KAMALA EN CAMPAÑA
Madrid,
18-09-2024
(Lectura
rápida😊)
También me publican en La Hora
Digital
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Los hay quienes, inquietos, critican
la campaña presidencial de Kamala Harris. Unos de buena fe y otros de
mala, tan progres algunos de estos últimos que ya acusaban a Joe Biden de ser
de derechas. No se sabe bien si son rojos verdaderos, quintacolumnistas de Donald
Trump o de frente estrecha.
La culpa la tiene Biden. Naturalmente.
Si se hubiera retirado en enero, habría habido primarias y Harris no las
hubiera ganado. Su popularidad entonces estaba por los suelos y otros
candidatos había, y hay, más lustrosos. Son los azares de la vida. Si el debate
entre Trump y Biden hubiese sido en septiembre, los demócratas ya no habrían
tenido margen para sustituir a Biden. Harris es la candidata porque la
Vicepresidenta era lo único disponible en julio vista la situación.
Está es su única oportunidad de
llegar a la Casa Blanca. Si no gana, se diluirá como el vapor
en el aire y tendremos a Trump solo cuatro años más ya que una vez reelegido no
podrá optar otra vez más a la presidencia salvo que permanezca en ella, como ya
lo intentó ilegalmente, precursor del maestro de los pucherazos, Nicolás Maduro,
al que en España algunos adoran por su petróleo y por ser un verdadero
revolucionario, es decir, un dictador.
Borrell, afortunadamente no sólo él, libre de cualquier
futuro que no sea, quizás, el de sustituir a Sánchez, se ha despegado de su
antes “conducator” y le critica, así como a Illa, por el acuerdo PSC-ERC que previlejará
financieramente a Cataluña y, aún Alto Representante, coincide con Robles al llamar a Maduro dictador.
Maduro, por su parte, se
ha inventado una trama contra él, o la ha expuesto, casualmente,
justo ahora, deteniendo a individuos variopintos, dos de ellos españoles, para
distraer de su pucherazo, meter presión a Sánchez y ayudar a nuestro timonel y a
sus ministros (salvo Robles) para que puedan criticar al PP por meterse, según
ellos, donde no le llaman al conseguir que el Congreso votase el reconocimiento
español de Edmundo Gonzalez como Presidente electo.
Von der Leyen también fue
una rueda de repuesto para evitar
a su compañero democristiano Manfred Weber que nadie quiso al frente de la
Comisión. Tan mal no ha salido y ha sabido navegar para su reelección. En los
EEUU los equipos ya salieron a la cancha y habrá que animar al de uno, aunque
no se haya alineado la mejor opción y si los forofos pitan sus errores en vez
de jalearles, el equipo se vendrá abajo. Lo sabemos todos, pero no todos tienen
nervios de acero.
Kamala los tuvo en su debate con Donald, algo que no
mostró Hillary, quizás mejor candidata que Kamala, porque Donald la desconcertó
irremediablemente y porque, asimismo, sólo vio el lado payaso del horrible
magnate. Como casi siempre, la elección está entre lo malo y lo menos malo. Lo de elegir al mejor siempre ha sido una utopía.
Para la importantísima muñidora demócrata, la
determinante Nancy Pelosi, el verdadero candidato era y sigue siendo Gavin Newsom, Gobernador de California, pero
las circunstancias de premura dictaron apoyar a Kamala. Puede que, en la mente
de Pelosi, si sale Kamala, Newsom tendría que esperar cuatro u ocho años según
las circunstancias de una presidencia kamaliana o solo cuatro si gana Trump.
Se echa en falta ahora a Pelosi y da la sensación de que a Kamala ya le han cortado el
cordón umbilical. No parece tan arropada como cuando se trataba de
eliminar la única opción claramente perdedora que era Biden, pero así pueden
ser a veces de implacables los políticos, capaces de desear la derrota de su
partido para tener luego su propia opción. En cuanto a Trump, el segundo
intento de asesinato le viene al pelo. Un intento que Trump considera inspirado
por “la marxista Kamala”. ¿Qué pasaría si alguien consigue matarle? O a Kamala.
Los políticos son raza aparte y más egocéntricos no se
encontrará a nadie. Así que, a aguantar animosamente hasta el primer martes
después del primer lunes de este mes de noviembre. Luego veremos cómo nos
adecuamos a ella críticamente si gana o como torear al infumable, si bien los
buenos matadores saben sacarle partido hasta al peor morlaco. ¡Hala Kamala!
Carlos Miranda, Embajador de España