CERO A LA IZQUIERDA
Madrid, 02-05-2025
(Lectura rápida 😊)
Publicado en La Discrepancia:
https://ladiscrepancia.com/cero-a-la-izquierda/
Arrecian las quejas de los diplomáticos acerca del mal estado de los
inmuebles en el extranjero en los que viven o trabajan con peligro no solo para
ellos, sus familias y demás empleados en Embajadas y Consulados, sino también
para quienes acuden para gestiones o, incluso, a actos sociales y de
representación, una faceta profesional más de la diplomacia. Recientemente, en
Casablanca murió una persona al desplomarse un ascensor del Consulado.
Sánchez, por
su parte, ha tenido que comprometer de golpe un 0,7 % de nuestro PIB para
llegar a un gasto de defensa del 2,0 % como se acordó en la OTAN en 2014 (dando
un plazo de diez años). Rajoy apenas hizo nada. Sánchez ha tardado siete años en
cumplir y no hubiera hecho nada sin el tirón de
orejas de Trump. ¡Menudo bochorno!
Los
británicos aseguran que “there's no such thing as a free lunch”. Nada es
gratis. En España se vive bien. Hay bolsas de pobreza y mucho por mejorar, pero
todo el mundo concurre en que nuestro país es un pequeño paraíso. Ayuda nuestra
climatología y nuestro carácter abierto, así como nuestra idiosincrasia sin
perjuicio de que políticamente cohabitemos muy mal, y eso también tiene un
precio.
Los
gobiernos presumen de que nuestra economía va bien. Apenas somos punteros
tecnológicamente, pero somos los que más crecemos en la Unión Europea asegura
el Gobierno actual. “¡Paguen, pues, lo que
deben!”, exclaman nuestros socios
europeos y los aliados. ¿España más locomotora de la UE que Alemania? Estamos
fuertemente endeudados. No es muy aconsejable, aunque ello depende de si
crecemos y de nuestra capacidad de respaldar esa deuda.
Por otra
parte, no pagamos todas nuestras facturas.
Si los gobiernos no invierten en lo que deben, en diplomacia y en defensa, por
ejemplo, otros después habrán de sufragarlo y más caro como con todos los
gastos que se aplazan o se merma el servicio público y no se atiende a las
necesidades de los españoles.
Observemos un
instante al Ministerio de Exteriores. Nunca hubo
antes tanto malestar. Lo canalizan las asociaciones profesionales,
en especial la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la que más afiliados
tiene, muy enfrentada al Ministro.
Señalan que
anteriormente jamás se ha coartado tanto la delegación de responsabilidades.
Nadie puede hacer nada sin autorización del Ministro, aseguran muchos. Los diplomáticos son funcionarios de calidad que
han superado una oposición difícil. Tratarlos como a gente que hay que vigilar
constantemente es absurdo e ineficaz. Las buenas maquinarias funcionan por
delegación de responsabilidades. Hay a veces fallos, pero es un albur necesario
y un sistema más eficiente que exigir que se pida permiso hasta para ir al
baño. Los jefes no pueden mostrar tanta inseguridad.
Para
remediar el mal estado de conservación de muchos edificios de Exteriores en el
extranjero hay que invertir dinero. Si no se mantienen metódicamente las
infraestructuras, todo se degrada y cuesta más ponerlo de nuevo en condiciones.
Hay que invertir para mantener los
edificios, pagar mejor a los empleados en el extranjero, adecuar las
condiciones laborales que en casos se extienden a horarios que no son de
oficina.
Hace falta un Servicio Diplomático más robusto y numeroso para poder atender los intereses de
nuestro país, y mejorar las instalaciones y medios de los Consulados para poder
atender enseguida a españoles y extranjeros que acuden a resolver problemas.
Ahora Sánchez rearma España, pero la defensa de nuestros intereses en el
extranjero compete ante todo a la diplomacia y este gobierno, como otros antes,
no cuida ni su infraestructura, ni su despliegue, ni sus medios, ni a sus
empleados, ni, tampoco, a los diplomáticos. Los gobiernos se pueden desentender
para dedicarse a cosas que les procuran un mayor beneficio político o personal,
pero así descuidan lo general, lo público, lo
español.
Tampoco tiene
sentido ponerse a mal con Israel, muy amiga de EEUU y Marruecos. “C'est pas très intelligent”, dirían espantados en la hábil
diplomacia francesa. Mucha de la tecnología para luchar contra la delincuencia
organizada, las mafias de inmigración ilegal, los espías de Putin y de Xi, y
los que ilegalmente actúan contra nuestro país y su Constitución, viene de
Israel y EEUU dos aliados que este gobierno, con
advenedizos engreídos, han convertido en enemigos.
No estar en
un lugar cuando se debe es también un fallo importante o consecuencia de que
uno no importa. No quiso Sánchez que se visualizara que en el funeral de
Francisco sería un cero a la izquierda en medio de los Trump, Zelensky, Starmer, Macron,
Von der Leyen, entre otros, porque Sánchez, poco aporta, así que se ausentó.
El precio por pagar al no invertir adecuadamente a tiempo o equivocarse en la política a desarrollar siempre es alto y con “sus” diez
mil quinientos millones de euros para defensa, Sánchez lo acaba de demostrar. ¡Pobrecillo!
Hasta da vergüenza ajena.
Carlos
Miranda, Embajador de España