martes, 10 de diciembre de 2024

ALTO EL FUEGO EN EL LIBANO

ALTO EL FUEGO EN EL LÍBANO

 

                    Madrid, 05-12-2024

                    (Lectura rápida 😊)

                   

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La semana pasada se acordó un alto el fuego en el Líbano. Esencialmente entre Israel y el movimiento terrorista Hezbollah, alentado, respaldado y surtido por Irán, al igual que Hamás en Gaza y los Hutis del Yemen (ahora también reclutados por Putin contra Ucrania). Los ayatolas rezan más al diablo que a Allah.

Hezbollah debe retirarse al norte del rio Litani que transcurre en paralelo a unos 30 kilómetros de la mal definida frontera israelo-libanesa (llamada por ello “línea azul”) mientras Israel debe evacuar el Sur del Líbano. Nada nuevo. Ya les obligaba el Consejo de Seguridad de la ONU desde 2006, sólo que las milicias terroristas no hacían caso ocupando posiciones donde solamente podían estar el ejército libanés y las fuerzas de FINUL, dotadas de tropas españolas y de otras nacionalidades. Hezbollah atacaba desde allí el Norte de Israel forzando el éxodo de ciudadanos israelíes. De ahí que Israel acabara interviniendo.

Los militares libaneses nunca les echaron de ese territorio. Las milicias terroristas, un ejército privado, prevalecían frente al ejército regular libanés. Tampoco les echaron las fuerzas de FINUL que no estarían para eso. Más de diez mil efectivos sólo para monitorizar violaciones de compromisos desde unos búnkeres se antoja mucho dinero de NNUU que pagamos todos de nuestro bolsillo de contribuyentes para bien poco, además de tener bajas. España abogaría por reforzar el mandato de UNIFIL. Si eso significase reconvertirla en una fuerza de imposición de paz, necesitaría entonces otra actitud, medios contundentes y un incremento de su fuerza lo que se traduciría en aún más dinero de nuestros bolsillos, aunque fuese para una buena causa.

No sorprende, pues, una carta entre EEUU e Israel, que conocen los firmantes del alto el fuego, señalando que, si Hezbollah volviese a la zona que le está prohibida, podrá Israel encargarse de expulsarla. Es la única garantía que tiene Israel de remediar incumplimientos de los terroristas. Preocupa que eso sea lo más que pueda ofrecer la Comunidad Internacional.

Solo un ministro radical israelí votó en contra de este alto el fuego por 60 días del que salen beneficiadas las poblaciones civiles del Líbano e Israel y que todos esperamos que se extienda al menos indefinidamente, pero entre los desplazados israelíes hay descontento y desconfianza debido a la experiencia pasada y por el espejismo de creer que su país podría destruir completamente a Hezbollah.

Netanyahu dedica a un Trump por venir, y no a Biden que lo ha forjado, la aceptación de este acuerdo que, piensa, le permite presentarse como alguien razonable dispuesto, si no se ataca a Israel, a parar el tremendo castigo infligido a Hezbollah y a los civiles en el Líbano entre los que se parapetan los terroristas (como Hamás en Gaza entre palestinos).  

Un mensaje tanto para la Comunidad Internacional como para Hamás que tras más de un año tiene en mazmorras inhumanas a más de un centenar de rehenes. Su liberación es una condición para un alto el fuego en Gaza. Habiendo sido Hamás el iniciador de este conflicto cuesta entender que no tenga compasión por estos rehenes ni por los propios gazaties que siguen siendo víctimas colaterales de la venganza israelí como también de Hamás que les sacrifica en el altar de un martirio solo decidido por los terroristas. Van 44.000 muertos, incluidos unos miles de milicianos terroristas.

Las posiciones de Israel y Hamás difieren radicalmente. Netanyahu dice pretender la destrucción de Hamás (un consciente espejismo táctico) y mueve ficha para una colonización del Norte de Gaza mientras los terroristas quieren que Israel se retire de Gaza para liberar a los rehenes. Trump amenaza a Hamás desde su golf de Mar a Lago con un infierno si no libera a los rehenes antes de que tome posesión el 20 de enero. Cuesta concebir mayor infierno que el actual como no cuesta imaginar el calvario de los rehenes.

Francia acompaña a los EEUU en el logro de este alto el fuego. Tiene influencia en el Líbano donde administró un Mandato de la Sociedad de Naciones, antecesora de la ONU. Macron mantiene también los contactos con Israel a pesar de emitir críticas y amenazar con cortarle el suministro de armamento. Más listo que algún que otro valiente timonel. En diplomacia cuentan el contenido y las formas.

Francia será parte del órgano de vigilancia del alto el fuego presidido por EEUU y en el que participarán FINUL, Alemania y Reino Unido. ¿Y España que tiene uno de los contingentes más importantes de FINUL? ¿Ninguneados por países que cuentan de verdad? ¿Vetados por Israel al que lanzamos a las tinieblas? ¿No somos ya esenciales para restaurar la paz en el Oriente Medio? Hay que tener ilusiones, pero no solo vivir de ellas.

 

Carlos Miranda, Embajador de España