jueves, 3 de agosto de 2023

INVESTIDURAS

INVESTIDURAS

 

      Hendaya, 03-08-2023

                             (Lectura rápida 😊)

 

   

El viernes pasado el PP consiguió un “escaño póstumo” gracias a los votos de los españoles en el extranjero. Ahora tiene 137 y el PSOE, 121, aunque los socialistas han recurrido. Consolidado este resultado, Puigdemont tendría que votar a favor de Sánchez en la Investidura en lugar de una abstención que disimularía mejor el apoyo del independentista fugado. Los suyos exclaman: “¡Waterloo, capital de España!”.

Sánchez empezó su Frankenstein con Iglesias de pareja favorita que acabó transmutándose en Yolanda. Un renegado del PCE sustituido por una verdadera “miembra” del mismo. Con Sumar, el PCE, que controla a IU, intenta dominar la izquierda empezando por lo que hay a la izquierda del PSOE. Echenique lo confirma cuando critica la “unidad de la izquierda”. Quiere la autonomía de Podemos frente a Sumar.

Sánchez podrá iniciar su Frankenstein II ligando con Puigdemont que igual acaba algún día, esfumada su inmunidad parlamentaria europea, ante un Juez en España, si es que quedan cargos contra él eliminada la sedición y acomodada la malversación para amiguetes políticos. ¿Con el comandante de Waterloo en su bolsillo, sería Sánchez el primer llamado a la Investidura? Tiene su lógica si es así, pero, quizás, deban tenerse también en cuenta otros factores además de que un trato con Waterloo pudiera no estar cerrado del todo al iniciarse el debate parlamentario.

Feijoo fue el más votado y, asimismo, hay dos posibles precedentes. En 2016 el Rey ofreció la Investidura a Rajoy, también el más votado, que no tenía asegurada su Investidura y por ello la declinó, pero podría haberlo intentado. Nunca se sabe hasta que llega el último voto decisivo. Poco después, Felipe VI presentó a Sánchez que sólo contaba con el respaldo insuficiente de Ciudadanos, no logrando, luego, una necesaria abstención del PP o de Podemos que votaron en contra, 

El Rey propone y el Congreso decide. La Cámara lo hace en la última votación válida de una Investidura que es cuando, finalmente, el semáforo se pone en verde o en rojo. Mientras, está en intermitente y es argumentable que durante el debate se pueden alterar los apoyos y rechazos iniciales. De lo contrario, ¿Para qué sirve un debate en el Parlamento?

Debiéramos todos respetar lo que propondrá Felipe VI. Es el actor constitucional imparcial. Si Feijoo fuese el primero propuesto, acepta y fracasa (lo previsible salvo sorpresa), Sánchez tendría la siguiente oportunidad. Sólo si falla, con o sin Feijoo de telonero, tendríamos elecciones para Navidades, pero todos están convencidos de que pactarán Sánchez y Puigdemont, guinda aparentemente imprescindible del Frankenstein II.

Entenderse con el fugado será escandaloso, pero ninguno toma ya lentejas por primera vez, y, aunque JxCat tiene descontentos por satisfacer y a ERC por doblegar, veremos en qué queda la amnistía y el referéndum de independencia exigidos, así como otras demandas como reducir la capacidad represiva del Estado para cuando “ho tornem a fer” como dice ERC. ¡Y eso que Cataluña está pacificada! No descarten que traten de darnos gatos por liebres y hasta liebres por gatos … Todo eso con los imprescindibles apoyos de Bildu, PNV y ERC a la mira.

La vida de un Frankenstein II será más compleja que la del primero. En Ferraz subrayan que, con separatistas de todo pelaje incluidos, hay una mayoría social más grande tras Sánchez que tras Feijóo, pero son mayoritarios los españoles que desean un entendimiento entre el PP y el PSOE (58%). Lamentablemente, solo sueñan porque para bailar una pieza hay que ser dos que pueden bailar toda una velada o ciertas canciones, pero han de aceptarlo y en los ojos del PP y del PSOE se percibe más bien el odio de Montescos y Capuletos. Malo para España y la mayoría de sus ciudadanos.

Los otros partidos se ponen celosos cuando PSOE y PP pactan. Zarandean a los líderes socialistas y peperos incluso en sus propios partidos, pero es en estas situaciones en las que se notan los hombres de Estado. Feijóo ha pedido verse con Sánchez y éste prefiere dejarlo, si acaso, para Santa Elena, una vez constituidas las nuevas Cortes.

No agrada un país en manos de populistas, extremistas de derecha e izquierda, así como de independentistas, todos deseando hundir el “Régimen del 78” como califican denigratoriamente nuestra Constitución, la mejor de nuestra Historia, su Monarquía Parlamentaria y nuestro encaje occidental en el mundo por nuestra pertenencia a la UE y a la OTAN, como casi todos los países de Europa con los que deseamos estar y que nos sirven de espejo.

 

Carlos Miranda, Embajador de España