UNA VALIJA CASI DISCRETA
Madrid, 21-03-2020
(Tiempo de lectura, escaso 😀)

La
escala de Delcy, como todos le llaman para simplificar, no debiera de haberse producido porque el vuelo tenía que haber sido redirigido a
un país no comunitario desde el momento que se supo (al menos, cuatro horas
confiesan, más de tres mil kilómetros) que ella iba a bordo del avión alquilado
para llevarle de Caracas a Estambul con escala en Madrid para desembarcar a su
ministro de turismo que quería visitar FITOUR. Faltaron arrestos para desviar la
aeronave.
La
ausencia de transparencia en una noticia extraída con fórceps, sobre la que
Ábalos dio innumerables versiones, ninguna aparentemente definitiva; la
confusión sobre las verdaderas razones que propiciaron el encuentro entre los
dos responsables gubernamentales; la inquietud sobre lo tratado entre ambos en
una o varias reuniones (no se sabe); y bulos ciertos, falsos o semiverdaderos, han
convertido este asunto en una ópera bufa o sainete ridículo propiciado por
la falta de contundencia gubernamental en esta materia. Gobierno y oposición se
desgastan tontamente defendiendo unos a Ábalos y otros criticando la sutileza
diplomática, certificada por el propio Sánchez, del ministro.

Guaidó,
inteligentemente, agradeció cualquier gesto por parco que fuese viendo el vaso
medio lleno y no vacío, como podía haberlo visto (así lo habrán considerado en
Caracas) al haber sido degradado de Presidente a opositor por el mismo que le
encumbró a lo primero arrastrando en ello a otros europeos que le siguen
recibiendo, no como, sorprendentemente, Sánchez. ¡Lo que hay que aguantar cuando
no se tiene ni la sartén ni el mango! En efecto, en Venezuela, país ahora
fallido, empobrecido, saqueado y dividido por bolivarianos chavistas y
maduristas, el fiel de la balanza está en manos de unos militares corruptos a
los que se tienta para que se alisten en el bando democrático prometiéndoles
cerrar los ojos sobre su pasado y su enriquecimiento bolivariano. ¡Vaya tela
marinera!
Sin
embargo, nadie debe tenerlas todas consigo, y de ahí que circulen con credibilidad
subjetiva afirmaciones según las cuales la nomenclatura empoderada sin una
clara legitimidad estaría preparando sus colchones de seda en el extranjero
por si la suerte les abandona. Y aunque no les abandone. Tener fortunas ocultas
en paraísos fiscales sigue siendo atractivo para los mandamases de repúblicas
bananeras. Petrolera, en este caso.

Carlos
Miranda, Embajador de España