sábado, 4 de octubre de 2025

GENOCIDIOS

GENOCIDIOS

 

                    Madrid, 03-10-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 

En La Discrepancia:



   


1/3) Mahmud Abás, Presidente de Palestina, ha desmontado a Hamás en la Asamblea General de NNUU. Intervención telemática porque Washington le negó el visado contraviniendo normas diplomáticas, legales y de cortesía. Los EEUU tienen la sede de la ONU y no deben impedir su acceso.  

Abás ha condenado juntamente la masacre israelí en Gaza, los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 y el secuestro de los rehenes. Añadió que Hamás debe entregar sus armas. No cabe en Palestina un Gaza rebelde a la Autoridad Palestina, Estado para una mayoría de países, con capital en Ramallah, Cisjordania. Gaza es parte de Palestina, no propiedad privada de Hamás.

Hizo, asimismo, una llamada de socorro por Cisjordania, recortada en sus bordes por colonos radicales israelíes y cuya existencia está en peligro por los anexionistas que desean un Gran Israel echando a los palestinos al mar como también quieren los de Hamás hacer con Israel, ahogándolo en el Mediterráneo.

Abás encabeza una administración corrupta y gobierna sin convocar elecciones por temor a perderlas, pero fue valiente culpando ante 193 países a Hamás. Lidera Al Fatah que abandonó las armas cuando Arafat y Rabin se dieron la mano. No habrá paz en Palestina mientras perviva el terrorismo.

Trump ofrece un plan de paz aceptado por países árabes, islámicos, europeos y muchos más, Netanyahu, así como por Abás que le dio la bienvenida. Queda Hamás. Firmaría su desaparición por una buena causa: paz y un posible reconocimiento en el futuro del Estado Palestino por EEUU e Israel. ¿Lo aceptará? Haría bien. Siempre se equivocan aquellos que desde 1948 prefieren atacar a Israel.

De lo contrario asumirá Hamás una mayor responsabilidad aún por las muertes en Gaza y justificará la brutalidad israelí en esta guerra desencadenada, no hay que olvidarlo, por Hamás. Sumar, Podemos y compañía se oponen al plan. ¿Serán tan o más papistas que los terroristas de Hamás?

Gaza sería administrada por una Autoridad provisional, encabezada por Trump que se apoyaría en el antiguo Primer Ministro británico Tony Blair y una gobernación tecnocrática, patrocinada económicamente por los países del Golfo.

Esta Administración provisional tendría a su disposición una Fuerza Internacional de Estabilización.  Aunque se centre inicialmente en Gaza, debiera haber en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, los territorios del Estado palestino, unas fuerzas que impidan anexiones israelíes, comprueben el desarme de Hamás e impidan atentados contra Israel. Si Beirut es incapaz de anular a Hezbollah, otra fuerza de interposición debiera desplegarse en el sur del Líbano en lugar de UNIFIL y en los Altos del Golán con un verdadero mandato de intervención, no de constatación notarial de hechos.

2/3) Las voces prudentes esperan la sentencia de la Corte Penal Internacional para hablar, eventualmente, de genocidio en Gaza. Israel masacra a gazatíes, pero la responsabilidad no es exclusivamente suya. Hamás gobierna Gaza con sus metralletas y es responsable de los sufrimientos y muertes desencadenados por su culpa. Hamás podía haberlos evitado absteniéndose de atentar contra Israel y, luego, haberlos aliviado liberando a los rehenes y deponiendo las armas. Pero su objetivo son mártires que echar en cara a Israel. Si Israel fuese declarada genocida, Hamás también merecería ese calificativo.

Abás condenó a Israel y a Hamás. Debieran muchos con una visión parcial tomar nota de ello, así como aquellos políticos prepotentes que dicen que lo sienten por los deportistas israelíes, pero que por ellos se puede interrumpir violentamente una Vuelta a España y olvidar que equipos de baloncesto o futbol españoles se enfrentan a otros israelíes en torneos deportivos. Sánchez pidió respetar la flotilla a Gaza por no amenazar a nadie. La Vuelta tampoco amenazaba a nadie y fue interrumpida por manifestantes animados desde las alturas. Abás, en cambio, mantiene la mesura como un verdadero hombre de Estado.

3/3. Leonardo Padura, afamado escritor cubano, señaló recientemente que España fue genocida en Cuba cuando el General Weyler combatía los insurgentes. Desplazados, bombardeos, hambrunas, fusilamientos, una dura represión a la que se negó su predecesor el General Martinez Campos por tener “creencias que son superiores a todo y me impiden los fusilamientos y otros actos análogos”. Subraya ello la falta de prudencia al acusar ahora a otros de genocidas cuando la viga puede estar también en nuestro ojo.

 

Carlos Miranda, Embajador de España 

 

 

 

jueves, 2 de octubre de 2025

NI UNA PULGADA

 

                              Madrid, 02-10-2025

 

Publicado en El Independiente:

https://www.elindependiente.com/opinion/2025/09/29/ni-una-pulgada-hacia-el-este/

 

 

Hace 35 años, el 3 de octubre de 1990, tuvo lugar la unificación alemana como consecuencia de la caída del Muro de Berlín el año anterior lo que arrastró la caída del “Telón de Acero” que dividió durante medio siglo a Europa en una libre y otra sin libertades controlada por Rusia, entonces soviética.

En la siguiente década la URSS y la propia Rusia explotarían, la UE y la OTAN se ampliarían. Hay quienes aseguran que el Secretario de Estado americano Jim Baker prometió al Presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov que la OTAN no se ampliaría hacia el Este. Eso es falso.

