viernes, 23 de febrero de 2024

LOS BESAZOS DE PUTIN

LOS BESAZOS DE PUTIN

 

                              Madrid, 22-02-2024

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Recientemente Putin señaló que preferiría más a Biden que Trump en la Casa Blanca a pesar de que el primero ayuda a Ucrania mientras el segundo se jacta de poder resolver esta guerra en un santiamén hablando con el ruso y ha abierto otra vez la espita de una retirada estadounidense de la OTAN. ¿Beso amoroso o de la muerte el de Putin? En todo caso, sorprendente. En el pasado le acusaron de haber intervenido con “hackers” en las campañas electorales contra Hillary Clinton y Joe Biden.

Putin contestaba a un periodista de la televisión pública rusa al servicio del Kremlin. Fue, pues, una “pregunta autorizada” con respuesta preparada de antemano. ¿Putin busca una estabilidad internacional al señalar que Biden tiene más experiencia y es predecible?

Otra posible explicación es que no desea ser acusado de nuevo de intervenir en las elecciones americanas contra un candidato demócrata. Dejará actuar a sus “hackers” favoreciendo a Trump sin perjuicio de enviarle besos a Biden. Sería la táctica del “yo no he sido”.

Otra explicación, rebuscada, es que Putin pretendería que un electorado inquieto con la edad de Biden y por tropiezos en escaleras y tarimas vote a Trump al ver que Putin ensalza a Biden. Solo un duende en el Kremlin sabrá las intenciones verdaderas de Putin.

En Ucrania la contraofensiva de Kyiv no prosperó en 2023. Los frentes están ahora esencialmente estabilizados. Los occidentales no desean un conflicto eterno y costoso. A Moscú tampoco le interesa. Podrá aguantarlo más, pero un conflicto estancado tampoco será popular en Rusia.

Entenderse con Biden debiera ser más razonable que con Trump. Sería, pues, la tesis del “mejor lo malo conocido”. Si los frentes quedasen consolidados de hecho con un armisticio o de derecho con un tratado, Putin podría clamar victoria por la recuperación ilegal de Crimea y la conquista militar de territorios ucranianos (un 20% en total).

Sin embargo, Putin ya perdió la partida. Quiso controlar toda Ucrania con una operación “especial” militar relámpago para ocupar Kyiv e instalar un gobierno títere. No lo logró y Ucrania es ahora decididamente prooccidental, la OTAN cerró filas y se reforzó con los ingresos de Finlandia y Suecia.

A Finlandia le pasó lo mismo hace 85 años. Tras dos guerras Helsinki cedió un 20% de su territorio, pero conservó su libertad. Ahora está en la UE y en la Alianza Atlántica. Putin obtendría un resultado vendible en Rusia, pero vería como Kyiv se acercará a la Unión Europea, algo más inquietante que un improbable ingresó en la OTAN, cuyos miembros siempre ayudarán individualmente a Ucrania, al ver como en este país se acabaría viviendo mejor que en Rusia al quedar en la órbita occidental.

Pero la muerte del opositor Navalny, prisionero político en Siberia, lo ha emponzoñado todo al recordar al verdadero Putin. Un beso mortal, aunque inoportuno para su próxima elección presidencial amañada y sin contrincante en condiciones de igualdad. En Rusia los opositores que preocupan suelen morir asesinados o de sospechosas muertes accidentales.

Albares convocó al Embajador ruso para afearle la probable eliminación física de Navalny. Esperemos que también le recriminase el asesinato de un desertor ruso en Villajoyosa comanditado a todas luces por Moscú, así como el intervencionismo ruso en Cataluña cualquiera que sea su forma. Larga mano, la moscovita …

Igual el Embajador se refugió tras la bronca en un club de lujo del extrarradio madrileño que admite a ministros, así como a embajadores extranjeros y en el que juega al golf, según la prensa, Oscar Puente que preferiría que no lo sepan sus electores. A los demás nos da igual y no nos parece lesivo que se difundan fotos de políticos ejercitándose o comiendo en restaurantes gastronómicos. Son, por voluntad propia, personas públicas y como decía Truman: ”Si no aguantas el calor, lárgate de la cocina”.

¿Negociar con Putin? Sera necesario, pero ¿quién quiere ahora una foto con él? Biden, Scholz, Macron, Zelensky y otros occidentales le hacen responsable de la muerte de Navalny, encarcelado injustamente y ya intentaron asesinarle antes. Eso representa Putin.

 

Carlos Miranda, Embajador de España