viernes, 19 de septiembre de 2025

UN TRUMP ESPAÑOL

 UN TRUMP ESPAÑOL

 

                    Hendaya 19-09-2025

                     (Lectura rápida 😊)

 

En La Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/un-trump-espanol/

 

  

Al inicio de la Transición dos grandes temores anudaban las gargantas de muchos en España y en el extranjero que dudaban que fueran capaces los españoles de conseguir pacíficamente una democracia por la que pocos apostaban tras el fallecimiento hace cincuenta años en su cama de hospital de un Franco viejo y minado por una enfermedad terminal más eficaz que sus oponentes en la clandestinidad.

Los españoles dieron, entonces, una gran lección interna y de cara a la opinión internacional que quedó rendida cuando constataron que la España de los desórdenes de la II República, de la guerra civil y de las represiones de la dictadura franquista no reaparecía y que los odios quedaron enterrados con la Constitución de 1978.

Esos dos temores fueron el de un golpe de Estado militar para volver al pasado franquista y el de unas hordas callejeras incontroladas o teledirigidas quemando iglesias como en el pasado revolucionario. Esto último no se dio entonces.

En los inicios del mayor periodo de estabilidad constitucional que España haya jamás disfrutado, solo vimos conatos involucionistas y el golpe de Estado del 23-F protagonizado por Tejero y algún general espoleados por ETA con sus innumerables atentados a militares, guardias civiles, policías y víctimas civiles, actos terroristas que producen, aparentemente, admiración en ciertos ámbitos que, como Bildu, no los han condenado aún.

El 22-F fracasó. No fue seguido por la población y se enfrentaron eficazmente al golpismo retrógrado tanto Juan Carlos I como la Administración que actuó en su segundo nivel de Secretarios de Estado y Subsecretarios que se constituyeron en modo de gobierno provisional mientras el gobierno legítimo, diputados y senadores permanecieron secuestrados por Tejero en el Congreso de los Diputados.

Los disturbios callejeros no se materializaron entonces, pero han surgido ahora. No han quemado iglesias, ciertamente, pero han interrumpido el desarrollo de una importante manifestación deportiva como la Vuelta ciclista a España, perteneciente a la trilogía completada por el Tour y el Giro.

Estos disturbios que a lo largo de días han afectado al desarrollo de la prueba y a la integridad física de varios ciclistas, amenazando la de los demás deportistas profesionales, han sido alentados por el gobierno de Sánchez echando leña al fuego como hizo Trump cuando lanzó a sus partidarios a tomar el Congreso americano. El inquilino de la Moncloa animó el último día de la competición las protestas políticas contra la Vuelta que ya habían mostrado su cara violenta. Un buen alumno de Donaldo.  

Algún ministro se declaró antes partidario de la expulsión de unos deportistas participantes en la Vuelta por pertenecer a un equipo privado, como todos, de un millonario judío canadiense admitido legítimamente a competir por los organizadores, respetuosos con la legalidad deportiva internacional que no lo prohibía y con el aval del gobierno español que supervisa previamente las competiciones internacionales que se desarrollan en España, pretendiendo, así, cambiar las reglas sobre la marcha.

También hubo luego otro ministro cuya incompetencia o desistimiento voluntario de sus obligaciones atentó a la seguridad personal de los deportistas, tan inteligente él, que, ante su evidente fracaso, dijo que había desplegado los medios necesarios para la seguridad de los manifestantes, pero, por lo que se vio, no de los ciclistas. Una revuelta callejera probablemente considerará desde arriba como revolucionaria y popular al estilo bolivariano.

Del golpe del 23-F nos libramos, recuperando nuestro crédito y alcanzamos a ingresar en la OTAN y en la UE, dos pilares internacionales, transatlántico y europeo, de la España actual. Queda ahora superar esta actuación de turbas callejeras dictando sus leyes violentamente en las calles con el aval del gobierno y de su Presidente. Esta lamentable actuación gubernamental y callejera será tomado por algunos, quizás, como un ensayo por si en próximas elecciones el sanchismo las perdiera de nuevo, pero sin poder apoyarse ya suficientemente en la extrema izquierda y los independentismos de todo pelaje para ser más y, al estilo de Maduro, negarse a abandonar el poder con un apoyo popular callejero dirigido desde arriba.

