martes, 25 de febrero de 2025

SIN COLA, PERO LIBRE

SIN COLA, PERO LIBRE

 

                    Madrid, 24-02-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 

En la Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/sin-cola-pero-libre/



¡Pobre lagartija! Un malvado le declaró la guerra. Iba como una centella de piedra en piedra, esperando protección. Una mano veloz la agarró por la cola, pero la lagartija continuó su camino. Sin cola, pero libre

Putin se quedará con Crimea y el Donbas. Crimea y Sebastopol, la única base naval en territorio ruso de “aguas calientes” o libres todo el año con acceso al Mediterráneo a través del Mar Negro y del Bósforo que controla celosamente Turquía de conformidad con la Convención de Montreux de 1936. A Rusia le cuesta llegar a los mares libres. A pesar del deshielo, los puertos árticos no son de fácil acceso todo el año. El Báltico es ahora un mar esencialmente aliado con el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN. En el Pacífico tiene Vladivostok en territorio cedido por China mediante los llamados “Tratados Desiguales” del XIX, cuando el Imperio del Dragón era pura debilidad.

Vladimir el Terrible pone velas rogando a Dios que Beijing solo piense en recuperar Taiwán. El espía comunista es ahora un ortodoxo convencido que se persigna de derecha a izquierda, al revés que los católicos romanos. Agradece también que Trump intente hacer con él la pinza a Xi en Beijing, núcleo esencial de la estrategia internacional del americano. Pondrá precio.

Quiso Rusia toda la tarta ucraniana y se quedará con dos porciones, un 20 %, que ya eran como suyas. Crimea es rusa de “toda la vida”. Anexionada en el siglo XVIII, Kruschov, predecesor de Putin, se la entregó a Ucrania en 1954. En Kiev se hicieron ilusiones. El Donbas es una perdida más dura, pero la mayoría de sus habitantes querían quedarse en la órbita rusa. Nada justifica, sin embargo, las agresiones territoriales rusas.

Ucrania será occidental. Es el fondo de la cuestión. ¿Dónde se ubica Ucrania, en el mundo occidental o como satélite de Rusia? En 2014 Putin presionó para que Ucrania no firmara un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Luego vino, ese mismo año, el Maidán con sus diferentes interpretaciones rusas u occidentales, la ocupación de Crimea y, en 2022, la invasión rusa de Ucrania para controlarla enteramente y situar un gobierno títere. El fracaso militar ruso provocó que Moscú se consolara con una guerra de conquista territorial centrada en el Donbas rusófilo con réditos, sin duda, pero en la que tampoco ha podido ir más lejos y hacerse con la mítica Odesa y la costa ucraniana del Mar Negro.

Tan claramente queda Ucrania en el mundo occidental que ahora Moscú no objetaría un ingreso ucraniano en la Unión Europea. Ciertamente, conserva la cola de la lagartija (Crimea y Donbas), pero ésta corretea fuera de su alcance. ¿Y hay quienes dicen que Rusia ha ganado? ¡Será Trump, ignorante geográfico y de Historia! También un “pelota” elemental cuando le conviene. Tan prepotente, él, que ahora queman efigies suyas en Ucrania para reprocharle sus injustos ataques a Zelensky al que quiere echar y despojar de la mitad de los recursos ucranianos como pago por la ayuda esencial de Biden, un órdago con el que el americano obtendrá algo. Más fácil lo segundo que lo primero si bien el ucraniano está dispuesto a no ser un obstáculo para una verdadera paz y pide, a cambio, entrar en la OTAN.

“Tienes que pagar por la ayuda americana”, le dice Trump a Zelensky mientras engaña acusándole de dictador, de culpable del conflicto. Algunos tragarán estas mentiras del mal amigo que hasta empujaría a Kiev de nuevo hacia Moscú, pero, por ahora, la lagartija azul y amarilla está a salvo. Los europeos la ayudarán, incluyendo España con su valeroso Presidente del Gobierno dispuesto a enfrentarse a Trump.

