TENER
QUE GOBERNAR TRAS PERDER
San
Juan de Luz, 10-07-2020
(Lectura
fácil, 😊)
¡Qué
disgusto! Nadia Calviño no consiguió la presidencia del Eurogrupo, ese selecto
agrupamiento informal de los ministros de economía de los 19 países que
adoptaron el Euro. No era fácil que lo
consiguiese, pues solo cinco ministros en ese grupo son socialdemócratas
frente a ocho adscritos al Partido Popular Europeo. El resto, liberales y algún
independiente. A su favor jugaba su prestigio y el apoyo de Alemania.
En su
contra, su pertenencia a un país pedigüeño sureño con problemas. El elegido fue Donohoe, irlandés.
Su país tuvo grandes dificultades en la última crisis económica, pero ha
conseguido llegar a la actual en mejores condiciones. Ha significado, asimismo,
un movimiento preventivo de los países duros o frugales que se consideran
hormigas eficientes frente a los europeos del Sur, cigarras manirrotas. Los
economistas serios están en mejores condiciones para comentarlo, pero, a cada
crisis que surge, nuestros datos suelen ser de los peores. Estos últimos años,
pe, presumimos de crecer más que los demás europeos, pero no redujimos nuestra
deuda. Luego, nos sentimos maltratados …
Algunos
afirman que ocupar este puesto permite cortar el bacalao al gusto de uno. El
que reparte suele quedarse con la mejor parte, sin duda, pero, en el
Eurogrupo las decisiones se consensuan (salvo la elección de su
presidente). Además, siendo su papel relevante, en la Unión Europea hay
otros foros determinantes para decidir sobre los montos y condiciones del maná
que todos esperamos de Bruselas para salir de esta crisis. Por ello,
asociar a tal o tal otra presidencia del Eurogrupo la inexistencia o una carga
espectacular de condiciones es infantil y una forma de no informar
correctamente a la opinión publica. En cambio, recordar que, contribuiremos con
nuestro dinero a ese maná, solo que recibiremos mucho más, no estaría mal,
como, también, explicar que en esta vida nada es
gratis, ni siquiera una carretera o un hospital público. Lo pagamos
con nuestros impuestos. Nadie debe extrañarse si a cambio de donaciones y
prestamos ventajosos nos piden cosas que puedan disgustarnos. Es lo malo de
tener que pedir, aunque Sánchez promete “modernizar” nuestra economía. ¿Es
sincero? ¿Qué pretende? ¿Liberalismo encubierto? ¿Lo aguantará Iglesias?
Anecdóticamente, puede comentarse que se vendió bastante la piel del oso, un deporte muy nacional. Sin motivos serios nos considerarnos fácilmente los mejores o los peores de este mundo. Hay cuestiones que deben llevarse preferiblemente con discreción y, si salen, salen, y si no salen, pues no es un drama. Consecuentemente, puede argumentarse que la política de comunicación del Gobierno no ha sido buena, una vez más, e ineficientes sus gestiones internacionales. Afirmarán que se estuvo cerca del sueño, atribuyéndose una buena labor de zapa, pero, para ello, hubiese sido mejor ser, antes, más discretos.
Teníamos en
liza internacional a tres ministros: Calviño, Ministra de Economía, para
el Eurogrupo; Gonzalez Laya, Ministra de Exteriores, para la Organización
Mundial del Comercio, y Duque, Ministro de Ciencia, para dirigir la
Agencia Europea del Espacio. Solo queda este último. Algunos especularon que el
nombramiento de G. Laya a Santa Cruz fue para proporcionarle una parte
ministerial a su currículo de cara a saltar a la OMC, una razón insuficiente
para acabar en Exteriores. Además, por sus antecedentes, hubiera estado mejor en
Comercio. Ahora, G. Laya ha renunciado a la OMS y se contentará, encantada, con
las pompas diplomáticas.
Pero, lo más importante de la no elección de Calviño son sus
efectos en España. De
haber sido elegida, el Gobierno Sánchez-Iglesias hubiera asegurado bastante
durar la legislatura. Al no serlo, la supervivencia de este gobierno es
menos clara, algo que satisfacerá, seguramente, a Pablo Casado. La elección
de Calviño le hubiera, asimismo, reforzado extraordinariamente en el seno del
Gobierno. Al no serlo, puede que el otro Pablo, Iglesias, piense que queda
debilitada, de lo que, asimismo, se alegrará. Otra cosa es que alguno de estos dos Pablos sea un buen vidente. Dudémoslo. Además,
Calviño es de armas tomar y sabrá imponerse a pesar de este chasco.
Carlos
Miranda, Embajador de España