¿Un imposible? Esperémoslo, pero seamos vigilantes. Como dice un refrán ruso, “Confía, pero comprueba”. Lo popularizó Reagan, pero viene bien porque Sánchez y sus sanchistas no son de fiar. Lo han demostrado a lo largo de estos años incumpliendo promesas, pactando con fuerzas anticonstitucionales y desvirtuando por la puerta de atrás la propia Constitución.

Respecto a nuestra imagen internacional no sean optimistas ni se hagan ilusiones con este episodio callejero alumbrado desde la nomenclatura. Es mala. Léanse el comunicado de la Unión Ciclista Internacional (adjunto) y comprueben también la indignación de Perico Delgado, vencedor de dos Vueltas y un Tour, comentarista televisivo de esta Vuelta.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

Comunicado de la UCI

(15-09-2025)

“La Unión Ciclista Internacional (UCI) expresa su total desaprobación y profunda preocupación por los acontecimientos que han marcado la edición de 2025 de La Vuelta Ciclista a España, en particular por la abrupta interrupción de la última etapa disputada ayer en Madrid, consecuencia directa de una serie de incidentes vinculados a manifestaciones a favor de Palestina.

Desde la llegada de la carrera al territorio español, la Vuelta se ha visto perturbada casi a diario por acciones de carácter militante: intrusiones de individuos en el pelotón, lanzamiento de orina y puesta en peligro de los corredores, atentando contra su integridad física, ya que algunos sufrieron caídas, lesiones y se vieron obligados a abandonar la prueba. Ante estos incidentes, los organizadores de la carrera reaccionaron con rapidez y serenidad, implementando medidas de emergencia para garantizar la continuidad de la prueba. Han actuado con una profesionalidad ejemplar, respetando la autonomía y la independencia del deporte.

Los actos reiterados que afectaron a un número considerable de etapas constituyen una grave violación de la Carta Olímpica y de los principios fundamentales del deporte.

Lamentamos asimismo que el presidente del Gobierno español y su equipo hayan respaldado acciones realizadas en el marco de una competición deportiva que pueden obstaculizar su buen desarrollo y que, en algunos casos, hayan expresado su admiración hacia los manifestantes. Esta postura contradice totalmente los valores olímpicos de unión, respeto mutuo y paz. Además, pone en tela de juicio la capacidad de España para acoger grandes eventos deportivos internacionales garantizando su buen desarrollo en condiciones de seguridad y de conformidad con los principios de la Carta Olímpica.

La UCI condena de manera firme la instrumentalización del deporte con fines políticos en general, y en particular por parte de un gobierno. El deporte debe seguir siendo autónomo para cumplir su papel como herramienta al servicio de la paz. Resulta inaceptable y contraproducente que nuestro deporte se desvíe de su misión universal. Además, existen plataformas específicas que permiten a los Estados debatir sus divergencias.

Ante la proximidad de nuestro Congreso anual, que se celebrará la semana próxima, en el que participarán representantes de las federaciones nacionales palestina, israelí, rusa y ucraniana, reafirmamos nuestro constante llamamiento al diálogo y a la paz. El deporte debe unir, nunca dividir.

Por último, aplaudimos la labor ejemplar de las fuerzas del orden españolas en La Vuelta, que han actuado con profesionalidad en unas condiciones de extremada tensión.

También agradecemos a los organizadores de la Vuelta su compromiso y capacidad de resistencia ante una situación sin precedentes.

Felicitamos a Jonas Vingegaard, ganador de la clasificación general de La Vuelta Ciclista a España 2025, quien, pese a las circunstancias, ha demostrado una fuerza y una constancia notables a lo largo de esta edición.”

 

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