¿Ucrania fuera de la OTAN? No se puede ganar en todo. Muchos aliados lo preferirán porque Ucrania es un riego seguro. Cuando sea más prospera que Rusia por estar incrustada en la Europa libre, Moscú no lo soportará. Mejor ayudar a Ucrania a rearmarse y a no ser cogida de nuevo por sorpresa por Rusia como Europa por Trump. Tampoco le será fácil al magnate imponer siempre su voluntad que suele volar alto antes de descender a la realidad.

En cuanto a la UE, debe desarrollar su propia defensa, una estructura de mandos como en la OTAN, insertable en la Alianza o capaz de ser eficaz por si sola por lo que necesitará su propia disuasión nuclear. La relación transatlántica se tensa, pero veremos si se lleva por delante a la OTAN como algunos desean en la misma Europa y en el Kremlin que sueña con que Washington deje Europa. Los europeos debieran también estructurarse en una Unión Federal, al menos España y otros como los fundadores originarios de lo que ha devenido la UE.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

  

jueves, 20 de febrero de 2025

PAPÁ NOEL SE ENFADA

PAPÁ NOEL SE ENFADA

 

                    Madrid, 19-02-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 

 

En la Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/papa-noel-se-enfada/   



Mientras Sánchez se dedica a darle gusto a Puigdemont por lo que probablemente indultará a Laura Borrás, la antigua Presidenta de Junts del “Parlament” condenada por corrupción, Papá Noel, el de Lafayette Square en Washington, que en anteriores personificaciones ayudaba bondadosamente a Europa, salvándola del nazismo y del imperialismo comunista ruso, anda enfadado y de ello no se libra España. Trump dijo que éramos de los antioccidentales BRICs no por creer que España lo sea, sino por entender que actuamos como si lo fuésemos.

Un “mensajito” a Sánchez y a Albares al que no parece que el nuevo Secretario de Estado americano, Marco Rubio, se haya precipitado en llamar a pesar de que telefoneó enseguida a medio mundo, y eso que es de origen cubano, aunque contrario a la dictadura en la Perla del Caribe y otras como la nicaragüense y la venezolana. Igual hay ninguneo por nuestro amor bolivariano y por no gastar lo necesario en la defensa de Europa.

El “Joker” reinstalado en La Casa Blanca no le va a hacer caso a nuestro Presidente del Gobierno protagonista de magia escapista en Paiporta. Y eso que tenemos dos bases importantes en las que acogemos a fuerzas y efectivos de los EEUU (que Marruecos quisiera quitarnos), aliado importante, pero al que nuestra “progresía”, y, a veces, “regresía”, gusta criticar solo porque es el “puto amo”, según el “diccionario elegantorus” de un ministro del Gobierno socio-comunista (+independentistas) que el llorado Alfredo Rubalcaba resumió como Frankenstein en lugar de llamarlo Frente Popular.  

Papá Noel trasformado en Joker está enfadado porque dice que los europeos vivimos seguros sin poner suficiente de nuestra parte; por ponerle más aranceles a productos americanos que EEUU a los nuestros; por tener una burocracia excesiva aplicando normas que coartan la inventiva, la iniciativa y la implantación de compañías americanas en Europa. Su Vicepresidente Vance va más lejos aún, pasándose innumerables pueblos, acusando a los europeos de haber perdido los valores tradicionales de nuestras democracias cuando fue Trump quien fomentó el asalto al Capitolio.  

Sin perjuicio de que Trump exagere, o no tanto, tampoco es que vaya totalmente descaminado en algunas cuestiones. No es insultándole como los europeos mejor se entenderán con él, una necesidad inevitable. El Papá Noel navideño deja regalos y, como Ratoncito Pérez, no solo quiere que seamos buenos y que hagamos bien nuestros deberes, también que le dejemos galletas y un vaso de leche.

