miércoles, 4 de junio de 2025

SANCHISMO REVOLUCIONARIO

SANCHISMO REVOLUCIONARIO

 

 

                      Madrid, 03-06-2025

                      (Lectura rápida 😊)

 

Publicado en La Discrepancia:

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Antes de que Pedro Sánchez dirigiera al Partido Socialista Obrero Español teníamos en Ferraz un partido aburguesado que incluso había renunciado con Felipe González a tener el marxismo como guía única de su ideología. Otros líderes importantes como Guerra, Almunia, Borrell o Rubalcaba tampoco eran marxistas. ¡Un escándalo!

Zapatero fue moderado mientras estuvo al mando. Después de La Moncloa se escoró a la izquierda hasta el punto de ensalzar la revolución bolivariana de Chávez y Maduro, y eso que su último acto importante como Presidente del Gobierno español fue acordar con el Secretorio de Defensa americano, Panetta, el incremento de la presencia naval norteamericana en Rota.

Con Felipe González, “aburguesado” para los revolucionarios sanchistas, se redujo esa presencia militar en España, pero con Zapatero eran otros los tiempos. La incrementó para contribuir a la OTAN, a nuestra seguridad y a la de nuestros aliados. Compensaba, así, el que años antes, como Jefe de la Oposición, se había distraído en un desfile militar y no se levantó al pasar la bandera estadounidense. Otros pensaron que fue puro antiamericanismo, un absurdo por parte española en nuestro marco occidental.

Sin embargo, abrió, dicen los que le critican, el grifo esotérico diseñado por los socialistas catalanes de no pactar nunca con la derecha. Solo con otros, sean lo que sean, digan lo que digan, prometan lo que prometan, hagan lo que hagan, haya hecho lo que haya hecho, con partidos verdaderamente de izquierdas, o antisistema, o independentistas. Nada con la derecha. Sorprendente cuando recordamos que con Aznar presidiendo el Gobierno, fue precisamente Zapatero quien le propuso un acuerdo antiterrorista.

En lo de pactar con toda clase de malas compañías el discípulo aventajado ha sido Sánchez. No por ideología. Sólo por mantenerse en el poder y considerar que media España es toda España. El sanchismo revolucionario hace lo que puede para destruir los valores establecidos porque serán burgueses y de derechas. Dos grandes representantes del poder establecido, fáctico, que persiguen, supuestamente, a las izquierdas podrían ser la judicatura y la Guardia Civil. Habrá otros también por enderezar, pero estos dos son significativos.

La Guardia Civil porque tiene una unidad de investigación que sigue las directrices de los jueces. Unidad Central Operativa (UCO). ¡No gusta al Gobierno cuando le investiga! ¡Vaya por Dios! Unos sabuesos sanchistas estarían intentando desprestigiarla con una fontanera de carné socialista, Leire Díez. Eso dicen los medios de la derecha mientras los de la izquierda acusan a un antiguo agente de la Guardia Civil, Bonilla, ahora empleado por Ayuso, de querer asesinar a Sánchez.

La Sexta a través de Rodrigo Blázquez ha reconocido la falsedad de que Bonilla quisiese ponerle una bomba lapa a Sánchez. “Un terrible error” al que dio alas Pilar Alegría, la portavoz gubernamental de Sánchez. ¿Mentirosa? ¿Solo partidaria a cualquier precio de su jefe? Ocurre, pero no deja de ser gravísimo alimentar la suerte de que alguien quería asesinar al caudillo del Palacio de la Moncloa, no de El Pardo.

Los jueces también están en el ojo del huracán. Serían casi todos de derechas (los “buenos”, no). No actuarían basándose en las leyes, sino en su ideología. Los jueces de izquierda, en cambio, solo se basan en el Derecho. Su asociación político-profesional sería solo un tercio de los jueces. ¿Serán los únicos honestos? Hay una asociación que se considera independiente y otra conservadora, mayoritaria. No todos los jueces pertenecen a una asociación. Debieran ser nuestros favoritos.

En el Tribunal Constitucional los de la izquierda mandan. Con el recurso contra la amnistía para los golpistas del otoño catalán de 2017 se espera que fallen contra el recurso. Es decir, a favor de la amnistía, a favor de los independentistas, a favor de los que quieren acabar con España.  

La amnistía no figura en la Constitución. La rechazaron los constituyentes. Hubo propuestas para incluirla, pero se tumbaron. La interpretación correcta es que no es constitucionalmente válida. Además, en términos políticos cojea, aprobada solo por unos y no por todos como debiera de ser si sirviera al interés nacional y no solo al particular de Sánchez para mantenerse en el poder. Un petardazo …

La revolución sanchista es silenciosa, altera las cosas poco a poco para engañar más fácilmente. Con Sánchez olvídense de la Transición. Venezuela podría ser una meta. Es cuestión de paciencia. Es el acierto de quienes quieren imponernos una revolución más de esas injustas e inútiles que ya hemos sufrido. Repasen los siglos XIX y XX. Unos contra otros en vez de unos con otros. Vuelta a empezar.

 

Carlos Miranda, Embajador de España