CATALUÑA: TENTACIÓN
INTERNACIONAL
Madrid, 12-02-2021
(Lectura
rápida 😊)
En
una cadena radiofónica importante se sostuvo recientemente que en Cataluña es
falsa la distinción entre constitucionalistas y no constitucionalistas porque
como la Constitución ampara que se la critique, allí son todos
constitucionalistas ... Nadie se sonrojó a pesar de los
evidentes voluntarios para disolverla con el propósito de desarticular España o
para instaurar una III República revolucionaria. Prefirieron criticar a
Arrimadas por haber, afirmaron, huido de Cataluña, argumentando, asimismo,
peregrinamente, que para defender los intereses catalanes debiera de estar en
el Senado y no en el Congreso, aseveración que no aplicaron, evidentemente, a
Rufián. ¡Sorprendente!
Iglesias,
compañero de viaje de Sánchez o su GPS, según opiniones, afirma que España no
es una democracia porque dirigentes catalanes están en la cárcel (¿presos
políticos?) o fuera de España (¿exiliados?). Para
quedar boquiabierto. Más aún cuando los “feligreses” del sanchismo,
como diría Juan José Millás, lo justifican todo tras un paraguas para no
mojarse y, como hizo la portavoz Montero, consideran que las afirmaciones de
Iglesias no tienen otro valor que el de un chiquillo atolondrado.
Son, más bien, países autoritarios, como Rusia
o Venezuela, los que no son democracias plenas. Gonzalez
Laya lo confirmó con datos que molestaron al Kremlin tras una estocada en Moscú
de su colega ruso al Alto Representante de la UE que éste no supo contrarrestar
“in situ”. Borrell se había tirado sin paracaídas en Moscú y se estrelló
queriendo abrir un dialogo precisamente cuando a Navalny le condenaban a tres
años de cárcel.
Moscú
es mucha Rusia y su ministro de Exteriores, Lavrov,
un paquidermo curtido en la defensa de las políticas imperialistas y
dictatoriales de Putin, como la invasión de Crimea o el
envenenamiento de sus opositores. La hormiga señaló lo de Navalny y el mamut
metió un trompazo asumiendo las tesis de Iglesias que comparten Puigdemont y
otros separatistas, como comprobamos en la campaña electoral catalana.
Tras
la disolución del Pacto de Varsovia y la implosión de la URSS, hubo un intento
de acercamiento occidental a Moscú. Sin embargo, los
rusos lo rechazaron. Les repelen los EEUU a los que responsabilizan
del hundimiento de la URSS (los europeos son sus pequeños siervos), causándoles
un gran resentimiento en lugar de hacer una introspección sobre el fracaso,
político y económico, del comunismo. Moscú añora el poderío de cuando el
Kremlin era la URSS. El ascenso chino, con un capitalismo embridado por su
partido comunista debe, incluso, darles envidia.
A
pesar de su arsenal nuclear, equivalente al americano y cinco veces superior a
los de China, Francia o Reino Unido, Rusia se ha vuelto una “potencia regional”
interesada básicamente en su zona vecinal para asegurar su seguridad y desde
donde molestar todo lo que pueda a EEUU y a la UE que, también, les incomoda. Al igual que el RU, no quieren una Europa fuerte.
Todas sus actuaciones, Armenia, Georgia, Bielorrusia, Ucrania son para asegurar
un vecindario a su gusto. Crimea fue rusa (una desposesión del camarada
ucraniano Jrushchov) y allí está la importantísima base naval de Sebastopol.
Siria es vecindario en el sentido de que es donde recala la Armada rusa tras
pasar los estrechos turcos, aunque desde cualquier sitio se puede incomodar a
los occidentales ....
Si
la Autonomía Estratégica de la Unión Europea fuese despegarse de los EEUU, sería
una sinrazón atractiva solo para aquellos necesitados de un juego personal o
por antiamericanismo. Esta autonomía solo puede ser fruto, en realidad, de un
mayor poderío europeo debido a su imprescindible
integración (e inversiones en
defensa). Así podría ser la UE no solo más relevante en el planeta sino,
asimismo, en las consultas y entendimientos necesarios en el marco del Atlántico
Norte, “Mare Nostrum” de hoy en día.
Cuando
se olvida el pasado, no se reconocen las trampas del presente y si, además, se
esconde el polvo bajo la alfombra, los traspiés
son inevitables. Agítese, pues, todo lo anterior (ligeramente
basta), si el eventual lector quiere, y, en el caso del Principado, puede
afirmarse que una
Cataluña independiente, frustrada con la UE, sería tentadora para muchos pescadores
internacionales como Moscú, Beijing o Londres. Y Washington.
Carlos Miranda, Embajador de España