Ahora toca integrarse más en Europa, contribuir a su defensa (imprescindible para nuestra cacareada autonomía estratégica) y a la aliada en justa proporción, así como a la reconstrucción de Ucrania (y de su defensa) que, si bien se dejará algunos despojos en manos de Moscú que eran rusos como Crimea o prorruso como el Donbas, conservará el 80 % de su territorio y su libertad ante una Rusia que la quería toda para sí. Quedará enmarcada en el ámbito occidental que es lo que no quería el Kremlin que sale perdiendo de esta guerra sin perjuicio de que volverá a una relación normalizada con el mundo occidental si bien reinará una justificada desconfianza militar dado el habitual imperialismo territorial ruso. Habrá que reimponer las medidas de confianza de finales de la Guerra Fría.

Para ser un jugador en la primera liga mundial, en lugar de pigmeos que se ofuscan cuando no les atienden, la Unión Europea debe transformarse rápidamente en un Estado Federal con disuasión nuclear. Las cifras globales económicas de la UE dan para ello. Solo falta la voluntad política.

Los ciudadanos europeos han de exigirlo a nuestros gobernantes adormilados en su búsqueda del Grial. Se reunieron ahora en Paris unos pocos países de la UE (Fr, Al, It, Es, Pb, Dk) con la Presidenta del Comisión, el del Consejo y el Secretario General de la OTAN (aún la defensa de la UE), además del Reino Unido que ya ha dicho que está dispuesto a enviar fuerzas militares de interposición a Ucrania. Una interesante mezcla (UE, Alianza y RU) para fomentar una reacción europea al ninguneo de Trump. Veremos si la UE consigue influir de un modo realista en la solución ucraniana y se convierte en un Estado Federal, manteniendo la, ahora, delicada relación transatlántica, rechazando asimismo el imperialismo ruso.

Sin embargo, esta reunión ha sido una decepción mostrando demasiada disparidad de opiniones salvo la necesidad de invertir más en defensa. No basta. Trump y Putin se frotan las manos y en Arabia Saudí quieren decidir sin Ucrania su futuro. El agresor con quien mayor ayuda militar presta a Kiev. Esta guerra ha de terminar, pero obviar en su solución a Ucrania y a Europa no es realista tampoco. La UE debe afirmarse y ser valiente.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

 

 

sábado, 15 de febrero de 2025

RUSIA PIERDE

 RUSIA PIERDE

  

                    Madrid 14-02-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 



En La Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/rusia-pierde/




 

Aron Ralston, un montañero estadounidense atrapado por una roca cuando cayó a un barranco donde nadie sabía que estaba, se cortó él mismo el brazo aprisionado para salvarse.

                                        ooOoo

Ahora Trump quiere acabar, siempre lo dijo, con la guerra que Rusia declaró a Ucrania en 2022 porque Kiev llevaba un rumbo decidido hacia el mundo occidental. La mayoría de los ucranianos deseaban alejarse de Moscú y acercarse a la Unión Europea y a Occidente, dando fin a la opresiva subordinación moscovita.  

El que Ucrania estuviese inmersa desde 1991, fecha de su independencia, en una conflictividad civil interna entre la mayoría prooccidental y una minoría prorrusa en el Donbas no altera que Ucrania quería mayoritariamente alejarse de Moscú para ser un país plenamente soberano, lejos del “diktat” del Kremlin. Ya lo intentó en 1917, sin éxito, cuando la revolución rusa.

Putin, un postcomunista y postespía liberado de cualquier compromiso moral y ético, lanzó en 2022 sus formidables ejércitos rusos postsoviéticos sobre Ucrania para conquistarla entera tras haberse zampado Crimea en 2014. Fue un golpe de mano con dos o tres centenares de miles de soldados con apoyo aéreo y protegidos por tanques. Los rusos pensaron que podrían ocupar mucho territorio y su capital para instalar un gobierno títere prorruso.