Argumentan una conversación entre los dos el 9 de febrero de 1990 cuando Baker pronunció el famoso “ni una pulgada hacia el Este”. La conversación fue objeto de una nota del Departamento de Estado. Recoge una conversación, no una negociación, con tanteos previos del mismo modo que los había con otros actores acerca de la unificación alemana que es de lo que trataron Baker y Gorbachov.

La disolución del pacto de Varsovia tuvo lugar en julio de 1991, bastante después de esta conversación (la de Rusia en diciembre de 1991). La unificación de las dos Alemanias fue firmada por ellas en agosto de 1990, el acuerdo “2+4” (las dos Alemanias y las cuatro potencias ocupantes, EEUU, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética), que permitió esa unión, en septiembre de 1990 y la ratificación parlamentaria de la unión alemana tuvo lugar el 3 de octubre de ese año.

Baker no podía referirse en febrero de 1990 a una ampliación de la OTAN con otros miembros que antes estuvieran en la órbita soviética ya que el Pacto de Varsovia seguía existiendo en ese momento. Por si sola la unificación alemana era ya un asunto enorme por gestionar y había países reacios a ello.

Habla Baker exclusivamente de no extender la “jurisdicción de las Fuerzas Armadas de la OTAN hacia el Este” (there would be no extension of NATO´s jurisdiction for forces of NATO one inch to the East), por lo tanto, se refiere a la parte oriental de la Alemania unificada. No habla de ampliación o no de la Alianza. La Alemania del Este desaparecerá fundiéndose en la RFA con un proceso de unificación que en realidad fue de absorción y por el cual la RDA ingresó en todos los organismos de los que era parte la RFA, entre ellos la OTAN ya que las cuatro potencias ocupantes aceptarían que esta Alemania unificada fuese miembro de la Alianza Atlántica.

La membresía en la OTAN de otros Estados europeos no estaba en la agenda de esta conversación porque el Pacto de Varsovia seguía vigente. Su disolución tuvo lugar un año y medio después y la primera ampliación de la Alianza no tuvo lugar hasta 1999 cuando ingresaron Polonia, Hungría y la República Checa.

La preocupación por tranquilizar a los vecinos a la que alude Baker (We understand the need for assurances to the countries of the East) es una referencia a que en el territorio oriental de la nueva Alemania unificada, con todo su espacio en la OTAN, por esa necesidad de seguridad para sus vecinos miembros del Pacto de Varsovia, no se extendería a esa parte oriental de la nueva Alemania la jurisdicción de las Fuerzas Armadas de la OTAN.

Hay que considerar, asimismo, que tras la unificación alemana permanecieron aún durante cuatro años 400.000 militares rusos antes de poderlos repatriar gradualmente con una financiación parcial alemana para construirles viviendas en Rusia. No iban estos militares rusos a verse sometidos, evidentemente, a la jurisdicción militar de los Cuarteles Generales de la OTAN.

El contexto y objeto de la conversación Baker-Gorbachov es la unificación alemana. La no extensión de la “jurisdicción de las Fuerzas” de la OTAN solo puede referirse a la Alemania del Este que será unificada con la del Oeste que ya está en la OTAN.

Baker, aboga por que Alemania, la nueva, formada por las dos Alemanias que se van a unificar (aún no lo han hecho a fecha de esta conversación), siga en la OTAN y no sea un Estado neutral que pudiera pretender dotarse del arma nuclear e invita a Gorbachov a reflexionar sobre estas cuestiones y el ruso dice que lo hará. En esta conversación no hay ningún acuerdo entre el americano y el ruso.

No se trata de no desplegar fuerzas de la Alianza sino ni siquiera de ejercer la jurisdicción militar en esa parte oriental de Alemania que quedará en todo caso, eso sí, en el seno de la OTAN y bajo la jurisdicción política del Consejo Atlántico, órgano supremo de la Alianza y donde están todos sus miembros y el Secretario General. Como dice Baker, no hay intención de aprovecharse (We seek no unilateral advantage of this process), pero solo se refiere al proceso de la unificación de las dos Alemanias.

Baker no mintió a Gorbachov ni se violó ningún compromiso con las ampliaciones de la OTAN. En La Casa Blanca, Scowcroft, Consejero de Seguridad Nacional, se opondría en su momento a no ampliar la OTAN con nuevos miembros que fuesen antiguos países del Pacto si lo solicitasen y el Presidente Bush Sr. le dio la razón.

No hay que olvidar el golpe de Estado contra Gorbachov de agosto de 1991. Hizo ver que las reformas de la aún URSS eran reversibles, lo que introdujo un factor de enorme desconfianza tanto en los futuros antiguos miembros del Pacto de Varsovia como en toda Europa Occidental, una desconfianza que reforzaría ampliar la OTAN como desearían más adelante los antiguos miembros del Pacto.

Tampoco tendría sentido una UE protegida parcialmente por la OTAN y con otra parte desprotegida. Menos aún que media Alemania estuviese en la OTAN y la otra no. La OTAN no acordó nunca que la Alianza no se ampliaría. Lo que hizo fue tomar la decisión unilateral de no realizar en los territorios de los antiguos miembros del Pacto despliegues militares permanentes ni de armamento nuclear (tras la invasión rusa de Ucrania esos compromisos decayeron). Como la RDA ingresaba por la puerta de atrás en la OTAN (y en la UE), no se le podría negar tampoco más adelante la misma protección a los demás antiguos miembros europeos del Pacto temerosos de Rusia.

La retirada de las Fuerzas soviéticas de Alemania se culminó en 1994. En ausencia de militares rusos ya podía la OTAN ejercer esa jurisdicción militar de sus Fuerzas en la parte oriental de Alemania no siendo ello tampoco una preocupación para los países vecinos que ya no pertenecían al Pacto de Varsovia y deseaban ingresar en la Alianza.

 

Carlos Miranda, Embajador de España