viernes, 5 de junio de 2020

NUEVOS REPARTOS DE PODER

NUEVOS REPARTOS DE PODER

 
 
 
                             Madrid, 05-06-2020
 
                             (Lectura rápida 😊)
 
 

File:El toro de Osborne - Guadalajara (11067397365).jpg ...Las crisis permiten calibrar fortalezas y carencias. Facilitan, asimismo, encaminarse hacia nuevas formas de gobernanza. El COVID-19 lo revolvió todo al tiempo que ratificó buenos procedimientos e instituciones. Hemos   comprobado que la sanidad española es buena, aunque no, forzosamente, la mejor del mundo. Ha resistido con sus sanitarios un empujón tremendo.
 
 
Quedó también clara la imprevisión oficial. Rodríguez Zapatero es el último previsor que hemos tenido. Con él se almacenaron tratamientos antivirales contra la gripe-A (2009). No hicieron falta. ¿Dinero malgastado? Lo contrario. Prudencia y precaución, una virtud. ¿Después? El diluvio por parte de todos los responsables de la sanidad, central (con pocas competencias) y autonómicas (a las que la mayoría fueron transferidas). Una imprevisión imputable a los dos partidos principales y otros que administran inmemorialmente la sanidad tanto desde el Gobierno como en las Autonomías. Cuando llegó la pandemia, faltaban equipos sanitarios que nadie adquirió ni almacenó a tiempo.
 
 
También, ausencia de prudencia, sobre todo en febrero, ignorando señales, como la cancelación del importante “Mobile World Congress” de Barcelona, que avisaban que las nubes acumuladas podían descargar. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDPC) advirtió sobre la gravedad del virus. A finales de enero, la OMS estableció por el brote una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (seis en su existencia). Responsabilidades esencialmente políticas, no siempre penales o administrativas.
 
 
Archivo:Europarl logo.svg - Wikipedia, la enciclopedia libreHay resultados políticos positivos y negativos de la pandemia. Gobierno y oposición fueron (y son) incapaces de actuar conjuntamente en beneficio de los españoles en casi nada, y menos aún, actualmente, para adoptar medidas de superación la crisis económica que la pandemia deja. Afortunadamente, en nuestras democracias europeas, modernas y evolucionadas, la política se expresa en diferentes escenarios que se influyen entre ellos y están a la vista de todos los ciudadanos, como un circo con múltiples pistas. Así, la Unión Europea suplirá, en buena medida, la falta de entendimiento interno con su visión político-económica común mediante ayudas, préstamos y condiciones insoslayables (mejor, piensan algunos).
 
 
La pandemia ha realzado en España la “cogobernanza” con las Autonomías. Un término extraño y hosco en un país de fuerte raigambre centralista hasta que llegó la Constitución de 1978. Da igual que las Autonomías fueran una formula general para resolver, esencialmente, las cuestiones particulares vasca y catalana, aceptando unos autogobiernos internos, entonces inimaginables. Lo importante es que otras regiones le han tomado gusto a su autogestión, y eso es bueno.
 
 
La España de las Autonomías, que debiera federalizarse, cuesta dinero, sin duda, pero acerca las Instituciones a los administrados. Por ello hemos visto con esta crisis que España debe cada vez más gobernarse no solo con armonía entre gobierno y oposición, sino también en armonía entre Gobierno y Autonomías. La experiencia vivida estos últimos tiempos entre Madrid y los territorios autonómicos no puede quedarse el algo que ocurrió ocasionalmente por culpa de una crisis. 
 

Archivo:Banderas de las comunidades autónomas de España frente al ...España ya no se gobierna solo desde Madrid. Debe gobernarse cada vez más acordando muchas cuestiones con las Autonomías además de con la oposición. La complejidad de una democracia como la nuestra, como otras europeas, solo puede resolverse de esta manera, más complicada y lenta, es verdad, pero eficaz y sólida. No harían mal los españoles y sus políticos en observar Suiza y el País Vasco. En ambos lugares la “cogobernanza” interna es una realidad con buenos resultados.
 
Todo ello sin perder de vista, como antes se ha indicado, que estamos inmersos en la “cogobernanza europea”. Sin la UE no seríamos nada. Sin el peso de la UE, a la que debemos ayudar a que sea cada vez más potente, España sería huérfana en el mundo. Debemos contribuir, asimismo, a la protección aliada, una realidad, que no está regañada con una defensa europea, un futuro necesario, y apoyar a NNUU, así como a un multilateralismo que es esencial para la convivencia y la paz en un mundo que seguirá siendo global sin perjuicio de ajustes, multilateralismo que debiéramos exigir en los esfuerzos para eventuales curas y vacunas del coronavirus.
 
 
 
Carlos Miranda, Embajador de España