domingo, 14 de septiembre de 2025

BARBARIES       

 

                              Úbeda, 12-09-2025  

                              (Lectura rápida 😊)

  

En La Discrepancia:

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Las guerras son una barbarie. Por eso intentan encorsetarlas con normas. Matémonos, pero con reglas que lo hagan más, ¿humanitario? Puertas al campo, pero siempre queda algo. Al final del conflicto los vencedores pueden condenar a los vencidos con referencias jurídicas. Incluso a algunos de los suyos. Hay, pues, que respaldar Instituciones, Organismos, Convenciones, Resoluciones y demás instrumentos que, si bien no consiguen evitar la barbarie, al menos intentan controlarla, disminuirla, castigarla.

En Gaza, cuya población es de unos dos millones, contemplamos horrorizados como los gazaties mueren a bombazos y hambruna. Una barbarie. Se acusa a Israel de genocida. Esto lo determinará el Tribunal Penal Internacional. Así le ha corregido la propia UE a su Vicepresidenta Teresa Ribera, aunque Pedro Sánchez no haga caso.

La responsabilidad de lo que ocurre en Gaza es compartida, no solo israelí. Hamás fue elegido hace años por mayoría por los gazaties sabiendo que era una organización terrorista con unas milicias de unos 30.000 efectivos o más. Prefirieron sus representantes a los de Al Fatah que gobierna en Cisjordania y que renunció hace tiempo a la violencia. Luego, Hamás echó de Gaza a Al Fatah a tiros y no volvió a convocar elecciones.

En octubre de 2023 perpetró Hamás un atentado terrorista en Israel, una autentica barbarie también. Mató a más de 1.200 personas y secuestró a 250. ¿Qué país aguantaría esta tremenda provocación? En España, ETA asesinó a menos de 900 personas en varias décadas. ¿Como nos hubiéramos sentido si ETA hubiera matado a 1.200 personas y secuestrado a 250 de una sola vez? Y eso, tras años de atentados contra Israel de Hamás, financiada y armada por Irán que también quiere la destrucción de Israel.

Hamás consiguió provocar en su día a la extrema derecha israelí, contraria asimismo al apretón de manos entre Arafat y Rabin, lo que desembocó en el asesinato de este último por un extremista israelí y la muerte del proceso de paz tan laboriosamente conseguido. Ahora mueren miles de gazaties. Más de sesenta y cinco mil según dice Hamás a través de un ministerio suyo, incluidos milicianos terroristas, aunque sin revelar exactamente estas últimas bajas.

Netanyahu dice defenderse y querer destruir Hamás. En realidad, un objetivo imposible que solo prolonga el dolor de todos y es caer en la trampa de Hamás dispuesta a sacrificar a los gazaties para hacerles mártires y ganar el relato como está ocurriendo. Netanyahu ha conseguido que Israel pase de victima a verdugo. Hamás también podría soltar a todos sus rehenes, vivos y muertos, un crimen de guerra como los de que se acusa a Israel. Deberían ambos parar, pero cuando se llega a la barbarie es casi imposible volver atrás como se ve con el inoportuno y fallido atentado contra los negociadores de Hamás en Catar que ha incomodado incluso a Trump.

Sánchez toma más medidas contra Israel, siendo felicitado por Hamás el mismo día en el que ésta festejó el asesinato de un español en Israel por terroristas palestinos. ¿Qué ministro español asistió a su funeral? ¿Algún gesto gubernamental de cariño por un español asesinado por Hamás? Exteriores quiere expulsar de la Vuelta ciclista española a un equipo israelí cuya participación aprobó antes y manifestantes pro-palestinos, alentados por la actitud del Gobierno, interrumpen diariamente la competición con riesgo físico para los ciclistas profesionales que nada tienen que ver con Gaza. El Ministerio del Interior no parece capaz de asegurar su integridad.

No hay ninguna justificación válida para la invasión rusa de Ucrania. Rusia reconoció su independencia y fronteras en 1991. Putin ordena diariamente masacrar civiles ucranianos además de sus combatientes. No busquen otros responsables y acuérdense del Acta Final de Helsinki suscrita por Rusia en 1975 que faculta cualquier Estado europeo para formar parte de organizaciones como la UE o de alianzas político-militares.

Macron y otros europeos intentaron evitar la invasión hablando con Putin sentado distante en Moscú en la punta de una larga mesa blanca. No lo consiguieron. Trump quisiera parar la guerra. Putin la prolonga y juega con más fuego atacando a Polonia con sus drones. Los principales líderes de la OTAN y de la UE se consultaron sin Sánchez, evidentemente. ¿Acaso conduce España a una insignificancia internacional semejante a cuando el franquismo? El sanchismo piensa que es un gran timonel mundial. ¿Qué respiro!

Rusia debiera retirase de toda Ucrania, pero son posibles otras fórmulas para volver a una convivencia pacífica. A Putin le gustaría vivir 150 años. ¡Y a Netanyahu! Dios, el ortodoxo y el judío, no lo permita. Disfruten de la vida mientras les dejen. Además, España va bien, como con Aznar: 6-0 a Turquía y Alcaraz ganó el US Open. ¿Qué más se puede pedir?

 

Carlos Miranda, Embajador de España