La operación falló, Kiev resistió, y tras una guerra ya larga de tres años Rusia solo ocupa esencialmente los territorios ucranianos donde había poblaciones que le eran favorables y Crimea, arrebatada a los turcos por Rusia en el siglo XVIII, caprichosa y artificialmente entregada a Ucrania en tiempos soviéticos. Su reapropiación indebida, sin duda inaceptable, por Rusia, un hábito tanto con Zares azules como rojos, constituye una pérdida soportable para Ucrania frente a esta Rusia de nuevo imperialista.  

El “blitzkrieg” ruso, al estilo del alemán en la Segunda Guerra mundial, quedó empantanado, fracasado. Al no lograr su verdadero propósito se convirtió en una guerra de trincheras que ahora se mueven muy despacio en favor de Moscú en el Este ucraniano, salvo en la zona rusa de Kurtz ocupada por Ucrania a modo de carta negociadora. Los dos adversarios están exhaustos y va llegando el momento de poner término a esta guerra. Moscú parece disponer de recursos infinitos, pero no será así cuando Putin prefiere importar soldados coreanos que llamar de nuevo a filas a rusos jóvenes y no tan jóvenes. ¿No será esta guerra ya tan popular allí?

Rusia está derrotada porque lo quiso todo y solo obtendrá un pellizco territorial. Si se llega a un entendimiento entre Moscú y Kiev, con mediación americana (o más crudamente, entre Trump y Putin) y quizás con participación europea (lógica si tendrá un rol militar que desempeñar) sobre la base de la línea divisoria actual entre rusos y ucranianos, u otra semejante, Rusia sólo conservará un 20% de Ucrania formada por esos territorios que eran prorrusos y Crimea.

Un pellizco tampoco tan dañino para Ucrania en términos políticos, económicos y estratégicos al conservar Kiev Odesa y otros accesos al Mar Negro, un 80 % compacto de su territorio original, su libertad, sus campos de cereales, sus importantes minerales y su inmersión definitiva en el mundo occidental, que es la cuestión esencial que se viene dirimiendo desde antes del Maidán, cuando Putin vetó una asociación de Ucrania con la Unión Europea.

A Finlandia le pasó lo mismo cuando la Segunda Guerra Mundial. Enseño los dientes, resistió, perdió una quinta parte de su territorio y basta mirarla ahora para comprobar que salió ganando. Tampoco la Rusia soviética pudo comérsela entera. Cuando se quiere toda la tarta y solo te puedes quedar con dos trozos de los diez que hay es que has perdido como Rusia y Putin saben muy bien.

Sin duda estaremos mejor con paz que con guerra y eso requiere un esfuerzo. Queda por ver la letra pequeña de un acuerdo, de qué modo se reiniciarán las relaciones entre el mundo occidental y Rusia, algo positivo, pero tampoco se podrán plantear como si no hubiera pasado nada porque hay que enarbolar de nuevo el Acta Final de Helsinki para regir a Europa, también firmada por Rusia en 1975. En cuanto a los europeos, los de la Unión Europea, lo que tienen que hacer es crear su propia defensa, unirse en un Estado Federal, abandonar pretenciosidad alguna y dejar de llorar.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

jueves, 13 de febrero de 2025

¿Y SI VUELVE A CASA?

¿Y SI VUELVE A CASA?

 

                              Madrid, 11-02-2025

                         (lectura no muy larga 😊)

 

En La Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/y-si-vuelve-a-casa/


 


¿Quién volvería a casa? Pues el Reino Unido. De vuelta a la Unión Europea. ¡Ah! ¡Menuda papeleta! Recientemente en La Discrepancia uno de los mayores europeístas de España (y de Europa), el catedrático Francisco Aldecoa, amigo querido y admirado, explicaba atinadamente la situación del Reino Unido y de la Unión Europea en la actualidad cuando se cumplen cinco años desde la partida de Albión. Me gustaría prolongar su reflexión,

¿Qué hacer si quiere volver? La respuesta se me antoja compleja. Cuando el hijo pródigo volvió, su padre dio una fiesta. Pero estamos veinte siglos después. El RU aportó mucho a la UE, seriedad entre otras cosas, pero frenó también mucho porque Londres no quiere un poder fuerte en Europa. No es una especulación. Es una realidad histórica. Tras la invasión de los normandos franceses en el siglo XI, Inglaterra y, luego, el Reino Unido se han opuesto siempre a la potencia continental.

