TRAGAFUEGOS
(01-11-2019)
La mayoría de nuestros políticos juegan con fuego. Pablo Iglesias exigió a Pedro Sánchez coche oficial con banderín de Vicepresidente. Y si no para él, dispuesto a sacrificarse por exigencia sanchista, para su pareja Irene Montero. Los que duermen en un mismo colchón suelen pensar igual. ¿No creería Sánchez que Montero, o cualquier otro ministro de Podemos, no seguiría las pautas de Iglesias, entrenador del equipo morado?
Si Sánchez sabía que Podemos no es “de gobierno”, ¿Porque intentó un ejecutivo en coalición con Podemos? ¿Descubrió tardíamente que Iglesias visita a “prisioneros políticos”, aboga por un referéndum de autodeterminación en Cataluña (y, consecuentemente, en otras Autonomías) y que quiere abatir, política y económicamente, el llamado, por él, “Régimen del 78”, equivalente, pues, siempre para él, al franquista?
Responder que ello fue, como han especulado algunos, una maniobra para aniquilar a Podemos y Ciudadanos en posteriores elecciones parece excesivamente conspiratorio para Ferraz, más absorbido por tácticas cotidianas que por la estrategia.
Haber pretendido, con el aval de su ejecutiva, un acuerdo solo de legislatura con Iglesias para, luego, negociar una coalición, acabar, después, regañando públicamente al jefe morado por no ser fiable, volviendo a pretender únicamente su apoyo legislativo y decretar, finalmente, una desconfianza “mutua”, no revela ni coherencia ni mano izquierda.
No es que un toro sea fácil o razonable, que no lo es, pero ahí está el arte de los maestros toreros, ese que no despunta en todos y del que carece cualquier espontáneo que se tira al ruedo, aunque le jaleen incondicionales.
Desde diciembre de 2015 llevamos con gobiernos en funciones, con alguna pausa, una modalidad ineficaz, aunque el país carbura. ¡Bien por los españoles! Sin embargo, tampoco se puede vivir eternamente sin un gobierno investido.
Añadamos a este maremágnum la mala voluntad de Albert Rivera y el camaleonismo de Pablo Casado. El primero no quiso hablar con Sánchez y menos aún pactar. Es el principal responsable de la repetición electoral, aunque no el único. Casado se ha rodeado de dóbérmanes implacables mientras sonríe y dice estar dispuesto a ayudar en los temas de Estado. Teme, sin embargo, que cualquier cesión real o aparente al PSOE se traduzca en fugas de votos a Vox. Rivera ya no le preocupa al estar en caída libre por insensatez política.
Ciertamente, Sánchez tampoco les hizo oferta alguna de pacto por su apoyo. Solo pidió su abstención para poder gobernar. Difícil que se lo concediesen sin más. En cuanto a Santiago Abascal, espera su momento. Muchos sondeos no dibujan un panorama más claro tras el 10-N, y con estos políticos que tenemos …
Mientras tanto, María Chivite, con la bendición de Ferraz, se ha dejado querer gratis por Bildu (una abstención crucial para su investidura autonómica). Eso afirma. A cambio de nada. Geroa Bai, la marca peneuvista en Navarra y miembro de su gobierno regional, sí se relaciona con el partido de Otegui. Como cuando en Ciudadanos dicen que no pactan con Vox, que son los del PP …
En Huarte, la Alcaldesa socialista dimitió reclamada por Chivite para su gobierno regional (en lugar de mantener esa “pica en Huarte”, donde Bildu es fuerte). No fue sustituida en su escaño a tiempo por lo que Bildu se llevó el gato al agua. ¡Qué casualidad! En la Mancomunidad de Navarra, el PSN dejó la presidencia a un cercano a los de Otegui. Otra casualidad.
Tampoco perdamos de vista, por otra parte, el manifiesto para la autodeterminación de “nuestros pueblos” firmado por partidos nacionalistas o independentistas de Cataluña, Valencia, Baleares, Galicia y Euskadi (salvo PNV), alguno de ellos en coalición con el PSOE. Malas compañías …
Chivite defiende que a pesar de Bildu y de Geroa Bai, Navarra es independiente de Euskadi. ¡No faltaba más! Chivite ha repuesto las señas de identidad simbólicas de la UE, de España y de Navarra que su predecesora peneuvista había escamoteado. Normal. Bildu es un partido legal, ciertamente, pero no condena a ETA y jalea a los etarras excarcelados. Mientras siga siendo así, mejor alejarse.
Carlos Miranda es Embajador de España
Carlos Miranda es Embajador de España