TRUMP, PUTIN Y EUROPA
Madrid, 21-11-2025
(Lectura rápida 😊)
En La Discrepancia:
https://ladiscrepancia.com/trump-putin-y-europa/
Trump no gusta en Europa. Es excesivamente descarnado y
dice a veces verdades que duelen. “Delenda est Trump”. Están, además, sus formas que no son pulidas.
“Si no pagas por tu propia defensa, no tengo yo que ir a protegerte y dejar en el
empeño enterrados a mis boys en Europa como los miles de jóvenes
soldados americanos que hay en cementerios europeos por rescatar a vuestras
democracias en dos Guerras Mundiales y una Fría” viene a vociferar Trump. A
pesar del bramido, tiene razón.
También hay algún éxito suyo, aunque la pequeña letra no
convenza, no guste o, incluso, disguste. ¿Preferiríamos
que siguiese la carnicería en Gaza? El
plan de Trump tiene incógnitas, pero, a trancas y barrancas, va adelante con la
aceptación de bastantes países árabes.
Por eso el Embajador americano en el Consejo de Seguridad
argumentó que “no sean ustedes más papistas que el Papa” cuando aprobaron la
reciente Resolución sobre Gaza. Rusia y China se abstuvieron sin vetarla. La
han aceptado Israel y la Autoridad o Estado
palestino. Solo la rechaza Hamás que no quiere desarmarse. Mientras
siga habiendo terrorismo palestino no habrá paz. Veremos quien se apunta a una
Fuerza Internacional que tendría que desarmar a los terroristas. Otra Fuerza impotente
de poco servirá.
¿Preferirán algunos respaldar a
Hamás? ¿Ni una cosa, ni otra? Cada
uno puede opinar, pero estas dos posturas podrían ser acusadas de obstruccionistas
si el plan se derrumba e Israel vuelve a intervenir militarmente. Ya lo hace en
el Líbano donde sigue Hezbollah acampando al Sur del Río Litani donde no
debiera de estar junto a los pobres contingentes de UNIFIL impotentes por su
mandato que no pasa de ser notarial y eso que nos cuesta mucho dinero.
Ahora vuelven rumores o filtraciones de encuentros
secretos entre americanos y rusos para parar la
guerra en Ucrania en los que el bombero mayor de Washington, Steve Witkoff,
estaría involucrado. Enseguida saltan las críticas porque no participan ni
Ucrania ni los europeos. Algo sin duda sangrante, pero … “así es la vida” dirán,
imperturbables, en La Casa Blanca y en el Kremlin.
Ante esta realidad a los europeos y a Ucrania solo les
queda brujulear en los pasillos, esperar y ver lo que se va a ofrecer si es que
rusos y americanos se ponen de acuerdo. A los ucranianos les compete, además,
resistir, con ayuda de los europeos, en el campo de batalla y hacerle caro al
ruso sus pequeños avances que no esconden que Moscú
ha fracasado porque quería toda Ucrania y probablemente solo conservará
una Crimea que siempre fue suya y un Donbas que le era favorable. Zelensky tendrá
eventualmente que dar su visto bueno si hay un acuerdo por muy doloroso que
pueda ser, pero la guerra ya ha durado mucho y todo el mundo está cansado de
ella y de sus costes humanos y materiales, incluso en Rusia.
¿Los europeos? En temas de seguridad saben los que saben que
Europa cuenta poco y que ello es por su propia culpa. Frente a Rusia, incluso
sin el poderío militar de la fracasada Unión Soviética, Europa apenas puede
oponerse por sus divisiones internas y porque no tiene una verdadera defensa
propia (tardará mucho en ello) y la OTAN es su único escudo. Solo una Europa Federal nos daría entidad. El
americano consultará en su momento con el ucraniano y los europeos, pero con
mano de hierro.
Los nostálgicos pueden, si quieren, recordar a Putin y
Macron sentados en una larga mesa blanca, cada uno en una punta, como imagen de
las inútiles gestiones europeas para impedir la invasión rusa o como Biden
llamaba a Putin “asesino”, y no es que no lo sea, es que no era la mejor manera
diplomática de parar al Zar del Kremlin que dice no tolerar que Kiev acabe en
la OTAN cuando en realidad lo que le preocupa,
pero no quiere confesar, es que ingrese en la Unión Europea o que, por su cercanía a esta última, sea Ucrania
dentro de una o dos décadas más próspera que Rusia, algo imposible de aguantar
para cualquiera en el Kremlin. Por eso esta guerra es para que Moscú siga
siendo el amo.
España sonríe a Ucrania, pero ayuda y gasta escasamente
comparándolo con otros occidentales, sin perjuicio de que Zelensky considere
que más vale poco que nada. España es en materia de seguridad en Europa un
verso suelto teledirigido por la extrema izquierda que sostiene a Sánchez. España siempre diferente, como cuando Franco. Eso
sí, desde la cuneta se exige que Rusia se vaya de toda Ucrania, incluida Crimea.
Así debiera ser ….
Carlos Miranda
Embajador de España