PACTAR CON EL DIABLO
Madrid, 16-01-2025
(Lectura rápida 😊)
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Pactar con el diablo, o con sus manifestaciones. Hay
quienes llegan a soñar con entregar su alma a Satanás a cambio de una juventud eterna o de cualquier
otra ayuda decisiva en su vida.
En Europa hay numerosas historias que señalan
entendimientos con el Maligno para obtener algún beneficio y a veces narran que,
al intentar engañarle, el Demonio se venga.
Una leyenda señala como un joven enamorado de la hija de un responsable
municipal consiguió mostrar el mejor proyecto para un puente sobre el Ródano en
Aviñón. El precio para pagar al verdadero ingeniero, Belcebú, era el alma del
primer ser vivo que cruzase el puente, en principio el joven enamorado. La
novia le convenció de soltar antes un perro. Enojado por el engaño, Lucifer
destruyó parte de su obra. Se puede comprobarlo contemplando los restos del
puente destruido en realidad por una riada en el siglo XVII.
En Bruselas ocurrió algo parecido. Otro joven arquitecto
pactó con Luzbel entregarle su alma con la primera campanada de la torre del
ayuntamiento cuyo proyecto elaboró en realidad el Astuto para así ganar otro
concurso cuyo premio era, también, la mano de la amada, hija del burgomaestre
de Bruselas. Su novia (¡las mujeres siempre al quite!) le sugirió no poner campanas en
la torre. Sencillo y eficaz. El Ángel caído, otra vez enfadado por el
incumplimiento del pacto, se vengó. Como prometió que su obra no la destruiría
ni Dios, solo pudo, para fastidiar, desplazar la torre que no está en el centro
del edificio en la Grand-Place. El ayuntamiento fue originariamente construido
en distintas etapas durante el siglo XV y en una se añadió un ala diferente de la
otra. Los franceses bombardearon esa preciosa plaza en 1695 y hubo que
reconstruirla.
Los incrédulos piensan que el
Diablo no existe. Error. En realidad, siempre está a la
vuelta de la esquina. Un ejemplo conocido es Puigdemont. Un caso de libro. “Si
me das el Gobierno te amnistío a ti y a los tuyos”. Aquí la ausencia de
campanas o del perro ha sido la maldita judicatura. Como es independiente y el enamorado
del Poder quiere cumplir su promesa, la solución es, aparentemente, poner en su
sitio a los jueces atacando su fortín por diversos frentes.
Uno de ellos es salvar al soldado Ryan transmutado en
familiares y fiscales indebidamente acusados de saltarse algunas normas. Las
éticas pareciera que sí. Las legales, no está claro. Afortunadamente, el Séptimo de Caballería de San Jerónimo o algún puñetero
Batman estarán al quite para
impedir despropósitos. Lo mejor es desacreditar a los jueces salvo a los que
apoyan la amnistía al Diablo que, agradecido, volverá a encarnarse en
Puigdemont para tomarse en Waterloo una butifarra con vino del Penedés junto al
enamorado de la gran diva Poder. Eso dicen, e igual se cumple …
Ya vimos como el Maligno se vengó de los engaños
destruyendo parcialmente un puente o desplazando una torre. Al no ser omnipotente
no pudo destruir totalmente sus obras. Lo mismo le pasa a Puigdemont en su
encarnación maligna. ¿Qué hará? Misterio. Por de pronto le ha puesto al
enamorado una copa de cava con veneno
exigiendo una moción de confianza para intentar debilitarle y conseguir más
dádivas. Rechazando Paiporta, el enamorado viene alejando sin pestañear la
copa. ¿Qué pasará? El otro pretendiente de Doña Poder deshoja una margarita
para ver si pacta con el Maligno, lo que no le parecía antes apropiado. Señala
que solo sería para convocar elecciones. ¡Ah! Don Dinero es Don Dinero, y Doña Poder
es aún más …. poderosa. Eso.
Mientras tanto, en Valencia, Mazón llora porque Sánchez
no acudió enseguida a ayudar cuando la catástrofe de la DANA y, en Madrid,
Sánchez dice que Mazón no se lo pidió. Aparentemente, ambos dicen la verdad. Y
siguen, como el Fiscal General. Tan contentos. ¿Será que importan poco la gente
y las Instituciones? ¿Otro motivo? Los que
lloran de verdad son las víctimas
de la catástrofe valenciana todavía enfangadas y, según se quejan ellas mismas,
con escasas ayudas. ¡Y Trump que llega!
Carlos Miranda, Embajador de España