viernes, 31 de enero de 2025

¿CERO PATATERO A TRUMP?

¿CERO PATATERO A TRUMP?

 

                    Madrid 30-01-2025

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Trump quiere ahora otro éxodo en el Oriente Próximo. De aproximadamente un millón y medio de gazaties a no se sabe dónde para reconstruir, alega, Gaza. Dicen que tiene de la política una visión de tendero. Más caritativo es considerar que actúa con mentalidad de agente inmobiliario.

Por ejemplo, quiere comprar Groenlandia. Alega motivos tan serios de seguridad que Dinamarca se ha puesto las pilas y va a dedicar 2.000 millones de € para la seguridad de esa isla enorme cuyo valor estratégico multiplica el deshielo. Tuvo que ser Trump el que se lo explicara al gobierno danés. Con los malos modos que acostumbra consigue, desgraciadamente, pasar los mensajes que no calan de otro modo. Pero Trump dice jocosamente que solo compran dos trineos con ese presupuesto. Muchos expertos, incluso daneses, dicen que es una inversión insuficiente.

Trump insistirá, pues, en adquirir Groenlandia. Nada que oponer si están de acuerdo los groenlandeses. Si no lo están, debería negociar o renegociar algún acuerdo de seguridad que tenga EEUU con Dinamarca, propietaria de esa enorme isla donde muchos lugareños aspiran a una quimérica independencia. Son 57.000 habitantes por algo más de dos millones de kilómetros cuadrados. ¡Cuatro veces España!

Podrán acurrucarse en los brazos de EEUU si se hacen estadounidenses o aceptar un mayor control militar desde Washington, pero la decisión será de los groenlandeses y de Copenhague. Trump confía en obtener lo que pretende y es improbable que recurra a la fuerza. Si lo hiciera sería una agresión a la Unión Europea y un torpedo a la línea de flotación de la OTAN de lo que se aprovecharía Rusia. Macron ofrece a Dinamarca enviar tropas francesas a Groenlandia (¿se apuntará Sánchez?). ¿Zipi y Zape? Igual surte efecto en Washington.

Quiere recuperar también el Canal de Panamá. Quiere más bien poder controlar su gestión en la que dice que medran los chinos, algo inimaginable para Washington, y, más que nada, precios más bajos para los buques americanos, mercantes o de la Navy, que cruzan el canal. Lo de amenazar con su preeminencia militar es inaceptable, pero probablemente es para asustar, presionar y dar publicidad a sus intenciones. Como dicen, a Trump conviene tomarle en serio, pero no al pie de la letra.

Lo último suyo es llevarse a los gazaties a Egipto y Jordania. Eso ya es de tendero ignorante. Ya hubo en el pasado éxodos importantes de palestinos a otros países árabes y a resultas ya ningún país hermano quiere acogerles si no es de uno en uno y con estudios universitarios. Ni a sus terroristas con metralleta y bandana verde como los que se pavonean ahora por Gaza protegidos por el alto el fuego con uniformes bien planchados en los túneles donde han vivido escondidos junto a sus rehenes como poco torturados psicológicamente o asesinados. ¿Por qué no los liberan todos de una vez y no a cuentagotas? ¿Acaso Egipto quiso acoger ahora a los palestinos desplazados en Gaza? Cerró la frontera con un muro berlinés. Los árabes les apoyan, pero no los quieren en sus países por considerarles unos alborotadores peligrosos con metralletas y granadas.

Mientras haya terrorismo palestino no habrá paz ni la eventualidad de presionar a Israel para aceptar un verdadero Estado palestino y los israelíes, empujados por sus propios radicales, acabarán construyendo el Gran Israel. Los palestinos no han perdido ocasión para empeorar su situación desde 1948 planteando conflictos de los que generalmente han salido perdiendo. La Autoridad Nacional Palestina es casi una ficción, aunque se la reconozca como Estado, y un desastre de gestión, así como, señalan, un nido de corrupción de lo que se aprovecha equivocadamente Israel que no confía en esa ANP a pesar de que ésta bien se ha cuidado de no apoyar a Hamás, dueña de Gaza, al que Al Fatah, que controla la ANP y Cisjordania, considera nada menos que su enemigo.

Los árabes no quisieron inicialmente, en 1947, los dos Estados a pesar de la ONU e invadieron Israel con sus ejércitos nada más proclamarse en 1948 su independencia. Ahora varios de ellos (Egipto, Jordania, Marruecos entre otros) aceptan los dos Estados salvo los palestinos terroristas de Hamás, o de Hezbollah en el Líbano, siguiendo directrices de Irán, verdadero malo de la película.

Así no tienen futuro los palestinos y facilitan la postura de los que en el Estado hebreo quieren quedarse con Gaza y con Cisjordania. Una o dos más de Hamás como la de ahora provocando guerras, miles de muertos palestinos (incluidos de sus milicias terroristas) y destrucciones previsibles en Gaza, e Israel se quedará con todo.

Ni los egipcios ni los jordanos, ni ningún otro país árabe, parecen inclinarse por aceptar a los refugiados palestinos. Habrá que ver qué pasa y si ocurre como con Colombia donde su presidente se ha tragado en cinco minutos su resistencia a aceptar a compatriotas suyos expulsados de EEUU por ser inmigrantes ilegales con una amenaza de Trump de subir un 25 % los aranceles. Igual convence del mismo modo a egipcios y jordanos o amenazando de no proveerles con armamento americano lo que introduciría de nuevo en esos países a los rusos.

En El Cairo y Amman temen más a los palestinos que a Israel y, además, con razón, abogan por que puedan vivir en sus tierras que habrá que desescombrar y reconstruir con, probablemente, dinero de la UE y quizás de los árabes del Golfo. Mejor el de estos últimos que igual por ello frenan más a Hamás que, de todos modos, no parece en condiciones de reiniciar pronto unas hostilidades serias contra Israel que no la ha derrotado del todo, pero habrá ganado algún que otro decenio de tranquilidad.

 

Carlos Miranda, Embajador de España