GRIS PERLA
Madrid, 24-01-2020
(Tiempo de lectura, breve 😊)
Mario
Vaquerizo afirmaba en una reciente entrevista (El País) que, políticamente, no
era ni blanco ni negro. “Soy gris perla”.
El gris es un color devaluado en la política española. Es una desgracia,
pero no una como otra cualquiera. Es más bien preocupante cuando se constata
como los “separadores” de todo género logran prevalecer y da igual que lo
consigan con verdades o mentiras porque priorizan la diferenciación en lugar del
entendimiento.
El gris es más valioso actualmente por su escasez, especialmente cuando los ingenieros políticos jefes prefieren instalar muros en lugar de construir puentes para salvar ríos. En el Principado, aupados en muchas mentiras, los secesionistas pretenden abandonar España para integrarse en Europa, donde ya están porque son españoles, para proclamarse más diferentes de lo que ya les reconoce la Constitución de 1978. En el ámbito nacional, los Abascal, Arrimadas, Casado, Iglesias y Sánchez privilegian la confrontación en lugar de ofrecer moderación. Cuando patronal y sindicatos pactan (con permiso de Calviño), señalan, en cambio, la buena vía.
Iñaki
Gabilondo subrayaba esta semana (Cadena SER) como Casado persigue a Abascal
en lugar de ejercer como Jefe de la Oposición y como el Gobierno
prefiere polemizar con Vox para rebajar al PP. Una
radicalización que no beneficia a España. Un artículo firmado por Juan
Claudio de Miguel y otros (Francesc de Carreras entre ellos) en “Letras Libres”
distingue entre catalanistas y nacionalistas catalanes, entre españolistas y
nacionalistas españoles, reflejando la complejidad humana, un gris saludable.
Volvió a ocurrir con el auge de Ciudadanos, especialmente tras las elecciones de abril de 2019, en otro momento en el que el consenso era necesario (sigue siéndolo) por la gravedad de los problemas. Sin embargo, Albert Rivera rechazó considerar un acuerdo con los socialistas a pesar de haber firmado uno tres años antes.
Ciertamente, el gobierno opta, encomiablemente, por el diálogo para resolver el problema catalán que, más que político o de convivencia, es de ambiciones desmedidas de quienes quieren sentarse directamente en el Consejo Europeo. Veremos si volverá la sensatez entre aquellos que, ahora, solo aceptarían un resultado que incrementase su diferenciación y les acercase a la independencia. La entrevista a Junqueras del 18 de enero pasado (El País) revela la inflexibilidad del jefe de ERC cuyo voto podría ser también decisivo para los presupuestos de 2020. Torra y sus circunstancias lo evidencian, también.
A veces todo debe estropearse para poder arreglarse, reflexionaba un actor importante de la Transición. Quizás, pero, cuarenta años después, es injustificable prometer algo en campaña para acabar haciendo lo contrario; o una ausencia de verdadera transparencia respecto de los pactos de gobierno; o una oposición histriónica que por ello anula sus eventuales razones. La transparencia es tan fundamental que, ahora, pe, Trapero dice, para defenderse, arrepentirse de no haber expresado públicamente su oposición al “procés”. De haberlo hecho, la situación sería distinta. Queda que el Tribunal le crea, pero es un aviso a los navegantes …
El gris perla, o de otro matiz, es más necesario que nunca, no en detrimento del blanco y del negro, sino como fusión de esos colores para que la vista pueda reposar frente al exceso de contraste.
Carlos
Miranda, Embajador de España