Contra Francia a lo largo de la guerra de los Cien Años, contra el Imperio de Carlos V y el potente reino de su sucesor en España, Felipe II, contra Napoleón, contra Hitler, contra la URSS y la Rusia actual tampoco la puede soportar y con razón. Con la UE y sus personificaciones anteriores le ha pasado lo mismo porque de alguna manera la UE es una manifestación imperial europea del siglo XX y del siglo XXI. Por eso en Londres nunca han querido apoyarla del todo y permitir, aún menos facilitar, su marcha hacia un Estado Federal.

Si el RU quiso entrar en la Europa comunitaria fue para controlarla desde dentro e impedir que llegase a ser una Unión Federal. Caballo de Troya. Lo que ha pasado, a mi entender, es que llegó un momento en el que estimaron, equivocadamente o no, que pagaban demasiado por ello. En autonomía, en libertad de acción, en lo que sea. ¿Qué se han arrepentido? Unos británicos, sí. Otros no. Veremos pues en el futuro si siguen como están, si se acercan y si, quizás, quieren volver. Esto último es improbable, pero nunca se sabe.

Coincido con Aldecoa en que fue bueno que se marcharan para poder progresar en la integración y que, asimismo es bueno, que se nos acerquen para una mejor sinergia y beneficio mutuo entre la UE y el RU. La dureza del mundo que nos rodea lo exige. Sin embargo, hará falta responder a algunas preguntas.

La primera es, con el acercamiento, ¿Cuánto roce (descartado un nuevo matrimonio)? Como recuerda Aldecoa, el pasado 3 de febrero se reunieron informalmente todos los miembros de la UE con el “Premier” británico y con el Secretario General de la OTAN. El orden del día era la seguridad en Europa teniendo en cuenta la amenaza rusa y el “Joker” que tenemos en la Casa Blanca. Ciertamente trataron otros temas, pero lo principal era la seguridad y la defensa. Por ello la presencia del RU que tiene un magnífico ejército y dispone, como Francia, de armamento nuclear. Y la del SG de la OTAN que pese a todo es la única defensa de la UE. Muchos deberes le quedan a la Unión para desarrollar su propia defensa, compatible con la Alianza Atlántica, naturalmente, pero es algo que debe hacerse.

Este roce no marital de la UE con el RU es de cajón en el caso que dentro o fuera de la OTAN no se pudiera contar con los EEUU, cualquiera que sea la operación militar y el motivo de una ausencia americana. ¿Pero en otras cuestiones que no son de seguridad y defensa, cuánto roce? Tenemos la experiencia con otros europeos no comunitarios como Noruega o Suiza. ¿Podríamos acercar más al RU, pero sin llegar a una situación que haga más atractivo a un país rozarse en lugar de integrarse en la UE?

Es de suponer que la UE reflexiona al respecto en el caso británico y también el Gobierno español. Ya nos contarán. Eso deberían. También lo que se le debe pedir al RU no solo para acercarse a la UE sino también para un eventual reingreso. La RU en la UE es un plus inestimable, pero no puede volver a tener la capacidad de frenar una integración federal. ¿Cómo se hace? ¡Ah!, ahí hay que ver a los especialistas europeos y españoles en materias comunitarias y, evidentemente, a nuestros gobiernos europeos.

