viernes, 19 de julio de 2024

ENTRE BULA Y BUROFAX

ENTRE BULA Y BUROFAX

 

                            Hendaya, 19-07-2024

                       (Lectura bastante rápida 😊)

 

 

También me publican en La Hora Digital

https://www.lahoradigital.com/carlos-miranda/autor/1931

 

 


Las últimas excomuniones han sido las de una decena de monjas clarisas del convento de Belorado (Burgos) tras haber enviado un burofax rechazando presentarse ante un tribunal eclesiástico. ¡Qué rica es la diversidad!

 

La Iglesia dice ser una, pero son muchas. Las clarisas rebeldes reafirman su Fe en Cristo y siguen declarándose católicas, pero ya no reconocen la autoridad de Francisco. No se sabe bien por qué. No parece que le censuren por oponerse a las “mariconadas” en los seminarios (!) o por decir que las mujeres son las que cotillean y que los hombres deben llevar los pantalones ….

 

Las clarisas de Belorado son también ahora “hermanas separadas” por un problema acuciante como el de la vivienda, sobre todo las sociales, desatendido por nuestros gobiernos, progres o no. El lío parece provocado por unas compraventas de conventos. Que si no les abonan uno que vendieron y no pueden pagar otro adquirido por la negativa, parecería, del obispado burgalés a sancionar sus cambios de residencia.

 

¿Cómo compran y venden bienes que son de la Iglesia? ¿Son propietarias o son okupas? Las monjas, monjes y curas harán voto de pobreza, pero la Iglesia es propietaria de una ingente cartera de bienes inmobiliarios altamente valorados que pueden acabar siendo objeto de comercio al ritmo, quizás, de una concupiscencia satánica.

 

Veremos como acaba este cisma más modesto que el del Palmar de Troya. Las clarisas se apoyaron en un obispo residente en Bilbao, falso según la Iglesia, pero legítimo según el interesado, servido en piso de lujo por un mayordomo y una criada con delantal y cofia, según la canallesca. Consagrado por un prelado díscolo que ahora reniega de él y apoyado por un “cura coctelero”. Una falta de caridad que no sorprende en los medios escandalosos. Este cura (o no) servía antes copas detrás de una barra agitando una coctelera. ¿Y qué? San Agustín llevó primero una vida alejada de Cristo antes de santificarse.

 

¿Alguien piensa que las clarisas excomulgadas no serán acogidas a la diestra de Dios? ¿Por negar con un burofax la autoridad de un obispo terrenal? Si lográramos separarnos de las riquezas de la Iglesia nos acercaríamos al Reinado de Dios en la Tierra que es la aspiración bíblica de los judíos y que los terroristas palestinos desean impedir.

 

En Luisiana y otros lugares de EEUU quieren que se exhiban en las escuelas los Díez Mandamientos. Ello, argumentan los que se oponen, viola la separación del Estado y de la Iglesia. Que vengan a España a ver como gracias al Concordato el Estado español se mezcla con la iglesia incluso cuando gobiernan progres populistas. Si todos los seres humanos tuviesen en su bolsillo los Díez Mandamientos viviríamos en un mundo mejor porque, aunque atribuidos a Moisés por mandato divino, son tan humanos que hasta ateos y agnósticos pueden cumplirlos y subir al cielo (como admite el propio Francisco) donde las guerras de religión no se estilan ya que Dios solo hay uno.

 

También subirá en su momento al cielo el católico Biden a pesar de apoyar el aborto. No parece que vayan a excomulgarle. No hay, pues, igualdad de trato. Será más poderoso que las clarisas, pero estas se sentirán discriminadas. Además, Biden aceptaría marcharse si baja a pedírselo el Altísimo, pero no viene añade irrespetuosamente. Ahora dice que con una enfermedad grave se marcharía. Pues ya pilló el COVID y los republicanos atribuyen a una intervención divina el que la bala asesina sólo rozase la oreja de Trump. ¿Necesita Biden más señales?

 

Al ser excomulgadas las clarisas ya no serán subvencionadas por el Estado como la Iglesia. Claro que, como dice Ayuso, ya pagan los madrileños (y otros) con sus impuestos las embajadas secesionistas catalanas por lo que la madrileña odiada por la izquierda dice que son los catalanes los que roban a los españoles. No hace falta ser del PP o “fan” de Ayuso para reconocer que algo de razón no le falta. Lo de Milei es otra historia. Como la “inquina” del Juez Peinado con Begoña Gómez. ¡Vaya por Dios! Podrían ahorrarnos al menos los impuestos que malgastan los separatistas.

 

Ya ven hasta donde nos llevan unas clarisas díscolas. ¡Unas santas! Nos permiten salir de la uniformidad del pensamiento único. Nos traen aire fresco además de cocinar unas trufas riquísimas y todo eso con la extrema derecha y la extrema izquierda extendiéndose por Francia con votos terrenales, democráticos y diabólicos.

 

Mientras tanto, amparados en la “vía sinodal” de Francisco, una forma de autonomía en la Iglesia concedida por el Papa para equilibrar en su seno las Iglesias occidentales y las tercermundistas generalmente más conservadoras, sobre todo frente a la “revolución sexual” occidental, unos católicos alemanes se elevan contra la Iglesia romana que consideran excesivamente conservadora y que abusa, añaden, de los menores. Por cierto, la Iglesia española está aprobando un plan de indemnizaciones por abusos al que se opone Bolaños por no pactarlo con el gobierno.

 

¡Que Dios coja confesados a los suyos! A las clarisas excomulgadas y a los que con sus imprudencias separatistas o de extrema izquierda llaman inconsciente, pero estúpidamente, a las huestes de Le Pen o de Abascal, incluso a Alvise, como hacen los progres que les promocionan para asustarnos hasta de Feijóo que poco tiene que ver con ellos.

 

Oscar Puente, intelectual indispensable en la Moncloa, asegura que el PP es la marca blanca de Vox. Eso sí que es ver la paja en ojo ajeno cuando el sanchismo es la marca blanca de la extrema izquierda, de los separatistas y de los herederos de ETA. Recen, recen, que hasta los marineros que suelen hacerse eso en Dios le suplican cuando llega la tormenta. Sigue la borrasca sanchista encima y se avecina Trump, el loco de la motosierra de Washington.

 

 

Carlos Miranda, Embajador de España