“TOUCHE PAS À
MON POTE”
San Juan de Luz, 07-04-2025
(Lectura rápida 😊)
Publicado en La Discrepancia:
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“No toques a mi colega”. Es lo que Macron y Starmer le
dicen a Putin con relación a Zelensky y Ucrania. Un posicionamiento valiente
franco-británico cuando Trump, para parar la guerra provocada por la invasión
rusa, intenta imponer condiciones que inquietan no solo en Kiev. “Para llegar a un acuerdo todos han de ceder”
señaló en su día el Presidente americano. Primero le retorció el brazo a la
parte débil, Zelensky, para asegurarse que Kiev estaba dispuesta a una tregua
sin condiciones o más bien con las de Washington.
A Zelensky tuvieron que apretarle las tuercas
públicamente Trump y Vance. Pobre espectáculo que ha desprestigiado al Tío Sam
por impacientarse, pero, como le dijo el magnate al ucraniano, “No tienes otras cartas que las que yo te doy”.
Triste, pero certera realidad, como lo es que retorcerle el brazo a Putin está
siendo bastante más complicado.
Trump ha empezado primero con la adulación. El tirano del
Kremlin se deja querer, naturalmente, pero intenta obtener en la mesa de
negociación lo que no ha conseguido con la guerra: la
sumisión de Ucrania. Quiere en ese país unas elecciones que
intentará manipular de alguna manera desde Moscú para situar en Kiev a una
marioneta rusa para que sea pareja de la que tiene en la obediente Bielorrusia.
Para ello recaba la complicidad de Trump y de la ONU y solo acepta una tregua
respecto a fuentes de energía, lo que tampoco se cumple estrictamente ya que
ambos contendientes se dan buenos garrotazos, y en el Mar Negro para que ambos
saquen sus exportaciones de cereales sin riesgos mientras siguen los bombardeos
y ataques terrestres. Putin no renuncia a retener a un súbdito que se libera de
sus cadenas, y si se le escapa ahora, volverá a atacarle más adelante.
Trump tendrá que hacerlo mejor
para doblegar al ruso. Mantiene por ahora la ayuda a Ucrania comprometida
por Biden, pero a partir de este verano si Putin no pone realmente de su parte
Trump tendrá que decidir si sigue o no ayudando a Zelensky. El General Kellogg
dijo en su día que “menos ayuda a Kiev para llevarla a la mesa de negociaciones
o más ayuda a Ucrania para traer a Rusia a esa mesa”. Pero Kellogg, primer
encargado de Trump para Ucrania, parece haber sido relegado en favor de otros validos
más cercanos al rey de La Casa Blanca, otros expertos negociadores
inmobiliarios como Trump.
Para dar un apoyo a Zelensky y demostrar asimismo a Trump
que Europa es más de fiar de lo que Trump piensa, Paris y Londres están
montando una operación de presencia militar en Ucrania tras un acuerdo de paz
deseable pero que no se vislumbra aún. La inteligente iniciativa no podrá salir verdaderamente adelante si no tiene el
respaldo militar de EEUU, por lo que cojea gravemente. Washington
por ahora no quiere comprometerse a ello porque todavía no ha traído a la mesa
de negociaciones a Moscú.
La operación franco-británica sigue su curso en espera
del respaldo americano y de la renuente luz verde rusa mientras otros europeos
no ven del todo con buenos ojos esta iniciativa. Los más cercanos al ogro ruso
porque temen debilitar más la OTAN aún viva y necesaria. Kallas, sucesora de
Borrell, y Sikorsky, ministro de Exteriores polaco, son claros al respecto: deben
los europeos mejorar notablemente su defensa, pero la
OTAN es imprescindible frente a Rusia.
Otros, porque les falta decisión, solo van a remolque
cuando hay que poner valentía, prefieren engañar a sus administrados o manejan
la semántica para que no les llamen “belicistas” o prefieren verlas venir. Lo
llaman prudencia. Otros lo considerarían abandonismo o esconderse tras algunas faldas.
A finales de junio hay Cumbre de la OTAN. Es un momento
importante para retratarse. Unos con diplomas y otros con carbón. Si no hay
suficientes diplomas el profesor golpeará algunos nudillos y nadie podrá
quejarse porque, aunque no lo parezcan, estos malos alumnos son adultos, aunque no lo demuestren.
Macron y Starmer, ambos debilitados en sus países, siguen
adelante con su proyecto aún no consolidado y las espadas están por todas
partes en alto. ¿Sera Trump decisivo? ¿Será capaz de traer la paz en Centroeuropa?
¿A qué precio aceptable para Kiev que ha de conservar lo que tiene y su
pertenencia occidental, una verdadera hazaña y victoria? ¿Serán, en otro orden
de cosas capaces los europeos de reforzar el pilar europeo de la Alianza
Atlántica? Ahí les queremos ver a todos.
Por ahora el plazo es finales de junio. Luego, pretenderán algunos seguir
arrastrando los pies como tantas veces, argumentar quizás que tanques y aviones
de combate son de doble uso como si fueran “chips” o que luchar contra la
delincuencia es gasto de defensa, pero puede también que ahora les salga más
caro.
Carlos Miranda, Embajador de España