespacio, el espacial, con sus
satélites, y el del conocimiento donde prevalece la inteligencia artificial.
Militarmente,
podríamos temer de este vecino, con el que
nuestra diplomacia ha de seguir volcándose para llevarnos bien, una
invasión de Ceuta, Melilla y los Peñones, islotes deshabitados en la
costa norte marroquí y que Rabat reclama. Esta es una cuestión muy delicada
cuya defensa también sería ardua. ¿Las islas Canarias podrían ser un
objetivo marroquí? Su ocupación sería un sinsentido. Otra cosa serían operaciones
específicas.
Hemos
de considerar, asimismo, el control de las aguas y del espacio aéreo que van del archipiélago canario al balear pasando por el
Estrecho de Gibraltar. Debemos ejercerlo, pero no podemos impedir la
presencia de otras potencias en esos ámbitos mayoritariamente internacionales.
Añadamos los diferendos entre Rabat y Madrid sobre recursos en el lecho marino,
pero, para eso está la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y los recursos mediadores y judiciales internacionales si
este Tratado es violado.
De las FAS españolas poco saben los españoles. Desde que llegaron al convencimiento de que ya no son golpistas parece que nada más importa. No tenemos un sentido estratégico de los intereses españoles y debates ya cerrados se reabren constantemente, como el de “OTAN no, bases fuera”, con estériles discusiones existenciales entre las que hay que incluir el de una defensa europea, una aspiración para la que hay que prepararse, pero a largo plazo. ¿Cree alguien que si cuesta tanto forjar una Europa con deuda mutualizada vamos a sustituir fácilmente la Alianza Atlántica por una defensa europea? Sería estupendo ...
Los
españoles están agradecidos por las contribuciones positivas de nuestros
militares a los problemas de la sociedad civil, especialmente sanitarios y contra
incendios. Nadie cuestiona que una unidad tan necesaria para la sociedad civil
como la UME esté en manos (eficaces) militares, pero no deja ello de ser un
fracaso de la propia sociedad civil y de sus políticos. No debe extrañarnos,
porque han sido también incapaces de elaborar normas necesarias de
confinamiento y lucha contra el Covid-19 sin tener en vigor un Estado de Alarma.
Desde marzo tuvieron tiempo para ello.
Ahora que se resolvió el
maná de la UE satisfactoriamente para Europa y España (a un 95%, según afirma,
acertadamente, Sánchez entre aplausos gubernamentales), convendría
un debate sobre nuestra defensa para concienciar a nuestra opinión pública sobre
lo que necesitamos. No basta señalar que Marruecos nos quiere “quitar” Rota
para llevarse a los americanos a una base suya. ¿Un nuevo eslogan sería “bases
sí; OTAN también”? ¿Lo diría el podemita alcalde de Cádiz, Kichi, que mucho
aprecia las aportaciones económicas de los militares estadounidenses
estacionados en Rota?
El
debate es necesario para juntar ante la opinión pública las piezas del “puzzle”
internacional: UE, OTAN, Defensa Europea, nuestro lugar en Occidente y sitio
en el mundo, riesgos, amenazas. ¿Son lo mismo EEUU, China y Rusia para España?
Asimismo, para entender una composición asequible de nuestras FAS. Igual
resulta que los dos ejércitos realmente importantes son el del Aire y la Armada
y que no necesitamos portaaviones ni carros de combate. Como estamos
aprendiendo en la UE, cuando se pide dinero hay
que dar buena razón pública de la sensatez de su gasto.
Carlos Miranda, Embajador de España