Respecto al español, hay una cuestión específica para tener en cuenta tanto en el roce más cercano como si el RU quisiese volver a la UE: Gibraltar. Esta cuestión está ahí. Para empezar, llevan varios años hablando Madrid y Bruselas con Londres sobre cómo solucionar el Brexit en Gibraltar y nada ocurre. ¿Sorprendente? Preocupante. Lo que sí está claro es que cuanto más esté cerca el Peñón de Europa más cerca está también de España.

Cuando ingresamos en la UE el RU era parte de ésta. Tanto para un roce cercano como para un reingreso, la situación se ha invertido. Yo no creo que esta colonia británica podría recuperarse sin el asentimiento de sus moradores (estamos en el siglo XXI). Mientras tanto, según el Tratado de Utrecht y la oportunas Resoluciones de la ONU el Peñón, o sigue siendo colonia británica o vuelve a España, pero hay maneras de hacer atractiva su reintegración en nuestras fronteras, el principio de descolonización que rige este caso, de cara a un futuro, aunque sea lejano e hipotético. Es evidente que Gibraltar debería ser una Autonomía con sus instituciones, su policía y su idioma, pero hay que decirlo claramente.

¿Puede España bloquear acercamientos del RU a la UE a cuenta del Peñón? Naturalmente que sí, pero todo es modulable en función de diversos factores entre los cuales están la verdadera fuerza político-económica de España en la UE y la voluntad del gobierno de turno. En todo caso, quien esté a su frente puede tener seguro que la oposición que le pueda tocar será exigente al respecto.

Lo que está claro es que la construcción de Estados se suele hacer “en contra” de una amenaza o de algo negativo para una comunidad. La amenaza rusa, real, y la más específicamente comercial del “Joker”, debieran hacer reaccionar a los europeos necesitados hoy en día de algo más que de marcar solo una senda futura. Hay que emprenderla ya y decididamente tanto en términos políticos como económicos y ello implica la cada vez más necesaria “caja común” europea y la constitución de un Estado Federal Europeo. Tenemos Gobierno (la Comisión) y Parlamento. Nos falta transformar el Consejo Europeo en un Senado que represente a los Estados federados y hacer del Presidente del Consejo un Presidente de la Unión elegido por el Parlamento o directamente por todos los ciudadanos.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

viernes, 7 de febrero de 2025

DOS MAS DOS IGUAL CUATRO Y MENOS TRES, DA UNO

DOS MAS DOS IGUAL CUATRO Y MENOS TRES, DA UNO

 

 

          Madrid, 07-02-2025

          (Lectura rápida 😊)

 

 

En "La Discrepancia"

 https://ladiscrepancia.com/dos-mas-dos-igual-cuatro-y-menos-tres-da-uno/

 

 


Da, más bien, 1,29 % del PIB, lo que España invierte en su defensa y en la de sus socios y aliados. Una miseria insolidaria. Como Luxemburgo, en el furgón de cola. En 2014 Rajoy se comprometió a invertir un 2 % en la Cumbre aliada de Gales. Luego se durmió y al despertarse pidió el “Marca” y un whisky cuando Sánchez le echaba con una moción de censura en 2018.

Sánchez tampoco es atlantista. Pensará que es una subordinación a EEUU en lugar de conceptuar el Atlántico Norte como el Mare Nostrum de hoy en día, un vínculo esencial del mundo occidental al que pertenecemos. A Trump igual le pasa ahora lo mismo. ¿Trump y Sánchez pensando igual? ¡No queramos ni imaginarlo! Igual cree el nuestro que lo que haga Rusia apenas nos afecta, que los Pirineos son infranqueables y que Marruecos se rearma considerablemente solo pensando en Argelia.

Hemos pasado estos años de gastar menos de un 1 % del PIB al mencionado 1,29 %, pero llegar al 2 % no está previsto hasta 2029. “Ad calendas graecas” dirían en Roma. “Largo me lo fiais” en boca de Tirso de Molina. Igual nunca.

