GOBIERNOS VARIOS
San Juan de Luz, 07-08-2020
(Lectura fácil 😁)
La salida de España del Rey emérito ha puesto
una vez más de relieve que el Gobierno de coalición no es tal. En
realidad, son varios gobiernos unidos por lazos misteriosos y que pueden tener
diferentes partidarios. Uno de estos gobiernos es el económico, liderado por
Calviño, representante de la sensatez económica que algunos llaman
“ortodoxia”. Es quien mejor sabe si nuestro Gobierno puede gastarse lo que
quisiera. Ya ha tenido que dar varios manotazos, siendo el más sonado uno contundente
contra un acuerdo de Iglesias y Lastra con Bildu para suprimir totalmente la
reforma laboral de Rajoy.
Otro gobierno, con escasa credibilidad, es el de Illa y
Simón
en lucha, tras infravalorarlo gravemente, contra el virus diabólico que campó libremente
por sus respetos hasta el 9 de marzo, justo después de la fiesta del 8-M. Ahora,
prestigiosos científicos españoles piden una
investigación independiente del rol
del Gobierno y de las CCAA en la pandemia. Súmese la inexistente comisión de
expertos para la desescalada. ¿Quién se responsabiliza?
El de Iglesias es un gobierno paralelo que se enfrenta cada
vez más a posturas socialistas, cortándose la mayonesa
político-gubernamental. Bien es verdad que muestra una creciente capacidad de aceptarlo
todo para mantenerse en la poltrona. Es un gobierno cautivo ... Ello no impide pataleos públicos. “No nos han
informado”, claman los podemitas, refiriéndose a la marcha de Don Juan Carlos. Igual
es verdad. Algo sorprendente en un gobierno de coalición.
Otra
cuestión sorprendente fueron unas conversaciones del Gobierno con Ciudadanos
a las que no asistió ningún ministro de Podemos. No fueron unas conversaciones
entre PSOE y Ciudadanos. Fueron entre el Gobierno y C’s, como dijo Carmen
Calvo, que asumió la representación podemita gubernamental (sin su
asentimiento) al afirmar que basta con que esté un miembro del Gobierno para
que el mismo esté totalmente representado. Veremos
hasta donde llegará el aguante podemita con los presupuestos este otoño condicionados, probablemente, por la sensatez calviño-bruselense
y las posibles aportaciones de Ciudadanos. Más aún, si tuviera Casado la
inteligencia de pactarlos.
¿Qué pinta en todo esto el Gobierno de Sánchez? Con ello se
pueden entender varias cosas. Por un lado, la totalidad del Gobierno de
coalición. El todo en uno. Según Calvo, si está Sánchez (o ella), está todo el
Gobierno. Con esa misma tesis, si está solo
Iglesias, está también todo el Gobierno. Otra forma de expresar esta
coalición es la de hablar de un gobierno “Sánchez-Iglesias” (lo de
“socio-comunista” es barriobajero, aunque no incierto). No obstante, son como
aceite y vinagre, como siempre históricamente. Se podría argumentar que Sánchez
es otro gobierno dentro del Gobierno, junto a Iván Redondo. No siempre zanja
los contenciosos gubernamentales. Cuando el bocinazo de Calvino por el acuerdo
con Bildu no le dio la razón a nadie.
Cuesta saber hasta qué punto respalda nuestra Monarquía
Parlamentaria. Formalmente lo acaba de hacer, vinculando, acertadamente,
estabilidad nacional, Constitución, PSOE, Monarquía Parlamentaria y Felipe VI.
Los socialistas serán republicanos, pero priorizan la democracia y en España,
lo saben, eso pasa por respetar el pacto constitucional de 1978 que incluye una
Monarquía respetuosa del orden democrático. Tranquiliza, ahora, este
posicionamiento de Sánchez porque, recientemente, si Iglesias hablaba contra los
Borbones, tenía tapones en los oídos, si montaba una guillotina, miraba para
otro lado. Campeón del oportunismo, la suerte parece acompañarle, pero ocurre, igualmente,
que en las otras aceras políticas no pasea nadie de mayor entidad.
Solo asciende en el panorama político Edmundo Bal, uno de los escasos políticos con conocimiento de
los temas que trata y claridad de ideas. Llega, quizás, tarde, enfundado en un
Ciudadanos con 10 escaños, un partido que perdió su verdadera oportunidad
cuando tuvo 57 diputados y mandaba un joven demasiado ambicioso. Arrimadas le
deja ahora espacio por su reciente maternidad. Veremos a la vuelta del
verano.
Mientras,
el Emérito se marchó un domingo, dicen, nos enteramos el lunes, los
convivientes gubernamentales Iglesias y Montero sacaron los pies del plato miles
de kilómetros ese día y Sánchez no dijo esta
boca es mía hasta el martes, solo contestando a preguntas de
periodistas tras una rueda de prensa en la que no mencionó esta cuestión. Continuará
…
Carlos Miranda, Embajador de España