RUSIA AL DESNUDO
RUSIA AL DESNUDO
Madrid,
16-05-2022
(Lectura
rápida 😊)
Este domingo pasado publicó La Vanguardia una interesante
entrevista con José V. Casanova, profesor
emérito de Sociología de la Religión y Teología en la Universidad de Georgetown
en Washington DC, EEUU, al parecer, uno de los máximos especialistas del mundo religioso
Ortodoxo. El título de esta entrevista es “La
guerra con la OTAN es una de las tres que libra Putin en Ucrania” y el enlace: https://www.lavanguardia.com/internacional/20220515/8263771/guerra-otan-tres-libra-putin-ucrania.html?utm_term=botones_sociales .
Estas tres guerras
serían, en esencia, una contra la Ucrania escapada del seno imperial ruso; otra
la de la Iglesia Ortodoxa rusa contra la Iglesia Ortodoxa ucraniana, más
liberal y secesionista; y, finalmente, una más contra el mundo occidental,
incluidos los EEUU y la OTAN, por
el dominio de Europa.
Todo ello subraya que Rusia (la eterna) no quiere convivir con otros Estados en
Europa. Lo que quiere es dominarlos para lo que le estorban los
americanos, la OTAN y la UE, no teniendo validez sus compromisos
internacionales, empezando por el Acta Final de Helsinki, la OSCE y el respeto a
la integridad territorial ucraniana.
A lo más que se puede aspirar con Rusia, no sólo con Putin,
es a una buena relación vecinal (de la que estamos a años luz) antes de
incorporarla a una participación de la gobernanza europea que ahora utilizaría
para su objetivo de predominio continental para lo que le es fundamental que la
OTAN se disuelva o sea inoperante, que los EEUU se desentiendan
de Europa de una manera u
otra y que en ningún caso la Unión Europea se erija en una potencia
equivalente o superior a Rusia.
Macron acaba de proponer la creación de un nuevo organismo
pan europeo, la Comunidad Política
Europea, que permitiría
cooperar con la UE a democracias que comparten nuestros valores. Añadiendo la
supresión de la regla de la unanimidad y una reforma constitucional europea se
facilitaría una Europa de círculos concéntricos con un núcleo duro tendente a
la constitución de una Europa
Federal.
Todo muy bien mientras no
se trate en esta CPE cuestiones de seguridad vitales para Europa con Rusia y sin los EEUU. Diariamente comprobamos la
agresividad rusa con las armas y declarativamente en Ucrania y con Finlandia y Suecia,
amenazadas por Moscú tras expresar su deseo de ingresar en la OTAN. Una Finlandia cuya neutralidad,
por cierto, ya había sido forzada por Moscú, como la austriaca.
La CPE ya fue sugerida por otro Presidente galo, Mitterand,
a modo de una Confederación, tras la caída del Muro de Berlin en 1989 y,
entonces, su propuesta no parecía descartar a Rusia. Bien es verdad que en esos
tiempos Mitterand llegó a hablar de mantener las dos Alemanias y de disolver
la OTAN, dos malas ideas.
No parece Macron incluir a Moscú, pero incluso una Rusia
democrática debiera dar pruebas acumuladas de un comportamiento democrático
antes de aspirar a participar en esta CPE, si es que ello fuese posible. En
realidad, ya tenemos en Viena la Organización de
Seguridad y Cooperación en Europa.
En todo caso, debe asegurarse que la
relación transatlántica no sufriría de esta nueva estructura. Deben permanecer la OTAN y el vínculo transatlántico. Una cosa es que
la UE idee formas de incorporar a países aún no maduros para el ingreso en la
Unión y otra caer en tentaciones que puedan satisfacer las incontrolables
ansias de dominio moscovita. “Vade retro, Kremlin”, porque América, hija del Viejo Continente, es más europea que Rusia.
El lema “De Lisboa a Vladivostok”, que algunos apadrinan
provocaría actualmente un desequilibrio negativo en materia de seguridad para
la UE y sería un error. Lo acuñado al final de la guerra fría era más amplio y
tranquilizador: “De Vancouver a Vladivostok”. ¿Qué seguridad hay actualmente frente a Rusia sin los EEUU? Sánchez y
Borrell lo entienden.
Carlos Miranda, Embajador de España