MEJORAR LA
RELACIÓN CON EEUU
(Lectura rápida 😁)
Nuestra relación con los EEUU es buena,
pero mejorable. El “paseíllo” de
Sanchez con un impertérrito Biden en la Cumbre aliada de Bruselas fue revelador.
A pesar de que en la OTAN desempeñamos impecablemente nuestro papel de aliado;
que contribuimos a numerosas operaciones y ejercicios aliados y a operaciones
de paz de la ONU, de la UE y de la propia Alianza; y que, finalmente,
favorecemos una Defensa Europea que pueda, a la vez, contribuir a la autonomía
estratégica de la Unión y fortalecer el Pilar Europeo de la Alianza Atlántica, no da la sensación de que entre EEUU y España exista una
relación relevante.
Con el RU fuera de la UE, Alemania y Francia
son los interlocutores privilegiados de Washington. Son más importantes que
España. Pero, somos la cuarta economía de la UE, algo
que debemos de hacer valer incluso en términos políticos. Italia, la
tercera economía de la Unión, sabe hacerlo muy bien. Sin embargo, con los EEUU el capítulo de la seguridad es esencial.
Hay que ser conscientes, asimismo, de los
errores anteriores. Creemos ser un aliado fiable, pero el pasado lo contradice.
Recordemos nuestras salidas “express” de Irak y de Kosovo. Además, la manera de
hacerlo irritó sobremanera al anunciarse súbitamente, dificultando un relevo
ordenado. España debe asegurar que ese proceder se rechaza para el futuro. Si
fuese imprescindible evacuar un escenario, tiene que hacerse avisando con tiempo,
pero, esencialmente, los compromisos adquiridos
por cualquier Gobierno deben ser considerados compromisos del Estado.
Otra cuestión que lastra nuestra
imagen es la de los fondos que dedicamos a nuestra defensa, y, consecuentemente,
a la de nuestros aliados y socios europeos. Somos
de los aliados que se gastan menos dinero, sin perjuicio de que
pensemos que podemos compensarlo participando en muchas operaciones. Es algo
que debe cambiar. Las inversiones en Defensa son a largo plazo. Deben ser consensuadas
y mantenidas con constancia.
Se trata, pues, de corregir los
defectos que hemos evidenciado, pero, asimismo, de hacer
valer más nuestras contribuciones a la defensa aliada y europea. No
sólo participamos en operaciones militares que contribuyen a la paz e
incrementen nuestra seguridad, tenemos en España dos bases muy importantes para
el despliegue planetario estadounidense: Rota
y Morón. La primera contribuye,
además, al escudo antimisiles aliado.
España debiera favorecer tres campos
de actuación. Nuestra telaraña diplomática en Washington
podría espesarse. Ello requiere, probablemente, dinamismo, más
despliegue y dinero. No sólo hay que hacerse valer en el seno de la
Administración de turno, sino también entre Senadores y Congresistas, además de
la prensa y de los importantes “think tanks” que modelan, asimismo, la política
exterior americana y la imagen de sus aliados.
En segundo lugar, nuestros políticos relevantes y gobernantes han de
intensificar su relación con los EEUU. Primero, viajando a Washington
para reunirse con la Administración y con el Legislativo. Asimismo, participando
en seminarios en materia de seguridad tanto en EEUU como en Europa. Viajar
instruye, y permite el establecimiento de vínculos personales.
En tercer lugar, convendría que en
nuestro país se tenga una consciencia clara de
que somos un país occidental y
que es necesario que los occidentales estemos unidos en defensa de nuestros
intereses y valores. Somos parte de la Unión Europea y esta tiene una relación
especial con los EEUU y Canadá, fruto en buena medida de tres hitos: las dos
Guerras Mundiales y la Fría. A España le cogieron de refilón, pero son nuestros
socios y aliados y hemos de asumir la importancia que dan al vínculo
transatlántico si es que no somos capaces de dársela nosotros mismos.
Es necesario que la opinión pública
entienda que el liderazgo americano deriva de su propia entidad e importancia.
No es, pues, al país imperial al que hay que reverenciar. Es, ni más ni menos,
que el país más importante en nuestras filas
occidentales. No implica ello servilismo ni obediencia ciega. Los
intereses de cada cual a cada lado del Atlántico son a veces divergentes, en
esencia o en las políticas por aplicar. Eso es una realidad con la que operar,
preferentemente con diplomacia. Los EEUU respetan a quienes debaten con ellos
con argumentos válidos, se sacrifican por el bien común y aportan en abundancia
contribuciones válidas.
La Cumbre de la Alianza el año que
viene en España nos brinda una oportunidad para mostrar
claramente donde estamos en el tablero
internacional.
Carlos Miranda, Embajador de España