Calviño en el Banco Europeo de Inversiones prefiere las de la agenda verde. Sin embargo, la Unión Europea ahora quiere invertir más en defensa y que el BEI se dedique a ello ampliando su mandato y por el mismo motivo Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, estaría también dispuesta a flexibilizar ciertas reglas de déficit y de deuda pública de los miembros de la Unión Europea. “Hay que buscar el dinero debajo de las piedras”, podría decir alguien que suele buscar allí votos cuando son las de Monserrat o están en Waterloo.

Conviene recordar que la UE aspira a una autonomía estratégica. Ello requiere estructurar y dotar una defensa europea lo que cuesta dinero. Habrá que ser coherentes si queremos una defensa europea. Compatible con la OTAN, claro. ¡No vamos a gastar dos veces lo mismo!

Mientras llegue esta tierra prometida (con disuasión nuclear incluida) habrá que contribuir en un marco en el que el aliado principal, los EEUU, se quejan desde hace varias décadas, con razón, que el peso principal recae en demasía sobre Washington e insuficientemente en las espaldas europeas.

Es una materia en la que los europeos siempre han sido unos escapistas desde que se hundió la Unión Soviética, y España el primero de la clase. Es “viajar de gorra” como decía hace tiempo Javier Solana en un artículo. Sobre todo, ahora que Rusia se vuelve amenazante otra vez más.

Parece que los europeos solo se enteran cuando Trump está en La Casa Blanca y pega gritos, profiriendo asimismo amenazas. Los otros Presidentes americanos eran educados y por eso apenas se les oía. Salvo países como Reino Unido, Francia o Polonia, en la remolona Europa pocos reaccionan. Luego, llegan las malas sorpresas.

Este pasado lunes 3 de febrero se reunieron informalmente en Bruselas los países de la UE, representados por sus Jefes de Estado y de Gobierno, con el RU y el nuevo Secretario General de la OTAN, Mark Rutte. Británicos y franceses son los únicos europeos occidentales en disponer de modestos arsenales nucleares.

Tanto Rutte como el “Premier” Starmer pidieron que se invierta más en defensa inmediatamente, antes de finales de año. Una urgencia y determinación que emana también del socialista portugués Costa, Presidente del Consejo Europeo. Rutte anunció que en la Alianza se establecerá pronto un objetivo superior al 2 % del PIB como referencia. Trump pide el 5 % y Rutte amaga un 3 %. ¿Bastará o mercadearan un 4 %?

El Comisario europeo para Defensa y el Espacio, Kubilius, señala que Rusia ya libra una guerra hibrida en toda Europa que un día podría convertirse en una agresión militar como en Ucrania. Subraya que Europa tiene grandes lagunas para disuadir al Kremlin. Quiere que en la UE gastemos en defensa más, mejor, juntos, más barato (que en EEUU), rápidamente y entregando a tiempo, añadiendo que nuestras finanzas deben coincidir con nuestras necesidades de defensa y no al revés.

España debe invertir más en defensa mal que les pese a Sánchez, Calviño y Yolanda. Claro que, como en tiempos de Franco, que tanto recordaremos este año, España puede seguir siendo diferente que es lo guay. En cambio, como vemos, el socialista Costa y el laborista Starmer apremian gastar más en defensa. El británico quiere llegar al 2.5 % del PIB. También favorece su gobierno la energía nuclear siendo partidario de las centrales modulares, el último grito. Nuestro gobierno Frankenstein está en babia hasta en esto último.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

martes, 4 de febrero de 2025

¡FRASCO! ¡FRASCO! ¡FRASCO!

 ¡FRASCO! ¡FRASCO! ¡FRASCO!


  Madrid, 04-02-2025

(Lectura rápida 😊)


En La Discrepancia

https://ladiscrepancia.com/frasco-frasco-frasco/



La dictadura de Franco, que quieren recordarnos frecuentemente en 2025, duró casi cuarenta años. No la olvidan los que la sufrieron. Unos más que otros, evidentemente, pero todos tuvimos nuestras libertades recortadas, algunos cruelmente. La dictadura pasó por fases y algunos se atrevieron a llamarla “dictablanda” en su etapa final sin perjuicio que fusiló en su epílogo antes de que llegara Juan Carlos I y, con él y el esfuerzo de los españoles, la democracia. 

