HORA DE
RECUPERAR
Hendaya, 12-08-2022
(Lectura rápida 😀)
Sánchez
gobierna desde 2018. Las últimas elecciones fueron en noviembre de 2019. La legislatura
llegará a su final el 10 de noviembre de 2023 cuando expiren los cuatro años de
su mandato. Los comicios deberían ser el 10 de diciembre siguiente. En el
segundo semestre de 2023 corresponderá a España la presidencia de la Unión
Europea. Sánchez tendrá que compaginar esta
presidencia con la campaña electoral, lo que no le vendrá mal, salvo
que convoque elecciones antes y las gane, cosa que no parece contemplar y menos
con sondeos ahora negativos.
Al
llegar a su mayoría de edad, el 31 de octubre de 2023, la Princesa de Asturias deberá jurar o prometer en las
Cortes Generales como heredera de la Corona. Sorprendentemente, Sánchez
baraja retrasar este acto alegando coincidencia electoral. Sin embargo, si la legislatura
llega a su fin el 10 de noviembre, la Princesa podría ir a las Cortes Generales
el día de su cumpleaños como requiere la Constitución y señalan, acertadamente,
columnistas como Emilio Contreras (El Debate) y Miguel Ángel Aguilar (20
Minutos).
Podemos,
que exhibe un antimonarquismo sin elegancia, traga los sapos necesarios (OTAN,
presupuesto de defensa, ayudas a Ucrania entre otros) con tal de seguir en el
Gobierno porque además del apoltronamiento intenta imponerse en temas sociales
y económicos en los que Calviño ha dejado de ser
“Santa Nadia” para centristas y conservadores que, además, ven con
preocupación que Sánchez dijese, como si estuviésemos en Venezuela o Nicaragua,
que si una medida no gustase a Botín, Presidenta
del Santander, y a Sánchez Galan, Presidente de Iberdrola, es que el Gobierno acierta.
No hay mejor manera de mostrar que no se preside un Gobierno de la Nación.
No
se trata de si la leva de 7.000 millones de euros en dos años (el impuesto del
patrimonio también se instauró provisionalmente y ni Rajoy lo suprimió) es
adecuada, justa, necesaria, procedente y a imagen de lo realizado en otros
países, incluso gobernados por la derecha, o si no lo es. Se trata de que en nuestra democracia no procede ese lenguaje proto-revolucionario.
El PSOE es un partido socialdemócrata e, incluso en su versión más a la
izquierda, no es revolucionario, ni al modo chavista. Si el PSOE deviniera revolucionario se estaría
destruyendo un pilar de la convivencia erigido
durante la Transición.
No
obstante, nuestros políticos huyen irresponsablemente
de los consensos como apreciamos,
por ejemplo, en la no renovación de los órganos judiciales, en la aprobación de
la memoria democrática, en la confección de una ley de secretos oficiales o en
determinar medidas de ahorro energético.
Vistos
los sondeos negativos para el PSOE, Sánchez debe
correr ahora como una liebre y está por ver si llegará a la meta electoral antes
que la tortuga, aunque queda distancia por recorrer. Cambios en
Ferraz y en el grupo parlamentario; discursos programáticos (fin de curso
político, en el Comité Federal y Estado de la Nación); y viajes internacionales
forman parte de la equipación para la remontada. Además, en el otoño puede
presidir la Internacional Socialista e igual ofrece una crisis de gobierno.
Feijoo
quiere centrarse en la economía para mantener su ventaja en los sondeos, dejando a Vox en la despensa por si le hiciese falta,
como el PSOE tira de Podemos, el otro partido extremista. Ayuso se cuela y
la habilidad de Feijoo estará en, alternativamente, instrumentalizarla como ariete
o mostrando que él es más moderado. Yolanda,
que escenifica amoríos políticos con Sánchez, pasa de las municipales de mayo por
incapacidad y Belarra sólo le ofrece un brazo para apoyarse en las generales. Podemos no piensa integrarse
en “Sumar”.
Nos espera un otoño difícil, aderezado
con la barbarie rusa en Ucrania; el imperialismo del Kremlin; escaseces; restricciones;
inflación; una China más bien descolocada, protectora de Rusia, y, asimismo,
incómoda en una guerra fría; así como las dificultades
de una imprescindible Unión Europea que,
tal como va, difícilmente podrá defenderse sola algún día y que, asimismo y
desgraciadamente, ofrece escasas esperanzas de llegar a ser Federal como
desearíamos sin por ello dejar de ser occidental y transatlántica, aliada de
EEUU, además de mediterránea.
El geógrafo alemán Von Humbbldt dijo en su día que la América española estaba madura para la independencia, pero necesitada de un gran hombre para ello. A Europa le pasa lo mismo.
Carlos Miranda, Embajador de España