GIBRALTAR BIEN EXPLICADO
Madrid, 21-01-2021
(Lectura
fácil 😊)
Este
miércoles pasado, la Ministra de Exteriores compareció
en el Congreso de los Diputados, en la Comisión para la Unión
Europea, para explicar el acuerdo de principio entre Madrid y Londres para
determinar la relación, tras el Brexit, del Peñón con la UE y, evidentemente, con
España, miembro de la Unión. La comparecencia ha permitido a González Laya
desarrollar en sede parlamentaria y de cara a la opinión publica las líneas
directrices que han gobernado este acuerdo y sus consecuencias. Algo que era necesario.
La
noción de corresponsabilidad en el
caso del Peñón, mencionada por la Ministra, es tan
exigente como una cosoberanía. Es asimismo importante pues, como relata
un diario de Algeciras, se trata, dijo, “de conseguir que el futuro de Gibraltar no
sea una cuestión que enfrente al Reino Unido y España sino un vínculo positivo
que nos obligue a cambiar dinámicas para conseguir una relación sólida y
beneficiosa para ambas partes”.
Para
ello ha sido preciso, añadió G. Laya, según la misma fuente, "aparcar las
cuestiones de soberanía durante el tiempo necesario hasta que las
circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos". Un enfoque
realista que, evidentemente, no significa renunciar a la reclamación. Recoge así la Ministra la herencia de su predecesor socialista
Moratinos, que, tras el fracaso de la cosoberanía de Aznar, un
intento respetable, promocionaba, con los acuerdos de Córdoba, el pragmatismo
de resolver los problemas que afectan a las poblaciones que viven a ambos lados
de la verja y que Margallo dinamitó.
Para
la Ministra hubiera sido paradójico que, tras el Brexit, la UE no contribuyese
a encauzar una cuestión irresuelta durante tres siglos. “En vez del histórico ´más
vale honra sin barcos que barcos sin honra, la
UE nos está ayudando a salvar los barcos al tiempo que cambiamos los conceptos
de 'honor y humillación' por otros como la corresponsabilidad y la gestión
conjunta de la interdependencia”, subrayado que el buen
funcionamiento de este acuerdo permitirá a españoles y gibraltareños
"descubrir muchos elementos que nos unen y explorar nuevos cauces para
abordar los muchos intereses comunes que compartimos, desde el respeto a cómo
cada uno se ve a sí mismo".
Es
llamativo el reconocimiento de la recíproca interdependencia entre el Peñón y
el Campo de Gibraltar y la extensión de esta
consideración a la situación de Ceuta y Melilla y sus respectivos “hinterlands”. Una evidencia de
la que todos saben, pero, de la que no todos sacan consecuencias constructivas.
La Ministra sugirió, según el diario algecireño, que "así como la
prosperidad de la orilla europea necesita de esta imbricación entre Gibraltar y
el Campo sobre bases saludables, la prosperidad de la orilla africana será una
quimera si no se promueve una visión similar entre Ceuta y Melilla y las
regiones vecinas marroquíes".
Completó
su intervención dando datos sobre la reducción del contrabando y señalando,
según un diario de Madrid, que el compromiso de que Gibraltar se acogerá a la legislación
europea sobre el IVA y sobre los impuestos especiales, así como la participación
española en los controles fronterizos en el puerto y en el aeropuerto es beneficioso para España.
González
Laya advirtió de los costes de no haber
alcanzado un acuerdo con Londres. "La verja, construida en 1908
(por los británicos), hubiera pasado a ser más rígida y más dura como ya
sucedió en tiempos pasados. La verja hubiera sido el único Brexit duro", resumió,
dando, así, su valor simbólico a la empalizada que, según se señala en el
diario capitalino, hubiese "consolidado" la separación del territorio
británico y de sus ciudadanos del resto de España. "Nadie duda hoy que el cierre de la Verja en 1967 fue
negativo para nuestros intereses a largo plazo", ha recordado
sobre la decisión que adoptó entonces el régimen de Franco.
PSOE,
Podemos y nacionalistas, así como, tácitamente, Ciudadanos. respaldaron a la
Ministra y PP y Vox se mostraron contrarios, según señala el medio madrileño. Es
de esperar, pues, que cuando vuelva a gobernar el PP, pondrá en Santa Cruz a un
discípulo de Margallo. Biden señaló en su toma
de posesión, ese mismo día, la importancia de tres conceptos: unidad, verdad y
democracia.
Carlos Miranda, Embajador de España