jueves, 11 de julio de 2024

REALIDADES Y APARIENCIAS

REALIDADES Y APARIENCIAS

 

                              Madrid, 12-07-2024

                                (Lectura fácil 😊)

 

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El jueves 4 de julio hubo elecciones en el Reino Unido con un gobierno conservador y el viernes ya gobernaba el partido laborista. En un santiamén Rishi Sunak se despidió de Carlos III y este último pidió a Keir Starmer que fuese su nuevo primer ministro tras la holgada victoria laborista. Ese mismo viernes Starmer formó gobierno, se enteró de los secretos del Estado (códigos de disuasión nuclear incluidos) y ya durmió en Downing St.

Hace cinco años los conservadores ganaron claramente y ahora han sufrido su peor derrota en casi 200 años. Llevaban catorce desordenados en el poder con el Brexit de por medio y una sucesión de líderes poco convincentes. Además, los servicios públicos renquean y ha perdido el RU buena parte de su influencia mundial porque al marcharse de la UE perdió poder.

Es pronto para saber lo que va a hacer el nuevo gobierno laborista cuyo programa no era muy definido porque no tenía rival. No obstante, se pueden avistar algunas direcciones. Starmer es un moderado más cercano de la socialdemocracia de Blair que del podemismo de su predecesor al frente del partido, Corbyn. Las bolsas han subido con Starmer reivindicado un socialismo “business friendly”. Este gobierno laborista se acercará a la UE, pero no volverá. Tendrán que pasar décadas.

En este acercamiento tiene España intereses que defender, políticos, comerciales, económicos y relativos a la colonia de Gibraltar. Está pendiente un acuerdo que permitiría a los gibraltareños quedar cerca de Europa suprimiendo el paso de la verja y si el RU volviese un día a la UE, Madrid estará dentro del fortín y el británico fuera. Cuando España ingresó en la UE fue al revés.

En Francia también vemos un profundo cambio tras las elecciones del pasado domingo, pero en dirección diferente: populismos de izquierda y de derecha. Parecía que la extrema derecha tomaría el torreón, pero la bastilla resistió defendida por centristas, cierta derecha y las izquierdas del Nuevo Frente Popular. Queda por ver cómo va a seguir tres años más Macron, con qué gobierno y haciendo qué. Los sondeos se equivocan o será, quizás, que redirigen las intenciones del votante en función de los pronósticos que le ofrecen.

El Primer Ministro, Attal, quiso dimitir, pero Macron lo rechazó. Por ahora. No compartió Attal la decisión de convocar estas elecciones y hasta se puede apuntar la recuperación del macronismo en la segunda vuelta. El nuevo Gobierno deberá enfrentarse al separatismo islámico, a la inmigración ilegal, a una economía vacilante, a normas impopulares, pero económicamente apropiadas, a las problemáticas de Ucrania y Gaza, así como al futuro preocupante de la UE cercada por Putin, Xi y quizás a partir del año que viene por Trump. Francia debe retomar su necesario entendimiento con Alemania para avanzar en la integración de la UE sin escudarse en espejismos. Estará por ver en qué medida el NFP podrá mantener unida su variopinta composición que Macron intentará fracturar para no tener un gobierno que le imponga un programa de extrema izquierda que la UE no aprobaría. 

¿Fracasó Macron al convocar estas elecciones? Si quería parar a Le Pen, lo ha conseguido a pesar de su importante crecimiento. Sin embargo, no guardó sus espaldas por donde vino Mélenchon. Como a Macron le quedan efectivos y nadie tiene una mayoría absoluta, veremos como el Presidente francés peina un panorama complicado.

Mélenchon dijo la noche electoral que debe gobernar el NFP con su programa íntegro. Dos responsables socialistas se contradijeron. Uno, Faure, más cercano a Mélenchon, el otro, Glucksmann, más abierto a entenderse con Macron. Le Pen se refugió en que ganará más adelante y Bardella en una pretendida manipulación de los sondeos. En cuanto a Macron, guardó silencio. Prudente, pero sorprendente.

El resultado suscita preguntas. ¿Puede un sistema presidencialista reconvertirse en parlamentario con un gobierno de coalición? ¿Puede Macron entenderse con aquellos del NFP que no responden a Mélenchon? ¿Un gobierno técnico provisional hasta que puedan volver a convocarse elecciones dentro de un año? ¿Tendremos una Francia bloqueada? ¿Resolvieron algo estas elecciones?

Posiblemente sólo sean un preludio a la presidencial y legislativas de 2027 cuando extrema izquierda y extrema derecha intentarán de nuevo instalarse en los palacetes del Elíseo y Matignon. Los extremos de cada lado capitalizarán sobre los problemas no resueltos que ya les dan viento de cola y veremos quien toma el relevo de un centro moderado ya que Macron no podrá ya presentarse para un tercer mandato. “Suite au prochain numero” ...

En el RU el panorama se aclaró, en Francia, se ha complicado. También en EEUU donde Biden se tambalea acosado por influyentes que piden su renuncia temerosos de que esta vez Trump le gane a pesar de una buena presidencia.

En Europa se elevan más voces pidiendo un acuerdo para acabar la guerra en Ucrania. Rusia, que quiso controlarla entera, la ha perdido, pero podría quedarse con un 20 % del territorio ucraniano. Dará rabia a ucranianos y occidentales este peaje, pero puede compensar la derrota rusa y Ucrania podría prosperar enmarcada en el mundo occidental a pesar de las zancadillas de Putin.

 

Carlos Miranda, Embajador de España