Alguna revista satírica mantenía el sentido del humor, refugio de la falta de expresión libre. En uno de sus números se cambiaba “marquesina usada por persiana nueva”. Y es que se comentaba entonces que el yerno de Franco, que era marqués, le hizo bastante caso a la esposa del Emperador de Irán, Soraya, en una visita oficial de esta pareja a Madrid. La censura de la dictadura cerró la publicación algún tiempo pues todos habían entendido que la “marquesina” era la marquesa, hija de Franco, y que la “persiana” era la Emperatriz persa. Otra vez publicó un parte meteorológico: “En España reina un fresco general procedente del noroeste de la Península y con tendencia a empeorar”. Otro cierre. ¿Quién no sabía que Franco era gallego?  

También un jeroglífico en una época en que las apariciones en público de Franco provocaban histeria entre sus partidarios (los había, y numerosos) que levantando el brazo con el saludo nazi-fascista gritaban desaforadamente “¡Franco!, ¡Franco!, ¡Franco!” en una época en la que se exclamaba ¡Arriba España! en lugar de decir como ahora ¡Viva España! El jeroglífico mostraba una piña encima de tres frascos y la solución era: !Frasco! ¡Frasco! ¡Frasco! ¡Arriba es piña! 

Vienen a la memoria estos recuerdos benignos de la dictadura ahora que quieren que la recordemos por si vuelve. ¿Quién la traería? La “fachosfera”, naturalmente. ¿Por qué no? Sánchez ya ha traído el Frente Popular con su Frankenstein donde le condicionan sus socios minoritarios, entre ellos el PCE, otros postmarxistas variados, los herederos políticos no arrepentidos de ETA, los independentistas que quieren despedazar España despacio o deprisa, con buena o mala letra. Especialmente Puigdemont, pero no solo él. Rubalcaba se equivocó bautizando esta coalición con su buen humor negro “Frankenstein”. Tenía que haberle dado su verdadero nombre: Frente Popular-Independentista. 

No puede ser que media España gobierne contra la otra media, la que sea. La Transición lo había abolido en busca de la moderación frente a la polarización que entre otras cosas ya hundió la II República que como la primera fracasó por unos y por otros a pesar de que hay quienes quieren solo idealizarlas. 

Mejor la España que tenemos ahora que, sin embargo, pierde calidad democrática con esta polarización que recuerda, desgraciadamente, la de los años treinta, hasta con carácter personal, y que enfrenta a las dos Españas en vez de aunarlas como se consiguió con la llegada de la Monarquía Parlamentaria. La responsabilidad es de todos, pero siempre es más la del que gobierna porque tiene los resortes del poder. 

Vamos mal si importamos los caudillismos latinoamericanos. Sólo faltaría que a alguien se le ocurriera alguna vez gritar “¡Sánchez! ¡Sánchez! ¡Sánchez!“. Estaremos lejos de semejante disparate, pero ciertos rasgos personalistas y pactos políticos encaminados esencialmente a la pervivencia política personal no dejan de constituir alarmas importantes.

En un régimen parlamentario no hay límite temporal al frente del gobierno. Quizás fuese necesario. Aznar lo intentó vía fáctica anunciando que no gobernaría más de ocho años tras los catorce de González. Zapatero lo amagó, aunque la crisis del 2010 no le dio la opción de quedarse más de los ocho años, dos mandatos. Rajoy solo pudo aguantar cinco años y Sánchez puede superar los ocho. ¿Es Sánchez imprescindible? No parece, pero probablemente lo sea para sus incondicionales y, sobre todo, para sus socios y aliados necesarios para llevarnos por donde ellos quieren. 


Carlos Miranda, Embajador de España