IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA

 

Madrid, 15-02-2024

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Cuando Marlaska quiso imponer una condecoración póstuma a uno de los guardias civiles fallecidos por la agresión de una potente narcolancha contra una modesta zodiac de la Benemérita se lo impidió la viuda que, además, forzó la marcha del ministro de la capilla ardiente. Un mal trago que nadie desearía para otro. Un guardia civil puso la medalla sobre el féretro. 

“Asesinados”, dicen los medios de estos dos guardias muertos en Barbate porque la narcolancha conscientemente embistió a los agentes sabiendo que podría dejarles gravemente heridos o muertos. Los agentes intentaban identificar a los tripulantes de varias narcolanchas refugiadas en el puerto de Barbate por un temporal que les impedía aguardar mar adentro un alijo de drogas que llevar de Marruecos a España. En todo caso, un homicidio bastante agravado

Era una misión imposible para los cuatro guardias en su chinchorro frente a potentes narcoplaneadoras que lo “torearon” jaleados desde los muelles por jóvenes impresentables. ¡Una vergüenza! ¿Nos vamos pareciendo a México o Colombia? ¿Los narcos integrados en el tejido social? ¿Qué hacen nuestras autoridades para evitarlo? El alcalde de Barbate asegura que no eran de ese pueblo. Tras varios lances intimidatorios, una narcolancha embistió con un rejón de muerte.

Llevan tiempo quejándose los guardias de estar infradotados de medios para luchar contra los narcotraficantes. Escasos y averiados. En 2022 disolvió Marlaska una unidad contra los narcos del Estrecho. Hay una responsabilidad política del Ministerio del Interior que tiene la obligación de proveer adecuadamente de medios a la Guardia Civil. Dicen ahora Marlaska y sus colaboradores, tras seis años gobernando, que se los van a dar.

La viuda del héroe fue valiente denegándole a Marlaska el honor de condecorar a un hombre que perdió su vida en acto de servicio por España, por los españoles. Embestir al esquife fue deliberado. Dejar a los miembros del Instituto Armado sin suficientes medios es también deliberado o se trata de un cálculo equivocado, de imprevisión, de imprudencia. Hay, pues, una responsabilidad política por depurar. El rechazo de la viuda subraya la única salida digna para Marlaska: dimitir.

No sorprenderá que no se vaya. ¿Quién renuncia en España a una poltrona? Pocos. Taconazos, saludos, un café de media mañana en la mesa de despacho, coche, teléfonos y motoristas oficiales, comidas, transportes y alojamientos a costa de nuestros impuestos.

De marcharse debe esperarle una plaza en algún juzgado a pesar de que desde la gran coalición progresista gobernante atacan e insultan unos a los jueces y las malas compañías separatistas les acusan de prevaricación. Eligio Hernández, antiguo Fiscal General ligado al socialismo de antes, afirma que los jueces, al embarcarse en política, pierden su imparcialidad y que no debieran volver a ser jueces. Tiene razón. Otros prefieren un gobierno de sí mismos, por sí mismos y para los independentistas. En el “Parlament”, Illa y su PSC se negaron a un minuto de silencio por los dos agentes fallecidos. Penoso y un error.

Para terminar: ¿En qué se parecen Biden y Feijó? Ambos son unos metepatas. Biden confunde países y sus presidentes. Feijóo se lía con un indulto al de Waterloo, al menos condicionado. ¿Impactará ello en las elecciones gallegas? “Todo se sabrá” amenaza Puigdemont. Por ahora sabemos que quiere a Cataluña fuera de España. ¿Los de Sánchez lo saben? … PNV y Junts quieren incluir en su amnistía “integral” terrorismo y traición. Quedan etarras en la cárcel y el “Estado español” (como llaman a España) por abatir.

No olvidemos tampoco a Trump: anima a Putin a atacar a los países OTAN que, como España, no cumplen con el compromiso de 2014 de gastar en defensa un 2% del PIB. Es su modo irresponsable de regañar a los europeos por su desidia militar: sólo unos pocos aliados cumplen.

Hacen bien los europeos en temblar porque la UE sigue sin tomarse en serio su defensa. Habla de ello, pero nada más. No prepara una disuasión nuclear propiamente europea y véase su reacción a velocidad de babosa en su actuación en el Mar Rojo en la que España no participará por decisión de Sánchez aconsejado por Yolanda.

 

Carlos Miranda, Embajador de España