sábado, 22 de junio de 2024

PAZ RUSA EN UCRANIA

PAZ RUSA EN UCRANIA

 

                 Illa da Toxa 21-06-2024

                    (Lectura rápida 😊)

 

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Tras provocar una guerra importante en Europa para satisfacer el ancestral imperialismo territorial ruso, Putin pretende transformarse en paloma con un ramo de olivo ofreciendo paz en Ucrania.

Su propuesta es: “Me quedo con lo conquistado y Ucrania no se adhiere a la OTAN”. Es la oferta de quien quiso controlar toda Ucrania al iniciar la guerra, sin conseguirlo, y ahora quisiera cobrarse Odesa para cerrar el acceso ucraniano al Mar Negro porque Ucrania tiene aterrorizada a la Armada rusa desde la costa con sus misiles.

Borrell ya ha dicho que no desde la Unión Europea como Zelensky y la gran mayoría del centenar de países reunidos en Suiza la semana pasada para promover una paz en Ucrania, aunque Rusia no estuvo presente, China no quiso acudir y unos pocos fueron tibios. Borrell añadió que no corresponde al atacante establecer los términos del final del conflicto. Depende. Quien dicta los términos suele ser el vencedor de un conflicto que puede ser, o no, el atacante, mientras que cuando la suerte de las armas es ambigua conviene pactar cesiones entre todos, estar dispuesto a seguir la guerra o aguantar una línea de armisticio décadas, o más, como en Corea.

Ucrania no recobrará por la fuerza los territorios perdidos. Bastante tiene con defender lo que retiene. De lo perdido, Crimea fue rusa desde 1783 hasta 1954 cuando la Unión Soviética la entregó por una decisión interna a Ucrania y Rusia la reconoció como ucraniana al independizarse los de Kyiv. No sería históricamente una gran pérdida. Siempre ha sido el acceso ruso a un “mar caliente” con la base naval de Sebastopol que antes compartían rusos y ucranianos algo ya imposible tras esta guerra.

Los otros territorios eran mayormente rusófonos y rusófilos. Podrían ser una pérdida aceptable según se vea. Los acuerdos frustrados de Estambul, negociados unas semanas tras la segunda invasión rusa en 2022 (la primera en 2014 para anexionarse Crimea) revelados ahora por el New York Times, seguían un hilo conductor semejante. Finlandia perdió un 20% de su territorio atacada por Rusia durante la Segunda Guerra Mundial, pero salvó su independencia y su futuro. Ahora está en la UE y en la OTAN. Pragmatismo frente a la inaceptable violación rusa de la integridad territorial. Difícil dilema.

Putin sabe que la OTAN no le va a atacar. ¿Para qué? Es Rusia la que quiere recuperar territorios que se liberaron de su prepotencia y saciar la amargura de ya no ser la “otra” potencia mundial por descalabro interno del comunismo y no por culpa de los occidentales, como acusa, especialmente de EEUU porque Moscú sigue pensando que los europeos solo son marionetas americanas. Por eso quiere que Washington se desligue de Europa. Putin es un espía de la KGB soviética que añora el pasado y lleva gobernando Rusia desde hace unos 25 años. ¿Se imaginan lo que dirían los medios progre-populistas si hubiese un mismo Presidente en EEUU durante 25 años con elecciones amañadas, opositores encarcelados o asesinados y que hubiera sido un espía de la CIA?

Una Rusia que en tiempos del Imperio comunista envió sus tanques a Polonia, Hungría o Checoslovaquia para reprimir revueltas anticomunistas. ¿Alguien ha visto tanques americanos en Europa para contrarrestar un mayo parisino en el 68, protestas contra los “euromisiles” en los años ochenta o un 15-M? Rusia no es de fiar y Putin aún menos.

Exige el amo del Kremlin que Ucrania no ingrese en la OTAN. Crear una zona neutral entre Rusia y la Alianza Atlántica que es la defensa de una UE incapaz de defenderse sola. ¿Estaría dispuesta Rusia a incluir en el paquete a Bielorrusia? Rusia ha atacado Ucrania desde territorio bielorruso y Varsovia está a 200 kilómetros de la frontera bielorrusa (los bálticos y Finlandia lindan con el oso ruso). ¿Y añadir otros territorios como Moldavia (Transnistria incluida donde Moscú tiene estacionadas tropas) o en el Cáucaso desde donde amenaza a Georgia y Turquía?

En realidad, Putin quiere ganar tiempo pues espera que con Trump en la Casa Blanca se acabarán las ayudas a Ucrania, y con la extrema derecha en el gobierno francés, si ganan los lepenistas las elecciones del 30 de junio, miel sobre hojuelas. Los extremos se tocan y la extrema izquierda, antiamericana y amorosa de Putin, se junta con la extrema derecha “cobardita” frente a Rusia.

Lo de Putin solo fue postureo aprovechando la conferencia de paz en Suiza y en espera de que Trump y Le Pen, así como otras ultraderechas y ultraizquierdas, vengan en su ayuda. China y Corea del Norte ya le aprovisionan, como Irán. El futuro es difícil para los occidentales, pero ¿Cuándo ha sido sencillo?

 

Carlos Miranda, Embajador de España