MENTIR, MENTIR,
MENTIR ...
Madrid, 13-11-2020
(Lectura
rápida 😊)
Las
mentiras, se las lleva el viento. Y el paso del tiempo. Si pactaba con Iglesias,
tendría pesadillas por la noche. Con Bildu, nunca acordaría nada. ¿Quién lo
dijo? ¿Lo recuerda alguien? Quizás el interesado, aunque para ello hace falta
tener remordimientos o, incluso, propósito de enmienda. ¿Alguien los tiene en el mundo político? Alguno
…
No
solo mienten en el mundo político. Es la vida misma. Caín. Quizás, pero triste.
Posiblemente, pero lamentable. “¡Antes, también!” Claro, claro. Estas líneas no
pretenden blanquear el pasado o a “otros”. Ya se sabe quienes. Lo que pasa es que ahora el conductor es fulano y no zutano.
Ahora se conduce a un lado de la carretera y no al otro. “¿Y qué?”.
Pues,
que los baches de ayer ya nos los hemos tragado y los de hoy nos molestan más. Y eso que ni pensamos en los de mañana. ¡Si
fuese solo una mentira! “Una vez, mintió”. Bueno ... “Una vez dijo la verdad”. Aplauso atronador.
“¿Fue sincero alguna vez?” Cara de duda y esfuerzo memorístico. “Estoy cada vez
peor de la cabeza. No recuerdo nada”. “El abuelo está muy viejo”, le dicen al
nieto. “¡Si estoy hablando de los políticos!”. Eso es otra cosa.
En
febrero no iba a llegar pandemia alguna a España. En julio, la vencimos tras miles
de muertos. En agosto, se durmieron tomando el sol después de la paella dominguera
a ritmo diario. En septiembre, las caras amagaron una sonrisa algo estúpida. En
octubre despertaron y .... ¡Les cogió el toro
otra vez! Eso sí, nadie es
responsable de nada. Siguen en la misma poltrona. “Es que les pasa lo mismo a
todos, aquí y allá”. ¡Ah! ¿Puedo pagar impuestos allá? Porque, si son igual de
ineficaces, mejor pagar menos allá. O más, con más servicios públicos. O
mejores. “Si es que allá es igual que acá”. ¡Qué me importa allá, si estoy acá!
La
voz monocorde de la Portavoz del Gobierno Sánchez-Iglesias desgranaba este
martes pasado, cual una opositora, en la caja tonta, las verdades
gubernamentales. El precio de las mascarillas no se pudo rebajar porque lo
impide la normativa comunitaria que reconoce, en España, un IVA del 21%. ¡Vaya
por Dios! Otra vez tenía la culpa Bruselas. “Si Bruselas me da dinero, o me lo
presta favorablemente, es porque yo le soplé la idea” … Eso
sí, olvidaron decirles que hicieran algo para rebajar el precio de las
mascarillas. ¡Menudo olvido! “No, no. No es un olvido: yo, y no Bruselas,
limité el precio de esas dichosas mascarillas”. ¡Qué
grande eres!
Pocos
segundos después, la televisión estatal recordaba que en abril ya dijeron en
Bruselas que en el caso de las mascarillas no sancionarían
que no se cobrase el IVA durante
la pandemia. Otros países lo aprovecharon para rebajarles el IVA o no cobrarlo.
“¡Ah!, ¿Sí? Déjeme que lo compruebe.
¡Que abril fue hace siete meses! ¡González Laya, mujer, no me has dicho nada!
¿No te ocupas tú de lo que pasa fuera?”. “¿Yo ...?”.
Llevamos
pagando, pues, siete meses un IVA que podía no cobrarse. ¡Pobre “Manneken Pis”,
siempre te echan la culpa! No te hagas más pis ni llores, que yo te consuelo. Dicen
que de Bruselas viene todo lo malo. Entonces, ¿Quién se va a hacer europeísta? Los tontos, que son los que piensan en el futuro. ”Bruselas, caca. ¡Niño, no toques!”.
“Es
que la Portavoz es también Ministra de Hacienda”. ¡Ay! ¡Dios mío! Ahora caigo.
Quizás envió la pregunta por paloma mensajera e, igual, no llega con las señas
que le puso que eran de Andalucía, tierra bendita. Eso sí, siete meses cobrando
el IVA de las mascarillas para las arcas del Estado. ¡Bien necesitadas están!
Si en el remite de la carta puso que vivimos en Patagonia, igual seguiríamos
pagando el IVA alto por las mascarillas in “saecula, saeculorum”. Pues no, no
puso Patagonia. Puso Madrid, España. El martes próximo pasa el IVA de las
mascarillas de 21% a 4%. ¡Ya era hora!
El
verdadero problema son las trolas de los políticos. Mentiras,
mentiras, mentiras. Ayer, hoy y mañana. Dios nos coja confesados. “¡Será
a ellos!” No, incauto, o incauta, que ellos gobiernan. Sus mentiras ya están
olvidadas. Cuando se marchen, se sustituirán por las de “otros”. No se heredan,
pero siguen apareciendo. Y las de hoy siempre parecen de ayer y ya se han
olvidado. Que bien repican las castañuelas, o cualquier cosa que cante un
político .... ¡Eso, menudo cante!
Carlos Miranda, Embajador de España