BARBARIES
Úbeda, 12-09-2025
(Lectura rápida 😊)
En La Discrepancia:
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Las guerras son una barbarie. Por eso intentan encorsetarlas
con normas. Matémonos, pero con reglas que lo hagan más, ¿humanitario? Puertas al campo, pero siempre queda algo. Al
final del conflicto los vencedores pueden condenar a los vencidos con referencias
jurídicas. Incluso a algunos de los suyos. Hay, pues, que respaldar Instituciones,
Organismos, Convenciones, Resoluciones y demás instrumentos que, si bien no
consiguen evitar la barbarie, al menos intentan controlarla, disminuirla,
castigarla.
En Gaza, cuya población es de unos dos millones, contemplamos
horrorizados como los gazaties mueren a bombazos y hambruna. Una barbarie. Se acusa a Israel de genocida. Esto
lo determinará el Tribunal Penal Internacional. Así le ha corregido la propia
UE a su Vicepresidenta Teresa Ribera, aunque Pedro Sánchez no haga caso.
La responsabilidad de lo que
ocurre en Gaza es compartida, no solo israelí. Hamás fue
elegido hace años por mayoría por los gazaties sabiendo que era una
organización terrorista con unas milicias de unos 30.000 efectivos o más. Prefirieron
sus representantes a los de Al Fatah que gobierna en Cisjordania y que renunció
hace tiempo a la violencia. Luego, Hamás echó de Gaza a Al Fatah a tiros y no
volvió a convocar elecciones.
En octubre de 2023 perpetró Hamás un atentado terrorista en
Israel, una autentica barbarie también. Mató a más de 1.200 personas y secuestró
a 250. ¿Qué país aguantaría esta tremenda provocación? En España, ETA asesinó a
menos de 900 personas en varias décadas. ¿Como
nos hubiéramos sentido si ETA hubiera matado a 1.200 personas y secuestrado a
250 de una sola vez? Y eso, tras años de atentados contra Israel de Hamás,
financiada y armada por Irán que también quiere la destrucción de Israel.
Hamás consiguió provocar en su día a la extrema derecha
israelí, contraria asimismo al apretón de manos entre Arafat y Rabin, lo que
desembocó en el asesinato de este último por un extremista israelí y la muerte del proceso de paz tan laboriosamente
conseguido. Ahora mueren miles de gazaties. Más de sesenta y cinco
mil según dice Hamás a través de un ministerio suyo, incluidos milicianos
terroristas, aunque sin revelar exactamente estas últimas bajas.
Netanyahu dice defenderse y querer destruir Hamás. En
realidad, un objetivo imposible que solo prolonga el dolor de todos y es caer
en la trampa de Hamás dispuesta a sacrificar a los gazaties para hacerles mártires y ganar el relato como está
ocurriendo. Netanyahu ha conseguido que Israel pase de victima a verdugo. Hamás
también podría soltar a todos sus rehenes, vivos y muertos, un crimen de guerra
como los de que se acusa a Israel. Deberían ambos parar, pero cuando se llega a
la barbarie es casi imposible volver atrás como se ve con el inoportuno y
fallido atentado contra los negociadores de Hamás en Catar que ha incomodado
incluso a Trump.
Sánchez toma más medidas contra Israel, siendo felicitado
por Hamás el mismo día en el que ésta festejó el asesinato de un español en
Israel por terroristas palestinos.
¿Qué ministro español asistió a su funeral? ¿Algún
gesto gubernamental de cariño por un español asesinado por Hamás? Exteriores
quiere expulsar de la Vuelta ciclista española a un equipo israelí cuya
participación aprobó antes y manifestantes pro-palestinos, alentados por la
actitud del Gobierno, interrumpen diariamente la competición con riesgo físico para
los ciclistas profesionales que nada tienen que ver con Gaza. El Ministerio del
Interior no parece capaz de asegurar su integridad.
No hay ninguna justificación válida para la invasión rusa
de Ucrania. Rusia reconoció su independencia y fronteras en 1991. Putin ordena diariamente
masacrar civiles ucranianos además de sus combatientes. No busquen otros responsables y acuérdense del Acta Final de Helsinki suscrita
por Rusia en 1975 que faculta cualquier Estado europeo para formar parte de
organizaciones como la UE o de alianzas político-militares.
Macron y otros europeos intentaron evitar la invasión
hablando con Putin sentado distante en Moscú en la punta de una larga mesa blanca.
No lo consiguieron. Trump quisiera parar la guerra. Putin la prolonga y juega
con más fuego atacando a Polonia con sus drones. Los principales líderes de la
OTAN y de la UE se consultaron sin Sánchez, evidentemente. ¿Acaso conduce España a una insignificancia internacional
semejante a cuando el franquismo? El sanchismo piensa que es un gran
timonel mundial. ¿Qué respiro!
Rusia debiera retirase de toda Ucrania, pero son posibles
otras fórmulas para volver a una convivencia pacífica. A Putin le gustaría
vivir 150 años. ¡Y a Netanyahu! Dios, el ortodoxo y el judío, no lo permita. Disfruten de la vida mientras les dejen. Además,
España va bien, como con Aznar: 6-0 a Turquía y Alcaraz ganó el US Open. ¿Qué
más se puede pedir?
Carlos Miranda, Embajador de España