jueves, 22 de junio de 2023

FRANKENSTEINS VARIADOS

FRANKENSTEINS VARIADOS

 

     Madrid, 22-05-2023

                             (Lectura rápida 😊)


     

 

Resienten algunos que llamen al gobierno español “Frankenstein” por su disfuncionalidad debido a las diferencias ideológicas entre los dos partidos que componen la coalición. La feliz expresión fue del fallecido político socialista Alfredo Pérez Rubalcaba imaginando algo que no llegó a ver, pero intuyó acertadamente. Lo vivimos desde noviembre de 2019 y puede que volvamos a experimentarlo salvo que la sensatez se pose sobre los líderes del PP y del PSOE, algo que, a veces, ocurre puntualmente. 

En Barcelona y Vitoria el PP ha preferido consistorios presididos por socialistas para evitar una alcaldía independentista de JxC con ERC en la ciudad condal o de Bildu en la capital alavesa. En Pamplona los socialistas apoyaron a UPN, impidiendo un alcalde bildutarra.

No hemos, pues, de perder totalmente la fe en nuestros políticos: a veces aciertan en el PSOE y en el PP. No obstante, siguen considerando al otro partido un “enemigo” al que no se concede nada, más que un “adversario” con el cual entenderse también en cuestiones de importancia para España. Peca a veces más uno que otro, pero, de hecho, tanto monta …

Partidos “centristas” podrían engrasar la articulación entre derecha e izquierda. Sin embargo, sus líderes han fracasado estrepitosamente. Consecuentemente, sin lubricante de charnela, es preferible un PSOE más cercano al PP que a la extrema izquierda y un PP más cercano a los socialistas que a la extrema derecha. El propio Sánchez reconoce que extremismos como los de Irene Montero (por él avalados …) alimentan a Vox. Tomas Gómez añade que los bandazos oportunistas de Sánchez y el incumplimiento de sus promesas superan los logros sociales de sus gobiernos.

Prevalece, pues, entre socialistas y peperos el “rechazo al otro”, incluso más anatemizado que sus propios extremistas (el PP sería peor que Podemos/Sumar/Bildu y el PSOE que Vox). En cada partido afirman que la extrema derecha y la extrema izquierda no son lo mismo. Evidente: no somos los demás tan torpes. Pretenden justificar que se puede pactar con un diablo propio mientras el otro no debe pactar con el maligno suyo. Un Frankenstein es permisible, mientras que el otro es inaceptable. Porque Frankensteins, los hay a ambos lados.

Sólo hemos conocido el Frankenstein de la izquierda en el Gobierno de la Nación. Igual pervive tras el 23-J o toca uno de derechas. Al nivel autonómico los hay, y cabe preguntarse si son una panacea. Sus inconvenientes son evidentes. Pero, el nivel del Gobierno nacional es otro, estratosférico …

El temor de Rubalcaba se hizo realidad con la coalición de Sánchez. En realidad, dos gobiernos siameses, diferentes, cada uno por su lado. Moncloa, a veces, un tercero por su cuenta. Quién mejor lo ha aprehendido fue Yolanda Diaz. Por su afiliación comunista sabe de jerarquía y disciplina porque si ha habido una crítica seria de este Frankenstein ha sido la del PCE que, vía Yolanda, ha eliminado a los líderes/as de Podemos.

Como algunos perciben, esperan o temen un Frankenstein de derechas tras el 23-J, recrudecen esos análisis que legitiman gobernar a cada cual con sus propios infiernos. El peor argumento, el de “yo abrí la vía, pero tú no puedes seguirla”.

En 1939 Polonia fue invadida acordadamente por Hitler y Stalin. Diferentes, pero igual de horribles. ¿Un ejemplo que no viene a cuento? ¿Sumar es estalinista y Vox nazi? En todo caso, harían mejor los del PSOE y los del PP en entenderse para tener que recurrir lo menos posible a sus propios demonios que, antes, controlaban en sus capillas cuando el bipartidismo. La mejor manera de evitar los Frankensteins es que pacten de un modo u otro PP y PSOE.

Ese mismo sentido del acercamiento lo entienden EEUU y China, en desacuerdo en tantas cosas. El Secretario de Estado americano, Blinken, visitó Beijing esta semana y fue recibido por el Presidente Xi. Ambos gobiernos echan pestes del otro y se rearman hasta los dientes, pero intentan convivir. Luego llega Biden y llama dictador a Xi. Será cierto, pero …

 

Carlos Miranda, Embajador de España